jueves, 24 de julio de 2014

Enamorado de su enemiga (Trilogía Hermanos McCabe 1), Maya Banks

Que alguien me explique esta portada,
por favor

Ewan McCabe, el mayor de los hermanos, es un guerrero decidido a vencer a su enemigo. Ahora, con el tiempo dispuesto para la batalla, sus hombres están listos y a punto de recuperar lo que es suyo, hasta que una seductora con ojos azules, y pelo negro, es arrojada sobre él.
Mairin puede ser la salvación del clan de Ewan, pero para un hombre que sólo sueña con la venganza, los asuntos del corazón son territorio desconocido a conquistarAunque es hija ilegítima del rey, Mairin posee una valiosa propiedad que la ha convertido en un peón, por lo que desconfía del amor. Sus peores miedos se cumplen cuando es rescatada del peligro, sólo para ser obligada a contraer matrimonio con su carismático y autoritario salvador, Ewan McCabe. Además de la atracción por su poderoso, tosco y desconocido marido se encuentra anhelando su toque sorprendentemente tierno, su cuerpo se llena de vida bajo su sensual dominio. Y a medida que la guerra se acerca, la fuerza de Mairin, su espíritu y pasión desafían a Ewan a conquistar sus demonios y abrazar un amor que vale más que la venganza y la tierra.


Para empezar, el título de esta novela me parece un disparate. ¿Es que se van a pasar tol día en el catre? Y mejor ni miremos esa portada, uno de esos horrores que pululan por la edición de novela romántica. De entrada, el chaval lleva el pelo corto y muy moderno y ella un salto de cama comprado directamente en el catálogo de Women's Secret. ¿Pero qué invento es estoooo? En fin, que estas cosas no hacen mucho en favor de las novelas románticas de época...
Pero tampoco es que la que nos ocupa hoy sea para tirar cohetes. Tenemos lo de siempre: highlanders macizos (que me hacen preguntarme qué coñio hago yo en España si todos los tíos buenos están en Escocia), lairds arruinados que necesitan de una buena dote para salvar sus dominios, malos apestosos, hermanos/amigos del prota que están buenorros, doncellas atemorizadas y un crío dando por saco de vez en cuando, que parece que tiene que ser un must en este tipo de libros. Todos los ingredientes que me parece haber leído ya mil veces sin ser nada experta en literatura romántica. Pero es que iba leyendo y me sonaba a trilladísimo, la verdad. No he visto ningún giro que me haya sorprendido, aunque sí alguno que me ha dejado con cara de WTF???, véase momento "te restriego la sábana de la noche de bodas con su mancha roja por el morro", sólo superado por ese momento en Deseo concedido del refregoneo de hojas pringadas de sangre virginal sobre el lecho nupcial... (mejor me callo, que me enciendo). 


Así me quedé leyendo lo de la sábana

Estoy por decir que de esta trilogía dedicada a los hermanos McCabe (también tiene guasa el nombrecito, que parece decir "MeCabe"...), las más interesantes son las de los hermanos de Ewan, que son unos melofó en toda regla. ¿Las leeré? Chi lo sa. De momento creo que no. Si será floja esta novela que la reseña que están ustedes leyendo lleva en el tintero varias semanas sin terminar. Es que ni para bien ni para mal, es un coñazo absoluto con escenas añshgañsldfjsg, sí, pero tontadas delirantes también. Lo mejor son los debates sobre si hay que meter lenguaca o no al besar y las lecciones de una venerable matrona a la protagonista para conservar a un hombre en el catre, léase cómo comerle la chorra. Tal cual lo están leyendo. Una maravillla todo.
Para aguantar la lectura está bien imaginarse a los hermanos McCabe tal que así. De hecho, Caelen es un melofó encantador. 


Ewan, el de la lengua pulidora
¿Grey? No, Alaric
Muy adorafollable

Alaric protagoniza Seducida por el enemigo y Caelen Nunca te enamores de tu enemigo. Sus argumentos entroncan con ciertas tramas que quedan abiertas en En la cama con un highlander. Parecen más atractivas que la primera. Si las leo, ya les contaré.

En nuestro Gandymetro obtiene...


Por la lengua pulidora, que si no...

lunes, 21 de julio de 2014

Desnuda ante la muerte (Serie Ante la muerte/Eve Dallas 1), J.D.Robb


En el año 2058, la tecnología gobierna el mundo. Sin embargo, en la ciudad de Nueva York, la detective Eve Dallas sabe que los irresistibles impulsos del corazón humano todavía son regidos por una fuerza mayor: la pasión.La teniente Dallas se hace cargo del caso del asesinato de una bella prostituta; la investigación la obliga a adentrarse en el perverso mundo de la política. Pero la situación se complica cuando Eve se siente atraída por Roarke, un influyente y atractivo hombre de negocios a quien poco a poco las investigaciones señalan como principal sospechoso. ¿Será la pasión más fuerte que la razón?




