martes, 29 de noviembre de 2016

Cázame si puedes (Chicago Stars 6), Susan Elizabeth Phillips


Annabelle es la menor de tres hermanos de una exitosa familia que a la muerte de su abuela decide hacerse cargo del negocio de ésta, una agencia matrimonial. Para poder despegar como negocio independiente se da cuenta de que debe encontrar un cliente influyente y conseguirle la esposa perfecta, por lo que pide ayuda a una de sus mejore amigas, Molly, casada con un jugador de fútbol profesional. Ésta le consigue una entrevista con Heath Champion, agente de jugadores, rico y soltero, que acaba de contratar a otra agencia para que le busque una esposa. En principio, Heath, un hombre que ha llegado a la riqueza por sus propios medios y que considera que ya le ha llegado el momento de formar una familia, sólo accede a entrevistarse con Annabelle por su amistad con el esposo de Molly, sin ninguna intención de contratarla, pero Annabelle consigue que le dé una sola oportunidad; si le concierta una cita con una mujer adecuada, que para él implica guapa, educada y hogareña, considerará contratarla... De allí en adelante, todo son malentendidos, encuentros y desencuentros, pasiones fulminantes y diversión a granel.


Ya sabéis que en este blog sentimos adoración por SEP (seguro que vais a cualquiera de las reseñas que tenemos por aquí y decimos siempre lo mismo). Sí, nos repetimos más que el ajo pero no nos queda más remedio. Contra la tristeza y el hastío, no te tomes un whisky o te empastilles: lee un libro de Susan Elizabeth Phillips. Te van a salir las endorfinas y las alegrías hasta por el xixi los ojos. 


Mi cerebro mientras leo a SEP

Heath Champion es un champion en todo lo que toca. De orígenes muy humildes, ha logrado estar en la cima del mundo siendo el mejor agente deportivo que te puedas echar a la cama cara. Y además siendo un tío honesto, cosa que por ese negocio es muy difícil de ver. Pero honesto no significa blandurrio, eh, que no le llaman Pitón por nada... 


Ya, y seguro que porque tiene una entre las piernas

Es guapo, inteligente, rico y poderoso pero hay una cosa que se le resiste: la churri. No es que no ligue, por favor, dónde va a haber un tío así que no tenga las mujeres que le dé la gana cuando le dé la gana (y más moviéndose en el mundo en el que lo hace). Lo que le falta es LA CHURRI, la que vaya a ser su esposa, compañera y madre de sus hijos. Antes se la pelaba bastante (ejem) pero ya va a cumplir treinta y cinco años y ha llegado el momento de sentar la cabeza. ¿Cuál es el problema? Pues que no tiene tiempo y que, como él mismo nos dice, ya trabaja muy duro en su curro como para hacerlo también en esto. Así que contrata a una mujer.


Aquí estamos yo y mi xixi para lo que tu Pitón guste

¡Para el carro, chata, que no contrata a una pilingui! Lo que hace es contratar a una casamentera, Portia Powers. Con una tiene suficiente pero, como favor especial a Molly (la mujer de su mejor representado, Kevin Tucker *aaaaaaaayyyyy, mami, enaguas on fire*) decide darle una oportunidad a otra más: Annabelle Granger. Y es que Molly y Annabelle son amigas y, cuando esta última hereda de su abuela una agencia matrimonial, ve en este negocio su oportunidad de, por fin, desarrollarse como persona y darle en las narices a los plastas de su familia. Lo único que tiene que hacer es buscarle una novia a Heath, la persona más fácil del universo...


Heath es tan fácil como digno yo vistiendo así

Efectivamente, ya estamos con uno de los absurdos planteamientos SEP. ¡Y nosotras que lo recibimos haciendo la croqueta!


Hoy toca la croqueta volteretil, que se vea que somos deportistas

Obviamente de él no pueden salir nada más que un montón de equívocos y situaciones de vergüenzajenismo que nos van a poner la cara tan roja como azul la lleva uno de los personajes. Heath es un macho alfa como muy pocas veces hemos visto por aquí (y anda que no han pasado maromazos por estas camas nuestras...) y no tiene ningún problema en hacerte la tres catorce para salirse con la suya (a mí hazme lo que quieras pero elevado al cubo, grrrrrrrrrrr). No me extraña que ni la todopoderosa Portia (que tiene la agencia más pijorris de Chicago) haya sido capaz de encontrarle una mujer porque este hombre lo quiere todo y lo quiere ahora. Annabelle se hace un poco de caquita ante él y no puede hacer nada para competir con Portia pero a base de inteligencia y tesón (y cuando decimos "tesón" queremos decir realmente "echarle ovarios y darse a la persecución") consigue que Heath confíe en ella para encontrar a LA CHURRI, aunque de un modo muy distinto del que Annabelle pensaba... Y por el camino se va forjando una relación de compañerismo y amistad. Y claro, los amigos que se rozan mucho en un determinado momento...


