Reseñas Reto Rita 3. Opcionales: Sarina Bowen

Y finalizamos nuestras reseñas del Reto Rita 3 con las de nuestra autora opcional Sarina Bowen, una de las que más ganas tenía Kim de leer, como vais a poder comprobar en este post, ya que no se ha cortado ni un pelo del cardado a la hora de reseñar todo lo que ha leído. Eso sí, dejando sitio para vuestras reseñas, que es una autora que habéis catado unas cuantas. ¡Allá que vamos!

Kim ha leído...

The Year We Fell Down (The Ivy Years 1)

[Libro no publicado en español]

Esperaba empezar en Harkness como una jugadora de hockey universitaria, pero un grave accidente hace que Corey Callahan la empiece en silla de ruedas.
Frente a su habitación, en la otra accesible, vive el "demasiado delicioso para ser real" Adam Hartley, otro que debería jugar al hockey pero que empieza las clases con una pierna rota por dos sitios. Está fuera del alcance de Corey y, además, está pillado. 
Sin embargo, una improbable alianza surge entre ambos en el "gueto de los tullidos" y, entre tequila, bandejas en peligroso equilibrio y videojuegos, ambos hacen frente a las decepciones que nadie más logra entender. 
Son solo amigos, por supuesto, hasta que una noche todo se desmorona. O cobra sentido... Todo lo que Corey sabe es que se está enamorando de Hartley. ¿Podría este dejar a su perfecta novia por alguien tan destrozado como Corey? Si no es capaz de hacerlo, Corey tendrá que sacar fuerzas para hacerse una vida por sí misma en Harkness, una que no gire en torno a un deporte que no puede volver a practicar o a un chico de ojos marrones que tenga miedo de amarla. 

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Los libros monoplatillescos son acogidos por nuestras prietas carnes con alegría y fervor, sobre todo si tienen un lozano maromo rebosante del fragor que dan la juventud y la plenitud del palotismo en las que se encuentra. Así que ya os podéis imaginar con qué actitud he empezado esta serie...

Calentando bajos para que no me funda la plenitud palotil

Corey Callahan llega a la universidad llena de ilusiones pero también de tristezas, ya que nunca imaginó que, siendo una competitiva jugadora de hockey, iniciaría la mejor etapa de su vida en silla de ruedas... y no de modo temporal. Menos mal que la diaria visión de su buenorrísimo vecino Adam Hartley le alegra más la estancia, sobre todo después de descubrir lo simpático y perfectísimo de la muerte que es 😍. Y la trata maravillosamente bien 😍😍. Y se lo pasan genial juntos 😍😍😍. Y a Corey le tiemblen los piticlines cuando lo ve 🔥😍🔥😍🔥😍. Claro, que también le tiemblan a su novia.

Lo odiamos y nos encanta a la vez

Como buen libro monoplatillesco de college que es, nos lo sabemos del derecho y del revés, algo que a mí personalmente no me importa, ya que este tipo de lecturas son una de mis comfort readings favoritas. Claro que sabes desde el principio que en algún determinado momento surgirá la chispa y harán guarreridas (que para eso están en la edad de los bajos locos), pero el camino lector suele ser muy entretenido y con pocas comeduras de cabeza, algo básico cuando necesitas echar mano del mono. Yo me lanzo a los brazos de estos libros como me lanzaba ahora mismo a los de Hartley, ¡maravilla de maromo! A mí estos jovenzuelos deportistas desvergonzados me pueden. Como una cosa es ser monoplatillesco y otra, hueco, Hartley tiene sus cosillas, pero reconozco que su drama personal me ha sobrado bastante, aparece muy tarde en el libro y metido con calzador, con lo que ya no ha captado mi interés. Sin embargo, Corey, que es un personaje más simple y menos atrayente, tiene un drama personal mucho más interesante y que, para mí, es lo que hace de este libro algo distinto. Su discapacidad se ve bien tratada, desde un punto de vista real y respetuoso, con el dramatismo justo y sin rebozarse constantemente en sus ilusiones truncadas (la cosa es tocar el corazoncito, no que nos den ganas de tirarnos por el viaducto). Me ha gustado que la discapacidad sea permanente pero que ella pueda disfrutar plenamente del amor y del guarrerismo, donde Hartley se empeña en demostrarle que las piernas puede que no le funcionen bien, pero el xixi...

