martes, 31 de octubre de 2017

Una chica brillante (Wynette, Texas 0.5), Susan Elizabeth Phillips


Fleur Savagar es la mujer más maravillosa del mundo para todos, salvo para ella misma. Con su cabellera rubia y sus bonitos ojos verdes, tiene una vida llena de secretos que se remontan a antes de su nacimiento, ya que es hija natural del gran actor Errol Flynn. Jake Koranda es el actor más seductor de Hollywood. Talentoso y de carácter difícil, no tiene paciencia con las muchachas glamurosas. Pero en esta chica brillante hay algo más que brillo, y Fleur tiene más para dar de lo que Jake esperaba. ¿Podrán dos seres tan distintos el uno del otro confiar en sus sentimientos en la tierra de los sueños rotos? 


[Menudo lío de serie, queridas, entre que también la hemos visto como Americans Lady y como Los golfistas y que bailaba el orden de los libros. Nosotras hemos decidido ir a Goodreads, mirar cómo venía todo en inglés, poner la serie con ese título y seguir ese orden]

Ya van casi tres años de blog (OMG!) y se nos van agotando los libros pendientes de leer pero yo siempre siento una emoción especial al saber que aún me quedan libros por descubrir de las dos más grandes, Lisa Kleypas y Susan Elizabeth Phillips y ha sido con esta última con la que nos hemos puesto en el Aquelarre. ¡Estábamos tan emocionadas pensando con qué delicia nos iba a deleitar SEP! Pues bien, no sé yo para mis compañeras pero para mí la delicia ha sido una cosa así:


Dame un besito

Una patada en el culo te daba yo. Bueno, no hace falta ser un lince para darse cuenta de que Una chica brillante no me ha gustado demasiado. Empezamos la novela con Fleur Savagar, una famosa modelo que reaparece más impresionante que nunca tras unos años ausente del brilli brilli social y se encuentra en una fiesta con Belinda, su bellísima madre con la que no es que se lleve mal, es que directamente no se lleva. ¡Y todo delante de los periodistas y del famoseo de la época! Oh My Dior! ¿Qué habrá pasado entre ellas? Pues no te preocupes que SEP decide hacerte un retrospecter hasta los años 50 para que veas cómo era Belinda de joven, una starlette obsesionada con James Dean que al final acabó en la cama del ya venido a menos Errol Flynn. Por ahí se cruza un ruso, Alexi, rival de Flynn a la hora de trincarse jovencitas sospechosamente jóvenes y que al final se acaba llevando a Belinda al agua. De todo este pisto salen varias cosas: que Belinda está desequilibrada, que Alexi tiene una pedrá en la cabeza y que nace Fleur, que acabará convirtiéndose en una famosa modelo y rodando su primera peli con el gran Jake Koranda, un Sam Shepard de la vida, un superhombre que lo mismo te hace de Harry el sucio que te gana un Pulitzer. Vamos, que si friega los cacharros, me lo envuelva usted con un lazo en la cola. Jake, además, es veterano de Vietnam, lo que nos garantiza que esté traumado. Y ya tenemos la novela sobre la mesa. Bueno, pues para esto nos hemos pulido más de la mitad del libro. Y sin que nos haya interesado prácticamente nada.

¡Pero qué me estás contando!

Sí, para contarnos lo que debería ser casi el punto de partida SEP se pule medio libro, en el yo personalmente no me quitaba la cara 😒. Tengo que puntualizar dos cosas antes de meterme más en el destripe: que ésta es de sus primeras novelas (y, si no he leído mal, la primera contemporánea) y que yo ya vengo algo resabiada con SEP y vengo buscando las cosas de ella que me encantan (y que, tras leer este libro, veo que no están desde el principio de su obra). O sea, que puede que gran parte de que yo no haya disfrutado con este libro sea mía por venir pidiendo peras al horno, que decía una amiga mía. Y me da rabia porque esta novela es un viejunismo de brilli brilli, un culebronazo de los que a mí me gustan, al estilo Paraíso robado pero que no le llega a éste ni a la suela de los stilettos. Así procedo a sentarme en el diván psicoanalítico para señalaros lo que no me ha gustado de la novela.