Se pasan la amistad por el forro de los **evos

Pero ojo que no todo el monte es orgasmo orégano y no penséis que hay mucho ñiqui ñiqui porque no, creo que de todos los libros de SEP que llevo entre mis pechos éste es el que menos jafhakjhfakjhfa y tensión sexual tiene. Además aquí no hay instaguarrerismo (aunque lógicamente a Annabelle le pica por dentro al ver a semejante maromazo), esto va creciendo lentamente (la Pitón crece más rápido que el amor entre éstos). Todo esto es aplicable a la pareja principal, porque en cuanto a la pareja secundaria...


Toma que toma menudo primer polvazoooooo

Aquí es justo al revés, se comienza la casa por el palotismo y luego ya se echan los cimientos. ¡Quién lo iba a decir de Portia! El nombre del churri me lo ahorro porque a mí me ha encantado llevarme la sorpresa, no me lo esperaba. Tengo que decir así rapidito que me ha costado más entrar en esta historia. Ambos me gustan pero me parece que esta historia se cuenta muy apresurada y me da rabia porque me ha parecido que tenía mucho potencial como para desarrollarse mejor. Es SEP y siempre te acaba llegando al corazoncito pero, si el libro me ha cojeado algo, ha sido por esta parte.  
  
Representación gráfica del libro. Lo mejor, al final

Pero por donde no me ha cojeado ha sido por Dean, el fantástico jugador nuevo que SEP nos presenta y que es justo my kind of man, chulo, gracioso, majo, tocahuevos... Adoro la relación que tiene con Annabelle. Esto me recuerda a mi amor por Kevin Tucker en una historia que no era la suya y la verdad es que este libro es tan SEP que parece que ya lo has leído (la verdad es que en muchos momentos me recordaba a Heaven, Texas, Annabelle parece familia de Gracie) pero eso, para mí, no es algo malo. Es cierto que yo noto la falta de ajgfhagfshgaf a las mínimas de cambio y que aquí la necesitaba, oh, por Dior, cómo la necesitaba. ¿Sabéis lo que me ha podido gustar Heath? Como retozar en la cama durante una semana con Dan Calebow, así me ha gustado. Será por su franqueza, será por su mala leche, será porque mi debilidad son los hombres hechos a sí mismos, qué será será. El caso es que, aunque este libro no sea de mis favoritos de la serie, él sí es de mis golden maromazos. Y todo esto a pesar de que se lleva fatal con nuestra adorada Phoebe.


¡No digas eso ni en broma!

Pues no es broma ni me han echado "droja en el Cola Cao", es tal y como lo leéis. Éste, además, ha sido uno de los puntos que más me han gustado del libro (junto con Pippi la cleptómana). Heath llega y te conquista el corazón con un pestañeo y, de repente, te enteras de que Phoebe no lo soporta. Y ojo cuidao que no es por un malentendido que ay vaya qué cosas y blablabla, solucionado. No, es por cuestiones laborales y serias, además. Y nosotras somos #TeamPhoebe forever and ever. ¿Y qué hacemos? Pues disfrutar de que salga Dan (aunque sea un poquiiiiiiiiiito) y sufrir con los enfrentamientos. Es una croqueta constante que SEP nos deje ver cómo han evolucionado nuestros personajes favoritos y ya sabéis que yo adoro a Phoebe y Dan to the moon and back, así que esta faceta de mujer con dos ovarios que se enfrenta al protagonista es algo inesperado pero un gran acierto. Esta novela va de mujeres fuertes (aunque ninguna como nuestra Phoebe, eh) y de sus debilidades. En este sentido Portia y Annabelle recorren  el mismo camino pero en distinto sentido. Lo único que no me hace especial gracia es el tufillo rancio que desprende al final. No sé, chicas, me habréis pillado en la época de quemar sujetadores pero parece que siempre tiene que haber un altar como destino final al que los personajes miran como yo a David Gandy y eso a mí, pffffffffff.


Kim cada vez que ponen el anuncio de Light Blue en la tele

Queridas mías, Cázame si puedes es un libro que ya hemos leído pero que estamos encantadas de volver a leer. Tiene sus risas, sus maravillosos momentos de vergüenza ajena, su pareja protagonista tan distinta y, sin embargo, tan compatible, sus equívocos, sus cuquismos, su cautivadora pareja secundaria, su sentimentalismo (pero lo justo), sus cosas que te hacen levantar la ceja... Todo lo que ya conocemos de SEP está en ella, con un poquito menos de guarrerismo (¬¬). No es la mejor de la serie pero tampoco caerá en el olvido porque Heath y Annabelle te cautivan desde el primer minuto. Si a estas alturas de la serie aún no te has cansado, desde luego esta novela te va a encantar.  


Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...


Heath, saca la Pitón que llevas dentro para meterla en mi guarida

martes, 22 de noviembre de 2016

La historia secreta del Clavel Carmesí (Pink Carnation 1), Lauren Willig


La joven Eloise Kelly se encuentra en Londres con una beca preparando una tesis sobre los románticos espías ingleses definales del XVIII: la Pimpinela Escarlata, la Genciana Púrpura y el Clavel Carmesí. Mientras que la identidad de los dos primeros se conoce, la del Clavel, que salva Inglaterra de la invasión de Napoleón, sigue siendo un misterio. Convencida de que guarda una relación con la familia Selwick, descendiente de la Genciana Púrpura, Eloisa descubre un diario inédito en el que se cuenta la fascinante historia de Amy Balcourt y sus amores con la Genciana.


