miércoles, 13 de noviembre de 2024

The One You Can't Forget (The Ones Who Got Away 2), Roni Loren

[Libro no publicado en español]
La mayoría de los días Rebecca Lindt se siente una impostora. El mundo la admira como superviviente pero esa imagen se derrumbaría si la gente conociera su secreto. No se merecía ser superviviente pero nada puede cambiar el pasado así que decide sumergirse en el trabajo. No puede hundirse si nunca para.
Wes Garrett está tratando de recuperarse tras perder su negocio, su dinero y casi su cabeza en un complicado divorcio. Pero cuando interviene en un atraco y salva a Rebecca, la abogada que ayudó a su ex a arruinarle, su sencilla vida se vuelve complicada.
Su atracción es inconveniente y ninguno quiere más que una aventura. Pero cuando el secreto de Rebecca está a punto de salir, ambos descubren que pueden perder todo, incluso lo que no sabían que necesitaban: al otro. 


Me avergüenzo supremamente de esta reseña (y os lo digo antes de empezar a hacerla) porque hace meses que leí este libro y la vida me ha impedido reseñarlo. ¡Así que a ver qué os cuento, si me acuerdo de cuatro cosas sueltas! También el hecho de que me acuerde de poco os indica que ha sido un libro que no me ha dejado huella...

El 90% de vosotras ahora mismo

Pasa del libro pero no de la reseña, por favor. El subidón que me dio el primero, The Ones Who Got Away, se ha diluído como droja en el Cola Cao en esta segunda historia de la serie. Y eso que desde un principio estoy más que in en la historia de estas cuatro supervivientes de un tiroteo estudiantil, porque me parece la repera hacer una romántica con ese punto de partida (que a ver cómo puedes superar eso y seguir viviendo). Spoiler: no se supera. Aquí la superviviente es Rebecca Lindt, que se ha convertido en una abogada de la releche especializada en divorcios y en dejar tiritando al oponente. El trabajo le hace no pensar en el tiroteo y en lo falsa que es su imagen de heroína, ya que guarda un secreto sobre ese tremedo acontecimiento que, si se supiera, haría tambalear esa maravillosa imagen de que ella se tiene (y que perjudicaría sin duda a su padre, que es congresista/senador/político de vete tú a saber qué, ya os digo que no recuerdo -y me da igual-). En fin, que la chica tiene suerte para todo, porque una noche la asaltan y no solo sale a defenderla un perrete sino también un maromazo que te cagas, Wes Garrett, por el que comienza a sentir una atracción casi inmediata. Aunque tal vez la suerte no sea tanta porque Rebecca ya conoce a Wes de antes, fue la abogada de su exmujer en el divorcio y la principal responsable de que este perdiera todo.

Excelente noticia para que se líe parda

Perdió hasta la sobriedad, con eso os lo digo todo. ¿Podrá esa atracción -que es mutua, claro, si no, menuda mierda de romántica- superar ese pasado que les une? Spoiler: pues claro que sí porque, si no, menuda mierda de romántica again. Ahora, también os digo que ni Wes ni su cola la reconocen, pero cuando lo hacen... A puntito está esto de irte a tomar porCullen. Afortunadamente no ocurre y Rebecca y Wes se meten en tol lío del amorío, al que hay que unir los traumas de ambos, la investigación del atraco de Rebecca y los pistos que uno de los alumnos de Wes tiene (es que Wes es maravilloso y enseña cocina a chavales en riesgo de exclusión o excluidos directamente). Y mucho amor, mucho amor desde el principio.

Cuánto me gusta esoNO

Qué le vamos a hacer, de todas las cosas del sopinstant lo que menos me trago es el instalove y estos se lovean casi desde el minuto uno. Yo suspendo la credibilidad para todo pero aquí eso me ha chirriado tanto que lo he arrastrado durante todo el libro. Que el libro está bien escrito, con su drama y su dureza de fondo, pero ese "te quiero pero no podemos estar juntos pero te quiero" casi desde el principio no me ha gustado. Tampoco tiene mucha chicha a pesar de todo el trasfondo, salvo ver lo maravilloso que es Wes, lo mucho que se van enamorando y lo bien que les viene tenerse para aprender a vivir mejor con sus traumitas. Nada desagradable pero poco reseñable. Lo único que despertó mi atención fue la situación de uno de los alumnos de Wes, como ya os he comentado, que está metido en un buen lío que acaba afectando a nuestros protagonitas. Esto va cobrando cada vez más importancia y a mí me acabó interesando más que la relación amorosa. Sin embargo, en el tramo final Roni Loren no sabe ni dónde tiene el culo y resuelve todo rápido y un poco de cuchufleta. La parte abogacil se despacha a las primeras de cambio, como si un hada con una varita mágica lo arreglara todo, dejándote con cara de tonta justo en lo que más estabas esperando leer.

Por mi santo xirri yo te termino

En fin, que no está mal, tiene una intención muy loable y un maromo estupendo pero es libro muy olvidable, a mil años luz del primero de la serie, así que le doy en nuestro Gandymetro...

Cocinero, cocinero, enciéndeme la candela

1 comentario:

  1. Estuve repasando la puntuación que le di a este libro y, en efecto, es el que menos disfruté de la serie, tres estrellas. Los dos siguientes remontan y son sólidos cuatro estrellas. El que más me gustó, claro, fue el primero. De este libro, sobre todo, me quedé con los personajes, Wes es un cielo y Rebecca me tocó el corazoncito.
    Pero es cierto que había cosas que no me convencían. Lo que menos, la ambientación (nada especial), o la trama en sí en relación con adolescentes y obras de caridad. «El gran secreto de Rebecca» es algo previsible y no muy relevante, aunque a ella se le haga un mundo, y encima lo descubren en un momento de lo más melodramático —dije yo en mi blog.
    Pero lo que más me sacaba de quicio era que él la llamase «abogada» todo el rato (algo que odio en la vida real, y en la ficción), y luego, que se desenfocaba totalmente todo el trabajo de Rebecca como abogada.Wes es el típico que odia al abogado del contrario, sin plantearse ni por un momento que quizá su propio letrado no era el mejor. Lo que busca (y consigue) es hacer que el defensor contrario (Rebecca) se sienta culpable por hacer bien su trabajo. Eso dije en mi crítica, y es algo que me saca de mil casillas, de nuevo, tanto en la ficción como en la vida real, que la gente no entienda que existe el derecho de defensa para todos, no solo para «los buenos» o «los que tienen razón».
    Yo te diría, sigue con la serie, que los otros dos los disfruté más que este.

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