👠 Nada más empezar, la primera en la frente: un flashback para contarnos de dónde vienen los problemas entre Fleur y Belinda. A mí ya me cortas el rollo si me presentas a una como protagonista y, un capítulo después, retrocedes casi treinta años para contarme la vida de la otra. Primer 😒.
👠 La constante referencia a personas reales y que éstas sean importantes en el libro. No es que me moleste que se hable o se interactúe con ellos pero prefiero que eso no se lleve parte de protagonismo del libro. La importancia de Errol Flynn ha sido tan grande y me ha sacado tanto de lugar que se gana 😒😒.
👠 La sordidez de la historia de Belinda para mí no tiene cabida en un libro de este tipo. Sí, es problema mío por venir buscando una cosa que no tiene por qué aparecer. Pero vamos a ver, si el lema de SEP es que "la vida es demasiado corta como para leer libros deprimentes" pues es normal que no quiera encontrarme en su libro una trama que me dé asco y me ponga de muy mala leche. Claro, que lo mismo ese lema se lo inventó después... En cualquier caso, 😒😒😒.
👠 Es un libro en el que me han caído mal casi todos los personajes, en mayor o menor grado. Jake es de los pocos que se ha escapado de mi odio y porque ya se ve que es un maromo SEP en potencia y yo a ésos les paso por alto que se comporten como unos capullos (soy una débil en lo que a maromos literarios se refiere), pero Fleur no se ha librado de mi odio. Eso sí, luego ha ido evolucionando y nos hemos reconciliado. Los que no tienen perdón son Alexi y Belinda, dos personajes odiosos por completo (que sí, que pobre Belinda y blablabla, pero ella ha sido mi personaje más odiado, dándome acidez cada vez que salía. Incluso al final me ha dado por donde amargan los pepinos 😒😒😒😒).
👠 Esto no es una novela romántica. No se explora la química de la pareja y mucho menos el amor, que aparece porque SEP dice que hay amor, ya que no hay desarrollo amoroso de ningún tipo. Si me dices que se quedan como best friends me lo creo. ¿¿Y qué es eso de no contarnos los polvos?? ¡Cuatro detalles de nada por ahí y apañada que quedas! Qué os voy a decir, queridas, que 😒😒😒😒😒.

¡No puedo escuchar esas cosas de SEP!

No quiero deguir despellejando porque hay que dejar cosas por descubrir por si os apetece echarle un ojo pero vamos, que este libro ni me ha enganchado ni emocionado. Si no podía dejar de leer era porque, ilusa de mí, estuve todo el rato esperando a que el libro mutara de capullo a mariposa y apareciera la SEP brillante que me encandila. El libro no está mal escrito pero tampoco es una cosa del otro mundo, en tercera persona y mezclando cuatro puntos de vista. Se ven destellos de lo que luego van a ser los signos de identidad de SEP, como las situaciones vergüenzajenescas, los hombres sin pelos en la lengua, algunos diálogos llenos de chispa... Pero son unos esbozos y el resto es un barullo de mal rollo que me ha impedido disfrutar de la parte final, más centrada en Jake y Fleur y que ya huele a lo que nos gusta, vamos, a historia de amor. Al final me ha quedado la sensación de lo que importa es el recorrido vital de la protagonista y no su historia de amor. Y, oiga usted, no es por nada pero si cojo una novela romántica quiero que la historia de amor lleve gran peso del libro, ¡no que tenga que estar imaginándomela!

Kim cuando le birlan sus ajdfhkjafjsgdf y sus 😍

En fin, que está claro que SEP no nace sino que se hace porque no hay nada más que leer sus libros para ver cómo ha ido viendo dónde estaban sus fallos para corregirlos y regalarnos libros perfectos como Tenías que ser tú. Una pena que nos hayamos tenido que tragar todo lo malo en este libro. Una chica brillante es decepcionante si ya eres seppie, un cúmulo de malos sentimientos donde lo bonito y lo adhfglsjadfla luchan por hacerse notar sin apenas conseguirlo entre tanto culebrón y embrollo desagradable. Está muy lejos de todo lo que me gusta leer cuando cojo un libro de Susan Elizabeth Phillips. ¡Habrá que ver cómo evoluciona la serie!

Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...

Jake, tu pistola en este libro está desprovechada


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martes, 24 de octubre de 2017

Always to remember, Lorraine Heath

[Libro no publicado en español]
Tras negarse a combatir por la Confederación, Clayton es rechazado por todos en su pueblo natal de Cedar Grove. Para Meg, que perdió a sus hermanos y a su marido en la guerra, la presencia de Clay es una constante ofensa. Como castigo,Meg le encarga a Clay la creación de un monumento en recuedo a los héroes del pueblo caídos en la contienda. Pero mientras pasa meses viendo a Clay trabajar, sus sentimientos hacia él comienzan a cambiar...


Lorraine Heath es una autora a la que tenía muchas ganas porque veo que a todo el mundo le encantan sus enaguas (las que escribe, no las que lleva) y tiene unas portadas bonitas y unos interiores llenos seguro de nobles palote, de los que somos muy fans por este blog. Por eso, obviamente, tenía que empezar... por una novela situada en Estados Unidos tras la Guerra de Secesión 💃💃💃💃💃. Después de mi buena experiencia con Texas Destiny me dio la fiebre del oro y tenía que seguir leyendo las incursiones de esta mujer por esa época y, en un estupendo buddy read con mi sweetie Gema, me sumergí en el secarral tejano en el que se sitúa Always to remember. Bueno, secarral es hasta que te pones a leer, porque luego...