Roarke. Eso fue lo que me hizo llegar a esta novela y a esta serie escrita por Nora Roberts bajo el pseudónimo de J.D.Robb. ¿Y cómo conocí a Roarke? Pues en una de mis múltiples investigaciones en busca de material lector romántico (Kimberly Carrington-Fox, Detective Privada). Voy yo a una de mis páginas de referencia, All about romance, y me encuentro con un top ten de héroes, heroínas y parejas. Como segundo héroe favorito, Jamie Fraser (momento de babeo sumo y gritos prodecentes de las partes nobles). Pero, un momento, ¿el segundo? ¿¿WTF?? ¿Y quién es el primero? Pues Roarke. Pues claro, a tirar del hilo y a leer la novela.


Ya, pero a ver si le queda a Roarke el kilt como a mí...

[GRRRRRRRRRRRRRRRRR]
Desnuda ante la muerte se desarrolla en 2058 pero, ojo, el elemento futurista es tan leve y está tan bien integrado que es apenas perceptible. Eve Dallas es una policía íntegra de pasado traumático que tiene que investigar el asesinato de una prostituta que resulta ser nieta de un senador. Uno de los sospechosos de este asesinato es un amigo de la familia, Roarke (¿es nombre? ¿es apellido? Sea lo que sea, así se llama), empresario misterioso, forradísimo de pasta y amigo de los padres de la difunta. A Eve, que no le pica el xixi interesa maromo alguno, empieza a atraerle Roarke. ¡Y encima tiene suerte la tipa y al buenorro le gusta ella! Pues ya tenemos el tinglado...
La primera en la frente con esta novela, sabias lectoras: no es una novela romántica


¡Calma, calma, por favor, dejad que me explique! Para mí, es una novela policíaca y de suspense, pero no romántica, aunque sí tiene el elemento romántico clave: la historia de amor entre Eve y Roarke. Esto ha sido todo un dilema para mí, debo decirlo. La he leído y muy rápidamente. Debo deciros, además, que me ha gustado. La trama de los asesinatos es sencilla y logra engancharte, pero ciertamente no es lo que entendemos como novela romántica, al menos no lo que entiendo yo. La historia entre Eve y Roarke se desarrolla rápidamente, tienen sus momentos folletiles de calidad y bien narrados (aunque hay polvos que no se cuentan, MAL, ¡POLVOS EN OFF NO!). Pero es un elemento secundario en la trama. La protagonista es Eve, la policía encargada de unos asesinatos. ¿Que encuentra al hombre de su vida? Pues perfecto, pero que eso no nos distraiga de lo que más le interesa en ese momento, su misión policial. No es nada malo, por supuesto, pero si buscas que la trama principal sea la historia de amor, ésta no es tu novela. Eso sí, lo que nos muestra de Eve y Roarke como pareja me encanta. Ella viene marcada por un pasado terrible y está totalmente volcada en su trabajo. Él, del que se nos deja entrever su pasado al margen de la ley, se muestra atraído por ella desde el primer minuto y no niega ni esconde sus sentimientos. [Me conquistó por completo un detalle que tiene: a Eve se le cae un botón del traje y él se lo guarda como si fuera un colegial. Adorafollable]


Sí, algo así se dice que me pasa...

A pesar de haberme quedado de pasta de boniato al no recibir una buena dosis calentorra (que es lo que se lee aquí), me ha parecido una novela decente, con intriga y de fácil lectura. La verdad es que la leí en un par de días...
No os he comentado lo más gracioso de esta serie: está compuesta (de momento) por 38 libros (no, no me he equivocado). Siendo así, creo que la escritora tiene tiempo de sobra para contarnos la vida de los protagonistas y cómo va avanzando su relación. Ya sabemos que en las primeras partes se pierde mucho tiempo en presentar a los personajes, así que tengo muchas ganas de leer la segunda novela de la serie, Divina ante la muerte, para profundizar más en la historia de Eve y Roarke, me da la impresión de que Nora Roberts ha creado una gran pareja literaria. Pero no calorra. Pero Roarke me encanta. ¿Me explico bien? ¿Estoy loca?

Por todo esto, le damos en nuestro Gandymetro...

Roarke, no seas tímido y enseña todo lo que escondes

martes, 15 de julio de 2014

Acuerdos privados (The London Trilogy 2), Sherry Thomas


Durante diez años Candem y Gigi, lord y lady Tremaine, han disfrutado del más perfecto de los matrimonios, basado en la cortesía, el respeto y... la distancia. Un secreto, una traición y un océano les separan desde el día siguiente de su enlace. Gigi vive en la hermosa mansión londinense de la pareja, mientras que Candem se ha establecido en Nueva York. Ninguno se inmiscuye en la vida del otro. Es un arreglo que no podría resultar más ideal y civilizado a los ojos de la alta sociedad victoriana, aunque nadie sepa qué pudo ocurrir para acabar con el apasionado amor que había existido entre ellos.Ahora, una petición de divorcio va a cambiar las cosas. Un pequeño acuerdo privado y un plazo de un año decidirán si la pareja más envidiada por todos quiere volver a enamorarse o separarse para siempre.