Los bajos, bien, gracias

El libro es muy ágil, se lee sin esfuerzo (lo que más trabajo le ha costado a mi inglés "guachinguá" han sido las expresiones coloquiales), no hay apenas descripciones ni se las pedimos, ya que con conocer cómo es el torso de Hartley vamos bien contentas. Tampoco hay abundancia de guarrerismos (de hecho, hay un par de secuencias de mediana #RanciedadFriendly -muy poca cosa para ser un libro de universitarios palote-) ni de cosas que nos hagan girar la cabeza del cabreo (aunque prefiero no comentar lo que me parece la hope fairy prima hermana de la diosa interior de Sosastasia Steele), pero en la parte final se resuelven los problemas de Hartley de un modo tan simplón y pueril que el nivel del libro baja bastante. Pero vamos, que, a pesar de esto, ha sido una lectura entretenida y nadista, que es justo lo que promete. Ahora, ¡a tocarle el palo a otro maromo!

Por todo esto, le damos en nuestro Gandymetro...

3'5. Hartley, te dejo que me marques un gol

The Year We Hid Away (The Ivy Years 2)

[Libro no publicado en español]

Bridger Macaulley solía ser un jugador, dentro y fuera del hielo. Pero ahora, mientras sus compañeros de hockey persiguen la próxima victoria, Bridger se preocupa de que el decano pueda descubrir que esconde a su hermana de ocho años en su habitación de la residencia. Haciendo malabares con un curso lleno de asignaturas y su gran secreto, es solo cuestión de tiempo que se derrumbe su castillo de naipes.
Scarlet Crowley es la única novata en la Universidad Harkness que tiene que esconderse de los periodistas que campan delante de su casa para salir de ella. Su nombre es tan nuevo como su carnet de estudiante y el único modo de sobrevivir en la universidad es ocultar su identidad, incluso si eso significa mentir al chico de ojos verdes del que se está enamorando.
Bridger y Scarlet inician una relación basada en el entendimiento de que algunas cosas no deben conocerse. Pero cuando unos sombríos acontecimientos les amenazan, enfrentarlos uno solo ya no sirve. Y si no pueden aprender a confiar en el otro, las familias que les han defraudado se llevarán todo aquello que han intentado mantener.

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Seguimos para bingo con este maravilloso reto personal que es leerme todo lo que pueda de Sarina Bowen, sobre todo si hay maromazos universitarios por medio (a viejuna can dream). Y es que con esas portadas no espero yo leer Los episodios nacionales, así que si me entretienen, ya me doy por satisfecha. Y es justo lo que ha logrado The Year We Hide Away, entretenerme, hacerme pasar un buen ratito y quedarme con un buen sabor de boca con un maromazo que vale un potosí y medio. ¿Problema? Que pensaba que iba a ser un nadismo y me he encontrado dramas hasta torciendo la esquina.

Mi cerebro cuando encuentra estas cosas

Y ya sabéis que el lema de mi casa es Sufro, ergo disfruto, pero vamos a ver las cosas de la vida, ¡dadle a los dramas su tiempo! Un desarrollo bueno, unos momentos de leer con el corazoncito encogido, un futuro muy oscuro trabajando en el carbón que se acabe solucionando como Dior manda... Aquí tenemos a Scarlet Crowley, una novata que ha cambiado de nombre y pretende pasar desapercibida en la universidad sin que nadie sepa el drama familiar del que huye (el cual no voy a destripar porque la sinopsis no lo hace pero, creedme, es un dramón tremendo con implicaciones legales y morales de que se te quiten las ganas de tener ganas, que diría Gomaespuma), y a Bridger Macaulley, un adorafollable follardín que conocimos en el libro anterior y que este año no solo ha escondido la boa sino a su hermana pequeña en su habitación de la universidad (efectivamente, ahí hay tomate dramático). Ellos son muy adorables (él es muy asjafgñkajhfdñakh) pero realmente su relación amorosa tiene poco misterio: se conocen, se llevan bien, se atraen, se regocijan los bajos y chimpún, no hay más tela que cortar. A ver, es que si tienes que meter las historias personales de ambos y la amorosa en un libro de 274 páginas, por algún lado se tiene que quedar la historia coja, ¿no? Pues aquí se queda coja por todos lados.