Tras mis aventuras con los hombres de Roxbury House, necesitaba una dosis de ranciedad, de novela con poco sexo, diferente, más diferente aún que la trilogía de Hope Tarr, que tiene sus dosis de originalidad, pero quería un cambio de tercio todavía mayor. A mi rescate vinieron Bella Diamond y su Instagram. Allí nos descubría a esta autora que ha caído en el olvido y cuyas novelas no se han traducido apenas (mal, porque la serie Pink Carnation tiene doce partes, aunque no sé si alegrarme de que no estén todas disponibles, porque vaya agobio lecturil). Como Bella me entiende, porque ella pasea su gusto por lo rancio con orgullo como yo, me animó a leer esta novela y yo encantada de sumergirme en la historia. Teniendo en cuenta que por ahí se nombra a la Pimpinela Escarlata, allá que me coloqué mis mejores galas y al lío.

¿Dónde están Percy Blakeney y su rubio pelo?

Pero, al empezar, me veo que la cosa está ambientada en la actualidad. Fuera outfit enagüil de momento entonces. Vamos a ir conociendo poco a poco a Eloise Kelly, una estadounidense obsesionada con los espías de la era revolucionaria y napoleónica. Picada por la curiosidad sobre la desconocida identidad de un espía llamado el Clavel Carmesí, viaja a Londres para trabajar sobre su tesis doctoral e investigar su relación con la Pimpinela y otro espía menos conocido, lord Richard Selwick, apodado la Genciana Púrpura. En su búsqueda de datos viene a dar con un antipático descendiente de la Genciana, Colin Selwick. Os imagináis ya por dónde va el asunto, ¿no? Torpe americana frente a estupendo inglés estirado y que la mira por encima del hombro. Esta parte de la historia, que va salpicando la principal, me pareció innecesaria y manida hasta que llegué al final de la novela y me dejaron a medio. Sí, queridas, eso mismo: coitus interruptus. Porque la investigación de Eloise no es más que una (buena) excusa para montar toda una serie de novelas sobre espías de principios del siglo XIX y, ya de paso, desarrollar la historia entre Colin y Eloise, ya que aquí aparece poquito y no me cuadraba nada que de pronto catapún chimpún entre esos dos. La jodienda de todo esto es que no creo que lea todos los libros por lo dicho antes: no están traducidos nada más que éste y el segundo. Y, mientras tanto, dosis y más dosis de novelas mal escritas, llenas de guarradas sexuales que dan más risa (y hasta asco) que otra cosa, con unos personajes pobres y una redacción digna de salir en @fanfics_txt. 


Vale, me calmo y vuelvo a lo que nos ha traído aquí: el Clavel Carmesí, ejem. A pesar de que comienza en nuestros días, la mayor parte del libro se centra en 1803, a caballo entre Gran Bretaña y Francia, y en plena era del Consulado, con Napoleón ascendiendo y con la Pimpinela Escarlata ya retirada de sus aventuras liberando aristócratas. Ahora quien actúa es la citada Genciana Púrpura, que tiene en jaque al gobierno francés. Su mayor admiradora es Amy Balcourt, mitad francesa mitad inglesa, cuyo padre murió guillotinado cuando ella era una niña. La jovencita tiene una imaginación desbordante y sueña con unirse a la liga de la Genciana para vengar a su familia. Ella piensa que la vida de un espía es todo en plan duelos a espada, disfraces, peligros sin fin... y agarrar a bellas mozas, hacerlas sus compañeras de aventuras y soltarles morreos épicos. Este personaje y su idea romántica de las hazañas del espía me han recordado a Catherine Morland, la protagonista de La abadía de Northanger, aunque la que lee Los misterios de Udolfo es otra mujer de la historia... En fin, que Amy no para de tener ensoñaciones en las que la Genciana la admira por su valor en las misiones de espionaje y la besa con pasión tras rescatar con éxito a algún preso imaginario de la Bastilla.

Aaay, Genciana, tómame, soy tuya
Te voy a dar lo tuyo y lo de tu prima Jane, Amy

Amy tiene un punto que a veces roza el pichotismo, pero uno del tipo metepatas y listilla que se cree que lo sabe todo. A la pobre se lo perdonamos porque lo hace por inmadurez y sin pensar en las consecuencias, y porque la autora no la pone de perfecta ni mucho menos, sino que hasta se burla de ella. Menos mal que a su lado cuenta con dos aliadas con más cabeza y sentido común: su prima Jane y una dama soltera y entera, la señorita Gwen, cuyo paraguas es su mejor arma. Me declaro fan de esta señora desde el minuto uno.

Necesito este paraguas

Durante la lectura que hace Eloise de los papeles custodiados celosamente por Colin en casa de su simpática tía, que no tiene problema en que la chica acceda a los documentos, vamos a descubrir quién fue realmente el Clavel Carmesí. Porque aquí no todo es lo que parece, aunque he de decir que yo supe la identidad desde antes, jejejeje. 