Me encantan las novelas de época. No son mi especialidad, Cassie es la verdadera experta en ellas, pero las disfruto mucho, con sus enaguas y sus camisas de dormir, sus fiestas y carruajes y sus matrimonios perfectamente imperfectos e hipócritas. Pero a veces, al leerlas, tienes la sensación de que leída una, leídas todas (como, por desgracia, suele pasar en este género). Acuerdos privados definitivamente no cumple para nada esa norma. Es una novela distinta, con un argumento sorprendente y escrita de un modo brillante (qué gusto tiene esta señora al escribir las escenas de sexo, te ponen perraca por completo sin ser nada evidentes, ¡una Master of the Universe!).
Nos plantamos delante de un matrimonio a las puertas del divorcio. Candem y Gigi se casaron hace diez años, los mismos años que llevan separados. Gigi decide poner fin a ese matrimonio para poder casarse con un joven lord y le pide el divorcio a su marido, lo que hace que éste regrese a Londres y a su vida. Él se muestra dispuesto pero poniendo una única condición: que le dé un heredero en el plazo de un año. Entonces será libre. Mmmmmm... Aquí sabemos todas cómo nacen los niños, ¿no? Pues qué más os voy a decir... 

Eh, a la cola, mona

Me parece un planteamiento sublime. Sherry Thomas decide movernos por la historia con flashbacks, alternando pasado y presente para que podamos conocer qué fue lo que pasó entre ellos, qué hizo que una pareja que apenas podía ser más feliz se separara tras una única noche juntos (y sí, Candem le echó un buen polvazo cumplió con sus deberes maritales, que lo cortés no quita lo valiente). Y aquí aprovecho para mencionar dos cosillas. Tal vez haya cierto abuso de esos saltos temporales, en algún momento me costaba centrarme, aunque es algo mínimo, coges el hilo rápidamente. Otra cosa que es un acierto pero de la que se abusa es la documentación. Está muy bien documentada pero puede que abuse un poquito de las referencias culturales sobre la época. No es que sea pesada (cómo se agradecen esos detalles) pero a mí me ha sobrado alguna repetición. ¡Pero que esto no os impida leerla, que hay mucho bueno en el siguiente párrafo!


Kim no sabe lo que dice, no hay nada malo, olvida lo que has leído

[¡Gracias, Obi-Wan!]

Los personajes son muy reales, con sus anhelos, sus pasiones (ay, de eso tienen mucho, grrrrrrrrr) y sus errores (de estos también van bien surtidos). El modo de relacionarse entre ellos es lo que más me ha gustado de la novela. Son de mente y lengua rápidas, directos y sinceros (o todo lo contrario si es lo que tienen que hacer para conseguir lo que se proponen) lo que hace que los diálogos entre ellos sean muy ágiles, vibrantes y maravillosos de leer. Muy a lo Lisa Kleypas. 

[Bueno, os tengo que decir que Candem me ha parecido la mezcla perfecta entre el Alex de Cuando tú llegaste y el maravilloso Derek Craven de la anterior y de Sueño contigo]


Kim, te pongo ojitos para implorarte que olvides ya a Derek Craven

[Bueno, David, haré lo que pueda pero no te lo prometo, guapo]
Ésta es una novela sobre las segundas oportunidades, que vienen cuando menos te lo esperas y no puedes dejarlas escapar. Y os digo que al hilo de la segunda oportunidad de Gigi y Candem surge otra historia de amor secundaria muy inesperada pero, en mi opinión, maravillosa, con las situaciones más divertidas y los diálogos más ingeniosos.
En fin, me parece una novela espléndida e imprescindible. Tal vez no sea "la novela" de vuestra vida, pero os va a dejar una buena impresión, una gran sonrisa y un calentón de aúpa.

Por todo eso, se lleva en nuestro Gandymetro...

¡Candem, yo te doy un heredero!

viernes, 11 de julio de 2014

Una dulce enemistad, Johanna Lindsey

Ni ella pelirroja y ni él rubio.
Sacadme los ojos ya mismo.

Así me gusta, cervicales a prueba 
de bombas y tío en bolas
Entre los clanes Fergusson y MacKinnion existe un enfrentamiento desde hace tanto tiempo que se ha olvidado la causa. Un día James es capturado en las tierras de los Fergusson y encerrado en las mazmorras con la condición de ser liberado cuando consienta en casarse con una de las hijas del jefe del clan para acabar con el enfrentamiento. James decide elegir a la Joya de Tower Esk, la hija mayor comprometida con su mejor amigo, pero Niall, el hermano de Sheena cree que para salvarla la mejor forma es dejar escapar al MacKinnion. Cuando se descubre la fuga, todos creen que la culpable ha sido Sheena, quien es desterrada a un convento con su tía y rechazada por su prometido. El hermano de James secuestra a Sheena al quedar enamorado de ella a primera vista y la lleva a su casa, pero esa noche ella tiene una pesadilla y al despertar es James MacKinnion quién está consolándola. Su peor pesadilla se ha hecho realidad, ¿Cómo podrá salir Sheena del Castillo MacKinnion sin revelar su identidad?


