martes, 30 de mayo de 2017

The Hating Game/Cariño, cuánto te odio, Sally Thorne


Némesis (n.) 
1) Oponente o rival al que no puedes superar o ganar;
2) La perdición de una persona;
3) Joshua Templeman.

Lucy Hutton y Joshua Templeman se odian. No es aversión. No es que se toleren a regañadientes. Es odio. Y no tienen problema en manifestar sus sentimientos a través de sus ya habituales comportamientos pasivo-agresivos mientras se sientan uno frente al otro, siendo asistentes de los directores ejecutivos de una editorial. Lucy no puede entender el modo de trabajar de Josh, tan estirado y meticuloso. Y Joshua se muestra perplejo ante el alegre vestuario de Lucy y su extremado optimismo. Su eterna pelea en el trabajo llega a su punto más álgido cuando ambos luchan por un ascenso y Lucy se niega a recular cuando su último juego le puede su trabajo soñado... Pero la tensión entre ambos también aumenta y Lucy descubre que tal vez no odia a Joshua. Y puede que él no la odie a ella. O puede que sólo sea otro juego...


No sé si sois de dar una vuelta por el mundo blogueril de la galaxia exterior (o sea, del mundo anglosajón) o de echar un ojillo a los premios que da Goodreads, por ejemplo. Si es así, os habrá pasado como a mí, que no había lista en la que no apareciera este libro como uno de los mejores del año pasado. Con esas valoraciones y sabiendo que iba de enemigos que se quieren matar a polvos, ¡cómo iba a dejarlo yo escapar! Así que si os gustan los libros de este tipo, no dejéis de echar un ojo a esta reseña...


¡Somos todo orejas!

Lucy Hutton y Joshua Templeman son enemigos de trabajo. Ocupan puestos idénticos dentro de la editorial Bexley & Gamin y cada uno representa a la perfección la filosofía de la empresa de la que provienen. Lucy es la chica simpática y encantadora, la que siempre cae bien e intenta facilitar el trabajo de todos los demás, la perfecta imagen de Gamin, preocupándose por la calidad de sus libros. Y Joshua es un ogro cerebrito, un témpano preocupado por la solvencia de su empresa, capaz de despedir a media plantilla si es necesario y sin desperdiciar un parpadeo. Es la perfecta imagen de Bexley, la editorial que no ve libros ni autores, únicamente numeritos. Como ambas editoriales iban de culo, se fusionaron y aquí tenemos a Lucy y a Joshua, encerrados en una moderna oficina de espejos, cada uno respondiendo ante su jefe y odiándose abiertamente cada día un poco más. A veces toca batirse en un duelo de miradas, otras, en un combate de esgrima verbal pero siempre juegan abiertamente a lo que más les gusta: el juego de odiarse. Por eso cuando la posibilidad de ascender y ser el jefe del otro se plantea, el juego pasa a ser mucho más divertido y despiadado...


Lucy va a ser una gran jefa

Este libro ya lo hemos leído mil veces (sin ir más lejos, Practice makes perfect parte de la misma base) y, sin embargo, ninguna me ha encantado tanto como ésta. Y tiene mucho mérito porque, cuando lo empecé a leer, pensé que estaba ante otro caso de "este libro le gusta a todo el mundo menos a mí, *uta vida". La narración al principio me pareció poco fluída. No es que se lea mal pero las cosas no se conectaban del modo al que estoy acostumbrada, todo bien hilado, me daba la impresión de que Lucy nos tiraba las ideas a la cabeza. Pero os debo confesar que en una segunda lectura (lo terminé y lo volví a leer #NotEvenSorry) la narración en esa parte me pareció estupenda, supongo que es porque ya estaba acostumbrada a Lucy, que es quien nos cuenta en primera persona todo. Me encontré unida a Lucy por completo y descubriendo que no sólo es una polvorilla sino también una chica que se siente sola, que le dan agobios y que necesita un abrazo, además de ser un poco Bridget Jones de la vida. Por eso vemos a Josh como un petardo al principio, porque ella lo ve así. Somos #TeamLucy sin remedio pero, mientras ella ve al estirado de Josh, nosotras vamos descubriendo otras cositas que el cerebro de Lucy aún no pilla. Y es que el día a día pasa para ellos en torno a juegos que los dos saben que están jugando: el de mirarse mucho, el de lanzarse puyas, el de tocarse los cataplines metafóricamente hablando... Y tú ves que ahí empiezan a pasar cositas que te llevan a pensar que a lo que deberían jugar a otro jueguecito.


Al teto pero con mejor resultado final

La tensión sexual entre ambos está logradísima, es de las mejores que me he echado a la cara en este tipo de libros. No estamos ante un libro de fol*arse vivos en los rincones de la oficina, el sexo llega pero lo hace tarde (y previamente no hay comidas de lo que se os ocurra ni guarrerismos húmedos). Sin tener ese tipo de cosas que nos mantienen calentitas (y que son el pan nuestro de cada día en la romántica actual) nuestro interés tiene que mantenerse con algo y Sally Thorne lo hace a través de dos cosas: charlas y besos.