En cuanto a la relación entre Amy y la Genciana, se basa en la clásica trama con confusión de identidades y amor/odio que tan bien funciona si se sabe hacer, y creo que Lauren Willig la desarrolla con solvencia, de manera correcta y hasta gracia. Leer esta novela es como ver el telefilm sobre la Pimpinela Escarlata que protagonizó Anthony Andrews y que a las pequeñas y futuras haggards nos dejó ya con las tiernas enaguas por los suelos allá por los años ochenta.  


La trama romántica está bien, pero casi diría que es secundaria, aunque los encuentros de Amy con la Genciana Púrpura no están nada mal. Para contentar a mis gustos rancios, el sexo no lo vamos a oler hasta muy, muy avanzada la trama, pero muchísimo. Yo no eché de menos ese momento para nada hasta que se produce por lógica y como debe ser. Mientras tanto, los devaneos me parecieron bien colocados sin encharcamientos de bajos femeninos innecesarios a la par que ridículos. Además, la primera vez consuman me parece escrita de lo más original, con sentido del humor y mucha sorna en los diálogos entre la pareja. Imaginad mi croqueta semi-rancio-enagüil-perraquil cómo fue.

Me quedo a medio porque no es rancia del todo, que vemos cacho

En resumen, una novela de las que yo califico como "amable", con aventuras al estilo de una buena película clásica, con todos los tópicos de ese tipo de producciones bien usados y con un punto diferente si la comparamos con otras románticas de época. 

Por todo ello, recibe en nuestro Gandymetro...

Richard, bésame con el antifaz puesto y los pantalones quitados

martes, 15 de noviembre de 2016

Darkhouse (Experiment in Terror 1), Karina Halle

[Libro no publicado en español]
Siempre hay algo extraño en Perry Palomino. Aunque ha tenido sus crisis y su síndrome post-universitario como cualquier otra veinteañera, sigue sin ser lo que llamaríamos "normal". Por un lado, está su pasado, ése que ella pretende fingir que no ha ocurrido, y por otro lado está el hecho de que ve fantasmas. Afortunadamente para ella eso le viene genial cuando tropieza con Dex Foray, el excéntrico productor de una futura serie web sobre cazadores de fantasmas. A pesar de que el presupuesto de la serie es inexistente y que el propio Dex es en sí mismo un enigma, Perry se ve automáticamente arrastrada a un mundo que amenaza su vida y, a la vez, la seduce. El faro encantado propiedad de su tío es el perfecto catalizador y telón de fondo para un horrible misterio que desenreda los hilos de la frágil cordura de Perry y que hace que se interese por un hombre que, como el más peligroso de los fantasmas, puede que no sea lo que parece...



A veces tengo que reafirmar que os quiero, queridas lectoras. Es cierto, os quiero. No, no estoy borracha, que conste. Y si me recomendáis libros, os quiero más (¡qué felicidad suprema una buena recomendación!). Pues a mis sweeties las quiero, lo saben ellas y lo sabéis vosotras, y por ellas me he metido en este fregado (en buddy read con Vero, que para pasar miedito mejor ir de la mano de alguien). Así que tal vez tras leerlo las vaya a querer un poco menos...

Claro, yo el amor y el odio me los llevo hasta a otros planetas

Perry Palomino no tiene bastante con ese apellido y con su pasado lleno de drogaína y paranoias que encima tiene que aguantar a una hermana megafashion adolescente, un trabajo de mierder y unas pesadillas horripilantes #Trocotró. Ahora mismo nos cambiamos por ella, ¿verdad? Bueno pues si encima os digo que le hace especial ilusión meter las narices donde no la llaman y donde no la llaman es un faro supuestamente encantado donde se jiña del susto...

Perry en el faro

...y, además, conoce a un maromazo con cámara al hombro llamado Dex Foray...


Sí, verdad, con el maromo por medio las cosas se ven de otro modo (y más si es como Dex, gracioso, tocahuevos y miraculos, muy misterioso...). Y es que si aplicamos eso de que las penas con pan son menos, lo mismo los sustos con buenorro al lado también lo son, ¿verdad? Pues el caso es que Penry Perry conoce a Dex en medio de una experiencia de rarunismo paranormal y Dex le acaba ofreciendo ser su compañera en la grabación pero no es una peli porno, cagontó.

Entrenemos para ser los Mulder y Scully del palotismo

Bueno, la verdad es que es algo más parecido a los Cazadores de fantasmas en versión web y con Dex de cámara, lo que desde luego hace tener más ganas de walk on the wild side of la nave del misterio, que diría Íker Jiménez. Y mientras que Perry se lo piensa, sigue manejando como puede su vida, sus sueños, sus imaginaciones guarreriles con Dex, sus apariciones de ca*arse por la patita abajo...

