miércoles, 28 de febrero de 2018

Reto Rita 2.0. Marzo: Kathleen Woodiwiss

Mientras estamos haciendo recopilación de vuestras reseñas del #RitaBlake para publicar la semana que viene una entrada, vamos hoy con la de marzo, que viene fuerte ya que tenemos como autora de cabecera uno de los nombres imprescindibles en la novela romántica, Kathleen Woodiwiss

Kathleen era una ávida lectora desde bien pequeña y con seis años solía inventarse historias que se contaba a sí misma para ayudarse a dormir (no me preguntéis cómo lo hacía porque si yo estoy con el "rucu rucu" mental inventando cosas no me duermo ni a la de tres). Kathleen quiso estudiar Historia en la universidad pero, oh, cuando tenía dieciséis años un uniformado maromazo se cruzó en su camino y acabó casada con un teniente de las Fuerzas Aéreas Americanas, con el que vivió en Japón, tuvo bebés y acabó estableciéndose en Kansas como Dorothy. Ross, el marido de Kathleen, también tenía ansias literarias y quería escribir una antología de cuentos, para lo que Kathleen le regaló una máquina de escribir. Pero o Ross no la tocaba (a la máquina, digo) o a Kathleen la llamaba como las sirenas a Ulises pero el caso es que aprovechó su regalo para ponerse a escribir (incluso con la oposicion de su querido marido). El caso es que se puso a darle a la tecla y al final acabó publicando en 1972 cierta novelita de la que probablemente no hayáis escuchado jamás hablar, La llama y la flor... 

Esta novela supuso toda una revolución en el mundo de la romántica, presentando una trama histórica (laaaaaaaaaaaaarga) con una heroína fuerte y con escenas sexuales bastante explícitas. Las lectoras se volvieron locas de los bajos y convirtieron La llama y la flor en superventas, llegando a publicarse en tapa dura (algo con lo que la novela romántica ni llegaba a soñar) y marcando el camino a seguir por las siguientes novelas publicadas de este género (pistos históricos, heroínas de carácter, héroes que las rescatan -incluso aunque ellos mismos las hayan puesto en esa situación o las hayan dañado en algún momento #BoddiceRipperAlert-, guarrerismos de calidad y muy descriptivos...). Imaginad lo que eso supuso para las lectoras encontrarse con esa historia en plena lucha por quitarse las ataduras que les imponian por ser mujeres. Las lectoras de novela romántica le debemos mucho a Kathleen Woodiwiss, que podamos leer historias fuertes, inolvidables y llenas de momentazos 🔥🔥🔥 gracias a que ella se pasó por el forro de las enaguas los rechazos editoriales, las convenciones y la vergüenza.

Publicó trece novelas, entre las que destacan:

🌟 Shanna
🌟 Cenizas al viento
🌟 Una rosa en invierno

Hay muchas más, ya lo sabemos, nosotras hemos destacado aquí pocas para que esto no se haga eterno pero sabéis que podéis leer cualquiera de sus novelas. Si queréis conocer la obra de Kathleen Woodiwiss no tenéis nada más que mirar en San Google, Santa Wikipedia o en su página de Goodreads, es de esas autoras de las que es bastante complicado no encontrar ni información ni libros. ¿Ya tenéis escogida su lectura para este mes? Ya sabéis que podéis escoger un libro de nuestras autoras opcionales si no vais a leer nada de ella o escoger el comodín viejuno si no podéis leer a las opcionales. ¿Sois de las que os habéis leído toda su obra y os toca relectura o sois como nosotras, que aún tenemos muchos viejunismos suyos pendientes? ¡No dejéis de comentarnos por aquí, por el blog de Vero o por cualquiera de nuestras redes sociales usando en Twitter el hashtag #RitaWoodiwiss! Y sí, el hashtag es RITA no RETO, RUTA o RASTA, que luego no encuentra vuestros tuits ni Penry 😂😂😂 (también echamos un ojo al #RetoRita2, por si acaso). ¡¡Vivan los viejunismos y viva la Woodi!! 

                          

ACTUALIZACIÓN. ¡Maravilla vuestra respuesta ante el #RitaWoodiwiss! Pinchad aquí para leer todas las opiniones que nos habéis hecho llegar este mes sobre vuestras lecturas woodiwissianas.

martes, 27 de febrero de 2018

Texas Glory (Leigh Brothers Texas Trilogy 2), Lorraine Heath

[Libro no publicado en español]
Cordelia McQueen vivía casi prisionera de su padre hasta que todo cambió cuando éste comerció con su libertad a cambio de ciertos derechos sobre sus terrenos y fue empujada a un mundo desconocido como esposa de Dallas Leigh.
Dallas ha dado su vida por la tierra, ha logrado poner a su pueblo en el mapa y ahora quiere un hijo al que legarle todo. Pero, al mirar a los ojos de la encantadora extraña que ahora le pertenece, siente el inicio de otra ambición, la del cálido deseo del corazón. ¿Podrá ser esa mujer su compañera de vida para que, juntos, labren un futuro lleno de amor?


No sé qué me pasa con esta serie de libros que me tiene emocionadita. Sagas de hermanos hay muchas y libros de vaqueros palote ni os cuento pero fue abrir Texas Destiny, el primero de esta saga, y saber que los hermanos Leigh iban a ser especiales para mí. Y hasta ahora no me he equivocado para nada...


Los Leigh me tienen haciendo la batidora del amor

Dallas Leigh quiere un hijo. Es el motor de su vida, tener un heredero al que legar todo lo que ha logrado, la enorme extensión de terreno que posee, el pueblo que ha fundado, esa prosperidad que ha logrado superando los obstáculos que le ha puesto la vida, un padre horrible, una guerra a la que fue siendo un niño y de la que regresó siendo un hombre. Nada de lo que ha logrado tendrá sentido si no tiene un hijo al que dejarle todo. Y para tener un hijo decide casarse pero las mujeres brillan por su ausencia en Leighton, por lo que responde al anuncio de Amelia y... Bueno, ya sabéis lo que pasó (y si no lo sabéis, shame on you y leed la reseña de Texas Destiny). Así que, cuando se le presenta la oportunidad de casarse con Cordelia McQueen, la hija de sus vecinos, para solventar un problema con ellos, Dallas ni se lo piensa y lo hace. Y eso sin saber de su existencia ni haberla visto nunca...