Sounds like a party to me

Lo mejor del libro son las interacciones entre ambos. Los diálogos son ágiles, graciosos, adictivos por completo, podría vivir alimentándome de ellos, rebozándome en su frescura, en su mala leche y en su total maravillosidad. Estás deseando que se encuentren en la oficina para ver qué nuevo juego tienen, qué réplica ingeniosa se van a dar, qué nueva marquita va a hacer Josh en su agenda y qué nuevo modo de estrangularle le va a contar Lucy. Y cuando por fin hay algo más que palabras... 😍😍😍😍😍😍 Encuentro fascinante cómo se describen los momentos de intimidad física entre ambos. [Notará la lectora asidua a este blog mi súbito tono formal y es debido a que yo, al igual que Lucy, también intento parecer una estupenda joven totalmente seria y madura capaz de ser responsable delante de mi Josh de turno. A ver, Josh, chato, pasa por aquí y te enseño lo madura que soy, grrrrrrrrrrrrr]. Esos momentos son descriptivos sensitivamente hablando (¿eso existe?), sentimos la ansiedad de Lucy, el infinito placer que le produce descubrir la suavidad de Josh, el deleite que siente al besarle, y todo esto recarga nuestras ganas de que nos cuente lo que siente cuando Josh le fricciona 👉👌. Y al hilo de la fricción os digo que las escenas de sexo son pocas y con las descripciones justas, contando lo estrictamente necesario para que tú te imagines lo que están haciendo (y a esas alturas ya tienes tantas ganas de ahgfakjshdgjkashdgkas que te quedas más que satisfecha).


Conexión imaginación-bajos de Kim

The hating game es un libro de dos personajes y su historia. Es un nadismo contemporáneo en el que no queremos saber nada más que lo que les pasa a ambos, su historia personal y su historia de amor (no hay trama secundaria ni se echa de menos). He adorado a Lucy y a Josh. Ya os he comentado que con Lucy no empecé de buen modo, me aturullaba su modo de contar las cosas, pero cuando conecté con ella pasamos a ser una. La he encontrado encantadora y divertida, pero con debilidades muy reales. Y me he enamorado total y absolutamente de Josh. Sí, ya sé que esto lo digo cada dos por tres pero luego la mitad de los maromos caen en el olvido. Sin embargo Josh es tan absolutamente maravilloso que ya lo tengo en mi estantería de maromos quemefó. Es un Darcy de la vida al que le vas quitando capas (también de ropa) y vas descubriendo que esconde un hombre normal total y absolutamente adorable. Me ha parecido un acierto no ver nunca la historia desde los ojos de Josh porque lo recubre de un misterio que lo hace más apetecible aún. Parece un estirado al principio porque todo lo vemos a través de los ojos de Lucy y ella lo tiene como enemigo pero conocer a Josh es adorarlo sin reservas. Es todo lo que un book boyfriend debe ser y hay que aplaudir a Sally Thorne por haberlo creado de este modo porque si tienes que inventarte un hombretón que nos vuelva las enaguas del revés, ¿por qué no crearlo totalmente adorable? Si te gustan los buenos tíos (y los tíos buenos) Josh es tu hombre. Bueno, es el mío y aparta tus manos de él, perraca suprema.


De buen rollo te lo digo

Y un aplauso para Sally Thorne, menuda primera novela se ha sacado de la manga. A pesar de sabernos la historia de cabo a 🐍 te embauca, mantiene tu interés y cada vez te engancha un poco más. Os digo que yo empecé con muchas ganas, luego me llevé un pequeño chasco porque no lograba conectar, luego surgió la chispa y adiós vida, no quería ni dormir por seguir leyendo. Sin embargo, este libro ha sido como el huevo de Pascua de Josh (que no es que Josh sea unihuevo, que seguro que los tiene como dos alforjas, pero... Bah, qué más da, las que lo habéis leído me entendéis). Lo he leído despacito, saboreando las páginas, degustando la pequeña felicidad que renglón tras renglón me iba proporcionando. Y ni hay epílogo y ni falta que le hace, personalmente creo que no es necesario que nos lo cuente todo y el libro termina tan alto que yo me quedé más que satisfecha. También es verdad que a mí los epílogos, mñe. Pero vamos, que terminé haciendo la croqueta como hacía mucho que no la hacía con la romántica contemporánea.

Así leo mientras te espero, Josh

Queridas mías, qué delicia ha sido leer The hating game. Divertido, entretenido, romántico... Camina con estupendo equilibrio entre lo humorístico, lo cuqui y lo real y sin ser moñas. ¿Se puede pedir más? ¡Pues sí! ¡Que fuera más largo! Que mi lectura del libro haya ido evolucionando como os he contado me hace darme cuenta de lo mucho que me ha gustado The hating game. Tanto que ha pasado a ser uno de mis libros favoritos para releer cuando quiera una historia que me haga sentir bien. Ahora queda que lo traduzcan al castellano para que lo podáis disfrutar todas tanto como yo.

[ACTUALIZACIÓN. El 12 de septiembre por fin se publica este estupendo libro en español, con el título de Cariño, cuánto te odio *ejem* *Kim, calladita estás más guapa*]

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...


Josh, quiero vivir en tu sofá y en el azul de tus ojos 😍

martes, 23 de mayo de 2017

Seducción al amanecer (Los Hathaway 2), Lisa Kleypas


Kev Merripen ha amado a Win Hathaway desde que su familia le rescató del borde de la muerte cuando era sólo un nino. Pero Kev, un apuesto gitano de orígenes misteriosos, teme que su pasado provoque el rechazo por parte de la hermosa y refinada joven. Por ese motivo, se obliga a reprimir sus deseos y poco tiempo después ve cómo, debido a un devastador giro del destino, Win se aleja de su vida sin que él pueda hacer nada por evitarlo. Cuando Win regresa a Inglaterra descubre que Kev se ha convertido en un hombre duro y reacio a expresar sus sentimientos. Pero cuando un atractivo pretendiente pone los ojos en ella, Kev comprende que deberá tomar una decisión si no quiere perder a la única mujer a la que ha amado...