Kim leyendo

Pero os repito que me he entretenido, me encanta cómo escribe Sarina Bowen, de un modo ágil y sin complicaciones que te engancha rápidamente. Y, por supuesto, estamos hablando de buenorros universitarios, así que las secuencia guarreriles (ni muy largas ni muy descriptivas) son estupendas, claro. Peeeeeeeeeeeeero he visto mucho más peso del drama que de la historia de amor, aunque tampoco es un libro dramático de esos de rebozarte en la desesperación cual cochino en charca. Es la sombra de esos problemas que sobrevuela la que te tiene todo el rato en un "ay", porque luego se acaba resolviendo todo de un modo rapidísimo y bastante mñe para mi gusto, la verdad. Entiendo que no es un libro cortavenas pero, Sarina, querida, ¡o lo desarrollas bien o no metas tanto! A mí me ha parecido too much drama for my cama, básicamente porque es un libro breve y los problemas son tremendos, con lo que te mete en situación para luego quitarse todo de encima de mala manera.

De todos modos, ha sido una lectura amena, entretenida y que no se me ha hecho nada pesada. ¿Que me hubiera gustado que fuera de otro modo? Bueno, también me gustaría medir 1'80 sin tacones pero, chica, me tengo que conformar con lo que me ha tocado (ojalá me tocara Bridger, ya que estamos).

Por todo esto le damos en el Gandymetro...

Bridger, yo te escondo el secreto bien dentro de mi seto

The Understatement of the Year (The Ivy Years 3)

[Libro no publicado en español]

Hace cinco años, Michael Graham traicionó a la única persona que realmente lo conocía. Desde entonces, ha hecho todo un arte de esconder su sexualidad a todo el mundo, incluso a él mismo. 
Por eso, es un shock cuando su pasado entra en el vestuario de la Universidad de Harkness llevando una mochila con material de hockey y la misma sonrisa que siempre dejaba a Graham sin defensas. Para él, solo hay una reacción posible: el total y absoluto pánico. Con una simple palabra, el nuevo ala izquierda del equipo puede destrozar la vida actual de Graham
John Rikker es, otra vez, el chico nuevo. Y esta vez es peor, ya que los medios de comunicación se han aferrado a la historia del único deportista que ha salido del armario en la Liga de Hockey Universitaria y mantienen sus unidades móviles cerca de la pista, algo que no gusta a sus compañeros. Sobre todo, uno de ellos parece especialmente enfermo cada vez que entra en el vestuario. Rikker no esperaba una cálida bienvenida por parte de Graham pero este ni siquiera le mira a los ojos. Todo indica que su antiguo mejor amigos/novio/lo que fuera no lo está pasando bien, ya que bebe demasiado y no se centra en los entrenamientos
O los dos jugadores más solitarios del equipo no soportarán las nuevas presiones en sus vidas o navegarán a través del dolor para encontrar un camino que les reúna. Decir que no será fácil es quedarse corto.

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¡Por fin llego al libro por el que empecé a leer esta serie! A estas alturas os deben salir los sporty melofós por las orejas.

Aquí estamos, buscando el problema del exceso de sporty melofós

La verdad es que, a pesar de ser parte de una serie, es un libro que se puede leer perfectamente de modo independiente, así que, si queréis un festival 🐍/🐍 con sticks juguetones (y ya habéis leído Him 😍), no lo dudéis e id a posar vuestras zarpas sobre Michael Graham y John Rikker, que tienen una historia a medio camino entre lo monoplatillesco y lo sentimental. A Graham ya le hemos visto pululando por esta serie pero Rikker llega nuevo al equipo de hockey de Harkness una vez iniciada la temporada, algo que no está permitido. En su caso, hicieron una excepción, ya que a Rikker lo echaron de su equipo de hockey por ser gay y, claro, ante la amenaza de una denuncia y un juicio que iba a dejar en bragas a su antigua universidad, se permitió ese traslado de un modo excepcional. Y no había ningún sitio mejor para mandarle que al equipo de su primer amor, ese que le abandonó en el peor momento, del que no volvió a saber nada y que no reconoce ni reconocerá su gayerismo ni a su antiguo mejor amigo, Michael Graham.