Espero que Don Armando Dallas no se asuste de mí

Pues oye, bien podría haber sido así de mona pero en realidad Dee es una bella joven que ha vivido totalmente enclaustrada, primero cuidando de su madre enferma y luego recluida y sometida a su padre y a casi todos sus hermanos. La libertad es únicamente un sueño que jamás podrá alcanzar al pasar del yugo de su familia al yugo de su marido, ese bárbaro bigotudo que, a pesar de sus bruscos modales, no la trata mal, incluso la defiende a las primeras de cambio. A pesar de eso, Dee no quiere que Dallas la toque y le deje volver con su familia, lo que choca frontalmente con las ganas de procrear que tiene su marido... 


Te tocará bajarle los calores a la boa, Dallas

Básicamente eso es Texas Glory, el camino de Dallas y Dee en su matrimonio. Es un poco nadismo del Oeste, basado principalmente en el desarrollo de la relación entre ambos, cuyo amor estamos deseando ver surgir pero al que le cuesta asomar la oreja. La verdad es que tenía serias dudas sobre si Dallas quería una esposa o un recipiente del que surgieran hijos cual champiñones, tal es su obsesión por procrear. Como vimos en el libro anterior, es un hombre con un único objetivo en la vida, aunque eso no le hace ser mala persona, únicamente cabezón de "ordeno y mando", algo que no sabe su nueva esposa. Dee está acostumbrada a que le ordenen y cree que Dallas la va a someter a la misma esclavitud que su padre pero, increíblemente, conseguirá su desarrollo como persona, su libertad y su independencia haciendo lo que para todas las mujeres de la época era su modo de vida y esclavitud: casarse. Eso sí, más os vale llevar las alforjas llenas de paciencia porque la cosa tarda, gran parte del libro es lenta pero una lentitud que da gustito, la de ir saboreando despacito. En el último tercio del libro, sin embargo, el libro se vuelve más emocional y más movido, con hijoeputas-malparidos-gonorrea pululando y haciendo que te hierva la sangre. Ah, y amigas de la ranciedad, aquí tenéis otro libro más para apuntar en vuestra lista de "palotismos pa' dentro".


La ranciedad lo celebra

Sí, otro libro más de sentimiento oculto (demasiado para mi gusto). Dallas y Dee se casan sin estar enamorados y no se ven y se quieren trincar como a un pavo. Obviamente no se tienen asco pero, mientras Dallas está más que dispuesto a lo que sea (es muy sacrificado para tener un hijo, le daría al fornicio desde la primera línea), Dee le tiene más miedo que yo al payaso de It y no está en el ánimo de Dallas forzar a una mujer ni hacerle frotamientos bajeriles mientras lo mira con miedo. Así que procederá a engatusarla con sus múltiples encantos y su verborreaNO. ¡Qué verborrea ni qué cactus muerto! ¡Si este hombre es más seco que un ajo! Puede que conocer a Dallas sea quererlo pero tendrás que ir con el manual de instrucciones porque a veces ni sus propios hermanos pueden adivinar qué piensa. Y como Dee no está por la labor de conocerlo dime tú cómo van a tener éstos niños.


Cordelia prefiere que los niños vengan así

No desesperéis que intentarán la procreación pero no será de un modo muy descriptivo y siempre todo con buen gusto #RanciedadFriendlyLorraine Heath tiene un modo de contar estas historias que pasaré a llamar "estrangulador". Va soltando bellas palabras al aire (porque mirad que escribe bien la jodía) que se van desprendiendo de los párrafos para dirigirse a tu corazón, darle tres vueltas como si fueran el lazo de un vaquero palote y, zas, de repente te lo aprietan cosa mala y así te tiene leyendo, con el corazón encogido y un nudo en la garganta (aunque la Heath es muy lista y nos regala unos estupendos momentos de humor para que no estemos todo el rato con el moco colgando). Yo pensaba que la historia de Dallas sería la menos emotiva porque él es un poco pedrusco pero no, Dallas es hielo por fuera y chocolate calentito por dentro, un amor al igual que sus hermanos que, por cierto, siguen apareciendo y con protagonismo. Este libro supone un epílogo para Texas Destiny, ya que han pasado cinco años desde su final y podemos ver lo felices que son Houston y Amelia, que siguen siendo parte de la vida de Dallas y, en lugar de ser un mero acompañamiento en esta historia, tienen protagonismo. Podemos ver el estrechísimo vinculo que los tres hermanos tienen, especialmente el cariño que Dallas y Houston sienten por Austin, al que prácticamente criaron y del que se sienten más responsables. Ay mi Austin... Tan extremadamente adorable como en Texas Destiny pero cinco años mayor, lo que le ha quitado algo de inocencia pero le ha dado un aire más maduro y un sentido de la responsabilidad que le ha puesto en una posición para su libro... ¡Ay por Dior, pero por qué, Lorraine! ¡¿Por qué?! ¿¡Y por qué he tenido que leer el anticipo de su libro!?


