Minerva Dobbs es una treintañera con algunos kilos de más que piensa que la felicidad es un cuento de hadas. Cal Morrisey es un donjuán que detesta el compromiso y que la invita a cenar para ganar una apuesta. Cuando la cena termina, cada uno de ellos piensa que nunca volverá a ver al otro. Pero el destino tiene otros planes, y Minerva y Cal inician una relación casi involuntaria en la que median un ex novio celoso, unos padres impresentables, un gato demasiado inteligente y muchos donuts, y que concluye con la mayor de las apuestas: el amor verdadero.
Antes de comenzar a hablar sobre Una apuesta peligrosa, pongamos el cerebro en su modo adecuado.
Mono con platillos ON |
Y es que éste es uno de esos libros de lavar el cerebro y desconectar de traumas y de sufrimientos. Veamos si ha conseguido parar mi cafetera mental...
Minerva Dobbs es una actuaria treinteañera a la que
Desde luego que es pa cagarse pero en ellos |
Total, que con cierta confusión (no aclarada, obviamente) Cal se lleva a Min a cenar y pasamos a ser testigos de la peor cena/primera cita/primer contacto de la historia, de la que lo único que puede salir es un "buenas noches, joputa", "buenas noches pa ti y pa tu culo, so petarda". Min ya va cabreada por lo de la apuesta y le lanza dardos a Cal en lugar de palabras. Y Cal no es que los reciba de buen grado. A pesar de todo, cenan. Y a pesar del haterismo y de su gusto por diferentes Elvis, se siguen viendo. Y Cal puede apreciar que Min no se corta un pelo y que tiene un excelente gusto para los zapatos. Y Min puede comprobar que Cal es mucho más que un tío buenorro que te cagas, que no le importa que esté gorda y que le gusta mirarle los pies y el escote. Y, para colmo, Cal descubre que tentar a Min es muuuuuuuuuuy placentero
El paraíso |
Pues nada, no hay que ser adivino para saber cómo va a ir evolucionando esta relación. Es genial ver cómo se llevan fatal pero aún así se siguen viendo. No penséis que Min es apocada por ser la gordita y poco agraciada del grupo. ¡Menuda lengua tiene! En ocasiones hasta se pasa de borde, hay que decirlo. Y Cal... Si tienes corazón, te lo va a robar casi desde el primer minuto. Ya sabemos que es guapísimo y blablabla, pero el modo de hablar con Min, el modo de tratarla, el humor que tiene y esa parte hot hot final del libro en la que JHFÑAHFÑlJASHDKJHGKMELOFÓRAITNAUJGFLKAJSGFSHGADJL lo convierten en un sueño hecho realidad.
¡Y que se adelanten las Navidades a mañana! |
Queridas, si la novela fuera únicamente la relación entre Min y Cal, saque usted los cinco Gandys que aquí se termina la reseña. Pero no, tenía que haber algo más que me fastidiara la lectura. Esa pesadez más que previsible con la comida y esos personajes secundarios totalmente caricaturescos. Que sí, que ya sé que eso es siempre de mucha risa pero aquí hay mucha gente por todos lados y la mayoría es simple y pueril (ya puedo tachar la palabra de lista que me tocaba decir hoy). Las amigas locas, las amigas perras, la ex que es psicóloga petarda, las familias que son de mandar a tomar por Cullen... Todo metido tan mal que parece que te los tiran a la cara. Muy extremo, muy manido, muy brasas. ¡Que no nos interesan las teorías del caos y de su abuela en bicicleta! ¡Ni las madres frías/locas/quequierenmásaunmuñecoqueasushijos! De verdad, cada vez que aparecía gente por ahí pegando bolsazos o diciendo tonterías me sacaban de la novela. No todos, eh, Bonnie es un encanto, los amigos de Cal molan y su sobrino es genial. Pero joer, la novela es genial cuando están Min y Cal y pesada cuando aparecen los demás, por no hablar de lo previsibles que son algunas situaciones, que parecen escritas por mí cuando me tomo unas copas y me creo escritora.
Ojo cuidao que voy a escribir |
Y Jennifer Cruise como escritora me ha parecido buena y mñe a la vez. Ella escribe bien, la historia de Min y Cal me ha parecido genial, muy bien llevada, fresca, divertida y adictiva, estaba deseando pillarla y no soltarla. Pero en el resto patina, lo veo a veces sin sentido y apresurado, como tirado a puñados. En fin, que si los secundarios hubieran sido más secundarios estaría más que encantada con la novela, pero como no ha sido así prefiero olvidarme de ellos y quedarme con Cal y con la sensación con la que he terminado el libro.
Una apuesta peligrosa es un libro que cogí con muchas ganas y que me ha dejado sentimientos agridulces, mezcla de la diversión y palotismo que destilan Cal y Min y del bajón que te pegan tres cuartas partes de los demás personajes. Aún así se lee muy fácilmente y te relaja el cerebro que da gustito.
Por todo esto y mucho más le damos a Una apuesta peligrosa en nuestro Gandymetro...
3'5. Cal, dame un besarraco y unos donuts |