¡Que me llevan por delante las lágrimas de las lectoras!

Clayton Holland es un cobarde al que el culo le arde. Así lo considera su pueblo, Cedar Grove, tras negarse a combatir en la Guerra de Secesión junto al resto de valientes hombres que fueron reclutados por los confederados. Nadie sabe que Clay no quiso pelear porque no apoyaba ni la esclavitud ni la secesión y tampoco quería matar por defender sus creencias pero sus motivos no les importan, él está vivo y sus seres queridos, no. Como todas sabréis (y si no, os lo digo yo #WiKimpedia -o que os ilumine Norte y Sur-) los confederados serían todo lo valientes que quisieran pero perdieron la guerra y casi todos los de Cedar Grove que pelearon en la contienda murieron, entre ellos el marido y los hermanos de Meg Warner, a la que le hierve la sangre cada vez que ve a Clay. Está ahí la mujer pergeñando un plan para dar porCullen a Clay y que sufra como han sufrido los demás cuando recuerda que Clay era un escultor maravilloso y le encarga que haga un monumento en memoria de los caídos en la guerra. Y para asegurarse de que va a hacerlo, ella misma se va a plantar en su cobertizo con una sillita y va a ver cómo lo realiza. En secreto. Ellos dos solitos en el cobertizo.


Ay, que esta tía va a ser un poco tonta

Sí, lo sabemos todos menos ella. Como odia a nuestro prota, cree que el hecho de que él haga el monumento es un castigo supremo pero a Clay se le iluminan el alma y la boa cuando ve a Meg, por la que siente cositas desde que era jovencito y de la que sabe muchas cosas debido a que se casó con su mejor amigo. No entiendo yo mucho a esta mujer que, para inflingir un castigo a Clay, se lo inflinge a ella misma, ya que se obliga a estar hora tras hora encerrada viendo a Clay trabajar. Pero nosotras sabemos que nuestro maromo es lo más maravilloso que ha visto ese pueblo y, poco a poco, van cayendo los prejuicios, los odios, las vergüenzas... y la ropa.

Vivan los odios que se convierten en refrotes

Pero no quiero engañaros: éste no es un libro de vaqueros palote a lo Un largo atardecer. Hay libros que directamente desde el principio te das cuenta de que van a ser "otra cosa" y éste lo es. No esperéis follamientos tras un seto o pasiones irrefrenables que culminan en incursiones bajeriles a medianoche. Aquí hemos venido a sufrir, a ca*arnos en tó por las injusticias y a pasear con orgullo el lema de nuestra casa:


SUFRO ERGO DISFRUTO

Y aquí lo paseamos cosa mala, qué manera de leer con el nudo en la garganta, con la lagrimilla al borde de la pestaña postiza, con el rímel por la cara que ni Alice Cooper. El hecho de que el narrador nos haga partícipes de los sentimientos y deseos de los personajes añade un poquito más de sal en la herida. Ya en el prólogo se nos da la primera hostieja y desde ahí es un no parar, todo son bombitas emocionales, descubrimientos que hacen que adoremos más a Clay y que nos deshidratemos un poco más por el lagrimeo constante ante la injusticia sufrida. Menos mal que Meg saca a paseo su pichotismo y nos da vidilla, ya que si hay una cosa que disfrutamos casi tanto como el sufrimiento son las ganas de mandar a la 💩 a un personaje y aquí Meg nos sirve de desahogo.


¡Te queremos, Meg!

No os voy a engañar, queridas, pasar, pasa poco en este libro, es más bien una historia de personas que estaban destinadas a una vida sencilla a las que la guerra cambió por completo, llevándose por delante sus sueños, y de lo difícil que es volver a vivir y a tener ilusiones. Empezamos a leer in the middle of the pisto, con la guerra terminada y Clay viviendo como un paria, despreciado hasta por su familia. Él es el protagonista total y absoluto de la novela, un personaje de los que llega al corazoncito, planta la tienda de campaña y de ahí no se mueve. Es tan bueno, tan tierno, tan sumamente encantador que tienes que adorarle sin remedio. ¡Y sin ser moñas! Me ha conquistado con la firmeza de sus convicciones y con que no tenga miedo a ir con la cabeza alta y a decir las verdades si lo cree necesario. Incluso a Meg, por la que sabemos desde el principio que bebe los vientos, le dice lo que piensa y la obliga a que afronte la realidad de su situación y de sus sentimientos, aunque tenga que mandarla a tomar viento (¡bien por Clay! ¡Ya estoy yo para cobijarte entre mis tetas brazos!). Y es que Meg tiene cierta vena pichote que me ha sacado de quicio en algunos momentos. No es que haya sentido deseos de tirarla por un precipicio pero estar tan cegata y no plantar cara al pueblo una vez que le pica el xixi tiene sentimientos hacia Clay es algo que me enerva y me provoca giros de cabeza cual niña de El exorcista. También tengo que decir que es pichote en grado medio, lo justo para que te ponga 😒 pero para que también admires su valentía y su vena frescachona a la hora de conseguir que Clay deje de ser un Jamie Fraser de la vida.


