Dicen que el primer beso hay que ganárselo.
El mío fue robado por un demonio en un baile de disfraces bajo el negro cielo de Chicago.
Dicen que los votos que pronuncias el día de tu boda son sagrados.
Los míos fueron rotos antes de salir de la iglesia.
Dicen que tu corazón solo late por un hombre.
El mío se rompió y sangra por dos rivales que lucharon por él hasta el amargo final.
Estaba prometida a Angelo Bandini, heredero de una de las familias más poderosas del Outfit de Chicago.
Después, fui robada por el senador Wolfe Keaton, que sostuvo los pecados de mi padre sobre su cabeza para obligarme a casarme con él.
Dicen que todas las grandes historias de amor tienen un final feliz.
Yo, Francesca Rossi, he borrado y reescrito el mío hasta el mismo capítulo final.
Un beso.
Dos hombres.
Tres vidas.
Entrelazadas.
Y, en algún lugar entre esos dos hombres, tenía que encontrar mi "para siempre".
No pensaba ni leer este libro ni hacerle reseña y aquí me tenéis, siendo el colmo de la congruencia *modo ironía on*. Este libro me había salido varias veces por Goodreads con buena nota, así que, cuando lo vi en Netgalley, lo pedí (junto con otro de la misma autora -#MeCaben todos, ya sabéis-). Los de Netgalley los suelo reseñar ahí como buenamente puedo en mi inglés guachinguá, pero con este libro he sentido la necesidad de venir al blog a quejarme. Supongo que ya podéis imaginar que no me voy a quejar de algo que me ha hecho el xixi Pepsicola...
Ya sabéis que no leo las sinopsis y, esta vez, por no leer, no he leído ni la frase que viene en la portada, esa de An Arranged Married Novel (matrimonio concertado, vaya), pero no es algo que me haya disgustado, que bien que me trago eso en las novelas enagüiles (aunque esto es contemporánea). Lo que sí me ha disgustado y es lo que me hace valorarla tan bajo (y soy generosa) es que ella misma crea unas expectativas que luego destroza. Os sitúo un poquito: Francesca Rossi es una niña bien de Chicago, tiene diecinueve años y parece sacada de Gossip Girl (pero sin ser un zorrón, más bien lo contrario). Su padre es un mafioso y ella sabe que su futuro amoroso está unido al de Angelo Bandini, hijo de otro capo, algo que no le importa ya que están enamorados desde que tienen uso de razón. Eso sí, como no es una sooooooorra de Camporrial y sí una buena hija católica y apostólica, Francesca y Angelo no han pasado de hacerse los arrumacos de David el Gnomo con su mujer, que tiempo tendrán frotar bajos cuando estén casados. Francesca, además, tiene una peculiar tradición familiar en forma de cajita de madera que guarda tres frases que señalan a su amor verdadero. Una de ellas es que este será el que le dé su primer beso (diecinueve años de la era modenna y ni un morreaco, no se lo cree ni Penry) y Francesca estaba más que preparada para que Angelo fuera el que la besara... hasta que se cruza en su camino el tío más duro de Chicago, el senador Wolfe Keaton, que le hace la tres catorce y le roba ese beso. Pero, calla, Mari, que, no conforme con eso, al día siguiente le hace la tres catorce al padre joputa y Francesca se encuentra en un coche con una maleta camino de casa de Wolfe y, espera, chica, ¡comprometida con él!
¡No me digas que esto no tiene pintaza! Podrías pensar que Wolfe es un maromazo que le voló las bragas a Francesca cuando lo conoció, pero no es el caso. Buenorrísimo está (eso que no nos falte), pero también es un gilipollas de cuidado que engañó a la chica para meterle un morreaco y que, como va detrás de hundir al padre de Francesca con todas las herramientas que pueda, decide chantajearle y joderle la vida quitándole lo que más quiere, tal y como este hizo con él (ya os digo que hay un pisto aquí de tres pares de cataplines). Y, cuando os digo que es gilipollas, es la pura verdad, ya que tiene un modo de tratar a Francesca que merece que le atropelle el Air Force One cuando vaya a despegar. Conocemos lo que piensa Francesca (en primera persona 😒), pero la autora tiene a bien ponernos capítulos desde el punto de vista de Wolfe para que veamos que su gilipollesco comportamiento tiene una fuerte base y que, así, logremos perdonarle. Y, mira chico, yo he llegado a perdonarte muchas cosas pero algunas humillaciones a las que sometes a tu forzada pareja sin ser ella la responsable de que estés traumado... Anda y que te la pique un pollo.