Cuando coges una serie de Lisa Kleypas sabes que hay muchas posibilidades de que te cuele "un Kleypas", que no es otra cosa que ponerte un protagonista/una historia de amor en un libro y darte con el epílogo en las narices para que tengas que leerte el siguiente y saciar tu curiosidad (o calmar tu cabreo -sí, esto viene de Mi nombre es Liberty y me durará forever-). Debe ser que Cam Rohan se le presentó en sueños y tenía que meterlo en un libro porque ya nos robó las bragas los suspiros en El diablo en invierno (¡que ni siquiera es de esta serie, sino de las Wallflowers!). Pero, en un triple axel, va y nos enlaza esa serie con ésta. Y con un mortal se inventa un misterio sobre Cam que enlaza con este libro en otro "Kleypas" magistral colándote una historia de amor imposible que le roba protagonismo a Cam en el anterior libro y que, en éste, le ha robado el corazoncito a esta humilde haggard que os escribe...


Alegría en los ba(t)jos y en los corazones

Os deslío la picha que os acabo de liar. Kev Merripen es un romaní acogido hace años por los Hathaway. No es hermano ni es criado pero sí una parte importantísima de la familia. El tío es duro como boa en posición de ataque pero tiene una única debilidad: Winnifred Hathaway, la hermana enferma de la familia. Y no es una debilidad desconocida ya que todo el mundo en la familia (Win inclusive) sabe que nadie logra traspasar su coraza salvo ella. Él dejaría cualquier cosa por Win y ella le corresponde. De hecho, Win ya usó bastantes artimañas para derrumbar las barreras de Kev... hasta que la escarlatina la puso al borde de la muerte y la convirtió en una chica débil. En todo ese tiempo, Kev fue básico para ella y cuando Win ve la oportunidad de irse a Francia a curarse, lo hace para poder volver sana y conquistar al ceñudo romaní. Con lo que ninguno contaba era con que Win volviera de Francia con cierta compañía masculina...


Kev demostrando su alegría

Ay, queridas, es que Kev siente mucho y muestra poco pero no deja de ser un hombretón de boa sangre caliente al que la ídem le arde al ver a su churri (porque no la ha catado pero es SU churri) cerca de otro. Eso sí, cuando su churri le dice que ancha es Castilla y que haga de ella su descanso del guerrero en el sentido más horizontal de la expresión, él no quiere porque a ver qué le ofrece a una niña bien un romaní de pasado tortuoso y vergonzante. Vamos, que es el perro del hortelano de las enaguas, que ni come xixi ni deja comer. Eso sí, para no querer comer bien que se comen algo al principio...


¡Kim, cochinota!

Anda, que ya quisierais vosotras que Kev os comiera algo... Lo único que digo es que no me esperaba yo eso a las primeras de cambio entre Kev y Win, de los que tienes una imagen menos lengüetil. De todos modos aquí vemos una Win muy distinta al libro anterior, dispuesta a luchar por lo que quiere y sin ocultar sus sentimientos. Es directa y sincera, aunque ello le pueda costar un disgusto y su propia felicidad. Kev es un protagonista fascinante, huraño y duro por fuera pero delicioso por dentro (¡sin ser un moñas!). Te conquista con la pureza e intensidad de sus sentimientos y te hace unas declaraciones de amor tan tremendas que no sabes si ponerle la pastilla bajo la lengua o hacer otras cosas con ella (con la lengua, no con la pastilla). Y también te quedas un poco loca porque no sospechabas tanto sentimiento dentro de él. Menos mal que Lisa Kleypas nos ofrece un momento retrospecter para conocer el pasado de ambos, cómo se conocieron y cómo llegaron a arder bajerilmente el uno por el otro, lo que te hace conocer mejor sus sentimientos actuales y su comportamiento en el libro anterior. Este retrospecter también nos hace descubrir lo poco convencionales que han sido y son los Hathaway, dejando a Kev cuidar de Win de unos modos excesivamente cercanos... 


Ya te quito la fiebre, Win. O te la doy con mi cuerpo serrano

Queridas, después del pequeño chasco de Tuya a medianoche tenía muchas ganas de leer éste porque la historia de Kev y Win me robó toda la atención en el libro anterior, pero también tenía más miedo que vergüenza ante la posibilidad de que Lisa Kleypas se marcara un libro petardo (que también los tiene). Sin embargo Lisa se crea unos "Kleypas" estupendos que suele resolver con una maestría croquetil, lo que en mí suele significar que yo coja el libro en plan "a ver qué tal" y termine saltando por los prados como vaca sin cencerro. Al no tener que presentar a los personajes, entramos ya de lleno en la trama y conociendo el pisto amoroso, lo que hace que se pierda menos el tiempo tanto en esta trama como en las demás. ¡Y es que será por historias! Tenemos la de amor de Win y Kev, el misterio que une a Cam y a Kev, lo que pasa con el doctorcito, el cambio de Leo (que parece otro y del que, por supuesto, ya soy fan absoluta), conocemos más de Poppy, sin perder de vista a Cam y a Amelia, claro, que tienen bastante protagonismo (de hecho, la pareja más gusta más aquí que en su propio libro). Todo esto regado con momentos surrealistas de una comicidad inesperada y situando la novela en la época dando datos para que veamos cómo llega el progreso y nuestros enagüiles se adaptan a él. Todo está perfectamente unido, contado con ligereza (nada de escenas eternas que nos acaben aburriendo) y con buenas secuencias amorosas y perraquiles que van cayendo con cuentagotas hasta que se rompe el dique que las contiene.


Me viene todo el guarrerismo junto #Viva

Bien es cierto que la perfección no existe salvo si me miro en el espejo y esta novela no es la excepción. Kev tiene mucho dilema interno, mucho "eres para mí Win pero no tengo nada que darte Win así que lo mejor es que consigas un marido decente pero no puedo verte con otro así que me voy a pegar a tu culo y voy a mear alrededor de ti para marcar territorio". Kev me ha enamorado pero tanta cabezonería me ha tocado a little el cardado. Es el problema con estos maromos que te miran revirado, que a veces se pasan de intensos. De todos modos es un gustazo de personaje y Lisa Kleypas se recrea en su ceño lo justo, rápidamente cambia a otras cosas para que lo pases mal (aaaaaaay el pasado de Kev) o para que disfrutes mucho (aaaaaay la adorabilidad de Cam). Y para que te frotes las manos ante la que, creo, puede ser la historia de Leo... En serio, Lisa Kleypas, no entiendo el porro que te fumaste para hacer semejante historia con él en el libro anterior, ¡con el potencial revientaenaguas que tiene este muchacho!