¡Aquí huele a pisto!

Como veis, tela para cortar tiene este libro y para un buen rato, tratando un tema tan peliagudo como la homosexualidad en el mundo del deporte. A mí me parece que Sarina Bowen lo ha tratado de un modo muy inteligente, aprovechando esta serie con aspecto de ligerita y llena de sporty melofós para colarnos este libro y hacernos ver, desde dentro, lo duro que debe ser intentar labrarte una vida deportiva siendo un buenorro (y buenísimo) jugador pero abiertamente gay. El tema daba para mucho drama y, si bien lo hay, no se regodea en él, creo que consigue ese equilibrio perfecto entre el afdñksfdhñksdfhñkj que le pides a un libro de mono con platillos y el dolorcito de corazón que te produce ver a dos personas que se aman separadas por la sociedad y por los miedos. No es fácil mantener el equilibrio entre lo sexy y lo sentimental y Sarina lo logra. ¡Ojo! Digo sentimental y no moñas, eh, que yo no puedo con los sentimientos que te saltan a la cara desde el minuto uno como si fueran un alien con ganas de carne. La parte sexy esta mujer la tiene más que controlada y nos encontramos una estupenda tensión sexual y momentos muy sexis, aunque el sexo guarrer realmente es poco y no muy explícito (de hecho, alguna cosa directamente ni se narra).

Cuando queremos ver carne y nos apagan la luz

Este libro me ha parecido mucho más redondo que los anteriores, creo que es más sencillo en cuanto a trama, ya que todo gira en torno a Rikker y a Graham, a su historia de amor y a su salida o no del armario, según de qué personaje hablemos (es que Rikker está fuera pero Graham está dentro del armario, siguiendo todo recto, tercera puerta a la derecha, sigues el pasillo, bajas las escaleras y tras la puerta del fondo -que dice que de ahí no sale-). Está narrado en primera persona por ambos y, a pesar de que no suele gustarme esta clase de narración, aquí se me ha hecho muy agradable, creo que era necesario estar en las cabezas de ambos (a falta de que ambos pudieran estar en mi cuerpecito, grrrrrrrr), sobre todo en la de Graham, el personaje más interesante del libro, al ser el que tiene más a tope la cafetera mental (aunque mi corazón se ha ido con Rikker porque necesita amor y yo tengo mucho para él 😆). Es una novela bastante ágil y muy fácil de leer, pero se desinfla al final, especialmente en la resolución del conflicto, demasiado rápida y anticlimática, aprovecha un acontecimiento ajeno a la relación de pareja para solventar todo y eso me ha dejado un poco 😳🙄🤔. En cualquier caso, he disfrutado y seguiré leyendo la serie y a Sarina Bowen, a ver si fuera de la pista de hockey me hace pasar tan buenos momentos como dentro de ella.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

El relleno de vuestro sandwichito quiero ser

The Shameless Hour (The Ivy Years 4)

[Libro no publicado en español]

Para Bella, la dulce, dicharachera y libre estudiante y mánager del equipo masculino de hockey de Harkness, el sexo es un segundo lenguaje. Lo habla con fluidez mientras que otros tartamudean y lo que digan a su espalda no le suele importar. Por eso no puede entender por qué su macizo vecino tiene tantos problemas en ser su amigo tras su espontánea noche juntos. Sabe que no debe preocuparse pero hay algo en esos ojos color café que le hacen no dejar de darle vueltas.
Rafe está horrorizado consigo mismo por perder la virginidad con un rollo de una noche estando borracho. Su católica educación le enseñó que hay que amar al vecino... aunque no con una botella de vino y una caja de condones. Pero cuando Bella sufre una racha de mala suerte y una terrible experiencia en una fraternidad, es Rafe el que está a su lado para ayudarle. 
Bella no necesita la ayuda de Rafe y ha decidido prescindir de los hombres, pero la innegable chispa que surge entre ellos no puede extinguirse...

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Pues nada, me voy a despedir del #RitaBowen con la peor lectura de la serie, tiene narices la cosa... Bella parecía un personaje muy interesante y, tras su chasco supremo con Graham, tenía ganas de saber qué se había inventado Sarina para ella. Spoiler: se ha inventado una castaña pilonga.

