martes, 19 de agosto de 2014

El profesor de francés, Laura Kinsale


Lady Callista sabe que hay cosas que una dama no se debería permitir. Ser pelirroja y algo tímida. Seguir soltera a los veintisiete años. Preferir una vida apacible en el campo a la temporada en Londres. Entregarse a sus alocadas fantasías de una vida aventurera y romántica. Ser una experta en la cría de ganado (afición que su familia ha ocultado tanto como ha podido). Haber tomado unas particulares lecciones de francés? Y, sobre todo, dejar que el elegante, atractivo, imprevisible y siempre misterioso Trevelyan, duque de Monceaux, su compañero de juegos y travesuras en la infancia, su loco amor de juventud, reaparezca en su vida tras nueve largos años de silencio para volverlo todo, incluido su corazón, del revés.


Cassie y yo estamos en ese momento lector en el que viendo únicamente el nombre del escritor nos podemos lanzar a la lectura de lo que sea que haya escrito (incluso aunque sea un digno zurullito). Laura Kinsale no escribe de esas cosas (zurullos, digo), así que vimos esta novela y, ni sinopsis ni nada, ¡a leer a la aventura!
Podríais decir que es lo mismo que yo hago cuando veo que alguien dice que tal protagonista es como David Gandy y, bueno, es la verdad, así de sustos me he llevado (y me llevaré, lo veo). Pero, sabias lectoras, nosotras sabemos que el mayor coñazo que pueda escribir Laura Kinsale le da sopas con hondas a tres cuartas partes de lo que se publica en este género. Ella escribe calidad. Y esta novela no iba a ser una excepción.

Laura Kinsale procede a devorar una novelista de tres al cuarto

Lady Callista Taillefaire tiene veintisiete años y el honor de haber sido abandonada las tres veces que ha estado prometida. A estas alturas, es ya una solterona que lo máximo a lo que puede aspirar es a que su hermana se case y la lleve a vivir con ella. Pero una noche, en un baile, su pasado vuelve a ella en la forma de Trevelyan Davis d'Augustin, duque de Monceaux, que regresa a casa tras nueve años ausente para estar con su madre, gravemente enferma.
Callie y Trev vivieron un amor adolescente pero, ojo, a ver si vais a pensar que fue algo platónico. Callie no es un bellezón y puede que los hombres no pierdan la cabeza por ella, pero de tonta no tiene un pelo. Eran inseparables, corrieron mil aventuras juntos,  estaban enamorados y, claro, la sangre se iba de la cabeza a otros sitios y que si nos escondemos, que si toco, que si tocas, que ya casi que asdjhfakjhfkjdhfkjadhsfkjsf y, ¡ZAS!, el padre de ella que los pilla.


¡¡PERO QUE ESTABA A PUNTO DE FOLLAR!!

Después de esto, Callie no vuelve a saber nada de Trev en nueve años hasta esa noche en el baile. Trev se sorprende al verla soltera y, a partir de ahí, resurgen las aventuras y resurge el amor, aunque ya no es el amor sin complicaciones de antaño. Ahora, Callie está en una situación complicada y, poco a poco, descubrimos que Trev no es ese perfecto caballero que aparenta ser y que su pasado tiene más capítulos que Falcon Crest
No entiendo que tilden El profesor de francés de novela menor en la literatura de Laura Kinsale, para mí de menor no tiene nada. Estamos muy acostumbradas a la intensidad emocional a la que nos somete en obras maestras como Flores en la tormenta o La sombra y la estrella, con protagonistas que arrastran problemas y traumas. Trev también los tiene y bastante gordos (los problemas e.e) pero Kinsale decide enseñarnos su faceta problemática junto con otra menos habitual: su sentido del humor. La relación entre Callie y Trev está rodeada de un ingenio maravilloso, con diálogos brillantes, ágiles y divertidos, como éste:

-¿Por dónde empezamos? ¡Vayamos a criticar a los cerdos!
-¿Es experto en cerdos, monsieur? - preguntó, con cierto tono de recogijo.
-Por supuesto. Los observo con frecuencia en mi plato del desayuno. (...) Fíjate en su precioso rabo enroscado. -Señaló con el bastón-. ¡Es la perfección absoluta!
-Y las orejas -comentó Callie, asintiendo con gesto de sabiduría-. ¡Al parecer tiene dos!
-Cuatro patas -añadió Trev, haciendo una relación de sus características.
-¿Estás seguro de que tiene patas? -Preguntó Callie con gesto de desconfianza-. No las veo.
-Permanecen ocultas bajo su inmensidad porcina -aclaró. Ladeó la cabeza con expresión de duda mientras se acercaban al redil-. A menos que tenga ruedas. Tal vez se desplace rodando de un sitio a otro.