En fin, queridas, que me lo he pasado genial leyendo Seducción al amanecer. Te engancha con sus tramas pasadas, presentes y el atisbo de las futuras, con su ingenio, con su agilidad y con la historia de un amor tan intenso que arrasa hasta con la más férrea de las conciencias. Es un gustazo coger un libro con pocas expectativas y disfrutarlo tanto como lo he hecho yo con éste. 

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

Kev, ya que me das calores, trátamelos a base de refrotes

                                 
Nota. Ay, lo que tiene ser novata en esto de leer novela romántica, que leo libros nuevos de una escritora sin leer los viejos y así pasa, que luego veo referencias por todos lados. Yo soy de las que piensa (y en alguna reseña está puesto) que Lisa Kleypas se autoplagia, tanto en construcción de maromos como en las tramas. Y leyendo este libro he encontrado tantas similitudes con su nueva serie Los Ravenel... Sobre todo entre este libro y Casarse con él. Por no toquetear la reseña de mi adorado Rhys, añado esta nota aquí pero os tengo que decir que, si bien disfruté mucho de la historia de Winterbone, veo que de novedad tenía poco y que familia loca, hermanas chifladas, amor imposible entre hombre huraño y mujer aparentemente frágil ya existían en esta serie... y son mejores. Si hiciera ahora la reseña de Casarse con él puede que tuviera otra impresión de la novela (aunque no del protagonista, al que seguiría adorando). Espero que si Lisa se sigue autoplagiando no decida darme en los morros con otra Liberty. Iré sacando las antorchas por si acaso...

viernes, 19 de mayo de 2017

Aquelarre y Más

Tres blogs eran, tres, los que se hicieron bff y se unían de vez en cuando para hacer buddy readings, buddy premios, buddy blablabla, Sweet Addiction Book Club, Mi rinconín de lectura y éste. Estos buddy pronto saltaron al estupendo demonio del Whatsapp, donde se puede dar rienda suelta a cualquier pensamiento y cualquier maldad dentro de ese maravilloso aquelarre online. Y total, si tenemos un aquelarre privado para comentar nuestras lecturas, nuestros maromos, nuestras reviews y todo lo que se nos pase por delante, ¿por qué no compartirlo con vosotras y que forméis parte de él? ¡Sacad brillo a vuestra bola mágica, poneos el glamouroso sombrero y uníos a nuestro Aquelarre y Más! Tenemos tres puntos de encuentro aquelarriles en Facebook, Twitter e Instagram, donde podréis encontrar nuestras actualizaciones, recomendaciones literarias, qué estamos leyendo, los miércoles maromiales... ¡Que no nos falten tontunas y buen humor! 

¿Os unís a nuestro Aquelarre, queridas? ¡Os esperamos con el caldero humeante y la sonrisa puesta!


Facebook   *   Twitter   *   Instagram

martes, 16 de mayo de 2017

Espósame (I-Team 3), Pamela Clare


La periodista Sophie Alton está investigando la desaparición de Megan, madre joven y huida de la justicia que decide escapar con su bebé en pleno régimen de libertad condicional. Las pesquisas de Sophie la llevan hasta el hermano de Megan, Marc, asesino convicto y el mismo hombre con el que compartió una noche inolvidable doce años atrás.
Condenado a cadena perpetua, Marc utiliza a Sophie para darse a la fuga y poder encontrar, así, a su hermana y protegerla del monstruo que la está persiguiendo. Sophie sabe que es muy arriesgado acercarse a Marc, pero en su mente –y en su cuerpo– todavía se mantiene intacto el roce ardiente de su piel a pesar del paso del tiempo.
Ambos recorrerán un tortuoso camino en el que todos los agentes de la ley intentan evitar a toda costa que Marc y Sophie encuentren a Megan, pero se acabarán topando con una verdad irreprimible del pasado.


¿Litros de café? ✔
¿Grabadora? ✔
¿Gafas puestas y lápiz tras la oreja? ✔
Pues ya estamos preparadas para meternos en una reunión de nuestras intrépidas periodistas tocapelotas del equipo de investigación del Denver Independent, el I-Team. Cada libro tenemos a una de protagonista e investigamos un caso, a cual más jodido, que les trae muchos quebraderos de cabeza, un peligro de muerte y un maromazo que hace que te hiervan hasta las babas que se te caen al mirarle. Ahora le empezamos a ver la gracia al periodismo de investigación...


Las periodistas modernas somos muy listas, chata

Sophie Alton le vio la gracia a esto del periodismo hace mucho y es feliz siendo miembro del I-Team, metiendo las narices en todo lo que huela a cárcel (que ya sabemos que, además, huele a chotuno). No es especialmente agradable el área que ella cubre pero lo disfruta porque ha luchado mucho en la vida por conseguir lo que tiene, tras quedarse huérfanos ella y su hermano. Pasar la adolescencia en un sitio nuevo tras sufrir un trauma así fue horrible y Sophie era el blanco de burlas de las perras los joputas muchos compañeros. Y ese rechazo le llevó a estar a punto de sufrir un ataque (OMG!) a manos de unos endrogados (OMG al cuadrado!). Menos mal que Hunt, el chico malote y guapo del instituto, acudió cual Superman a su rescate (requeteOMG😍!!!) e hizo que lo que estaba destinado a ser un día de mierder se convirtiera en el día en el que Sophie vio las estrellas abrazada a un buenorro y, ya que estaba, perdió su virginidad... 💏👉👌🎉🎉😍😍😍😍😍😍 Doce años más tarde Sophie guarda como un tesoro ese preciado recuerdo, sin saber qué fue de Hunt. Ay, si ella supiera... Porque Marc Hunter si sabe lo que ha sido de Sophie y aprovecha ese conocimiento para hacer algo terrible y en contra de la ley para encontrar a su hermana, que puede estar en peligro mortal...