Y a mí no me gusta lo pilongo

No es que el libro me haya parecido horrible pero creo que ha sido una mezcla de que Sarina ha creado una historia menos ligera y entretenida que en los libros anteriores, y que se me han cruzado varias cosas de esta novela, entre ellas, el protagonista. Digamos que Bella pasa por una crisis existencial, se cruza con Rafael Santiago, que también pasa por otra, y catapún chimpún, que para eso son jóvenes universitados living la vida loca. Lo que pasa es que aquí esa vida loca pasa factura, pero OJO, se la pasa a Bella, que es lo que en mi pueblo llamarían un "pendón desorejao". Esto ya me tuvo de morros, porque creo que, aunque Bella pueda estar descontenta con su modo de vida, me toca el moño por no escribir otra cosa que rima que tenga que sufrir (y de varios modos) las consecuencias de ese comportamiento. ¡Que no pasa nada por tener una vida sexual activa, copón! Sinceramente, me ha parecido que, más que usar las experiencias de Bella para reflejar determinadas situaciones y poner el foco sobre ellas (enfermedades de transmisión sexual, los peligros de las fraternidades universitarias, etc.), las usa a modo de advertencia, en plan "en xixi cerrado no entran desgracias". El sexo por diversión aparece rodeado de culpa, algo que no me esperaba y que no soporto. Parte de la responsabilidad de esto la tiene Rafe, el protagonista, que tiene la boa cantando fandangos cada vez que ve a Bella pero que refrena sus impulsos sexuales porque es un chico decente que no quiere ser uno más por los bajos de Bella (aunque cuando la boa le nubló la vista, eso ni se lo planteó el jodío). 

Mñe

Este comportamiendo de Rafe está directamente relacionado con su familia dominicana, que le ha inculcado valores cristianos de respeto y bla bla bla, porque, claro, no hay latino que no lleve a Jesusito por delante, como si fuera un babero. 

MÑE

Ah, y que no se nos pase que, como buen latino que es, baila merengue, bachata y hasta la lambada con una patata.

MEGAMÑE

Os habréis dado cuenta de que no me ha gustado especialmente ese estereotipo, me ha hecho la misma gracia que cuando hablan de los españoles como si fuéramos cantando flamenco por las esquinas y toreando los fines de semana #OdioEterno. Lo reconozco, Rafe se me ha cruzado desde el principio y cada vez me ha ido gustando menos. Tan majo, tan formalito, tan rancio. Además, utiliza palabras en castellano (¡algunas mal escritas!) que me cortaban el ritmo de la lectura cada vez que salían. Esa es una de las cosas que, para mí, hay que usar con mucho cuidado en un libro, ya que no pasan igual de bien que si lo ves en una conversación en una película, por ejemplo. Intentando separarme lo máximo posible de mi cabreo decepción lectora, entiendo que Sarina ha hecho un libro más maduro, con una historia que pierde en ligereza para ganar en seriedad y denuncia, pero, para mí, no ha salido airosa de la experiencia. Ha apagado un personaje como el de Bella, que era alegría y desenfado, le ha hecho sufrir cosas terribles (y mal llevadas -prefiero guardarme mi opinión sobre lo que Bella no hace con la fraternidad...-) y le ha dado un novio mñe para decirnos que reformadita y con churri formal le va a ir mejor en la vida. No digo yo que no vaya a ser feliz con novio, faltaría más, pero para llegar a esa conclusión podría haberlo hecho con una historia más acorde a la personalidad que nos encanta de la chica que nos tocó el corazón en el libro anterior.

Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...

Rafael, amigo, tú a mí no me enciendes el higo

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟

Vero ha leído... 

Ni dulce ni amargo (True North 1)
Goodreads

Nuestros protas son enemigos por cuestiones laborales pero sus bajos no entienden de esas cosas, especialmente cuando ya se dieron al refrote con goce hace unos años y si te he visto, no me acuerdo... Pues resulta que sí se acuerdan, sí, grrrrrrrrrr.