Me considero una principiante en esto de la novela romántica. Digamos que me he puesto recientemente a ello porque me apetece y es una manera de encontrar buenas historias de amor con su toque picante y un final feliz, que para desgracias ya tenemos bastante con la vida real. Reconozco que soy de las que va por la sección de novela romántica de El Corte Inglés y mira de reojillo esas portadas cursis e imposbiles. No sé, será cosa de la atracción del abismo, de lo hortera, de lo facilón. Sin embargo, Una dulce enemistad fue muy desfloramiento (valga el término) en este tipo de literatura hace muchos años, unos veintitantos. Cayó en mis manos no sé ni cómo y ahí estaba yo, en plena adolescencia, devorando este libro con las orejas rojas como tomates al leer lo que leía. Y eso que no hay mucho sexo. Creo que entré en este mundo por la puerta grande. ¿Por qué digo esto? Pues porque lo tiene todo: autora de prestigio, highlanders, conflictos familiares, pasión, amores imposibles, calorreo, prota masculino buenorro, prota femenina no demasiado Pichote... Hace pocos años decidí releerlo, a ver si tenía la gracia que le encontré en su momento. Lo devoré, lo confieso. Y hace dos días se lo propuse a Kim y volví a leerlo. Otra vez lo he devorado, porque no es complicado y se lee en dos sentadas. Tampoco vamos a exigirle más, pero al menos entretiene. Es típico y tópico, una historia a lo Romeo y Julieta un tanto especial, porque los protagonistas son tan cabezones que están en pelea continua, se atraen pero no ceden. Sería una mezcla entre los desdichados amantes de Verona y La fierecilla domada. Lo gracioso es que la trama general la recuerdo, pero se me olvidan muchísimas cosas y eso que la he leído tres veces. Y hay un momento añdhgañsdhgañsdhgñashdgas y otro un tanto WTF? que seguía recordando veinte años después de haberla leído por primera vez. Eso es buena señal para una novela de estas características, aunque supongo que tiene que ver con que fue lo primero que leí en plan calorrete... como también recuerdo el primer beso de Jack y Aliena en el molino de abatanar y no es una novela de las calificadas como "románticas" (hablo de Los pilares de la tierra). Y dicho todo este rollo-confesión, me centro en la novela ya.


Ojiplática y encantada estaba yo leyendo esta calorrada en la edad del pavo

Aquí tenemos un cóctel perfecto: chica guapísima de pelo magenta de un clan de las Tierras Bajas, señor joven y rubio (hay que joderse, que Jamie tiene veinticinco años) de un clan de las Tierras Altas, rivalidad entre ambos clanes por un suceso trágico ocurrido hace tiempo y que no está demasiado claro, ataques de unos contra otros que hacen imposible una deseada reconciliación... Y el consabido malentendido de identidades que hará la trama bastante interesante. Veamos los personajes...
Sheena Fergusson es la mayor del clan Fergusson, una beldad de cuento, niña mimada de su padre, odiada por sus hermanas porque no hay forma de casarla y entonces ellas tampoco pueden casarse, e idolatrada por su hermano pequeño Niall, su gran aliado. Es una cabezota de cuidado, orgullosa y peleona hasta decir basta, aunque no llega al grado de pichotismo de otras heroínas del estilo. Teme que su padre la case con Lord MacKinnion para sellar una paz entre los clanes.


¿Mérida? No, Sheena Fergusson

Lord Jamie MacKinnion es un joven que también tiene su orgullo, su genio y su amor propio, pero le persigue un trauma que, convenientemente retorcido por sus enemigos, se ha convertido en la comidilla de toda la región: es tan bruto que su mujer se suicidió la noche de bodas después de consumar el matrimonio. Entre el clan Fergusson tiene fama de violador, asesino y hombre despiadado.


Cuando vi a Sawyer me dije: "He aquí a Jamie MacKinnion"

