¿Crees que sabes lo que es ser la chica de un jugador de baloncesto? No lo sabes. Mi cuento de hadas está patas arriba. Un infelices para siempre. Besé al príncipe y se convirtió en un fraude. Fui una loca y su amor, una quimera.Ahora hay un nuevo jugador en el juego, August West. Una de las estrellas más brillantes de la NBA. Estupendo. Prohibido. Me desea. Lo deseo. Pero mi pasado, mi príncipe fraudulento, no me dejará marchar.
Tenía más miedo que vergüenza a la hora de coger este libro porque
todo el mundo que lo ha leído (mi querida Elsa la primera porque ella
siempre va por delante) me advertía de que era durillo y había que
tener el cuerpo con ganas de meterte en un embolao así. Y, bueno, yo tengo
el xixi para pocos farolillos dramáticos así que lo he ido aplazando. Pero
un estupendo BR con mi Gema me lanzó de cabeza hacia esta historia y me
alegro mucho, ya que he vivido en una montaña rusa de emociones, he
conocido a una mujer con dos ovarios bien puestos, a un maromazo de
ensueño, a una estupenda escritora y
me he cagao en tó lo cagable, que nunca bien mal.
Se queda una más ancha que larga |
Lo primero que os diría es que está bien zambullirte en un libro sin saber
de qué va pero tal vez en este sí sea necesario conocer la advertencia de contenido que tiene, ya que hay ciertas cosas que ocurren que no son lo que más nos
gusta leer a las lectoras de romántica (y, en general, al que coja un
libro para evadirse de la mierda de mundo que nos rodea). Intentando
evitar los spoilers al máximo posible, os diré que
Iris DuPree es una chica que
adora el baloncesto y cuyo mayor sueño es meterse en ese mundo (en
algo relacionado con marketing, creo, mi inglés no da para tanto) al
finalizar la universidad. Una noche conoce en un bar a August West,
un
guapísimo jugador de baloncesto universitario y futura estrella de la
NBA
si los pronósticos van bien y no se la meten doblada en el draft.
Lo que en un principio es un encuentro algo raruno se acaba convirtiendo
en una de esas noches de hablar y hablar y hablar y darte cuenta que
puedes haber conocido a LA persona. Pero Iris tiene novio. Y es la
némesis de August y también futura estrella de la NBA Caleb
SuApellidoNosImportaUnaMierdaPorqueÉlEsUnMierda.
Lo que le haría a Caleb |
Mal va la cosa pero peor que irá para Iris,
cuya vida va a ser muy distinta de la que cualquiera desearía vivir.
En lugar de desarrollarse como mujer y persona,
acaba viviendo a lo Haven Travis en la primera parte de
El diablo tiene los ojos azules
(creo que con esto muchas ya os ubicáis). Sin embargo, donde Lisa Kleypas
no se regodea, Kennedy Ryan decide hacerlo y
mostrarnos lo que pueden llegar a sufrir demasiadas mujeres en este
mundo
que nos ha tocado vivir. Y siento no tener espacio para las coñas en este
tramo porque
lo que le ocurre a Iris está basado en testimonios que Kennedy Ryan fue
recopilando
y, en fin, terrible todo. Para que no nos deshidratemos llorando como
descosidas, la autora nos
intercala los capítulos de Iris con los de August para que veamos
lo maravillosísimo que es. Porque Iris vive una vida tan putamierdesca que
necesita un maromo fabuloso que la llene de akhfskajhfkaj y
ñkajhfdkajhdsñkfjas y amor y más jhasgfjhsgalfdjgafdlsj. Y, ay, chica,
August... ¡Un hombre hecho del material del que se hacen los sueños!
Perfecto, por dentro y por fuera. Desde ese primer encuentro August
no deja de pensar en ella y, aunque pasan mucho tiempo separados y sus
encuentros con pocos y breves, Kennedy Ryan tiene la habilidad de hacer
que nuestro corazón se sobresalte cada vez que están juntos.
Es una escritora tan habilidosa que incluso llegas a olvidar que Iris y
August pasan más tiempo separados que juntos, lo que en una romántica es criminal.
Pero aquí no sale mal |
Ahí está la maestría de Kennedy Ryan, en
un modo de escribir extremadamente ágil y adictivo que hace que no seas
capaz de soltar el libro, en una pareja que hace que se te quemen las páginas del libro de las
chispas que desprenden y en ser dura y sentimental.
La historia de Iris con Caleb es muy difícil de leer y personalmente creo que ocupa demasiado espacio en el libro. El eje de
la historia es Iris y, aunque August es una parte básica en su sanación,
es ella la que lleva el peso de la trama y del desenlace, donde August
es un mero espectador. Me habría gustado que se dedicara más tiempo a la pareja pero Ryan es
tan hábil narrando que te cuesta darte cuenta de que pasan más tiempo
separados que juntos. En otras cosas también
he tenido mis más y mis menos con el libro, como con el magufismo de la abuela y de la prima (aunque
siendo de Nueva Orleans tal vez lo raro es que no apareciera) o con el
final, excesivamente apresurado e irreal. Pero
el resto me ha encantado, me ha gustado la pareja, me han gustado los secundarios y he estado
entretenidísima leyendo, asi que, por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...
¡Hola!
ResponderEliminarHace tiempo que tengo este libro en mi wishlist, pero nunca termino de atreverme, y ahora tengo un pelín de miedo. Es decir, yo no soy mucho de drama y ya me puedo imaginar por dónde tira esta historia, y no sé si tengo estómago para leerla, aunque tampoco quiero que se quede cogiendo polvo en mi ebook. Creo que es una historia que valdrá la pena, aunque se haga dura.
¡Nos leemos!
Me alegro de que la hayas podido disfrutar. Kennedy Ryan es lo que tiene. Yo la llamo la «reina del melodrama» y no es para todos los días y puedes poner más de un reparo a muchas cosas, pero escribe de fábula, te atrapa. Creo que de los libros que he leído de ella, este es el que menos interacciones tienen los dos protagonistas, en los otros hay más tema entre ellos. En lo que le pasa a Iris, es de lo más realista que he leído.
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarParece que hay desequilibrio en la pareja... lo del drama, ya no me llama tampoco.---- así que, no creo que me anime... a ver si el año que viene me pongo más seria con lectoras en inglés, que este año empecé muy bien, pero la comodidad y la falta de tiempo han podido conmigo
Un besote