Never more

Texas Glory es un bonito, sencillo y emotivo, más de narración y pensamientos (muchos, muchos pensamientos) que de diálogos, algo lógico cuando ninguno de los protagonistas está acostumbrado a hablar sobre sí mismo. No tengo ninguna pega sobre esto pero lo que me impide darle los cinco Gandys es que Dallas y Dee tienen tan poca comunicación que gran parte de su relación se basa en malentendidos que, aunque necesarios, para mi gusto se extienden demasiado y acaban desesperando. De todos modos esto no me ha impedido disfrutar de la lectura y reafirmarme en que estos libros son una pequeña maravilla oculta que todos deberíamos descubrir.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

4'5. Dallas, eres una joya disfrazada de pedrusco

martes, 20 de febrero de 2018

Blood Fury (Black Dagger Legacy 3), J.R.Ward

[Libro no publicado en español]
Como vampiro de la glymera, Peyton es consciente del deber que su linaje conlleva, emparejarse con una hembra de su clase y seguir con las tradiciones familiares. Peyton creía haber encontrado a su pareja perfecta... hasta que esta se enamoró de otro. Pero cuando tras un error en la batalla pone en peligro la vida de una compañera, Peyton debe afrontar la realidad de que su futuro (y su corazón) pertenecen a otra persona.Novo, como hembra en el programa de entrenamiento de la Hermandad de la Daga Negra, cree que debe justificarse ante ella y ante el resto de sus compañeros y no tiene interés alguno en distraerse enamorándose. Pero cuando Peyton demuestra ser mucho más que un rico playboy, Novo se ve obligada a afrontar la tragedia que destrozó su alma y que hizo que cerrara la puerta al amor.Y mientras que ambos luchan contra el pasado de Novo y el presente de Peyton, otra pareja descubre una conexión erótica sin igual... y potencialmente escandalosa.



Bueno, queridas, venimos de nuevo con una reseña agridulce sobre los vampiritos que más adoramos por aquí, los de J.R. Ward. Y no nos quejemos, que "reseña agridulce" es una gran mejora con respecto a la de The Chosen, que ahí era "reseña cabreada" directamente. Tras tropecientos libros con ellos (tres en esta serie) sigo cogiendo cada nueva aventura vampírica con emoción, ¡una nunca sabe lo que se ha inventado la locamente genial Ward! Pero, con la excepción de The Beast, pocas genialidades he encontrado últimamente y lo digo con mucha penita. Aún así, estaba emocionada ante la perspectiva de Blood Fury, ¡por fin la historia de Peyton! También estaba cabreada pero eso os lo contaré más adelante. Y, sí, os adelanto que he disfrutado la lectura peeeeeeeeeeeeero... con matices.


Ward, no sabemos muy bien qué estás haciendo últimamente...

Peyton es un vampirito rico que lo tiene todo, hasta dos hostias bien dadas. Es guapo y lo sabe, se chinga todo lo que pasa por delante sin problemas mientras le da a la drogaína, estudia en el centro de entrenamiento de la Hermandad de la Daga Negra y se recupera como buenamente puede del desengaño amoroso sufrido tras ver que su Paradise ha encontrado un macho de valía que no es él. En esto que, como le va la marcha, se fija en Novo, una hembra con dos ovarios vampíricos como dos campanas (al más puro estilo Xhex) que le da al sexo guarreril cosa fina y que lo desprecia por ser un pijo, cosa que hace que la vena masoca de Peyton despierte al palotismo (y quien dice la vena dice la boa...). Y cuando tú piensas que esto va a ser un toma y daca de guarrerismos y de rechazos sentimentales algo pasa que hace que ni Novo ni Peyton sean tal y como los hemos conocido...



Sí, sí, sorpresa porque piensas que el libro va a ir de un modo y, de repente, va de otro, lo que en principio es BIEN para acabar siendo MÑE. Y es que nos las prometíamos muy croquetiles con lo que conocíamos de Novo y de Peyton y, al final, su historia ha sido como muy dulce, triste, simple y moñas. No es que sea malo que veamos el lado más sensible y emotivo de Novo y Peyton pero que esto ocupe casi todo el libro... Además que explorando tanto esa faceta desconocida de los personajes ni me parecen los mismos de los libros anteriores (Peyton algo más pero Novo parece otra). No sé, personalmente esperaba algo más, más acción, más emoción, menos malentendidos (aaaaaaaaaaaaay, qué perecita me da cuando para esto), más guarrerismo... Sí, porque no penséis que nos salen los guarrerismos por las orejas, eh, me ha parecido que hay pocos y no muy currados, todo sea dicho. Ay, cómo echo de menos esas sesiones que se pegaban los Hermanos, cuando el pito les olía a canela y se enteraba hasta el vecino del quinto de que ese macho de valía se había vinculado para siempre con esa hembra... Aquí olor a canela hay poco y se menciona así como de pasada. Menos mal que si en esta historia las boas no huelen a Ambipur, en la secundaria hay boas olorosas de sobra...



Y es que la historia secundaria es de una adorable pareja 🐍/🐍 que corresponde exactamente a la película que yo me monté leyendo Blood Vow... y que ha sido motivo de alegría lectora y, a la vez, del cabreo que antes os mencionaba. Y a partir de aquí vienen los spoilers sobre esa pareja así que si no queréis saber nada, fus fus. 


Él no quiere spoilers en su vida

Ay, cómo daba yo palmas con las orejas ante la perspectiva de que a Saxton, el consejero/administrativo/lo que sea de Wrath y anterior pareja de Blay, le pusieran de maromo a Ruhn, el adorable tío de Bitty. Ya me los veía yo descubriendo su amor lentamente y en la serie principal cuando, de repente, la Ward anuncia que va a ser la pareja secundaria de este libro. ¿¿¿PERDONA??? Pues sí, aquí los ha metido, dos personajes fantásticos pero tímidos, que se acaban de conocer y que tienen que tener su historia de amor como la pareja secundaria en una serie menor. ¡Así que deprisa, deprisa, a enamorarse y 👌👈 rapidito! A Saxton lo conocemos desde hace siglos y sinceramente no creo que se mereciera conocer a su macho de valía aquí, creo que ambos merecían algo más elaborado y, desde luego, en la serie principal. Así que ya conocéis de dónde venía mi cabreo inicial. De todos modos, una supera cualquier cabreo cuando la perspectiva de la pareja es tan buena como la de estos dos, que son un amor por completo y por los que siento un cariño especial. El problema viene cuando la Ward se tiene que inventar una historia absurda para que acaben juntos... Ay, de verdad, qué tontería se saca de la manga, especialmente por lo mal que la resuelve. Ojo que yo he leído con corazoncitos en los ojos porque ambos me encantan pero eso no impide que vea la realidad, que nos la ha colado. Además es que ya sabemos lo que le pasa a la Ward cuando tiene que escribir un 🐍/🐍...