Hola Perry, mira qué majo soy, ven a jugar conmigo

Y hasta aquí puedo leer porque el libro tampoco tiene mucho más y no os voy a contar si aparece el fantasma cataplasma a presentar sus respetos. Es un libro muy sencillito en el que no destaca nada especialmente pero que en algún momento acaba llamando tu atención básicamente por las gracias que tiene, que son dos, como mis turgentes senos. Una es ver wtf pasa con el dichoso faro que tiene eso más juerga nocturna que Studio 54 en los setenta (que digo yo que si los fantasmas se quieren hacer notar, que no se líen a mover cosas y se pongan a plancharnos la ropa, que nos íbamos a acojonar más y además harían un bien social). Y la otra gracia es ver qué pasa con Dex, que es un tío con carisma, con belleza, con morro, con misterio, con bigote...  En un libro de éstos tiene que haber de todo porque si no la gente miedica como yo no se acerca ni con un palo pero precisamente lo que no hay es lo que más me gusta, meneo bajeril. Vamos, que no hay tomate. Y por eso os digo que...

Este libro no es una novela romántica

Sí, queridas, aquí no hay amor ni roce ni nada de nada. Hay un tío bueno muy carismático y con un morro que sabes que va a ser la bomba cuando saque la boa a paseo pero a la que, por ahora, no le da el aire. En cuestiones amorosas, leer este libro es un acto de fe pero con la lectura de los siguientes, en los que, esperemos, se desarrolle mejor la relación entre ambos y desemboque en unos buenos **lvos que nos hagan pensar que lo verdaderamente paranormal de esta serie son los conocimientos horizontales de Dex, IYKWIM. Notaréis que me centro mucho en Dex y es porque a mí Perry me ha interesado la mayor parte del libro más bien poco. Todo el libro lo vemos a través de ella, en primera persona, y, sinceramente, las partes en las que nos cuenta su vida y sus mierdas mentales se me han hecho pesadas, esto de escuchar sus jaleos mentales es digno de un YA y eso a mí, pfffffff. Menos mal que aparecen algunos sustos y Dex y la cosa se va animando. Pero tampoco lancemos las campanas al vuelo que el libro es también flojito en la parte acojone. Algún susto te pegas pero, en general, no creo que esta parte sea estupenda, es más bien normalita. Vamos, que en nuestro sustómetro se lleva...

Lo justito para erizarte alguna lentejuela

Es cierto que se crea el ambiente medianamente bien pero luego se alarga mucho la situación y los sustos se ven venir (de hecho hubo algún momento de supuesto acojone en el que a mí me dio la risa floja). ¡Y además el misterio no se resuelve como es debido! Sí me dieron más yuyu los pocos que no me olí y me comí con patatas. Entonces me podríais decir que si es un libro de miedo que casi no lo da y es un libro romántico que no lo es, obviamente no seguiré con la serie, ¿no? ¡Error!
Kim, no tienes remedio

Ya, queridas, mi masoquismo no tiene límite pero no voy a dejar la serie a las primeras de cambio, eso no está en mi naturaleza. Darkhouse tiene las carencias propias de un inicio de serie, lentitud y falta de ritmo, pérdida de tiempo en conocer a los personajes, blablabla, pero en general me ha entretenido y tiene cosas que me incitan a seguir leyendo, como Dex, su relación con Perry, Dex, los mensajes sobre ellos de una vieja creepy, Dex, el rarunismo de Perry, Dex... Si mientras por el camino Karina Halle decide escribir mejor y regalarnos unas historias de miedo mejor desarrolladas que logren que me salgan canas del susto, acogeré los libros con mi cariño más grande y todas las luces de mi casa encendidas. 

Por todo esto, le damos a Darkhouse en nuestro Gandymetro...

Dex, si buscas fantasmas, ven, que los guardo bajo mis faldas

martes, 8 de noviembre de 2016

Primera tumba a la derecha (Charley Davidson 1), Darynda Jones


Charley Davidson es detective privado ocasional y ángel de la muerte a tiempo completo. Es decir, ve a los muertos. En serio. Y su trabajo es convencerlos de que vayan hacia la luz. Pero cuando estos difuntos han muerto bajo circunstancias poco ideales -por ejemplo, asesinados-, en ocasiones quieren que Charley enchirone a los malos. Y luego están los sueños. Sí, esos sueños intensamente calientes que le han impedido dormir en semanas y que están protagonizados por un sujeto que la ha acompañado durante toda su vida y que parece que no está tan muerto después de todo. De hecho parece que es algo completamente diferente a lo que está acostumbrada a ver. Pero ¿qué es lo que quiere de ella? Y ¿por qué ella es incapaz de resistirse? Y sobre todo ¿qué puede llegar a perder si se rinde a su deseo?


Está visto que, si te gusta la romántica paranormal, tienes que pasar por leer una serie (o tal vez es que a mí se me tiran las series encima cada vez que entro a Goodreads o hablo con alguien -¡que ya se me podrían tirar los maromos!-). Y ya sabéis que yo siempre juro que hasta que no cierre series no abro otras porque voy a acabar con un lío en mi cabeza que ni los que hay montados en mi cama todas las noches *ejem*. Pues, fiel a mí misma, aquí vengo para hablaros del primer libro de otra serie paranormal que acabo de empezar.