Estoy que se me encoge el rabo del susto

¡Toma que toma pistazo supremo! Me vais a permitir, queridas, que no cuente mucho más porque creo que este libro gana sabiendo lo mínimo posible (y si no me lo permitís, mala suerte porque la reseña ya está escrita, muajajajajaja). El inicio parece sacado de una peli de adolescentes de los ochenta y, desde ahí, ya me tenía ganada. Sophie y Marc se separan y tú esperas ansiosa el reencuentro como suavizante en el pelo fosco (yo y mi amor por las segundas oportunidades). Pero cuando pasan doce años y se reencuentran ni Marc está donde tú crees que iba a estar ni el reencuentro se parece en nada a lo que tu mente había imaginado. Y yo digo que ole tu xixi, Pamela Clare, por este giro y por el resto que vienen en el libro, que te hacen ir leyendo sin tener ni idea de lo que va a pasar ni de lo que ha pasado ni de nada de nada. Como libro de suspense que es tiene su misterio y debo decir que me lo he tragado como si fuera un Whopper y yo llevara tres meses a base de lechuga (es decir "comer" y que me vengan tantos pensamientos a la cabeza...). Vamos, que estaba llegando al final y no tenía ni idea de quién era el malo ni de cómo se iba a dar el HEA (felices para siempre) ni de su madre en bicicleta.


Mis tetas y yo lo celebramos

He adorado a los dos protagonistas. Me gusta mucho Sophie, sigue arrastrando las consecuencias de haber crecido sin padres pero vive su vida estupendamente, es una tía lista, con dos ovarios, nada pichote, práctica, que mantiene la cabeza levantada incluso aunque le maten por dentro las ganas de llorar o de rogar que no le arrebaten lo que más quiere. Y Marc Hunter... ¡¡Ay ay AY MARC HUNTER!! El mejor maromo de todos los libros de esta serie que he leído, muy complicado lo tienen los siguientes para que me gusten tanto como él. Ya en el primer capítulo nos robó las bragas el corazón y ha terminado llevándose todo lo que tenemos. Es sencillamente maravilloso. Complejo y complicado, con una situación vital que te dan ganas de tirarte del cardado de la desesperación y con un corazón que vale su peso en lo más valioso que tengáis (en mi caso, en kindelitos). Esa carga que soporta (que no es la de la 🐍, que ésa ya se la llevo yo 😏), que es espeluznante, no le ha tocado el alma ni el sentido del humor. Lo que le ha tocado un poco más ha sido ese cuerpazo serrano que tiene curtido en el ejército y en la DEA y en mi cama, grrrrrrrrrrrrr. En serio, qué estupendo protagonista. ¡Y no es un amargado ni va con el ceño fruncido por la vida! Es capaz hasta de ponerte palote comiendo sushi...


Te dan ganas de comerle todo el wasabi

He disfrutado de ambos por separado pero es que juntos los he adorado (a los dos, y esto es más raro porque casi siempre soy más de querer a los maromos y pasar un poco de sus churris). Me ha parecido precioso que ambos guardaran con tanto cariño el único momento que pasaron juntos y que, a pesar de las situaciones tan tremendas que tienen que afrontar, su relación vaya creciendo paso a paso, de un modo lógico y normal, con el dramatismo necesario pero sin prisas (dentro de la situación en la que están claro). No notas que toda la trama de suspense sea una excusa para hacer el hula hoop horizontal sino que es la consecuencia lógica de dos personas que pasaron juntas la mejor noche de sus vidas y que, cuando se reencuentran y hay roce, generan una tensión sexual capaz de dar electricidad a tres ciudades durante un mes. ¡Y qué buenas sesiones guarreriles se pegan! Hunt el pobre tenía la 🐍 tanto tiempo en cautiverio que luego casi ni sabe darle uso... ¡JA! ¡Eso no le pasa ni de coña a un maromo de la Clare! Le da uso pero lo bien, lo que pasa es que aquí el sexo es casi siempre algo más, palotismo con desesperación, ganas de aferrarse a la vida equiparables a las ganas de aferrarse al culo de Sophie. Son secuencias muy bien puestas que aportan algo y que no te hacen levantar la ceja pensando que ya nos meten otro polvo porque no hay más tela que cortar.




El tiempo que pasan juntos retozando en la cama y en el suelo y dentro del coche y sobre el coche... me encanta pero también hace que se pare el ritmo del libro. No se estanca porque avanza la relación entre ellos pero me queda esa sensación de pequeño parón que no me ha permitido croquetear todo lo que a mí me hubiera gustado (oh, soy capaz de quitar Gandys por una cosa que me encanta, ¿¿en qué me he convertido, por Dior??). Y es que la trama amorosa me ha encantado, pero la trama que investigan y que mueve el libro me ha tenido muy enganchada. En éste se tocan las duras condiciones de la vida en prisión y el abuso de poder que se produce en ese ámbito y debo decir que esta parte, que en muchos libros de este género suele ser muy floja, aquí está tan bien llevada o casi mejor que la historia de amor. Queridas mías, es tan tremendo que no puedes evitar que se te salte la lagrimilla. Pamela Clare no quiere destrozarnos y se corta un poco pero lo que menciona te pone los pelos como escarpias y te revuelve el estómago. Menos mal que tenemos a Marc y a Julian como maromazos de cabecera para que nos ayuden a pasar el trago. Y es que Julian, el protagonista del libro anterior, tiene aquí un papel importantísimo, que nos hace sufrir/disfrutar más aún. ¿No os he dicho ya que este libro es buenísimo?  