No sé qué hacer con dos machos de valía que quieren darse alegría

Pues eso, que la Ward se hace caquita y no sabe salir airosa del paso. Ojo lo bien que se le da crear tensión sexual, sentimientos profundos y relaciones complicadas, pero resolverlas... Ay amigas, eso es otra cosa si hablamos de vampiritos gays, parece que se quiere quitar el tema de encima lo más rápido posible. Ya sé que de qué nos vamos a extrañar, si con Qhuinn y Blay ya nos dimos (varias veces) el tortazo pero yo esperaba que ahora la Ward estuviera más suelta en los 🐍/🐍 y no. Eso sí, lo poco que escribe es hot pero claro, es tan breve el tema que ni tiempo a acalorarte te da.


Lo que pudo haber sido

Parece que únicamente veo fallos en el libro y no es así, creo que son mis expectativas hablando por mi teclado del ordenador. Realmente el libro, a pesar de que apenas pasan cosas (y, de lo poco que pasa, la mitad no lo vemos 😒) se lee estupendamente, es rápido y ágil, lleno de las descripciones y de los modos de hablar que son tan habituales en esta serie, con momentos dulces y amorosos y que te dejan 😍. Es un libro amable, sencillo... y superficial. Entiendo que ya anunció la Ward que en esta serie no quería las complicaciones que actualmente tiene en la principal (donde está en modo #MásLiadoQueLaPataDeUnRomano), que iba a volver a los orígenes de la serie donde el amor era lo más importante pero creo que por el camino se ha perdido, ya que cada vez se va mezclando más con la principal pero sin las historias dignas del recuerdo, la profundidad y emoción de esta (sí, estoy ignorando deliberadamente The Chosen 😅). Siento mucho decir esto pero o se pone las pilas o me da en la nariz que la época de los vampiritos se está acabando, al menos para mí. Tengo todas mis esperanzas puestas en que la maravillosa locura de la Ward renazca cual Ave Fénix en The Thief y me haga engancharme a una lámpara de la emoción como antes lo hacía.

Blood Fury es un libro que prometía más de finalmente da. Teniendo de lejos los mejores personajes de la serie hasta ahora nos encontramos con una historia amable, simple y superficial, donde se explora todo un poquito pero no se profundiza en nada, negándonos la oportunidad de sufrir y disfrutar como perraquas en un delirio de sentimientos y guarrerismos, que es justo lo que esperamos de los vampiritos de la Ward. Es un libro que entretiene pero se olvida fácilmente.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

Peyton, a pesar de tu moñismo me gusta hasta tu pijo estilismo

martes, 13 de febrero de 2018

Wicked intentions (Maiden Lane 1), Elizabeth Hoyt

[Libro no publicado en español]
Famoso por sus salvajes y sensuales necesidades, Lazarus Huntington, lord Caire, busca a un salvaje asesino en St. Giles, el suburbio más conocido de Londres. La viuda Temperance Dews conoce St. Giles como la palma de su mano, ya que lleva toda la vida cuidando de sus habitantes en el orfanato que su familia creó y que ahora está en peligro.
Caire le hace una oferta sencilla: si Temperance le sirve de guía por los peligrosos callejones de St. Giles, él la introducirá en la alta sociedad londinense para que pueda encontrar un benefactor para el orfanato. Pero Temperance no es tan inocente como parece y lo que comienza como algo frío y calculado pronto da paso a una pasión que ninguno puede controlar y que tal vez los destruya a ambos. 


¡Empezamos nueva serie enagüil! Ya, ya sé que tenemos mil sin terminar pero no nos preguntéis el sentido de nuestras lecturas, NosCaben todas y como se nos cruce un libro nuevo por delante, para el kindelito que va. A esta serie en concreto le tenía echado el ojillo desde hace bastante porque tiene muy buenas críticas, enaguas con tonillo guarreril subidito #GiveItToMama. Eso sí, es larga (uuuuuuuuuhhhhh, laaaaaaaaaaaaarga, justo como a mí me gustan) y, oh, sorpresa en el mundo editorial en castellano, no está traducida.


¡Que traduzcáis más, copón!

Estamos en Londres en 1737, en la época georgiana (os doy este dato para que os quitéis de la cabeza las enaguas de Regencia que tanto nos gustan). Temperance Dews es una viuda que lleva, junto a su hermano Winter, un orfanato en Londres. Desde que su benefactor murió andan económicamente con la soga al cuello pero ellos no pueden dejar de acoger niños, ya que o los acogen o éstos acabarán siendo vendidos y mejor no pensar en qué será de ellos. En una de sus peligrosas escapadas por St. Giles para recoger a un bebé llama la atención de Lazarus Huntington, lord Caire, y éste acaba dando con ella y haciéndole una proposición: si le hace de Google Maps por las calles de St. Giles, él le ayudará a conseguir un nuevo benefactor para el orfanato. ¿Y para qué necesita un noble extraño semejante guía por uno de los peores barrios de Londres? Pues para encontrar al asesino de su amante.


¡Chan chan chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!