Con semejante pareja, el choque está servido... Pero, como siempre, la atracción física será tan poderosa que los llevará a superar barreras, sobre todo a él, que tiene que ir conquistando niveles como en un videojuego, hasta que ya no puede más y decide que tiene que casarse con ella, pero ojo, le propone un matrimonio de prueba porque tiene que catarla antes, no vaya a ser que se le suicide como la otra. Menuda desfachatez, ¿no? Ya tenemos otro conflicto porque Sheena es muy digna y dice que de eso nanai, que la puede abandonar tras un año y a ver qué hace ella desvirgada y sin marido. Además, que son enemigos aunque él no lo sepa. Hay que reconocer que la chavala los tiene bien puestos en ocasiones, la verdad sea dicha. ¿Cederá? Mejor lo descubren, queridas lectoras. 
Leo por ahí que no es típico de la Lindsey hacer que los protas tengan lío del gordo (aka polvazo) después del bodorrio, sino antes. Aquí la excepción está bastante jusfiticada y hasta se agradece. Tenemos que avanzar hasta que venga mi momento adjalsdñghasñkdghasdg (no consumación, ojo) y eso mola, porque te deja así como con la miel en los labios y más caliente que negra en baile. Hay un tira y afloja continuo entre los dos. Que sí, que está más visto que el tebeo, pero bien llevado. Mira que nos gusta que haya conflicto, ¿eh? Se pasa un rato agradable leyendo y punto. No hay exceso de calorreo, el justo para agradar y ponernos perraquillas, y por añadidura tenemos intriga y momentos de esos de a ver cómo salen del enredo y que al menos no se resuelven al volver la página como en el Grey.
Sabemos que estas novelas son un poco lo de siempre: pareja destinada a estar junta y que al principio se odia, pero se atrae. ¿No les suena? A mí mucho. Vale. Bueno. Aceptamos boa como animal de compañía. La pega que le pongo a Una dulce enemistad y que habría que ponérsela al 99% de este tipo de literatura es que siempre es el hombre el experto amante que sabe como complacer a una mujer y hasta dónde está el "botón secreto", IYKWIM. Alguna rara excepción de protagonista femenina no virgen hay (léase Claire de Forastera, Phoebe de Tenías que ser tú o Lily de Cuando tú llegaste, aunque la única medio normal es Claire). En cuanto a hombres que no hayan conocido hembra, son más difíciles de encontrar que la sangre de unicornio. ¿Cuántos hay? De momento sólo uno que yo sepa: Jamie Fraser. Y ése sí sabe lo que es besar. Desde aquí pido un prota masculino que no haya siquiera besado a nadie y que una haggard le enseñe lo que es bueno. Kim, ya sabes lo que toca...

En nuestro Gandymetro obtiene...


Nos gusta Jamie MacKinnion, pero más nos gusta Jamie Fraser

jueves, 10 de julio de 2014

Tenías que ser tú (Serie Chicago Stars 1), Susan Elizabeth Phillips


Chicago no está preparada para Phoebe Somerville, el bombón más escandaloso y curvilíneo de Nueva York, que acaba de heredar el equipo de fútbol de los Chicago Stars. Y Phoebe no está preparada para el entrenador estrella de los Stars, Dan Calebow, dorada y salvaje leyenda viva de Alabama. Dan es todo lo que Phoebe aborrece: un machista intransigente. Y la nueva y bella jefa es todo lo que Dan desprecia: una niña bien sin dos dedos de frente. ¿Por qué, entonces, se siente atraído por ella?. Y ¿por qué el encanto de niño bueno de Dan hace que la cosmopolita Phoebe se sienta torpe, tímida y extrañamente asustada? Porque la pasión es el nombre del juego, y hay dos tercos oponentes decididos a ganar.


[Diferencias de criterio estético entre Kim y yo, ella prefiere la portada de la izquierda, evidente y antilectores, y yo prefiero la de la derecha, mucho más graciosa y con clase]

Esto es un pequeño experimento, una reseña a cuatro manos, las de Kim y las mías. Así comprobarán lo bien que nos entendemos. 

Tenías que ser tú es mi primera novela romántica contemporánea (prefiero no recordar que he leído la trilogía de Grey, que ni es novela, ni es romántica, ni es ná...) y no tenía yo la mejor de las disposiciones para leerla. ¿Fútbol americano? ¿Dónde están ahí los highlanders o las enaguas? ¿Y habéis visto la portada de la izquierda? A Kim le parece tan horrible que le encanta pero yo creo que espanta hasta al lector más valiente. Con estas premisas me puse a leerla... Y descubrí que una portada horrible con un par de tetas encondía una novela de romántica adulta más que buena. Mezcla de manera soberbia tres elementos que me parece maravilloso encontrar en este género: humor, credibilidad y momentos muy calentitos.
Phoebe se nos presenta como la típica rubia tonta, de cuerpazo y cerebro ausente, una de esas perullas que yo pondría más que verde, y Dan es descrito como el típico machote, antiguo jugador de fútbol americano y actual entrenador de los Chicago Stars, de poco aguante y mal genio. Vaya credenciales horribles presentan ambos, ¿verdad? Pues todo empeora cuando Phoebe se convierte en la presidenta de los Chicago Stars. Ya pueden imaginarse las consecuencias que eso trae, especialmente para Dan, que tiene que lidiar con ella constantemente. Con esta situación, lo más lógico es precisamente lo que pasa, que choquen constantemente. Pero ustedes saben que la realidad nunca es lo que parece... 