Brindo por tu coherencia

Charlotte Davidson es investigadora privada. Sí, como Magnum pero con tetas (a las que les ha puesto nombre, por cierto, Peligro y Will Robinson). Pues como os decía, Charley es investigadora aunque su verdadero trabajo es ángel de la muerte. Ella es la puerta hacia el Cielo así que tú la palmas, la buscas y pasas a través de ella al reino celestial. No es coña, eh. Y tampoco es una chica como las demás, es una tía badass, que te patea el culo si es necesario mientras está pensando en su siguiente taza de café o en qué narices hace el señor Wong ahí en un rincón de su casa, que vaya fantasma más sieso le ha tocado como perchero. Uy, que se me había olvidado decíroslo. También ve a los muertos



Sí, es una especie de fantasmona mezclada con Buffy y la prota de Remington Steele. Muy completita la chica, ¿verdad? Lo mismo te resuelve un asesinato que te pega una leche mientras te comenta si tienes una niña infernal que te persigue. Bueno, no es que ella haya decidido ser así, ha tenido ese don o ese castigo desde que nació pero ha sabido sacarle partido ayudando a su padre y a su tío, policías, a resolver los casos más complicados que se encuentran. Lo que también ha tenido cerca desde siempre es al Malo Malísimo, una especie de entidad de ponerte los pelos del xixi como escarpias que, increíblemente, le ha salvado la vida en más de una ocasión. Y lo que también tiene últimamente son unos sueños erótico-festivos de los más calentorros con un hombre de ensueño que le recuerda al misterioso, exótico y tremendo-buenorro-la-madre-que-lo-parió Reyes Farrow...


Yo duermo en esta postura, bien fácil te lo pongo

Y ésta es la vida de Charley Davidson más o menos. La excusa de este libro son unos asesinatos que Charley ayuda a la policía a resolver mientras los fantasmas de los muertos le dicen todo lo que saben (bueno, a veces no eres capaz de verle la cara a tu asesino y, claro, eres de poca ayuda). Con ayudantes de ese tipo es complicado pasar por una persona normal así que Charley directamente ni lo intenta, abrazando así su condición de "raruna y a mucha honra", contándonos su periplo vital en primera persona y con muuuuuuuuuuuuuuuuucha coña. Charley es una tía divertidísima, ingeniosa y sarcástica que, a pesar de tener una infancia traumática, encara la vida sin lloriqueos y, de paso, sin dejar tírete con cabeza. Está como una regadera y, ya os lo digo, os va a arrancar carcajadas con cosas como éstas: 

Gemma siempre fue una estudiante de sobresaliente. Yo una estudiante de notables... de notables esfuerzos por darlo todo.
A Gemma le iban las ciencias; a mí, saltarme las clases.
A Gemma se le daban bien los idiomas; a mí se me daba bien el italiano macizorro que vivía calle abajo.

Volví a levantar la pistola y enarqué las cejas en una expresión interrogativa. Pensé en arrojarle las bolsas del supermercado y darme a la fuga, pero los aguacates eran muy caros. ¡Maldito fuera mi amor por el guacamole!

Pues así todo el rato, hasta las peores situaciones Charley nos las cuenta añadiendo algo de humor. Y eso es fantástico porque así quita seriedad a los asesinatos y demás violencias que rodean su día a día que, ya os digo, son tremendas.


¡Bueno, los asesinatos no son cosa de risa y aquí hay unos cuantos! Además, éste es un libro difícil de reseñar porque no tiene nada y, a la vez tiene muchísimo (cómo me recuerda a la serie Fever de Karen Marie Moning...). Y es que esta comparación es inevitable estando Reyes Farrow por aquí, el enigmático personaje que menos aparece y que, sin embargo, acaba zampándose a Charley el libro y haciendo que la trama de los abogados te interese básicamente nada y que no puedas con la vida cada vez que se habla de él.

Acaba de salir Reyes y mira lo que me ha pasado

Pero que estos fuegos internos tan intensos que me salen por los ojos no os cieguen ante la realidad:

ESTO NO ES UNA NOVELA ROMÁNTICA

Es una novela de emoción, intriga, dolor de barriga, investigaciones y misterios, rarunismos totales sin fin. Pero no de amor. Lo que no quiere decir que no haya guarrindonguismos, que son pocos pero *remítase usted al gif de arriba*. ¿Me ha molestado esto?

¡Por supuesto que no! (respuesta a cualquiera de las dos preguntas). 

Porque sabemos que lo de Charley y Reyes va para largo y hacemos la croqueta ante lo que nos espera. Y es que Reyes, además de ser un maestro de los polvos, tiene también una historia personal que...

Las pestañas postizas me han salido corriendo del susto

¡Tremendo pistazo el de Reyes! ¡¡Y lo que puede ser lo suyo con Charley!! 