Sí, queridas, Lazarus Huntington debe tener oculto una gran boa un complejo de Sherlock Holmes que le obliga a no dar por cerrada la muerte de su amante y a encontrar a su asesino. ¿Podría recurrir a la policía? Puede pero es que su amante no era una lady fina, era un poco pilingui y cuando una pilingui aparece abierta y no de piernas precisamente se mira para otro sitio y ya. [Además, si recurre a la policía nos quedamos sin este maravilloso comienzo wtf que únicamente toleramos en la romántica -porque a ver en qué cabeza sana eliges a una viuda pobre pero respetable para que te oriente por los bajos fondos londinenses en lugar de a un pilluelo, por ejemplo. Pues a una que te quieras trincar, lógicamente-]. Podríamos pensar que era el amor de su vida pero no, Lazarus nunca ha amado a nadie. Es más, no soporta que lo toquen, le produce dolor (eso sí, la boa no le duele al jodío), con lo que sus encuentros sexuales son de lo más peculiares y le han granjeado cierta fama entre la sociedad. Ejem. Como Temperance no es parte de esa flor y nata londinense nada sabe de esas tendencias pero no tardará en enterarse. "¿¿Y qué le pasa?? ¡No me digas que tiene la boa en estado somnoliento!", podréis decir. Pues no, lo que le pasa es que le va la mandanga guarronaca de "trae esa pata que te la ato a otra".


Será un antepasado mío
¿¿No me digas que es el Grey enagüil??

NO, NO LO ES y no me gustaría que os alejárais de este libro por esa desacertada comparación que he visto en más de un sitio, de hecho este libro es anterior al señor sombreado. A Lazarus le gusta atar a sus follamigas y poco más, nada de "voy a sacar algo del cuarto de las cachiporras y te voy a dar y luego vienen unos azotes y ya si eso me como tus bigotes". NO. Él no quiere tener sumisas, él quiere alegrarse los bajos con la mínima complicación posible. Lazarus es un hombre distante y extraño, con ese porte aristocrático y ese largo pelo blanco tipo Saruman a pesar de ser joven. Temperance, en cambio, es una pobre pero digna viuda que no ha catado boa desde que su marido murió. Lazarus le resulta perturbador y a veces hasta odioso pero ay que va a ser que la casta señora Dews tiene también ciertos deseos ocultos que lord Caire enseguida detecta... ¡Muajajajajajaja! Me encantan esas tonterías, no lo puedo evitar. Una recta (que no mojigata ni pavisosa, eh) viuda y un diablo que la quiere corromper, VI-VA. Poco a poco el libro se va llenando de morbo, con Lazarus intentando tentar a Temperance y ésta resistiéndose pero dejando charco. Las secuencias guarreriles están muy bien narradas, son explícitas pero de buen gusto. Tardan en llegar y puede que alguna parezca metida con calzador pero acabamos viendo que son importantes para la relación entre los protagonistas. Sí, es sexo necesario para que avance la trama.


Kim hace la croqueta guarreril

[Aunque también debería añadir que lo mismo algún problemilla pueden resolverlo hablando en lugar de fornicando pero, como yo no soy rancia, pues que le den al tema todas las veces que quieran]

Reconozco que al principio pensé que no iba a conectar con el libro, entre la sordidez del ambiente y el frío protagonista, con el que veía que no iba a simpatizar, pero esto ha ido cambiando al ver las grietas de la fría personalidad de Lazarus y los calores que Temperance empieza a sentir por él y el petamiento de cabeza que eso le produce. Poco a poco me he ido enganchando tanto a su historia de palotismo-que-se-convierte-en-amor, la búsqueda del asesino y también a las tropecientas entretejidas tramasY es que este libro tiene secundarios por un tubo, cada uno con una historia y que todas nos acaban interesando. Temperance tiene tres hermanos y dos hermanas (ojo a los nombres: Winter, Concord, Asa, Verity y Silence, trocotró) de los que tanto Winter como especialmente Silence apuntan a libraco (por Dior la trama de Silence, ¡POR DIOR! Estoy deseando leerla). También pulula por ahí una lady, Lady Hero, un malhechor, Mickey O'Connor, el mejor amigo de Lazarus, Godric St. John, y un vengador/asesino/no sabemos qué, el Fantasma de St. Giles, el harlequín justiciero. Pues tooooooooooooodo esto convive con la historia de Temperance y Lazarus y, en lugar de entorpecer la lectura del libro, hace que no puedas dejar de leer


Muy bien hecho, chata

Menudo pisto se marca Elizabeth Hoyt y qué bien lo lleva para mi gusto. Este mujer escribe con mucha clase y eso hace que la historia sea extraña y, a la vez, especial. Como ya os he dicho, no son las típicas enagüas de Regencia, están más cercanas a Gaelen Foley en cuanto a la sordidez aunque se sitúen en una época anterior a las novelas de ésta (por cierto, si eres una ñiñi ñiñi de la ambientación histórica tal vez detectes ciertos anacronismos que yo, interesada como estoy siempre que leo en el folletisco, no percibo pero que otras lectoras más puestas en el tema sí lo han hecho). Algunas cosas se me han quedado algo flojas, sobre todo los aspectos relacionados con Lazarus y el origen de su trauma, aunque si hay algo que no me ha gustado han sido los fragmentos del cuento que abren cada capítulo. Ya Cassie comentó en su reseña de El príncipe cuervo que a santo de qué ponía eso que no aportaba nada y yo aquí os digo lo mismo. De hecho, cuando me empecé a pillar por el libro, esos fragmentos me los salté, así que si cuentan el secreto de la vida me lo he perdido. Deduzco que nos vamos a tener que comer esa estructura en el resto de sus libros y no entiendo qué porro se ha fumado para que lo haga pero espero que le haya alimentado, yo prefiero quedarme con la historia que me interesa y no perder el tiempo.

Wicked intentions me ha parecido un libro sugestivo y muy bien llevado, unas enaguas en las que sobrevuela un ambiente erótico y morboso pero que acaban contando la historia de amor de dos personajes dañados que se sanan mutuamente y que nos dejan con muchas ganas de volver a asomarnos por Maiden Lane, cosa que no tardaremos en hacer.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...