También os digo que la gracia de este libro es justo esa, probar nuestros límites y ver si somos capaces de perdonar ciertos comportamientos con eso de que siempre entramos en Romancelandia con la manga más ancha que el xixi. Gracias a Dior, vamos viendo cómo ese desprecio mutuo va menguando según aumenta el palotismo, ya que ambos desprenden unas microondas guarreriles de enorme intensidad. Vamos, que este sí es un libro puro y duro de enemigos que se fo**an vivos, a pesar de que no hay mucho sexo (y el que hay, pues mñe, lo he leído mil veces mejor). Pero vamos, que yo lo puedo estar poniendo de vuelta y media pero estaba leyendo enganchadísima de la vida, como cuando ves algo que sabes que es una mierder pero es drogaína total y no puedes abandonarlo. Es que es un pisto estupendo: el padre, malo como la quina. Ella, un peón de todos separada de su amor verdadero. Él, ungilipollas tío duro e implacable que lo es porque el mundo su gran enemigo lo ha hecho así y que ha creado una fortaleza en torno a su corazón... Vamos, que lo tenía todo para que me gustara. ¿Que por qué no lo ha hecho? Pues básicamente por cómo está contado y por la parte final. Os detallo.
La narración ha sido uno de mis grandes problemas. Esa primera persona me ha desatado el tic del ojo en más de una ocasión, especialmente cuando era Francesca la que nos contaba lo que le pasaba por cuerpecito y mente. Que sí, que pobre ella, una persona pura en un mundo lleno de joputas y de malvados. Pero mira, esos vaivenes mentales, esa supuesta garra que tiene que tú no ves por ningún sitio, esos calentones xirrinales que surgen a las primeras de cambio hacia su secuestrador... Mñe. Y él mejora cuando la escritora decide mostrarnos que es un traumado de la vida disfrazado de gilipollas y no uno por completo (siento el uso del insulto pero es que estoy escribiendo on fire, jijiji), pero, hasta entonces, estar en su cabeza y querer sacar el rodillo de cocina para atizarle en ella es todo uno. Además, no he podido sentir el nacimiento de los sentimientos entre ellos, en ese aspecto el libro me parece carente por completo de emoción y sentimientos. Para colmo, el libro es muy narrativo, en plan "y fuimos a esto para hacer esto otro y luego él blabla y yo trocotró". Mñe. Muchas secuencias pedían diálogo a gritos y no tanta narración.
La parte final, esa en la que ya ves tú que tiene que empezar a arder Troya, es un bluff de mucho cuidado. ¿Me montas un pisto culebronesco de mil demonios para luego solventar las cosas de mala manera y, encima, contarlas a toro pasado?
Ha sido como empezar a ver El Padrino y que en la parte final se convierta en Peppa Pig. Tal vez vosotras lo cojáis y lo devoréis de una sentada encantadas de la vida, y ojalá os pase eso (¡no dejéis de contarme!), pero a mí me ha parecido una engañifa, ya que te presenta una historia de lo más retorcida e interesante para acabar de un modo casi vergüenzajenesco. Eso sí, no considero que haya sido un tiempo perdido ya que, salvo en esa parte final, incluso no gustándome la escritura ni el protagonista ni tantas otras cosas, no podía dejar de leer el dichoso libro, y eso es algo que valoro muchísimo. Y por eso es por lo que le damos en nuestro Gandymetro...
Esta he sido yo leyendo |
Ya sabéis que no leo las sinopsis y, esta vez, por no leer, no he leído ni la frase que viene en la portada, esa de An Arranged Married Novel (matrimonio concertado, vaya), pero no es algo que me haya disgustado, que bien que me trago eso en las novelas enagüiles (aunque esto es contemporánea). Lo que sí me ha disgustado y es lo que me hace valorarla tan bajo (y soy generosa) es que ella misma crea unas expectativas que luego destroza. Os sitúo un poquito: Francesca Rossi es una niña bien de Chicago, tiene diecinueve años y parece sacada de Gossip Girl (pero sin ser un zorrón, más bien lo contrario). Su padre es un mafioso y ella sabe que su futuro amoroso está unido al de Angelo Bandini, hijo de otro capo, algo que no le importa ya que están enamorados desde que tienen uso de razón. Eso sí, como no es una sooooooorra de Camporrial y sí una buena hija católica y apostólica, Francesca y Angelo no han pasado de hacerse los arrumacos de David el Gnomo con su mujer, que tiempo tendrán frotar bajos cuando estén casados. Francesca, además, tiene una peculiar tradición familiar en forma de cajita de madera que guarda tres frases que señalan a su amor verdadero. Una de ellas es que este será el que le dé su primer beso (diecinueve años de la era modenna y ni un morreaco, no se lo cree ni Penry) y Francesca estaba más que preparada para que Angelo fuera el que la besara... hasta que se cruza en su camino el tío más duro de Chicago, el senador Wolfe Keaton, que le hace la tres catorce y le roba ese beso. Pero, calla, Mari, que, no conforme con eso, al día siguiente le hace la tres catorce al padre joputa y Francesca se encuentra en un coche con una maleta camino de casa de Wolfe y, espera, chica, ¡comprometida con él!