Phoebe, te voy a hacer un touchdown como que me llamo Dan

Tanto Phoebe como Dan tienen mucho oculto, traumas, sentimientos, deseos, ilusiones... Ambos buscan lo que, a priori, el otro no puede ofrecerles, pero ya saben ustedes que al deseo y al amor no podemos conducirlos por el camino que queramos, son ellos los que nos manejan a nosotros. Y esto es precisamente lo que les pasa a ellos, que, por mucho que lo eviten, se encuentran y se nos queman hasta las pestañas lectoras con el calor que desprenden.
Alabo la maestría de Susan Elizabeth Phillips (SEP) en escribir este libro. Nos relata la historia de un modo totalmente creíble, con personajes de carne y hueso (sobre todo, de carne, IYKWIM), que afrontan lo mejor que pueden sus problemas y que no buscan nada que no busquemos los demás. No esperéis encontrar aquí diosas interiores anhelantes ni Christian Greys dominantes pero tiernos. SEP nos da dos personas reales, con ganas de querer y ser queridas. Y de echar un polvo hacer el amor sin complicaciones ni rarezas. ¡Que ya está bien de las espositas, hombre ya!
Y tengo que destacar los diálogos entre ambos, llenos de ingenio, de humor y de añdfsadjljsdakjkajf. ¡No quería dejar de leerlos! Comparto con ustedes uno de mis favoritos.

-Phoebe. querida, tengo que conseguir que salgas de ese vestido. No grites - susurró.
-Creía que ya te lo había explicado pero no tengo nada debajo.
Él parpadeó.
-¿Nada? Sé que llevas pantys, yo lo vi.
Ella negó con la cabeza.
-No llevo pantys. Ni liguero. El vestido es demasiado ceñido.
-Pero llevas medias negras.
-Del tipo que se sujetan solas en el muslo.
Él se salió de debajo de ella.
-Phoebe Somerville, ¿me estás diciendo que ni siquiera llevas bragas?
-Se marcan.
-¿Sólo dos medias negras?
-Y unas gotitas de White Diamonds.
Él se levantó de un salto y la puso de pie sin ningún tipo de suavidad.
-Nos vamos de cabeza al dormitorio, cariño. Hay probabilidades de que tenga un ataque al corazón antes de que termine la noche y quiero morir en mi cama.
Su absurda broma la hizo sentirse la mujer más deseable del mundo.

¿No les parece adorafollable por completo? Pues así es Dan, capaz de hacer sentir a una chica como Phoebe la más especial del mundo (y es mucho más complicado de lo que parece por todo lo que ella arrastra). Y sin tontadas, al grano, pero del bueno. Cuando hay que ponerse burro, se pone. ¿Qué es eso de decir "pechos" en el momento más calentorro, señor Grey? Se dice "tetas" y se pone una a ladrar, a mí que no me digan lo contrario. Muy fan de este señor, que ni va de revientacamas ni falta que le hace.
Por supuesto, no falta la intriga y hasta el suspense. Sí, vale, sabemos que aquí no nos va a pasar como en Juego de Tronos y que se vayan a cargar a Dan o a Phoebe, pero esos minutillos de agobio por cosas malosas siempre se agradecen y están bien contadas. El resto de personajes también queda bien: la hermanastra de Phoebe, Molly, que está en la edad rebelde y se siente un patito feo (uy, lo que me recordó eso a Retorno a Edén, Kim. A ver si te quitas ese pecadillo de encima, que es un must ochentero); Ron, un candidato a melofó; Reed, el primo de Phoebe, un trepa... Habría que añadir a algunos jugadores, gente del mundillo del fútbol americano que están metidos en el equipo, etc. De nuevo vemos que hay DOCUMENTACIÓN, eso que algunas se creen que está de más, que con que haya guarrerías ya está. Pues no. Estas cosas se notan mucho precisamente cuando hay ausencia de las mismas. 
En fin, que me alegra haberme iniciado en la RA contemporánea con una novela a la que juzgué por su portada. Me equivoqué absolutamente, como Dan y Phoebe se equivocaron la primera vez que se vieron. 

Por todo eso, Tenías que ser tú se merece en nuestro Gandymetro...

Dan se mea en Grey y en sus tonterías

miércoles, 9 de julio de 2014

Contra todo pronóstico (Serie Tahures del Craven 3), Lisa Kleypas


El doctor Linley ama a Lydia Craven desde hace años, pero jamás pensó que alguna vez podría tenerla. Lydia, por otro lado, también sentía algo muy especial por él, pero desde que lo oyó insultarla un día por casualidad, trata de evitarlo siempre porque se siente dolida. Es entonces cuando decide casarse con lord Wray sin estar enamorada de él. ¿Pero el eterno enamorado doctor Linley permitirá esta boda?.


[Historia breve incluída en el libro ¿Dónde está mi héroe?. También podemos encontrarla bajo el título de Escucha a tu corazón]


Lydia Craven es la protagonista de esta breve historia, incluída en el libro ¿Dónde está mi héroe? y la que se considera también parte de la trilogía Jugadores, compuesta por Cuando tú llegaste y Soñando contigo
Lydia es una chica muy inteligente que vive por y para las matemáticas, una chica práctica que aplica este modo de vida hasta en una decisión tan importante como la de escoger marido. Por eso decide casarse con un conde, lord Wray. La familia de ella posee dinero y la de él, dinero y título, así que, objetivamente, no hay nada mejor. ¿Seguro, Lydia? Probablemente el buenorro del médico Jake Linley te pueda decir lo contrario... Linley está enamorado de Lydia e, incluso, intentó disuadir a Wray de casarse con ella, sin éxito. Pero Linley no va a dejar la lengua quieta ni va a dejar que Lydia se salga con la suya...