Darynda Jones escribiendo

¿Lo malo que tiene esto? Que la trama teóricamente principal del libro no es que no te importe, es que directamente te acaba molestando. Menos mal que los personajes secundarios nos hacen esta parte más interesante. El tío Bob, Cookie, Garrett, Angel... Una mezcla extraña de vivos, muertos, creyentes e incrédulos que se suman a la rueda del caos que es el mundo de Charlie sin desentonar nada en absoluto. Todos suman, todos interesan, todos tienen algo que te llama la atención

Los secundarios MO-LA-MOS

La verdad es que el libro me ha gustado. Tiene el flojerío habitual de los primeros libros de una serie que, al tener que situarte en la historia, presentar personajes y blablabla, suelen tener una trama principal floja (y, repito, aquí ni floja ni flojo ni ná, a mí ha terminado por no importarme). Menos mal que el libro es muy ágil y no te deja aburrirte. Pasan muchas cosas y sin descanso y, al estar contado por Charley, la narración es tan loca y divertida como su cabeza, lo que, para mí, hace de este libro el ideal para introducirte (mira, justo lo que le digo yo a Reyes, grrrrrrrrrrrr) en la romántica paranormal. Si quieres una intriga rarunil con risas y hombre que te vuelva las bragas del revés, no lo dudes, este libro es el tuyo.

Por todo esto le damos a Primera tumba a la derecha en nuestro Gandymetro...

Reyes, las curvas de tu tatuaje están hechas para mi lengüencilla

miércoles, 2 de noviembre de 2016

The Angels' Share (The Bourbon Kings 2), J.R.Ward

[SPOILERS DE THE BOURBON KINGS]

[Libro no publicado en español]
En Charlemont, Kentucky, la familia Bradford es la crème de la crème de la alta sociedad, igual que su exclusiva marca de bourbon. Y sus complicadas vidas y su enorme finca están dirigidas por unos discretos empleados que inevitablemente se verán mezclados en sus asuntos. Algo especialmente cierto ahora, cuando el aparente suicidio del patriarca va pareciéndose cada vez más a un asesinato...
Nadie está libre de sospecha, especialmente el hijo mayor de los Bradford, Edward. La mala sangre entre él y su padre es de sobra conocida por todos y él es consciente de que puede ser señalado como sospechoso. Mientras la investigación de la muerte se intensifica, Edward se mantiene ocupado con su botella y con la hija de su antiguo entrenador de caballos. Mientras tanto, el futuro financiero de su familia depende de las cuidadas manos de su rival en los negocios, una mujer que Edward desea para él.Todo tiene sus consecuencias, todo el mundo tiene secretos y se puede confiar en muy pocos. Y entonces alguien a quien creían perdido para siempre reaparece. ¿Pero es un salvador... o el peor de los pecadores?


Las haggards siempre tenemos el cuerpo preparado para un buen culebrón (y una buena culebra *ejem*) así que el año pasado pulimos los diamantes para la nueva serie de pistos sureños homenaje a Dinastía y demás que se sacó la Ward de la manga. ¿Cuánto durará? Who knows and who cares, teniendo en cuenta que esta mujer está un poco del lado de las cabras montesas te puedes esperar cualquier cosa pero lo que yo os digo es que muy mierder tiene que ser para que ésta que os escribe deje de leerla. De momento, fue salir el segundo y tirarme sobre él (y sin recordar nada, bendito retrospecter previo que nos hace nuestra loca favorita y bendito vistazo a nuestra reseña de The bourbon kings). ¿Serán las andanzas de los Bradford más tipo Falcon Crest o Agujetas de color de rosa...?

Me he traído refuerzos para juzgarte, Ward

En menudo pistaco dejamos a esta familia el año pasado. El padre que se había suicidado, su mano derecha también, el dinero que se ha esfumado, la ex-que-aún-no-lo-es de Lane cual bollo preñao, Lane liado con la cortacésped jardinera, Edward tullido, traumado, frustrado y con dos mujeres a su disposición, Gin enamorada de uno pero comprometida con otro... ¡Un croquis o un Lexatín, por Dior! Pero así son los culebrones de los ricos, muertes, borracheras y guarrerismos por todos lados (anda que no lo sabemos nosotras). The Angels' Share empieza justo donde termina The Bourbon Kings y, como comprenderéis, bastante os he contado ya. Basta decir que, como pasa en cualquier culebrón que se precie, tenemos unas tramas que afectan a todos y luego mil tramas sueltas que se lían y se mezclan y te hacen la picha un lío a ti pero te mantienen pegada al libro. Se van alternando los puntos de vista de los hermanos Bradford y de alguno que pasa por allí que pinta más de lo que parece. A pesar de que esto es un culebrón y será por personajes, el protagonista vuelve a ser Lane, el Mñenor de los hermanos, antiguo playboy reconvertido en novio maravilloso y Superman sureño cuya misión en la vida es salvar los muebles de la familia y de la destilería. Y qué bonito es eso pero, joer, qué pfffffffffff. Lane ya no tiene interés amoroso para nosotras, que es boa en cautividad y, sinceramente, tampoco me parece ya un personaje tan interesante como para que sea él el que lleve el peso de la trama. En el libro anterior yo estaba más contenta con su historia pero aquí mi interés por él y Lizzie es cero patatero. Ah, y que no se me olvide.