Me remango las enaguas y me tiro en plancha

A pesar de que todo gira en torno a Clay, hay personajes secundarios y, además, importantes, ya que son claves en ciertos momentos, ayudan a definir a los protagonistas y algunos nos brindan momentos sublimes, como los hermanos gemelos de Clay, unos niños a los que adoro to the moon and back.



Sí, ya lo sé, yo adorando a unos niños, ¡quién me ha visto y quién me ve! Pero es que es que ES QUE, son absolutamente maravillosos, inocentes, encantadores, divertidos, NADA ÑOÑOS, todo lo que un niño literario debe ser. Si ha habido momentos en los que tenía el corazoncito encogido leyendo en casi todos estaban ellos. Qué bien se le da a Lorraine Heath escribir ese tipo de personajes, necesitados de amor y, a la vez, encantadores y cariñosos. Pero claro, ¿qué no escribe bien esta mujer? Bueno, los finales, pero eso os lo cuento luego. Always to remember es un libro muy bien escrito, de gran carga emocional pero bien llevada, sin histriónicas explosiones sentimentales y sin azúcar. Lorraine Heath (al menos en sus libros de esta época, aún no he catado los enagüiles) tiene un modo de escribir que me enamora, sencillo pero no simple, muy cuidado, con una extraordinaria capacidad para transmitir los sentimientos y las sensaciones claramente pero sin perder la sutileza. No es pesada (es cierto que hay cosas que las repite demasiado pero, oh, milagro, no me ha importado) ni descriptiva en exceso, no es moñas ni cursi ni terminas con los dedos pegajosos del azúcar que chorrean las páginas. Ni qué decir tiene que aquí tampoco hay chorreos de otra clase... Aquí los guarrerismos son refrotes de bajos hechos con mucho amor. Y hay momentos encamados pero dentro del huracán de sentimientos que es lograr algo largamente (¡como la 🐍 de Clay!) deseado, fijándonos en los pequeños detalles, en el deleite de descubrir la seda que es la piel femenina (menos las piernas, que estarán llenas de pelos, claro), la fascinación que produce escuchar gemir de placer a otra persona. Y tú leyendo con cara de tolili, claro, emocionada pasando página tras página


Y si te gusta tanto, ¿por qué no le das 5 Gandys?

Pues por el final, queridas. No es que sea una castaña ni mucho menos pero la historia era tan complicada de resolver que sólo había un par de formas de hacerlo y Lorraine Heath ha escogido la más facilona. Me hubiera gustado algo un poquito más elaborado, más a la altura del resto del libro y con Meg espabilando mucho antes, no haciéndolo cuando no e queda más remedio. Vamos, cincuenta paginillas más para dejarlo todo niquelado y que fuera un libro perfecto. Ah, ¿sabéis también lo que le falta? ¡¡QUE LO TRADUZCAN AL ESPAÑOL!! Y lo pongo en mayúsculas porque ya está bien de husmear por esos blogs de Dior o por Goodreads y ver joyitas que aquí no se traducen. Mierdas, todas las que queramos, pero libros que merezcan la pena vemos traducidos menos que pichas al aire.


😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡

En definitiva, Always to remember es un libro maravilloso, muy sentimental, que te va cargando de emociones poco a poco hasta que te encuentras leyendo agarrándote una teta (es decir, con el corazón en un puño). Escrito de un modo soberbio, nos brinda una bonita historia de amor y un maromo de los que dejan huella en el corazón y un reguero de rímel por la cara.

Por eso le damos en nuestro Gandymetro...


Clay, tu cuerpo está hecho para que lo soben esculpan mis manos


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martes, 17 de octubre de 2017

Del odio al amor, Connie Brockway


Cuando Horatio Algernon Thorne dictó testamento, lo hizo a sabiendas de que enfrentaría a dos de sus sobrinos. Avery Thorne, que suspiraba por hacerse con la finca de Mill House, se queda pasmado cuando ve que su prima Lillian Bede es quien se lleva el gato al agua. Y por si fuera poco, la última broma del tío Horatio fue una apuesta: Lillian se quedaría definitivamente con la propiedad si al cabo de cinco años podía gobernar Mill House como cualquier hombre. Avery, disgustado, parte a ver mundo. Pero un día recibe una carta que lo hace volver a Mill House. ¿Ayudará a Lillian a conservar la propiedad? ¿O boicoteará todas sus acciones para que pierda la herencia...? 