Ay, que me da el apechusque |
¡No me digas que esto no tiene pintaza! Podrías pensar que Wolfe es un maromazo que le voló las bragas a Francesca cuando lo conoció, pero no es el caso. Buenorrísimo está (eso que no nos falte), pero también es un gilipollas de cuidado que engañó a la chica para meterle un morreaco y que, como va detrás de hundir al padre de Francesca con todas las herramientas que pueda, decide chantajearle y joderle la vida quitándole lo que más quiere, tal y como este hizo con él (ya os digo que hay un pisto aquí de tres pares de cataplines). Y, cuando os digo que es gilipollas, es la pura verdad, ya que tiene un modo de tratar a Francesca que merece que le atropelle el Air Force One cuando vaya a despegar. Conocemos lo que piensa Francesca (en primera persona 😒), pero la autora tiene a bien ponernos capítulos desde el punto de vista de Wolfe para que veamos que su gilipollesco comportamiento tiene una fuerte base y que, así, logremos perdonarle. Y, mira chico, yo he llegado a perdonarte muchas cosas pero algunas humillaciones a las que sometes a tu forzada pareja sin ser ella la responsable de que estés traumado... Anda y que te la pique un pollo.
Con mis mejores deseos |
También os digo que la gracia de este libro es justo esa, probar nuestros límites y ver si somos capaces de perdonar ciertos comportamientos con eso de que siempre entramos en Romancelandia con la manga más ancha que el xixi. Gracias a Dior, vamos viendo cómo ese desprecio mutuo va menguando según aumenta el palotismo, ya que ambos desprenden unas microondas guarreriles de enorme intensidad. Vamos, que este sí es un libro puro y duro de enemigos que se fo**an vivos, a pesar de que no hay mucho sexo (y el que hay, pues mñe, lo he leído mil veces mejor). Pero vamos, que yo lo puedo estar poniendo de vuelta y media pero estaba leyendo enganchadísima de la vida, como cuando ves algo que sabes que es una mierder pero es drogaína total y no puedes abandonarlo. Es que es un pisto estupendo: el padre, malo como la quina. Ella, un peón de todos separada de su amor verdadero. Él, un
La narración ha sido uno de mis grandes problemas. Esa primera persona me ha desatado el tic del ojo en más de una ocasión, especialmente cuando era Francesca la que nos contaba lo que le pasaba por cuerpecito y mente. Que sí, que pobre ella, una persona pura en un mundo lleno de joputas y de malvados. Pero mira, esos vaivenes mentales, esa supuesta garra que tiene que tú no ves por ningún sitio, esos calentones xirrinales que surgen a las primeras de cambio hacia su secuestrador... Mñe. Y él mejora cuando la escritora decide mostrarnos que es un traumado de la vida disfrazado de gilipollas y no uno por completo (siento el uso del insulto pero es que estoy escribiendo on fire, jijiji), pero, hasta entonces, estar en su cabeza y querer sacar el rodillo de cocina para atizarle en ella es todo uno. Además, no he podido sentir el nacimiento de los sentimientos entre ellos, en ese aspecto el libro me parece carente por completo de emoción y sentimientos. Para colmo, el libro es muy narrativo, en plan "y fuimos a esto para hacer esto otro y luego él blabla y yo trocotró". Mñe. Muchas secuencias pedían diálogo a gritos y no tanta narración.
La parte final, esa en la que ya ves tú que tiene que empezar a arder Troya, es un bluff de mucho cuidado. ¿Me montas un pisto culebronesco de mil demonios para luego solventar las cosas de mala manera y, encima, contarlas a toro pasado?
Ha sido como empezar a ver El Padrino y que en la parte final se convierta en Peppa Pig. Tal vez vosotras lo cojáis y lo devoréis de una sentada encantadas de la vida, y ojalá os pase eso (¡no dejéis de contarme!), pero a mí me ha parecido una engañifa, ya que te presenta una historia de lo más retorcida e interesante para acabar de un modo casi vergüenzajenesco. Eso sí, no considero que haya sido un tiempo perdido ya que, salvo en esa parte final, incluso no gustándome la escritura ni el protagonista ni tantas otras cosas, no podía dejar de leer el dichoso libro, y eso es algo que valoro muchísimo. Y por eso es por lo que le damos en nuestro Gandymetro...
Wolfe, a mí me aúllas con respeto |
Hola, Kinberly
ResponderEliminarGenial tu reseña.
A mi si me gustó. Coincido contigo en mucho de lo que dices, lo que me hace preguntarme ¿por qué me gustó?