Personalmente encuentro irresistible este tipo de diálogos, donde se nos hace partícipes de la complicidad de los protagonistas. Pero cuando este tipo de situaciones se vuelven un poco más íntimas, el resultado es sublime:

-Sabes -comenzó-, cuando me sonríes de ese modo, me gustaría... -Se interrumpió y se aclaró la garganta-. Bueno, dar muerte a dragones, o algo por el estilo.
-¿A simples dragones? -inquirió Callie-. Esperaba algo como calamares gigantes.
-Ten cuidado, traviesa Callie, o me dejaré de rodeos y te diré lo que en verdad me gustaría hacer.
-¿Se trata de algo muy perverso? -preguntó con expectación.
-Mucho -susurró, y la atrajo hacia sí por la cintura-. Ya sabes que tengo un talento especial para ello.

¡Sí, señor! ¡¡Así se hace, Trev!! ¡Dínoslo a nosotras!

El único "pero" que le puedo poner es que, según avanza la novela, la trama se va volviendo más complicada y enrevesada, el pasado de Trev se va mezclando cada vez más con su presente y él está en una posición de lucha constante entre lo que quiere hacer y lo que considera que debe hacer. Esos vaivenes te pueden poner un poco de los nervios aunque Trev no llega al nivel de Gryf en El corazón escondido porque, no nos vamos a engañar, Gryf ahí huye como un perraco y Trev es un hombretón adorafollable que, por mucho que quiera alejarse de Callie, siempre vuelve a ella
Este estilo menos visto de Laura Kinsale, con humor e ironía pero sin dejar de tratar temas importantes y con unos personajes bien hechos, me enamora. Ella es una fucking master del universo de la novela romántica, qué bien escribe, nunca me cansaré de decirlo. Leer una novela suya es saber que vas a disfrutar de una joya, aunque sea una joyita desconocida como ésta.

Por todo esto, le damos en nuestro Gandymetro... 

Trev, ya quisiera yo encontrarme a uno como tú


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7 comentarios:

  1. A mí me ha encantado, en serio. El sentido del humor, los diálogos, el tira y afloja... Un giro después de Christian, Gryf o Samuel, pero para bien. ¡Muy fan de Kinsale! Buena reseña, Kim :)

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    1. Y yo sin contestarte! Bah, un año no es nada XDDDDDDD
      Lo que nos gustó Trev con su gusto por las medias blancas, eh? Ajahsdjkhafjkashfjkashflja
      Besotes!

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  2. No puedo estar más de acuerdo contigo, Kim. He acabado enamorada de Trevelyan. Me fascina su sentido del humor, mezclado con esa picardía innata que parece que proviene de su madre. La relación es perfecta, sin ñoñerías y sin vulgaridades soeces, pero se nota que la complicidad es total. Por no hablar de la química que hay cuando están en modo ashgasjklghaskghsakjghalskg. He tenido que abanicarme con un abanico de los Locomía cuando pasaban esas cosas. Mon Dieu.

    Los diálogos entre ellos son increíbles. Tuve que parar de leer cuando Trev se pone celoso y le recrimina a Callie que al menos le conceda esa cerda gorda. No podía con la risa, ¡y eso que estaban discutiendo! Trevelyan es sumamente adorafollable, y además nos hace reír, que para mí es lo más importante en una relación. Como bien dices, ya quisiera yo encontrarme a uno como él. Mis dieces para Kinsale, se ha ganado todos mis respetos.

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    1. Ay, Amanda, estamos tan orgullosas de ti... Qué maravilloso progreso haggardiano llevas! Sabíamos que Trev te iba a poner el cardado en órbita, es enagüilmente adorafollable!!!!
      Besotes!!!

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  3. Hola, Kim :)
    Desde que leí esta reseña tenía ganas de leer esta novela, pero me fui en orden de importancia y primero leí Flores en la tormenta, el Corazón Escondido y Sombra y Estrella; y es que de a poco voy leyendo todos los buenos libros que recomiendan.
    Pues se llegó el día y al fin pude leee ésta joya, me ha dejado fascinada, no podía parar de leer, me reí tanto con algunos diálogos, otros ne parecieron hermosos y estoy de acuerdo: ¡Qué bien escribe la Kinsale!
    Saludos, bellas Kim y Cassie <3

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    1. Me alegro muchísimo de que la hayas leído y la hayas disfrutado, nosotras la adoramos.
      Muchas gracias por pasarte!

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    2. Olé!! Haciendo los deberes, sí señora XDDDDD Como ha dicho Kim, a nosotras esta novela nos encanta por su desenfado, es un soplo de aire fresco entre los dramas de Laura Kinsale. Ahora debes pasar de largo cuando veas "El señor de la medianoche", jajaja. ¡Un besote!

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