Vamos tachando libros del #RetoRita y el cardado nos da vueltas de la emoción, queridas. ¡Cuántas cosas estamos descubriendo gracias a él! Y no todas dejan en buen lugar a estos premios... Pero eso lo vamos a dejar para cuando lo terminemos y os contemos nuestra impresión. De momento vamos a darle caña a unas enaguas de enemigos que se quieren f*llar vivos, una de nuestras temáticas favoritas. Como ya cuenta la sinopsis, un testamento cambia las vidas de Lily Bede y de Avery Thorne, encadenando los destinos de ambos en una competición por Mill House, que es más un símbolo que una casa. 

Por supuesto que lo soy, nena

Mientras Lily, sufragista con dos ovarios, afronta su misión de cinco años al frente de la casa con la determinación de la que sabe que puede hacer las cosas igual que un hombre, Avery, blandurrio y enfermizo, huye y se convierte en explorador, imposibilitando su contacto con Lily más allá de las cartas que se intercambian... 😍😍😍 Ay queridas, ¡qué estupendísimo punto de partida! Dos personas inteligentes y de firmes opiniones enfrentadas por lo mismo, con lo que podemos suponer cómo son esas cartas, llenas no de frases sino de pullas constantes. Pero no hay odisea que cien años dure y Avery regresa a Milhouse Mill House con el objetivo de lograr que la casa sea finalmente suya y Lily la pierda. Eso sí, sin jugarretas, que para eso él es todo un caballero inglés, de ésos de abrirte las puertas y reventar las costuras de las camisas. ¿Que no os lo he contado? Pues Avery regresa de sus exploraciones más crecido y desarrollado en todos los aspectos corporales que os podáis imaginar...

Es la transformación del Capitán América pero con cravat

Hacéis la croqueta ante la perspectiva que se plantea, ¿verdad? Pues ponedle freno si buscáis follamientos en los bailes porque aquí se adora a Santa María de la Ranciedad Suprema y no hay páginas de guarrerismos largas como la cola de Avery, aquí se siente más de lo que se actúa. Hay tema pero poco y muy avanzado el libro. No quiero andarme por las ramas cual monito de En busca del arca perdida: este libro ha pasado por mi kindelito sin pena ni gloria.

Los libros sufren al escuchar esto

Y no ha sido por falta de ganas porque me encandilaron algunas de vuestras reseñas. Sin embargo Del odio al amor ha sido una lectura que no me ha llegado a enganchar. El punto de partida es buenísimo y las cartas, muy divertidas. Las cartas terminan pronto y tú te esperas una relación de cordial follaenemistad, esto es, estamos enfrentados pero nuestros bajos se atraen como los clips y los imanes. Y no. Avery es un caballero (sugerencia: chupito de tequila cada vez que lo mencione, a ver quién llega al final sin estar bolinga) que mantiene la minga dominga escondidita (y aquí tengo una queja sobre el uso que a tan magno apéndice le da Avery y que voy a poner bajo la maravillosa señal de SPOILER: ¿¡¿tantos años sin catar mujer y pierde la virginidad con una que se cruza por ahí?!? ¡WTF SUPREMO! O bien vienes con la boa resabiada o con la boa a estrenar pero no con una experiencia metesaquil sin pena ni gloria. FIN DEL SPOILER) y sus sentimientos controlados. Bueno, venga, tampoco me voy a quejar mucho porque también molan los sentimientos ocultos, los deseos reprimidos... Pero es que este libro ha sido para mí un constante "ay venga venga que ahora engancha esto, ay que sí que sí que s... Que no". Cada vez que veía que me estaba gustando se me cortaba el rollo por algún sitio. Lily y Avery no pueden confraternizar pero tampoco pueden negar lo que sienten, con lo que su relación es un círculo vicioso sin vicio. Los personajes secundarios son interesantes pero sus historias personales no se desarrollan, con lo que lo único que acaban haciendo es entorpecer la trama principal (para dejarte con la miel en los labios, mejor que no te cuenten nada). Y algo tan importante como las convicciones feministas de Lily acaban tan olvidadas como el recuerdo de mi virginidad. Debo reconocer que no he conectado con el estilo de Connie Brockway. Las situaciones de humor las borda (muy fan de las criadas y sus constantes desmayos 😂), no escribe mal y usa un vocabulario más complicado de lo que yo me suelo encontrar en unas enaguas (lo he leído en inglés) pero no logra que el libro sea fluido, a veces se entretiene en contarnos cosas que no nos interesan y en personajes que luego no hacen nada para acabar faltando secuencias entre Lily y Avery. Y no me refiero a akdjfgaksjfhjaslf (que también) sino a conversaciones, discusiones, cualquier interacción entre ambos que te deje con la sonrisa de pavisosa. Porque, queridas, eso es lo mejor del libro, las partes entre Avery y Lily.