Lazarus, a ti sí que te ataba pero a la pata de mi cama

viernes, 9 de febrero de 2018

The soldier's scoundrel (The Turner Series 1), Cat Sebastian

[Libro no publicado en español]
Jack Turner creció en los oscuros suburbios londinenses, dentro de una vida delictiva y deseoso de hacer cualquier cosa con tal de tener el estómago lleno y a sus hermanos a salvo. Ahora utiliza los trucos que aprendió en esa época para ayudar a los que necesitan el tipo de ayuda que únicamente un sinvergüenza puede proporcionar. Su desconfianza hacia la nobleza es muy profunda y sus servicios no son para un guapisimo soldado de alta cuna que personifica todo lo que Jack nunca será.
Tras el caos de la guerra, Oliver Rivington desea la previsible seguridad de la vida del caballero, ésa en la que no se incluye discutir con un indeseable que burla la ley cada vez que puede. Pero Jack tienta a Oliver como ningún hombre lo ha hecho. Pronto su deseo por el delincuente sin remordimientos es equiparable al placer que Jack obtiene viendo cómo la perfecta compostura de Oliver se tambalea cada vez que están juntos.


Si me gustan las enaguas y me encantan los maromos era cuestión de tiempo que acabara leyendo un libro que uniera ambos. Y ya, queridas, ya sé que será por maromos y enaguas en este blog pero tenemos abundancia de maromos que se vuelven locos por las enaguas y no por otra boa, que es justo lo que traemos hoy, un 🐍/🐍 enagüil. Porque sí, hay algo mejor que un maromo enagüil.


¡Dos!

Oliver Rivington viene de la guerra medio traumado y lisiado (luchó en la cruenta batalla de Badajoz) y lo único que quiere es vivir la tranquila vida del noble en la sociedad londinense, que para eso es un caballero de fina estampa. Cuando regresa de su vida militar se encuentra con que su hermana ha tenido tratos no guarreriles con Jack Turner, un "solucionador de problemas" con malos métodos y peor reputación. Y, como Oliver no puede dejar que el buen nombre de su hermana quede manchado al asociarse con el de Jack, decide saldar la deuda con Turner pero acaba saliendo de su oficina de un modo que no hubiera imaginado... 🐍🔥🐍🔥🐍🔥 Y es que nadie conoce las tendencias de Oliver salvo su boa y Jack, que tuvo el placer de observar cierto comportamiento guarreril del noble soldado y desde entonces esa imagen le ronda los bajos como a mí la del bañador blanco del Gandy. Ninguno de los dos quiere dar rienda suelta a sus pasiones pero claro, una investigación, unas provocaciones, unos sonrojamientos y...


Te voy a meter de todo menos miedo, ladrón

Ya tenía yo ganas de pillar a unos maromos con cravat y los bajos alegres, queridas. Este libro llegó a mí tras ver las buenas críticas del tercero de la serie y, claro, una tiene que empezar por el principio (el ñiñiñiñiesco que rige mis lecturas) así que a lanzarnos de cabeza sobre él (fue una lectura conjunta con mi partner in crime de br, sweetie Gema). ¡Además, que hacía mucho que no le daba al boa/boa y una a veces necesita una dosis extra de maromiaje! Eso sí, he leído con una sensación de fatalismo sobre mis hombreras todo el tiempo. Y es que no podemos olvidar que estamos ante una historia de gays en la época enagüil. O sea, vamos a ver, ¡que eso era sodomía y estaba penado! ¿¿Cómo voy a encontrar yo ahí un final feliz?? *Lloro*. Bueno, si me permitís un pequeño spoiler para las temáis leerlo por miedo a acabar lanzando el libro por la ventana os diré que yo he quedado contenta con el final. De hecho, me parece un libro estupendo para iniciarte en la lectura boa/boa.


Venid con mami, maromazos


Es un libro muy bien escrito, con un lenguaje muy cuidado, casi me sentía en la obligación de leer con los guantes puestos y la postura bien firme, que los libros de nivelazo literario no los lee una repantingada en el sofá. También os digo que si formalmente me ha encantado, el contenido... No es un mal libro ni mucho menos, lo he disfrutado pero me ha gustado más el planteamiento de la historia que su desarrollo. Tenemos por un lado la relación entre Jack y Oliver y, por otro, dos casos que Jack tiene que investigar (es una mezcla entre Sherlock Holmes y Ray Donovan). En un principio estaba haciendo la croqueta viendo cómo Jack investigaba, Oliver ayudaba, las boas se les iban volviendo locas y yo estaba que no daba abasto repartiendo interés entre el caso y el amor. Peeeeeeeeeeeeeeero...


No sigas, Kim

Tengo que hacerlo, queridas, es mi obligación contaros mis sentimientos lectores. Como os decía, estaba yo croqueteando cuando, de repente, vi que poco a poco me iba desconectando, bien porque el caso a investigar cada vez iba saliendo menos, bien porque Jack se pasaba de cabezonería negando sus sentimientos. Y eso que en un principio me sentí más atraída por Jack porque es un tío sinvergüenza, con la mofa siempre en el bolsillo y los escrúpulos encerrados en el armario (ay, los armarios de la época, debían estar bien llenos). Sin embargo, según iba leyendo me encontré totalmente enamorada de Oliver porque conocerlo es adorarlo, así que él ha sido mi maromo del libro. Algo moñas para mí gusto, cierto es, pero una no puede controlar los amores literarios. Puede que Oliver parezca más débil por su minusvalía pero eso de que saque el soldado que lleva dentro cuando sea necesario y luego sea tan encantador que se ruborice constantemente... 


