martes, 8 de febrero de 2022

Egomaniac, Vi Keeland


Emerie llega a Nueva York para comenzar su nuevo trabajo como terapeuta familiar. Ha alquilado para su consulta una gran oficina compartida en una ubicación fantástica y asequible, dos cosas difíciles de encontrar cuando se vive en Nueva York. Hasta que se percata que ha sido estafada y le han robado 10.000 dólares. Drew, el dueño de la oficina, se apiada de ella y acepta que se quede si a cambio le ayuda también a él trabajando como su recepcionista. La oficina puede ser grande, pero no lo suficiente como para contener la tensión sexual que hay entre los dos.
Mientras Emerie y Drew luchan por controlar sus impulsos, Drew por su parte tiene sus propios problemas, lidiando con la posibilidad de que su hijo pequeño, que tuvo con su ex, no sea suyo.


Le dice Kathy Selden a Don Lockwood en Cantando bajo la lluvia que no ve sus películas porque, cuando has visto una, ya las has visto todas, y me veo en la obligación de aplicar esa frase de una de mis películas favoritas a los libros de Vi Keeland, ya que, efectivamente, si te has leído uno, te los has leído todos.

Vive en la obra de Vi Keeland

Como os comenté en mi reseña del #RitaVi, las novelas de esta escritora me parecen el día de la marmota literario, todas son iguales: maromazo muy palotista y de dirty talking, chica que se ve arrollada (y fornicada) por él, acontecimiento del pasado que traumatiza al maromo (puede haber bonus de trauma femenino, pero no es imprescindible), muchas ganas de trincarse vivos a las primeras de cambio y momentos en los que la fuerza de su amor será puesta a prueba. Cada historia tiene sus variaciones, claro, pero pocas veces se saltan esos puntos. Egomaniac también entra en ese saco de gemelierismo literario. Tenemos a un maromazo palote, en ese caso el abogado Drew Jagger, que llega a su oficina en Nochevieja y se la encuentra ocupada por una bella moza, Emerie Rose, a la que le han hecho el timo del tocomocho y le han alquilado la oficina de Drew estando este de vacaciones. Destapada la estafa y aclarado el malentendido, Emerie se encuentra sin dinero, sin oficina y literalmente con el culo al aire, así que Drew y su ya despierta 🐍 se apiadan de ella y deciden compartir espacio de trabajo con ella. Pero sin intenciones ocultas, eh...

Aquí se va con la verdad por delante

Más sencillo todo no puede ser. Alternando los puntos de vista de ambos, vemos cómo intentan no dejarse llevar por su más que evidente atracción y se van conociendo poco a poco, primero como compañeros de oficina y luego como amantes, porque una cosa es que intenten no sacarse brillo con la lengua y otra que lo consigan. Algo de lo que más me ha gustado de este libro y que, sin salirse de su esquema establecido, le hace destacar es que no se chingonean los bajos a las primeras de cambio. A ver, alguna cosita hot hay porque no estamos en Sonrisas y lágrimas pero es lo justo como para que se vayan acrecentando las ganas de que haya tema. A mí eso me gusta, ya sabéis que me he quejado en varias reseñas de la Keeland de que la parte de conquista se solventaba rápido y luego te quedaba mucho libro para mierdear a la pareja, y me alegra que eso no ocurra aquí, todo surge de modo más o menos natural y el libro resulta muy equilibrado, me ha parecido más completo que otros. Por supuesto que no nos libramos de poner a prueba a la pareja, pero Vi nos ha ido preparando con los capítulos del pasado de Drew y esta vez nos evita el teleflín supremo de Stuck-Up Suit.

Bueno, un poquito de culebrón nunca mató a nadie

Egomaniac me ha resultado bastante entretenido, con un maromo más adorafollable que gilipollas y una chica maja que palidece a su lado. En estos libros siempre me parece que el maromo es la estrella y Drew no es la excepción, es el motor de la historia. Vi nos lo retrata de un modo inteligente y le da un trabajo fiel reflejo de sus experiencias y esperanzas. Drew es un abogado que se dedica exclusivamente a divorcios y siempre del lado del hombre, lo que le permite liberar frustraciones personales. Me ha parecido divertido y acertado que él se dedique a separar matrimonios mientras que Emerie intenta que arreglarlos, ya que es psicóloga especialista en terapia de pareja, pero Vi Keeland no aprovecha esta circunstancia para hacer gracias o crear conflictos, una pena. Pero vamos, que el libro me ha gustado, es divertido, equilibrado, muy hot en sus guarrerismos... Todo lo que me gusta de Vi Keeland bien puesto. ¿El problema? Pues que yo estos libros me los leo como churros pero me acaban dejando tal y como estaba.

Con lo bien que íbamos

Esto ya es una cosa puramente personal, hay cosas que te las sabes de memoria y te siguen encantando, y otras que bueno, vale, bien y ya. A mí me pasa esto último con los libros de esta escritora. Me encantan sus maromos, me encantan las guarreridas guarras dichas y practicadas, pero la fórmula es muy repetitiva y no me gusta tanto como para pasar de agradable. Tal vez si este hubiera sido el primer libro que hubiera leído de Vi Keeland, la novedad me habría hecho disfrutar más, pero ya llevo unos cuantos y era todo tan predecible que no me ha tenido del todo involucrada. La parte final, algo plana y sosa, desaprovechando oportunidades para darle un poco de vidilla, tampoco me ha ayudado a cambiar de opinión. En cualquier caso, es un libro que me he merendado y de los que más me ha hecho disfrutar de todos los de Vi Keeland que he leído, porque sus libros me dejan sacar a paseo el mono con platillos y nunca fallan a la hora de hacerme desconectar.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

3'5. A este abogado le alegro yo lo colgado

6 comentarios:

  1. Hola😉
    Quizás tuve suerte y este fue el primero que leí de ella porque el otro 🤦‍♀️.
    Hay autoras que si les funciona el esquema no lo cambian. Nunca. 🤷‍♀️. Más o menos también se podría decir de Pamela Clare que a mí me encanta. Repite esquema pero como luego lo que cambia es la trama que realmente resulta interesante pues se lo perdonas.
    Este me le gustó y me entretuvo. Está bien, pero no es un novelón aunque de vez en cuando una lectura se apetece un montón
    Creo que en su momento fui más efusiva, pero ahora en la distancia, comparto bastante lo que dices
    Un besote

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  2. A mi me pasó eso. Fue el primer libro que leí de ella y me gustó mucho, le puse creo que 4 ⭐ y tanto la historia como los personajes me gustaron, no como el que leí para el Reto del año pasado que...mñe🥴

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  3. Hola, me he encontrado tu blog de casualidad, pero que casualidad mas refrescante y divertida, me gusta tus reseñas, me meooo...no pares de escribir, ya cuentas con otra seguidora, un saludo

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  4. Lo tengo para leer, a ver que me parece. Ganas le tengo, buen post

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  5. Bueno, tengo esperanzas. Lo tengo por allí aparcado. A ver si lo retomo.
    Gracias por la reseña
    ღゝ₃╹)ノ♡

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  6. Comparto lo que dices, y me parece aplicable a todos los libros de Keeland y Ward, juntas o por separado. Claro que, si conectas con la fórmula, te engancha y hay unos cuantos más todos muy parecidos. Yo me estoy leyendo los que puedo en KU. Ahora, no me parece que merezca la pena pagar por ellos más de 3 euros. Este supongo que caiga, tarde o temprano, porque es el que tengo apuntado como preferido de la autora.

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