Estoy por cantarles Always

Cada vez que están juntos (o que hablan a través de las cartas) se eleva mi falda el tono del libro. Sus encuentros están llenos de ingenio, mala leche, tensión sexual no tan oculta... Vamos, de todo lo que yo busco en los follaenemigos. Y cuando hablamos de sentimientos se desbordan los corazoncitos que me salen por las orejas. Avery hablando de lo que siente por Lily me ha destrozado las enaguas, cada palabra que dice en la parte final te va despojando de una prenda de ropa hasta quedarte con el muslamen y lo que le rodea al aire. ¿Problema? Pues que esto dura poco y el precipitado final vuelve a cortarte el ritmo. Terminas con la sensación de que todo se queda un poco a medio camino y ese epílogo que pretende cerrar todo te termina de rematar.

Sí, Liam, nosotras tampoco nos lo explicamos

En definitiva, queridas, Del amor al odio es un libro con mejores intenciones que resultados. Partiendo de una estupenda premisa y con dos protagonistas fuertes y atrayentes acaba siendo una lectura que se mueve entre lo ameno y lo aburrido, con momentos fantásticos y otros mñes. Y sin momentazos megahot que llevarte a la cama en un fría noche de invierno... Aún así se lee bien y echas el ratillo aunque luego pase al olvido.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

Avery, ven a explorarme el Mato Grosso


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martes, 10 de octubre de 2017

Esposa por la mañana (Los Hathaway 4), Lisa Kleypas


Durante dos años, Catherine Marks ha trabajado como dama de compañía de las hermanas Hathaway, un empleo agradable con una única pega: Leo Hathaway, el hermano mayor, es realmente exasperante. Cat no puede creer que sus constantes discusiones puedan enmascarar una atracción mutua pero, cuando una de sus peleas termina con un beso, se queda sorprendida con su poderosa respuesta… y más aún cuando Leo le propone una peligrosa relación.
Leo debe casarse y engendrar un heredero en el plazo de un año para salvar el hogar de su familia. Pero la conducta intachable de Catherine oculta un secreto que podría destruirla. Sin embargo, para Leo ella es fascinante y realmente tentadora, aun siendo un hombre resuelto a no volver a amar. El peligro que Cat intenta vencer está apunto de separarlos para siempre a menos que estos dos amantes escarmentados puedan hallar un modo de disipar las sombras y sucumbir a sus deseos


Yo con este libro no estoy para andarme con rodeos ni con mierdas varias: ¡¡he adorado a Leo por encima de todas las cosas y necesito gritar mi amor por él al mundo entero!!

LeoTeQuieroooooooooooooooooooooooooooooTrincar

Leo Hathaway ha recorrido un camino largo y complicado hasta plantarse en este libro. Le conocimos siendo un desperdicio humano incapaz de superar la muerte de su amada Laura, un petardo sideral al que jamás pensé tener ningún tipo de aprecio. Pero, oh, maravillas kleypasianas, bien pronto mutó de capullo a maromazo y desde Seducción al amanecer es el melofó de nuestros desvelos, el robacorazones y birlasecuencias de esta serie. Y parte de esa nueva alegría que Leo demuestra es gracias a Catherine Marks, la institutriz de Poppy y Beatrix que odia a todos los hombres y, especialmente, a Harry y a Leo. Ya sabemos qué es lo que pasa con Harry pero la tirria que siente hacia Leo es desproporcionada, si bien Leo no se queda corto y la odia con la misma pasión. Pues debe que entre odio y odio, lechuga algo pasó porque el final del libro anterior nos dejó con las patas vueltas y con la ansiedad disparada por saber qué había pasado. Así, nos metemos de cabeza en esta lectura sin que perdamos tiempo en conocer ni personajes ni circunstancias, lo que hace que todo lo que ocurra nos parezca natural y nada precipitado. Ese gusto de Lisa Kleypas por crear libros que parecen puzzles tiene su máxima expresión en esta serie, ¡qué barbaridad de encadenamientos! Yo, por supuestísimo, os recomiendo que leáis la serie desde el principio, y así disfrutáis de la evolución de los personajes. Primero, las Wallflowers y luego, ésta.


Estupendo todo. ¿Piensas reseñar en algún momento?

[Ay, perdón, que me pongo a divagar y la casa sin barrer]

¡Pues que algo pasa con Leo y Marks y tenemos que saber qué es! Es toda una fantástica experiencia ver el progreso de la relación entre ambos, dos personas que parecen destinadas a odiarse desde el primer momento y que no se molestan en ocultarlo, lanzando pullas a diestro y siniestro. Tanto le dan al odio que poco a poco se va convirtiendo en uno de los momentos imprescindibles de su día (especialmente para Leo, que es un tocahuevos profesional y siempre saca un rato para tocarle los winis a Marks). Y eso poco a poco va desencadenando otra serie de necesidades en él, que comienza a mirar a la institutriz con otros ojos y a convertirla en un reto no únicamente en el sentido guarreril sino en todos los demás. Catherine Marks es un misterio al que Leo quiere ir despojando de sus capas hasta ver qué esconde. Interna y externamente, claro, que no es Leo un pichabrava sin motivo...