Jake Linley en acción

Lydia puede parecerlo pero no es tan distinta a su padre. De gran inteligencia ambos, prefieren hacer lo que creen que debe hacerse antes que dejarse llevar por sus sentimientos. Derek tiene que dejar de pensar así cuando Sara le pone el amor y la felicidad ante sus ojos y Lydia se encuentra en la misma encrucijada cuando Linley, ayudado por la intimidad de una bodega, le enseña sus sentimientos (y la pone en órbita, jejeje).
Linley es un vividor pero también es responsable (no es otro Derek, lo siento, chicas, de ése se hizo uno y se rompió el molde). Sabe que es mejor para Lydia que lord Wray, tan correcto, tan amable, tan poco akfjdhkhfkajd, pero no se lo demuestra hasta que queda poco tiempo para la boda. No es una pareja nueva en la Kleypas (al menos en lo que he leído, claro), uno racional, el otro, más sentimental. Por la brevedad, no podemos ver la evolución de los pensamientos y sentimientos de los personajes y se nos muestra todo un tanto precipitado. Pero, ojo, que no se nos priva de algún momento calentorro subido de tono entre Lydia y Linley. Qué pena no haber podido saber cómo se las gasta Linley en un escenario más horizontal... (IYKWIM)
Es una historia breve y sencillita, por lo que no os podéis esperar gran cosa, pero aún así es bonita y agradable de leer. Sobre todo, y no os puedo engañar, sabias lectoras, porque podemos disfrutar de Derek Craven, que tiene pocas apariciones pero son memorafollables. 


Derek Craven, te digo una cosa: ¡deja a mi Kim en paz!

Es una pena que sea un relato corto porque no podemos profundizar en la historia ni en los personajes y sus circunstancias pero realmente tiene mucho de lo que buscamos al leer este tipo de novelas: una historia de amor bonita y un personaje inolvidable (Derek, claro está). Te deja con una sonrisa en los labios y creo que ni Lisa Kleypas ni las lectoras esperamos otra cosa.

Así que, por esto, le damos en nuestro Gandymetro...


Una pena lo que pudo haber sido y no fue

lunes, 7 de julio de 2014

Trilogía Mi hombre, Jodi Ellen Malpas

Tres... Sé que él no me conviene. Dos... Mi instinto me grita que salga corriendo. Uno... Pero si sigue mirándome así...¿Qué haré cuando llegue a cero? Indomable, controlador, autoritario, implacable, dulce, provocador... Es peligroso. Es enigmático. Es absolutamente adictivo. Es mi hombre.


Por sugerencia de Cassie, esta reseña tiene banda sonora:



Las cosas claras desde el principio: esta trilogía es, de lejos, la peor que he leído (y sí, he leído al Grey, al Cross, a Gabriel Emerson...). La línea sobre la que caminan todos estos "libros Grey" (nos remitimos a la fórmula vista al comentar La obsesión del millonario) es muy delicada. Ellos suelen tener una obsesión al conocer a la chica: poseerla y protegerla, cueste lo que cueste. Bueno, está genial el folleteo amor intenso y sentirse segura en los brazos del hombre de tus sueños. Pero a veces notas que, uy, tal vez aquí han pasado esa línea y se les ha ido de las manos. Precisamente es lo que, en mi opinión, pasa en esta trilogía. Es una historia tan pasada de rosca que en lugar de excitarte y salir a buscar un Jesse Ward te dan ganas de salir pero corriendo en dirección contraria a él.


¡Huye ahora que puedes!

No he podido entrar en el juego de los libros a pesar de haberlo intentado. Jesse Ward es tan controlador que acaba pareciendo un maltratador. Como en todo este tipo de libros, tiene sus motivos pero nada, nada, justifica cosas como las que os enumero: que controlen lo que bebes, lo que te pones, tu lenguaje, tu vida social, que te obliguen a correr 22 kilómetros todas las mañanas, o que, el día de tu boda, te pongan unas esposas para que tengas que estar todo el día con tu marido. Y, creedme, no hace ni gracia leerlo. Y ya no nos vamos a meter en la pelea de las píldoras anticonceptivas y su misteriosa desaparición constante del bolso de Ava...