Bueno, pues os lo digo ahora, ha sido el libro que más he disfrutado de todos los que he leído de esta serie. Todas las tramas están perfectamente conectadas, no notas que haya algo que te saque de la historia principal, todo fluye y se entremezcla y cuando ves la luz por un sitio, se lía la cosa más que la pata de un romano y tú no puedes hacer otra cosa que no sea coger el bol de palomitas y leer como una posesa. Si le tengo que poner alguna pega sería la pequeña sensación de parón que me ha dado en el momento en el que ellos están juntos y que tanto la huida como la facilidad con la que vive Marc son un poco irreales (pero quién *oño quiere más realismo ahí cuando ya tenemos cuarto y mitad con todo lo demás). Pamela Clare utiliza un lenguaje muy directo y coloquial, con jerga y tropecientas siglas en inglés (en español no lo sé porque no está editado en ebook 💩), narrando en tercera persona y alternando los puntos de vista de Sophie y de Marc. Únicamente una vez Clare introduce un punto de vista distinto y en qué momento, porque lo que hace es intrigarnos más aún. ¡¡Y qué parte final!!


De leerla totalmente relajada...

Bueno, soy una exagerada pero es que me lo paso bomba siendo así. Sinceramente, me ha parecido un libro estupendo, recomendable 100% si te gusta la intriga romántica, con unos personales sólidos y reales que es imposible no adorar, con un tema duro de fondo muy bien tratado e integrado con la historia de amor pero sin pasarnos de crueldad, que aquí hemos venido a disfrutar y no a mesarnos los cabellos como si estuviéramos en una tragedia de Shakespeare. Y todo esto contado de un modo inteligente, muy ágil e intercalando giros inesperados que te hacen imposible dejar de leer. ¡Vamos, que este libro es una joyita!

Por todo esto, Espósame se lleva en nuestro Gandymetro...

4'5. Marc Hunter, enséñame Orion y hazme ver las estrellas
                                 

Y si queréis saber qué ha sido de Megan, la hermana de Marc, años más tarde no dejéis de leer Bajo la piel, la novela corta de la serie en la que se cuenta su final feliz (que también se lo merece la pobre). Esa novela ocupa el puesto 5.5 dentro la serie, así que si la leéis ahora conoceréis los nombres de los maromazos de los libros 4 y 5 de la serie. Si queréis saber qué me pareció pinchad aquí para leer mi reseña de Goodreads (pero vamos, ya os digo yo que es de 4 Gandys 👅).

martes, 9 de mayo de 2017

El amante de lady Sophia (Bow Street Runners 2), Lisa Kleypas


La ciudad de Londres, a comienzos de la era victoriana, es escenario de una encarnizada lucha contra el crimen, que no respeta clases sociales. Desde la muerte de su hermano menor, lady Sophia Sydney tiene un solo objetivo: seducir al juez que lo envió a prisión, y destruirlo política y personalmente. Ross Canon es el magistrado más poderoso de Londres, y su reputación es inmaculada. Conocido como el Monje de Bow Street por el celibato en que vive desde que murió su esposa, desde el primer momento parece una persona muy diferente a la que esperaba Sophia.


Qué racha llevo, queridas haggards. Tras leer esa oda a la erección llamada Una pasión indomable, me prometí a mí misma, cual Scarlett O'Hara junto al árbol reseco de Tara, que hacía huelga de penes enhiestos, pezones duros y pliegues húmedos. 


...que pasaré hambre de trocotró cansino!

En la estantería tengo un clásico, Mi prima Rachel, esperándome, pero no contaba yo con que en mi ciudad estaría la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión justo para cuando terminara la novela de Penelope Williamson. Así que me fui con mi cartera repleta de billetes (eso de que no se pueda pagar con la Visa Oro me parece fatal) y a la búsqueda del Santo Grial. Me vine cargada con un libro de Robin Schone y cuatro de Lisa Kleypas, uno de ellos el tan cacareado y famoso El amante de lady Sophia. La emoción me inundaba y rauda y veloz me puse con toda la ilusión del mundo con ella. Abro la primera página y se me cae el mundo al suelo:


"Hacía tiempo que no se acostaba con una mujer. A sir Ross Cannon no se le ocurrió otro motivo que explicase su reacción ante Sophia Sydney; era una sensación tan poderosa que se vio forzado a sentarse detrás del escritorio para esconder su repentina e incontrolable ERECCIÓN."

No, otra vez no, por Dios Santo

La primera en la frente. Y no, no me vale como excusa la frase inicial porque, según el argumento, y el propio libro lo corrobora, al protagonista, Ross Cannon, se le conoce como "el monje de Bow Street" porque es casi un célibe desde que quedó viudo. Vale, sí, no es de piedra, pero coñio, ese instalust me parece un poco disparate. Ojo, más adelante me tropiezo con esto otro:


Al rico bacalao salao

"Y luego..." Y LUEGO ME PEGO UN TIRO. ¡La madre que parió a Panete! Ahora que ella, Sophia Sydney, tampoco le va a la zaga. Llega allí, a Bow Street, toda digna y llena de deseos de venganza, ve al señor Cannon y se le inundan los bajos. ¿Pero qué coñ...? ¡Ésta es la peor Lisa Kleypas, la que me dio el disgustazo de La antigua magia! ¡El Club del Porro en todo lo suyo!


La policía saliendo de casa de la Kleypas

¿Y qué es eso de El amante de lady Sophia? Llamémosle Vlad, el empalador de lady Sophia, porque está todo el rato empalando o con ganas de ello. Es otro caso de priapismo como el de Tyler Savitch, aunque aquí se satisface el deseo pero bien, hasta el punto de que Sophia queda con los labios agrietados de tanto besarse (WTF) y toda dolorida tras echar tres seguidos la misma noche. 