Este libro no es una novela romántica

Creo que con esto ya lo he dicho todo. Es un culebrón total y no tengo que deciros yo cómo va ese género televisivo porque seguro que todas lo habéis catado más de una vez. Como estamos hablando de un culebrón americano de lujerío y no de Cristal, el amor es importante pero queda relegado por la ambición, las traiciones, la pastuza y el brilli brilli. Lo que pasa en este libro es que la Ward cojea en la trama de intriga y se le ve el cartón con determinadas sorpresas pero en los pistos sentimentales es estupenda. ¿Hay amor aquí? Claro que sí y además del que te deja con el corazón en un puño pero no es el amor de Lane y Lizzie el que nos deja así.

Si llevas expectativas, hostiazo que te pegas

Pues sí, es un chasco porque no me digáis a mí que leéis novelas de este tipo pensando en aprender cómo funciona la bolsa. ¡Que aquí se viene a fo**ar! ¡Hombre ya! ... ... ... Bueno, no tanto pero me gusta enfurecerme de vez en cuando. Sí que es verdad que cualquier culebrón que se precie nos pasa mucho mejor si tenemos una gran historia de amor de fondo y aquí o bien la tenemos solventada (si eres de Lane y Lizzie) o bien la tenemos imposible y, por tanto, interesante (si eres de Edward y la que le pongan o de Gin y Samuel T.) pero en segundo plano. Y es que, oh por Dior y por Tom Ford, ¿por qué la Ward hace más interesantes las historias de Edward y Gin y nos pone de protagonista a Lane? ¿¿Por qué?? Así pasa, que leer este libro es como ver Troya, en la que Orlando Bloom es un tirillas tontolaba que se lleva a la churri (que estaría endrogá para fijarse en él) y te lo tienes que tragar durante toda la peli mientras que por ahí está Eric Bana enseñando megapechote y siendo mil veces más interesante y sale cuatro veces mal contadas. Y tú lo que quieres es más Eric y menos Orlando y es justo lo que no te dan (sí, bueno, ya sé lo que pasa ahí, no hace falta que me recordéis que el que me gusta no puede salir mucho más, ais). Pues lo mismo pasa aquí, que tú quieres más Edward y te meten dos tazas de Lane.

¡Que te calles y comas Lane! ¡Hombre ya!

Lane en este libro es Sherlock Holmes, investigando y descubriendo cosas que OMG y que WTF y todo eso. Se ha reformado y es el orgullo de todo el mundo, o sea, que su vida personal es un coñazo lector. A ver, que me interesa lo que cuenta porque, chicas, aquí se tira de la manta y te salen diez armarios roperos detrás y eso me encanta. Pero joer, Ward, date un poco de vida, ¿no? Porque ése es el principal problema de este libro, lo lento que es. Para ser una serie ya empezada tarda en meterse en faena, se dedica demasiado tiempo a situarte y la Ward se pasa de descriptiva. Sinceramente, me costó meterme en el libro y eso que yo, para esta mujer y sus culebrones, siempre vengo con el body ready. Aquí hasta casi la mitad del libro estaba todavía a ver si pasaba algo.

Kim leyendo The Angels' Share

Pero no vayáis a pensar que no pasan cosas y que no me enganchó porque no es cierto. De hecho en el tramo final la Ward decide meter la directa, intercalar las historias de un modo más ágil y estás que no puedes soltar el libro. ¡Así sí! Y cuando le tocaba el turno a las historias de Edward y de Gin me faltaba tiempo para leer, estas dos tramas son mis favoritas. Ya se veía en el libro anterior que Edward era un personajazo, para mí el más importante de los Bradford y, viendo por dónde nos lleva la Ward, es normal que no le haya puesto de punto de vista principal, porque es necesario el misterio.... (uuuuuuuuuuuuuuuuhhhhhhhhhh). Su relación con Sutton y Shelby me ha tenido con la ceja levantada porque yo soy #TeamSutton y miedito me da lo que la Ward quiera hacer. ¿Se resuelve esto aquí? Ay, cuánto queréis saber y yo no puedo comentar...  Lo que sí os puedo comentar es que Gin, la hermana rebelde, se ha metido en una situación muuuuuuy complicada aunque no tanto como Edward y que, si cuando era una petarda consentida, me encantaba, aquí me ha gustado más aún (ay, cuánto sufrimiento preveo en tu futuro y en el de Samuel T.). Desde luego, en cuanto a momentos sentimentales y emocionantes, tanto ella como Edward han sido los que le han dado la vida al libro.


Ay si no fuera por vuestros pistos...

Sinceramente, una vez reposado el libro creo que me ha gustado más de lo que yo pensaba, lo normal cuando recuerdas lo que pasa pero no lo que te ha costado leerlo. Para mí el problema no es lo que ocurre sino cómo nos lo cuenta la Ward, de un modo muy lento para mi gusto, especialmente la primera mitad del libro. Luego ya te metes en faena y al final caes en las redes de los Bradford. Pero es cierto que esto es un culebrón y, si recordáis su estructura, deben pasar muchas cosas pero también entretenerse en mil chorradas y eternizarse. The Angels' Share es un libro de transición en el culebrón, la parte del medio en la que nos explotan en la cara ciertas sorpresas que cambiarán todo pero que no quedan resueltas ahora. ¡Toca tirar de paciencia para saber qué pasa en este culebrón interruptus!

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...


Edward, suelta esa botella y cógeme a mí (en argentino, si eso)