Es que les hago el molinillo y no recuerdan ni su nombre

Este libro me ha parecido una perfecta mezcla de todo... hasta que Lisa Kleypas ha decidido alterar las proporciones de la fórmula mágica y añadir algo más de un ingrediente, lo que ha hecho que el resultado no haya sido tan perfecto como estaba destinado a ser. Y es que ya sabemos que la situación de Marks es complicada pero ser tan cansina... En fin, entiendo que no jugar al teto juego que le propone Leo es algo sorprendente pero si se abusa de algo, acaba cansando. Y una servidora ha tenido que sacar la cara de sota 😒 porque esa cabezonería de Marks ha roto el hechizo del que yo estaba presa. A pesar de todo, me han encantado los protagonistas. Catherine Marks es una heroína distinta, una institutriz miope y estirada, que reniega de los hombres, tiene una extrañísima relación con Harry Rutledge y un escalofriante motivo para esconderse de la sociedad. Me he sentido intrigada con ella en los libros previos y en éste me ha gustado y convencido hasta lo que os he comentado más arriba. En cambio, Leo...


Come to mama, come to mama, que nos vamos a la cama

Leo me ha conquistado desde la punta del cardado hasta mi perfectísima pedicura, es un maromo literario perfecto. Eso sí, hay que leer la serie entera para ver su evolución. ¡Si ahora mismo ni me creo lo que dije de él en Tuya a medianoche! Ciertamente, Leo a partir del segundo libro no tiene nada que ver con el petardo del primero. Es un hombre perfecto para mí, con un maravilloso sentido del humor que inunda toda su vida, con el comentario mordaz e inteligente siempre dispuesto, sin miedo a hablar claramente de cualquier cosa, incluidos sus sentimientos, cosa que yo he agradecido hasta el infinito y más allá. Con él no hay malentendidos ni desesperaciones de tirarte de los pelos. Hay risas, hay ganas de acucharle, hay ganas de darle lo suyo y lo de su prima repetidas veces y con entusiasmo. Además es un hombre leal y es abrir él la boca y subírseme las enaguas a las orejas.


O perderlas directamente

Como es habitual por aquí, podemos seguir viendo al resto de los Hathaways (aquí especialmente al último fichaje de la familia, Harry Rutledge, debido a su relación con Catherine). Una cosa que aprecio y disfruto muchísimo de esta serie es la relación que los maromos tienen entre sí. Cada vez que se juntan Cam, Leo, Merry y/o Harry, ya podéis tener bien claro que va a haber una secuencia con un alto componente cómico, con verdades, insultos en romaní e ironías lanzadas con tanta rapidez como yo me despojo de mis bragas cada vez que veo a David Gandy. ¡Imaginad si me gusta la dinámica de esta familia que hasta sale un animalito que me encanta! ¡A mí!


😱😱😱😱😱😱😱😱😱
¿Quién eres tú y qué has hecho con Kim?

El libro está escrito de un modo impecable. No es pesado ni excesivamente descriptivo, las secuencias no son muy largas pero tampoco un suspiro... Disfruto mucho de los detalles sociales que la Kleypas nos cuela en sus libros para situarnos en la época. No estamos ante unas enaguas crudas tipo Gaelen Foley pero poco a poco va tratando problemas como el racismo (hacia los gitanos), el auge de los hombres de negocios, que van adquiriendo un lugar privilegiado en la sociedad en detrimento de la aristocracia que se va quedando canina, los vicios de la clase alta... Aquí, además, da detalles de la evolución de la moda, algo que me ha encantado. Y sí, es importante saber si los corsés se vuelven más o menos flexibles o si los botones son de adorno porque así sabemos lo que Leo tiene que sufrir para dejar en pelota picada a Marks... Y es que si os gustan los guarrerismos de la Kleypas, aquí vais a quedar bien contentas porque hay bastantes y bien contados. Que Marks será muy estirada pero se le acerca Leo y parece salida del Circo del Sol.

Leo, te espero ya preparada

En fin, queridas, que he croqueteado de lo lindo con Esposa por la mañana. Es un libro muy entretenido, divertido, con su punto de intriga y su pelín de sentimentalismo. Si no llega a estancarse en un determinado momento habría sido una lectura casi perfecta. Sí, reconozco que mi imparcialidad por Leo nubla mi juicio y afecta a esta reseña pero, si he disfrutado como una enana leyendo, no hay nada mejor que compartirlo con vosotras, ¿no creéis? 😉 

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...