De esta atuora he leido varios y me han gustado pero el que no soporté fue el más reciente Pretty Reckless ¿ya lo leíste? ¿fue ese el otro que pediste? Habían demasiados nombres era como todo el cast de Riverdale, más el de Legacies más el de otra serie de high school todos juntos. No lograba llevar el hilo. Después me enteré que es el spin off de una serie que sacó hace unos años. Lo cual me parece más loco aún.
Saludos y fuiste generosa y decente a pesar de todo
Me maravilla eso de las lecturas, que, incluso coincidiendo en muchas cosas, a ti te haya gustado el libro y a mí, no, qué fantástico.
EliminarEl otro que me dieron es Vicious, el primero de Sinners of Saint, pero quiero dejar pasar algo de tiempo entre ambos porque me han dicho que tienen una estructura parecida.
De todos modos, me encantaría que la gente leyera este libro, a ver qué impresiones les despertaba.
Muchas gracias por pasarte y por tu comentario!
Hola ^^
ResponderEliminarNo me da pena ninguna que no esté traducido jajaja el caso es que al ver de que iba me ha llamado la atención, pero tras leerte creo que no me gustaría que yo tengo muy poca paciencia con los protas gilipollas y menos cuando me vienen con que tiene traumas, si tienes traumas te vas al psicologo chato.
A lo mejor tú lo lees y te encanta, que tiene pintaza, pero chica, yo me iba cada vez poniendo de más mala leche XDDDD. Que sí, que se justifican muchas cosas, pero mñe XD.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar!!
Hola.
ResponderEliminarMe ha encantado tu reseña. No he leído el libro pero como me reía cuando te iba leyendo jajaja. Yo no creo que lo lea y si lo leo, seguramente sea por el enganche, porque por los personajes no creo (al protagonista me dan ganas de darle de leches con una sarten).
Nos leemos.
Pues si te dan ganas de darle un sartenazo solo leyendo la reseña, imagina si lees el libro... XD Pero bueno, nunca se sabe, lo mismo lo lees y te enganchas mucho! Yo me enganché y eso que odiaba a todos XD.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar!!
Hola
ResponderEliminarNi loca me acerco... lo que me he reído con la frase "·que te la pique un pollo2 gratos recuerdos de cuando yo también la usaba... ains jajajaj
Qué pena, en serio, a veces la sutoras no saben donde está el límite entre un libertino cabroncete encantador y un cabronazo con mayúsculas
Un besote
Pues aquí, Pepa, eso de libertino cabroncete encantador brilla por su ausencia, de dan ganas de darle de hostias. Una pena porque el planteamiento tenía muy buena pinta. A ver si, cuando se me olvide este, leo el siguiente que tengo de ella XD.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar!
me ha encantado tu reseña. Me reído muchísimo. No creo que lo lea, no soporto a este tipo de protagonistas
ResponderEliminarPues mejor huye XD
EliminarEsperaba encontrarme con un triángulo amoroso, drama, asesinatos, guerra entre los enamorados, pero ufff es una historia muy laigh. De vez en cuando me gusta leer algo que me den ganas de dar patadas a los personajes.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
A mí me pasó lo mismo, esperaba ahí algo explosivo y, al final, mñe.
EliminarMe alegro de que te haya gustado la reseña! Gracias por pasar
Me encanto tu reseña, fue muy divertida de leer. Generalmente tengo una obsesión con el cliché de "odio a todos, pero no a ti" pero me gustan las protagonistas más fuertes. No creo que lea el libro, aunque por la forma en que lo contaste el tipo debe ser el exacto protagonista que me encanta. Lo dejaré en lecturas pendientes.
ResponderEliminarPues si lo lees, no dejes de contarnos! Yo, a pesar de no aguantar a ninguno, lo leí enganchada y eso ya es algo bueno.
EliminarMuchas gracias por dejar un comentario!
Noooon'ombre, padrisima tu reseña, me divertí leyéndola, esa autora a mi me deja siempre así, como que nunca satisface mis expectativas, pero me tiene ahí leyendo.
ResponderEliminarMe alegro de que te hayas divertido con la reseña! Sí, esta mujer sabe engancharte, aunque no te guste lo que lees XD.
EliminarGracias por pasarte y comentar!
No había leído yo esta reseña. Lo que me he reído, muchas gracias por alegrarme el día.
ResponderEliminarFue el inicio de mi relación odio-odio con esta escritora XD. Me alegro de que te hayas echado unas risas
EliminarDespués de esa reseña, habrá que leerlo 😂
ResponderEliminarPodrías decir dónde lo habéis localizado? No lo consigo encontrar
En la reseña tienes el enlace de compra en Amazon. Un saludo!
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