Efectivamente, es de vergüenza ajena
No nos dejemos al personaje de Ava, la protagonista más flojucha que me he encontrado, se le funde el cerebro cada vez que folla hace el amor con Jesse (y, creedme, os vais a hartar de leer encuentros sexuales) y le dura toda la novela, es un personaje que carece por completo de personalidad.
Aquí, además, todo lo arreglan con echar un polvo (el polvo del castigo, el de la reconciliación, el de blablabla) sin solucionar ninguno de los problemas. No me creo que vaya a decir esto pero... ¡acabas harta de leer tanto folleteo

Puede que ya estuviera torcida en la lectura pero la historia de fondo, la situación de los personajes, los secundarios, todo me parecía irrisorio. Vamos a ver, este tipo de historias tienen que pasar por creíbles, ¿no os parece? En fin, casi todas nos vemos como chicas normales, torpes, etc., por lo que nos podemos identificar fácilmente con las protagonistas. Pero, de verdad, con esta trilogía creo que se ha rebosado el vaso. Es una historia imposible de creer. En ningún momento sientes deseos de que Jesse y Ava terminen juntos y me pone de los nervios el comportamiento de ambos (él, por controlador y ella, por aguantar tanto y volver a por más). 

Por eso en nuestro Gandymetro obtiene...

Y porque no hay menos

jueves, 3 de julio de 2014

La obsesión del millonario, J.S.Scott

La estudiante de enfermería y camarera Kara Foster no pasa por su mejor momento. Su ya desesperada situación económica acaba de sufrir un golpe que puede dejarla a un paso de vivir en la calle. Cuando necesita poco menos que un milagro que la salve, Kara es rescatada por un benefactor insólito y arrollador.El multimillonario Simon Hudson le hace una oferta que es imposible rechazar, pero que resulta aterrador aceptar viniendo de un hombre al que no conoce. ¿Será el atractivo millonario la solución a sus problemas o acabará siendo una complicación aún mayor y un peligro para su salud emocional?


Veamos si nos sabemos la fórmula: chico (macizorro, forrado, controlador y traumatizado) + chica (diferentes variables de riqueza pero siempre íntegras, trauma optativo) = historia erótico-calentorra/calorra megaventas. La conocemos, ¿verdad?. Venga, os voy a sorprender: ¡esta serie de novelas sigue la fórmula al dedillo!

¡No me lo puedo creer!

La obsesión del millonario es una serie compuesta por cuatro novelas cortas, con Simon Hudson y Kara Foster como protagonistas. Ella es estudiante de enfermería, apenas tiene dinero y trabaja en una clínica y en el restaurante de la madre de Simon. Él está forrado, está buenísimo y la adora en secreto, incluso la sigue todas las noches para asegurarse de que llega sana y salva a casa. Ahí queda eso. Como es una historia corta, no se andan con medias tintas: tras un determinado incidente, él se destapa ante ella y decide ayudarla, a cambio de una única cosa: una noche de folleteo pasión. ¿Cómo se os queda el cuerpo?
Cuando te metes en una historia de este tipo, en la que parece que el máximo triunfo es que él te considere suya y tú te consideres suya, sabes que tienes que tener manga ancha con todo eso de la protección, posesión y blabla. Aquí estás en la fina línea entre cagarte de miedo asustarte ante un posible acosador pero decides, como Kara, quedarte con el adorable Simon que lo único que quiere es que ella esté a salvo (y, creedme, hay libros en los que, por mucho que lo intentes, no puedes hacer eso con el protagonista). 
Me ha parecido que su mayor virtud es, a la vez, su mayor defecto: su brevedad, que hace que todo se resuelva con mucha premura, sin apenas profundizar en nada. Me parece un acierto que no nos martiricen con diosas interiores ni con mil historias de encuentros y desencuentros de la pareja, pero, a la vez, esa ligereza hace que la historia pierda por completo la poca verosimilitud que podría tener.


Simon no pierde el tiempo

Se agradece la poca complicación, eh, que si es un libro para ponerte en órbita, pues que no se entretenga en otras cosas, pero vamos, que parece que la autora pensara: "vamos a ver, yo tengo que poner este polvo, esos magreos, estas cosas calentorras... Me invento cualquier historia mierder que una esos momentos y ya. Total, quien lo lea ya debe estar de vuelta de todo". Pues sí, anda que no han leído nuestros ojitos pero se agradecería un poco más de sustancia, la verdad.
Los personajes secundarios se reducen a tres (y con poca importancia): la madre de Simon (que aparece tanto como Rickon en Juego de tronos), Sam, el hermano de Simon y Maddie, la jefa de Kara en la clínica en la que ayuda. Y, oh, qué casualidad, ¡Sam y Maddie tuvieron una historia!. En el cuarto libro vemos más de Sam y Maddie pero nos quedamos con la miel en los labios porque su historia continúa en otro libro fuera de esta serie, The heart of a billionaire (que tendré que leer porque 1.me parece que la historia estará mejor que la de Simon y Kara, y 2.definitivamente estoy loca).
Y ni os cuento cómo está escrita, os pongo una muestra:

A Simon le costaba respirar y la tenía tan dura que, si se lo hubiera propuesto, podría haber partido diamantes de un pollazo.

En fin, que hay miles de historias que van por este camino que os recomendaría leer antes que ésta. Pero si quereis algo tipo Grey sin muchas complicaciones y fácil de leer, esta serie, sin duda, es la vuestra.

Por todo esto, en nuestro Gandymetro se lleva...

Mucho Simon pero poco lerele