Oliver hace saltar mis alarmas de adorafollabilidad

Que me ha conquistado, vaya. Siendo el que más tiene que perder, es el que más claro tiene todo y el que no frena ni sus sentimientos ni sus deseos, con lo que disfrutar del amor (y de la pena) a través de sus ojos es una verdadera delicia. Con Jack me ha sido más difícil congeniar y me ha costado más creer su enamoramiento. Cuando me imagino a un maromo enamorado no me imagino a un moñas (bien sabe Dior que me dan tanta alergia como la licra) pero sí a alguien que con sus acciones y sus pensamientos nos transmita lo que siente y Jack en este aspecto es tan brusco... Niega lo que siente pero automáticamente cede a sus deseos, trocotró. Que no me voy a quejar yo de que ceda a ellos, cede, hombre, cede, que mi body está bien ready para vuestros guarrerismos pero un poco más de coherencia. Ya que tenemos los guarrerismos en la boca *Kim se guarda el chiste*, os diré que las secuencias de sexo están bien narradas, no son largas ni excesivamente descriptivas (aunque no tienes problemas en saber cómo están los mozos, IYKWIM). Para mí es un libro #MedioRanciedadFriendly, casi no te da tiempo a sacar el abanico cuando ya se ha terminado el folletisco. Pero te da un poco igual porque es una verdadera delicia ver a Oliver disfrutar del trocotró con Jack...


Los momentos de Jack y Oliver juntos son estupendos (a pesar de que a veces me vuelvan loca). Esos diálogos que tienen, llenos de inteligencia, pullas y humor son una pura delicia, estás tan inmersa en ellos que no te fijas en otras cosas, como en los habituales detalles de la ambientación. Realmente no recuerdo que se le prestara una especial atención, aquí no se va a bailes y se está un poco al margen de la sociedad, se nos dan los detalles justos para situarnos y poco más. A pesar de las diferentes tramas y personajes es una novela de ellos dos, de su relación y de sus problemas para llevarla adelante, aunque según avanza el libro algunos personajes secundarios cobran especial protagonismo y acaban robándoselo a la trama amorosa, que se queda un poco estancada hasta su resolución final.

The soldier's scoundrel es una bonita y sencilla historia de amor entre dos hombres que tienen que sobreponerse a todos los impedimentos que encuentran para poder estar juntos, incluso a los que ellos mismos se ponen. Muy bien planteada, acaba perdiéndose entre las tramas no amorosas para acabar siendo una lectura amable y satisfactoria para pasar un buen rato. Vamos, que si os apetece ver cómo se la gastan dos maromazos bajo las sábanas en esa época este libro me parece una estupenda elección.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...


3'5. Oliver, si te cojo verás si te doy un buen sonrojo

martes, 6 de febrero de 2018

Siete días de locura (Cala Espinada 2), Tessa Dare


Minerva Highwood, una de las solteras de Cala Espinada, necesita ir a Escocia. Colin Sandhurst, lord Payne, necesita… salir de Cala Espinada. Tienen sólo siete días para planear una fuga, convencer a sus familiares y amigos de que, a pesar de sus conocidas diferencias, se han enamorado locamente. Una semana que será su ruina.
En estos siete días de locura deberán recorrer con éxito 650 kilómetros, esquivando a los salteadores de caminos. Un viaje en el que se verán obligados a superar sus miedos más profundos sin cometer un asesinato. Pero tal proeza les parecerá imposible pues no les quedará más remedio que compartir un pequeño carruaje por el día y una cama, aún más pequeña, por las noches.
¿Será la atracción que de forma inesperada empieza a surgir entre ellos, una salvaje pasión que late en sus corazones, la encargada de conseguirlo? ¿Lograrán recorrer la distancia y cumplir todas las promesas que se han hecho? O por el contrario, ¿recorrerán únicamente el camino hacia lo más profundo de sus almas? Aunque quizá…, solo quizá…, éste sea su viaje hacia el amor.


Pues ya estoy de nuevo en uno de esos momentos que todos los lectores adoramos: el de iniciar la lectura de un libro al que tenemos muchas ganas. Ese hormigueo, ese nerviosismo al pensar si será tan bueno como dicen y crees o si será otra decepción (a estas alturas ya llevamos unas cuantas hostiejas de ese tipo) que echarnos al cuerpecito. El #RetoRita me hizo empezar la serie y echó el primer jarro de agua fría por mi bella espalda ya que Una noche nada más me pareció un libro bastante mñe. Peeeeeero el personaje de Colin ya había captado mi atención y no soy yo haggard de dar la espalda a nobles sinvergüenzas palotes...

Yo soy más de dar acceso libre a lo que hay delante

Colin Sandhurst, lord Payne, es un vizconde de boa alegre y vicio fácil cuya mala cabeza le ha hecho ser la insoportable carga de su primo Bram (el protagonista del libro anterior). Unido obligatoriamente a la milicia que reside en Cala Espinada, Colin se entretiene como buenamente puede esperando a cumplir los años y, por fin, poder manejar su herencia y regresar a Londres a desperdiciarla disponer de ella a su antojo. Y es que en ese tranquilo lugar no hay nada más que mujeres que o bien quieren cazarle o bien le tienen manía, como Minerva Highwood, una chica normal que vive casi despreciada por su madre por ser una raruna que lleva gafas y a la que únicamente interesan las piedras.

Yo también soy de pedruscos, sobre todo si brillan

No esos pedruscos precisamente, ya que el sueño de Minerva es ser una geóloga reconocida y, para ello, tiene puestas sus esperanzas en un congreso geológico de Edimburgo, al que quiere asistir para aportar un descubrimiento. Pero a ver, decidme a mí cómo sale una de Cala Espinada sin que la agarre la milicia del pelo en menos que yo cambio de maromo. ¡Y encima tener que viajar sola! Claro, que teniendo en cuenta que debe ir a Escocia y que hay cierto maromo cercano con muchas ganas de salir del pueblecito... ¿Por qué no fingir que huyen juntos para casarse rapidito en las Scottish tierras y salir ganando ambos? ¡Y, oye, si de paso aprendemos a darle uso a tu hipotenusa y mi rombo, pues eso que nos llevamos!