Nos cuenta Vero en la rinconina entrada que es un libro sencillo cuya lectura se le hizo más o menos amena, no le picaban los dedos por retomar la lectura pero tampoco le daban los siete males pensando que tenía que leerlo 😆. Los protagonistas la dejaron indiferente y los secundarios casi lo mismo, aunque al menos estos tenían más "chicha". Entre Griffin y Audrey se palpan la atracción y el buen rollo, conectan, pero lo que no consiguió palpar Vero fue el amor. Al final lo que más le gustó fue todo lo relacionado con la comida y la trama de las empresas que quieren aprovecharse de los agricultores. Vamos, que es un libro que le gustó lo justo, no dejándole excesivas ganas de continuar la serie.

Vosotras habéis leído...

Ni dulce ni amargo (True North 1)

Algunas de vosotras habéis catado este agridulce (o no) libro con Vero.

🌟 Noemí le da cuatro estrellas y leyó a Sarina Bowen en diciembre en lugar de Eloisa James, lo que fue un acierto, ya que terminó el reto muy contenta. Dice que le encantó por fin poder leer a esta autora, ya que siempre había leído cosas muy buena de ella. Le ha gustado cómo escribe y esta historia la disfrutó mucho. No es que tenga mucho drama, pero estuvo muy bien. Los protagonistas, con personalidad, como a ella le gustan, y los personajes secundarios también han estado genial. Le han quedado ganas de seguir con esta serie y ver qué pasa con alguno de esos personajes. Para ella ha sido una delicia de lectura.

🌟 Estefanía le da tres estrellas y también escogió a Sarina en diciembre como sustituta del #RitaJames. Nos cuenta en su reseña que le habían hablado tan bien de esta escritora que esperaba algo genial, pero al final ha sido una lectura que se ha quedado en entretenida. La trama le ha llamado especialmente, al estar situada en un entorno rural. La historia entre los protagonistas le ha parecido bastante superficial, no ha visto amor por ninguna parte y sí atracción. Entre eso y que ni el protagonista le gustaba físicamente ni la protagonista le parecía especialmente espabilada, no veía muy clara la relación entre ellos. Los secundarios, sin embargo, sí le han interesado. La familia del protagonista le ha parecido genial y ha disfrutado de la dinámica que tienen entre ellos. La historia le ha parecido ágil y con puntos divertidos, pero la trama amorosa deja bastante que desear. Aún así, no descarta volver a leer a Sarina si la siguen traduciendo. ¡No dejéis de leer su reseña para conocer su opinión completa!

Him (Him 1)
Goodreads

Dos jugadores de hockey con mucha historia común en el pasado se volverán a ver las caras y otras zonas corporales más guarreriles en este boa/boa de sporty melofós escrito junto a Elle Kennedy que ya reseñamos por aquí.

🌟 Sonia San le da cuatro estrellas y nos dice que le ha gustado mucho la historia de Jamie y Wes, ambos muy tiernos. Grandes amigos desde la infancia que acaban siendo mucho más. Le ha encantado la curiosidad de Jamie, sus ganas de ir descubriendo qué siente en cada momento, ha sido muy adorable; Wes ha sido su contrapunto, tiene muy claro lo que siente pero tiene un miedo enorme a perder la amistad que han recuperado. Sonia ha leído otras historias similares, pero ésta especialmente es para recomendarla.

Stay (WAGs 2)
Goodreads

¿Qué te pasaría por el cuerpo si estuvieras trabajando por internet con tu ídolo y amor platónico que, casualmente, tiene la cara y el cuerpazo de un jugador de hockey? Pues que te morirías de la vergüenza si tuvieras que verle cara a cara. Y perderías las bragas por el camino, claro está.

🌟 Floripiquita le da cuatro estrellas y nos cuenta que esta serie es un spin-off de Him, y, aunque totalmente predecible, le ha gustado más que el primero. Se trata de una historia muy entretenida y fácil de leer, con poco drama y una pareja protagonista con mucha química a la que es inevitable no querer. Se ha reído mucho con Matt y sus selfies y le ha encantado volver a reencontrarse con sus queridos Wesmie (¡a los que nosotras también adoramos!).

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟

¡Pues ya tenéis una pequeña muestra de opiniones por si en algún momento os apetece leer a Sarina Bowen! ¿La conocíais? ¿Tenéis ganas de catar algo suyo? ¿Y de volverla a leer? ¡Contadnos en los comentarios!

¡Os esperamos mañana por aquí para ver qué os han parecido los comodines viejunos del Reto Rita 3!