Leo, la perfección masculina tiene nombre y es el tuyo


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martes, 3 de octubre de 2017

Un lugar para Conor, Laura Lee Guhrke


Tras ver morir a toda su familia en Irlanda, Conor Branigan juró que nunca volvería a amar a nadie. Emigra a los Estados Unidos donde sobrevive luchando en combates de boxeo por los pueblos. Pero cuando la hermosa y valiente Olivia Maitland lo recoge tras una paliza especialmente fuerte y lo lleva a su casa, Conor se dará cuenta de que no es la única persona en el mundo que ha sufrido, y que merece la pena seguir luchando por un gran amor.


Queridas haggards lectoras, aquí sigo, al pie del coñón cañón con el Reto Rita y, oh milagro, he llegado a un libro que ha estado bastante bien. No doy crédito, en serio. Lo mismo ese año el jurado se apuntó a las sesiones de desintoxicación que les recomendó la Lindsey y funcionaron.




Cuando una empieza esta historia, le puede sonar un poco a Maravilla, que ya reseñamos aquí. Una novela amable sobre viuda con hijos que se casa por necesidad con uno que pasaba con allí y que tiene un pasado a cuestas. Pero ojo con Un lugar para Connor. Aquí hay más, mucho más (aparte de que no hay propuesta rara de matrimonio de por medio). 




Lo que en Maravilla termina siendo algo en plan peli de sobremesa, aquí no. Conor, protagonista masculino, tiene una mochila más cargada que la de un sherpa. La acción se sitúa en Estados Unidos, en el sur recién derrotado en la guerra de Secesión, pero él viene de Irlanda, un país pobre y sometido a los ingleses, cuyas tropelías ha sufrido en sus carnes. Así que el pobre va de Guatemala a Guatepeor, aunque para él es preferible salir de su país y buscarse la vida en la tierra de los sueños, sin compromisos ni nadie a quien dar explicaciones. 




El pasado de Conor lo vamos conociendo a través de flashbacks que nos hacen entender por qué está resabiado del mundo, de vuelta de todo. Pasa de ataduras y de sentimentalismos. Eso podría haberlo convertido en uno de eso protas masculinos mierdas que tan poco me gustan, pero para nada. Es un tipo duro, pero no cae mal. ¡Aleluya!


El jurado dando la última calada a un porro, menos mal

En cuanto a Olivia, es un poco Escarlata O'Hara debido al apego que tiene a su propiedad, aunque ni ésta ni ella misma sean lo que eran antes del conflicto. Es pragmática y tiene valor, pero no deja de ser una mujer sola en un mundo de hombres. Ha encarado la desgracia con valentía, sin pichotismos. Porque protagonistas femeninas fuertes sin ser insoportables son posibles. Como también lo es que salgan tres niñas adoptadas por Olivia y no te den ganas de llamar a Herodes. De hecho, conquistan a un hombre tan serio como Conor gracias a son normales: una adolescente que ya está interesada en los chicos, una cría que se siente fascinada con el recién llegado y una niñita pequeña que es encantadora. 

Somos cuquis

¿Cómo llegan a conocerse estas dos personas tan diferentes en principio? Una niña bien sureña venida a menos y un campesino irlandés, dedicado al boxeo y malhablado, no parece que tengan mucho en común. Pues todo ocurre porque ella necesita una mano masculina para que la ayude en los trabajos de su plantación y ahí que rescata a Conor de un "accidente" y ve en él la persona que necesita. Nada más lejos, porque él no quiere líos y mucho menos quedarse en un lugar fijo. Pero todo se confabulará para que no abandone a Olivia a la primera de cambio.


No te me vas a escapar, chato

El amor entre ellos se cuece a fuego lento. Ella deja sus prejuicios de señorita educada y se lanza a experimentar lo que desea, un amor que había dejado de lado al igual que su juventud por las circunstancias que le ha tocado vivir. Él es más reticente, pero termina por expulsar sus demonios interiores, su idea de que no merece un hogar, una familia y menos aún el amor. Una bonita historia de redención en la que los protagonistas, tan distintos en principio, terminan por encontrar la felicidad. Porque en realidad ambos son muy similares: perdedores en un mundo cambiante.  



La autora, además, no deja de lado un buen contexto histórico, pues de fondo tenemos la lucha de los irlandeses por su libertad, la cruel realidad de la emigración, las consecuencias de la Guerra de Secesión para los perdedores y la ambición de los nuevos ricos. Una buena novela romántica con un amor que se desarrolla poco a poco y con unas escenas de sexo muy bien narradas y bastante acertadas. Y no necesita epílogo, cierra de manera redonda. ¡Por fin un RITA en condiciones!



Por todo esto, obtiene en nuestro Gandymetro...


Conor, tu lugar está en mi cama


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
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