Kim, calentando para que Colin le dé clases de matemáticas

De verdad, el buen rato que me ha hecho pasar este libro merece hasta el último céntimo que me costó (que fueron pocos #VivanLasGangasDeSegundaMano). ¡Alabado sea el Dior de los Duques Empalotizados que No pueden Mantener sus Promesas ni sus Boas Quietas! Arrastraba tal chasco con el libro anterior que cogí éste con más miedo que vergüenza y puede que fuera eso, que venía de sufrir El señor de la medianoche, que mi cuerpo pedía unas enaguas ligeritas de drama pero cargadas de guarrerismo, que la noche me confunde, vete a saber qué, el caso es que leer Siete días de locura me vino perfecto para no hacer un homenaje a Ross y a Rachel y tomarme un respiro con la romántica (sí, unas tienen crisis estéticas y yo, lectoras). Me lo he pasado genial leyendo este libro, de eso que lo lees despacito para que no se termine. La historia de Minerva y Colin es una road movie enagüil, pasan siete días (que parecen más) en la carretera con la disparatada meta de llegar a Edimburgo. Por el camino les pasa de todo y en los momentos de descanso nocturno, también, porque Colin tiene que dormir con una mujer sí o sí y Minerva no ha conocido varón pero, como científica que es, no rechaza ninguna oportunidad que se le presente de ampliar sus conocimientos. ¡Lo que sea por la ciencia!

La ciencia es así de juguetona

No sé yo si la cantidad de "estudio científico" que se da en este libro será del gusto de las Hermanas de la Ranciedad. A mí no me parece que haya demasiado sexo pero es verdad que mancos no se quedan, que a mí me gusta la juerga bajeril en los libros más que a un tonto un lápiz y que a Colin ni os cuento, ése se busca la mínima excusa para meterse bajo las enaguas de Minerva que, con su inocencia y sus ganas de aprender, hace que Colin se salte todas las reglas de comportamiento que se ha impuesto. Puede que el humor que impregna todo (hasta los momentos palotistas) os pueda hacer más llevadero el guarrerismo. Para mí es lo mejor del libro, cómo acabas riendo en cualquier momento. Abundan las situaciones absurdas y disparatadas y las páginas están plagadas de diálogos humorísticos que hacen que hasta las palabras más anodinas sean fuente de risas y palotismo a la vez.

Si te fijas, no se trata de un patrón fortuito. La naturaleza suele seguir principios matemáticos. Cada cámara de la concha del amonites, de la primera a la última, sigue una secuencia numérica invariable.
—Sí, sí... Lo sé. Es un logaritmo. —dijo Colin, y vio cómo ella, sorprendida, alzaba bruscamente la cabeza y se ajustaba las gafas antes de clavar los ojos en él—. ¿Sabes? —meditó—. Este diseño comienza a atraerme de verdad después de todo. Los caracoles no me parecen demasiado excitantes, pero los logaritmos... Siempre he pensado que es una palabra que suena muy pervertida. —La volvió a decir en un tono más pícaro—. Logariiitmo. —Dejó que la sílaba tónica vibrara en su lengua—. Ohh, sí, gracias. ¿No te parece que insinúa algo más?
—Eso le pasa a muchos términos matemáticos. Creo que es porque todos fueron elegidos por hombres. «Hipotenusa» es, sin duda, todavía más lasciva.
—Y «cuadrilátero» evoca imágenes carnales.
Ella se mantuvo en silencio un buen rato antes de arquear una de sus cejas oscuras.
—No tantas como... «rombo».

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, qué pava me pongo recordando estas cosas. Lo mismo leído fuera de contexto no os hace ni *uta gracia pero, comprendedme, yo aún estoy en la nube de felicidad que te deja un libro que te ha gustado. Me ha encantado que no sea la típica historia llena de malentendidos, que hace avanzar la relación un paso y retroceder dos. Aquí los protagonistas se embarcan juntos en una aventura que les hará tener que confiar el uno en el otro e irse descubriendo mutuamente, tanto física como emocionalmente (eso significa que el guarrerismo viene gradual, no se 👉👌 a las primeras de cambio). Es verdad que al final sin conflicto interno puede quedarse la trama un poco plana o sosa pero yo ya estaba disfrutando tanto que me daba igual. Y es que este libro partía con ventaja al juntar dos de mis arquetipos favoritísimos de la romántica, el sinvergüenza encantador y la chica normalita e inteligente que pasa desapercibida. Pero precisamente porque es algo más viejo que el hilo de coser no siempre me gusta y, en esta ocasión, no venía yo convencida con el modo de escribir de Tessa Dare tras Una noche nada más. Pues queridas, qué sorpresa me he llevado, no parecen ni escritos por la misma persona. Todo lo que en el anterior se quedaba a medio camino, aquí es casi perfecto, el humor, la química, los momentos ajfgjakglfjagdfa... La pareja protagonista es un encanto y he disfrutado de ambos por igual. La narración es muy ágil, pasan tantas cosas que apenas te da descanso y, aunque todo el peso recae en la pareja protagonista, no te cansas de ellos. Y he adorado el modo que tienen de enfrentarse a sus sentimientos, de cara y de modo sincero (que ya cansa eso de negar lo que uno siente y blablabla). Bueno, alguna cosilla me ha hecho retocer morrete, como las interrupciones para volver a Cala Espinada (que están justificadas, pero que a mí me cortaban el ritmo) o algunas reiteraciones (como que Minerva nos diga tantas veces lo guapo que es Colin -aunque claro, yo hago lo mismo cada vez que veo a David Gandy-) pero yo os cuento mi sensación general al leerlo y ésa es que me he encontrado totalmente conquistada por la historia, me ha tenido con la sonrisa de oreja a oreja durante toda la lectura y me ha dejado tan buen sabor de boca que no dudaré en volver a leerlo.

Tú siempre MeCabrás, Colin

En definitiva, queridas, Siete días de locura ha sido un libro muy entretenido y divertido, ágil, escrito de un modo sencillo pero muy agradable, con una pareja protagonista medio loca, muy inteligente y de las que te acaba enamorando por completo. Una estupenda mezcla bastante nadista de acción, humor y amor moñismo free. ¡Que vivan las hipotenusas alegres! Una pena que dejaran de traducir la serie... 

Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...


Colin, quiero resolver tu logaritmo peneriano