¡Macacos!

Os preguntaréis de qué va la historia además de todo esto del dale que te pego. La trama podría ser mucho más interesante si no estuviera interrumpida cada dos por tres por calores en los bajos y follisqueo con todo lujo de detalles (que si verga con venas, que si la punta del nardo es violeta...). Guarda alguna sorpresa y tal, pero hubiera sido mejor que todo se hubiese desarrollado en un clima un tanto más hostil entre los protagonistas, que en principio se sintieran atraídos, sí, pero que no cedieran tan pronto a una pasión física, un poco de tira y afloja, leches. O al menos que ella se hubiera resistido un poco más para darle credibilidad a su personaje, que parece mentira que venga a montarle un pollo a Cannon y termine ella montada por su polla (jajaja, qué risa, ¿eh? PUES NO). Por otra parte, cada vez que se vislumbra un poco de drama (por ejemplo, que un personaje decida hacer algo que vaya a liar la cosa), se resuelve al siguiente párrafo. Así no hay manera. 


Me abuuuuuuuurroooooo...

Es verdad que muchas de las novelas de la Kleypas empiezan con un subidón (a veces literal) de enaguas, pero porque pega. Aquí no. Definitivamente no. Se vuelve a precipitar como en La antigua magia, no deja que la cosa se cueza a fuego lento: la venganza, la atracción de Ross por Sophia y la de ella por él... Es un auténtico "aquí te pillo, aquí te mato" que contradice lo que una espera de estos personajes. Un Derek Craven te preña directamente con la mirada, que a eso se dedica, porque es un barriobajero que ha ascendido  socialmente y lo suyo es acostarse con señoras de alto copete; pero el "monje de Bow Street" no se supone que sea así. Tuvo un matrimonio feliz con una delicada flor que se rompía con mirarla y de repente va clavando su estaca a Sophia como si no hubiera mañana.


¡Métemela hasta el fondo!

La novela sirve para dejar la puerta abierta a la tercera entrega, que estará protagonizada por alguien que parece prometer, pero me da a mí que se convertirá en otra decepción si la leo, así que mejor la dejo en adobo hasta que se me pase el cabreo.



Y ahora viene mi pregunta, totalmente seria y que tengo que poner encima de la mesa de una vez por todas: ¿Qué hace que una novela sea catalogada como erótica? No será la cantidad de sexo que hay, porque El tutor me la vendieron como tal y nada de nada, mientras que aquí ha sido el hartazón, el perder la cuenta de cuántos echan y las veces que se están metiendo más que mano. Sin embargo, está dentro de la romántica. Pues no entiendo nada. ¿Alguien en la sala me lo explica?



Por todo esto, recibe en nuestro Gandymetro...


¡Buscaos un hotel, petardos!

martes, 2 de mayo de 2017

El duque de las sombras, Meredith Duran


Desde los exóticos palacios de arenisca…
Cansada de la tragedia, harta de la rebelión, Emmaline Martin jura instalarse plácidamente en la sociedad británica de la India. Pero cuando los pillares de los privilegiados se vienen abajo, la traición de su prometido deja a Emma sin opciones. Debe buscar la ayuda del único hombre en quien no debe confiar, pero al que no puede resistirse: Julian Sinclaire, el peligroso y arrebatador heredero del duque de Auburn.
A los vestíbulos de mármol de Londres…
En Londres, brindan por Sinclair con champán. En la India, le llaman traidor. Cínico e impaciente en ambos mundos, Julian nunca imaginó que al lugar al que podría pertenecer se encontraba en brazos de una mujer con una risa tímida y ojos atormentados. Pero en una época de terrible oscuridad, Emma y él descubrirán que el amor en sí puede ser peligroso… y que una sola decisión puede alterar la vida de uno para siempre.
El destino te sigue adonde quiera que vayas
Tras toda una vida de sufrimiento, en una fría primavera en Londres, Emma y Julian finalmente se enfrentan a la verdad: por mucho que uno se empeñe en negarlo, a veces no se puede renegar del pasado… y algunas pasiones nunca mueren.


Aquí seguimos, queridas, en nuestro lento pero seguro camino de leer las cien mejores novelas románticas que allá por 2013 seleccionaron las lectoras de All about romance y que fue mi primera guía lectora a la hora de escoger lecturas cuando empecé a leer novela romántica (hago un inciso para deciros que, como menciono tanto la dichosa lista, la hemos puesto en el blog, pinchad aquí o surcad los mares del menú). Y hoy le toca a una escritora nueva por estos lares y con su primera novela, por cierto. ¡Y que no es parte de una serie! Porque no es por nada pero te metes en las enaguas y, chica, es que no hay nada más que series y a veces una quiere unas enaguas que sean UNAS y no un ciento. En fin, que vamos a ver si las sombras del duque no son cincuenta y nos hace salir por patas...


No creo, ese privilegio es únicamente mío

Si, cuando vas a La India con tu familia a encontrarte con tu prometido para casarte, naufragas y te encuentras huérfana y en un lugar extraño, tal vez deberías pensar que el matrimonio no te va a ir especialmente bien. Ése es el consejo que yo le daría a Emmaline Martin, superviviente de dicho naufragio y ahora rica heredera en proceso de convertirse en la esposa del coronel Marcus Lindley, destinado en La India colonial. Pero Emma conocía su destino (matrimonial, no el del naufragio, que no es ni el Oráculo de Delfos ni Sandro Rey) desde siempre, ya que su matrimonio fue acordado por sus padres cuando era una niña. Emma ahora se dedica a mirar la vida pasar. Bueno, más bien la sufre porque pasa sus días en La India mirando todo desde fuera, observando y dejándose llevar pero nunca involucrándose. No es que le quede mucha opción, su prometido y la sociedad británica no dejan más opciones a las mujeres que la de ser unos adornos y no salirse del camino marcado. Pero ella desea otras cosas, desea pintar, descubrir la belleza de su país de acogida, dar rienda suelta a sus pasiones, desea vivir. Y justo ese anhelo oculto es el que capta a la primera Julian Sinclair, el libertino con peor reputación que una buena dama se pueda echar a la cara (y desee meter en su cama). Lo que a Julian le salva es su dinero y su futuro como duque pero, aún así, es víctima de cuchicheos y de miradas y de rumores malvados. Y es que Julian, además de cepillarse a todas las enaguas que le dé la gana, tiene en sus venas sangre india y británica, lo que hace de él un mestizo y un hombre repudiado por ambas sociedades. ¡Menos mal que ni Emma ni sus enaguas lo rechazan! Una pena que nuestra chica no tenga mejor momento para escoger maromo que en puertas de la sangrienta rebelión que se dio en La India en 1857.


La pena nos invade dejándonos como un Affleck cualquiera

Creedme cuando os digo que esta situación histórica es muy importante y va a marcar a Julian y especialmente a Emma, que despierta a la vez al amor y a la crueldad. Si es que ya os lo dije al principio, ese naufragio no auguraba cosas buenas y bien lo vamos a comprobar Emma, Julian y nosotros cuando estemos sufriendo todos juntos y nos encontremos de repente en otro tiempo y en otro lugar sin saber qué ha pasado...



¡Ay, cuánto "de sufrir", por Dior! Si estáis buscando unas enaguas de bailes y floreros en busca de un marido, mejor cerrad el libro y buscad un nadismo de la Quinn, por ejemplo, porque aquí no vais a encontrar nada de eso. Aquí, como en la academia de Fama, se viene a sufrir (a ver, tampoco es esto un libro de la Gabaldon, que sufre hasta el apuntador y un señor de Murcia que pasaba por allí). Desde el principio vemos que estamos ante unas enaguas poco convencionales con unos protagonistas muy poco convencionales y en un entorno menos convencional aún en este tipo de novelas: La India. Y, oh, qué maravilla. Las descripciones de La India son embriagadoras, te sientes envuelta por el calor y el olor a especias (obviamente intenta que te encante y omite deliberadamente la peste a 💩que debe haber por todos sitios). En este entorno se despiertan los sentidos y los bajos de Emma y es que no es para menos con Julian, un libertino que se comporta como tal y que no deja escapar la primera oportunidad que tiene.


Con Emmaline hace pop, con Emmaline hace stop

Pero apenas hay tiempo para la tensión sexual y para el refocile guarreril porque la situación del país nos come, ¡nos come! Es la otra gran protagonista del libro, en esta primera parte casi más que la historia de amor, ya que es la que decide el futuro de nuestra pareja. ¿Y por qué digo la primera parte? Ay amigas, porque nuestra pareja está destinada a pasarlo mal y nosotros, a dejar La India para irnos a los bulliciosos salones de baile londinenses. ¿Para tener, por fin, nuestras enaguas convencionales? ¡NO! 


Tus ganas marranas

Ya os lo he dicho, este libro no va de eso, sobrevuela durante toda la lectura un sentimiento de amargura que te hace sentir lastimica y frustración por los protagonistas y te deja sin ganas de nadismos. Pero obviamente hay momentos de disfrute (si no ya me estaría dando vueltas el corsé). Una de las cosas que más me han gustado han sido los diálogos entre Emma y Julian, siempre con una intención oculta, siempre con sorna y, en la segunda parte, con muy mala **stia. Julian trata a Emma como a una persona inteligente, no como a una mesa camilla con faldas, y Emma se crece con él. El primer encuentro que tienen me parece fantástico, lleno de inteligencia y distinto a lo esperado. Ambos son dos personas anestesiadas que únicamente despiertan a la vida cuando están juntos así que esas partes brillan especialmente. Eso sí, más nos vale disfrutar mucho de sus diálogos, porque como esperemos ahogarnos en momentos guarreriles...


Espero que eso sea tan falso como tus sortijas

Pues espera sentada. La tensión sexual impregna todos sus encuentros y las pocas escenas sexuales que hay son (salvo una) poco descriptivas. Obviamente a mí la falta de guarrerismo me hace levantar la ceja pero ésta es una de esas novelas en las que no tendría sentido tener más momentos de este tipo, las circunstancias que rodean a los personajes no los hacen propicios (¡cagontó!). Y no se echan de menos porque el pisto que rodea a los personajes es bastante importante, así que no hay tiempo para sacar la boa al aire. Y es que Emma no se trajo únicamente traumas de La India, se trajo algo que la ha puesto en el centro de una intriga que amenaza su vida y que es, para mí, la parte más floja del libro. Y es una pena, porque es muy original y estaba muy bien planteada pero para mí se resuelve de un modo excesivamente fácil y rápido. 

Excepto ésta que os escribe, por supuesto

Me he quedado de pasta de boniato con Meredith Duran, queridas. Yo no sé si sonó la flauta cuando escribió esta novela (¡porque es su primera novela!) pero, joer, su modo de escribir me parece espléndido. No son unas enaguas de lectura fácil, no os voy a engañar, por el lenguaje, por las expresiones, por la complejidad de sus estructuras. Cuando abres un libro y ya has leído un poquito sabes si va a ser un nadismo de la Quinn, unas enaguas con más chicha tipo Kleypas o algo más elaborado y menos asequible (sobre todo si lo lees en inglés y no te mueves como pez en el agua en este lenguaje, como es mi caso). Este libro pertenece a la última categoría. Cuando te encuentras un libro así o bien te va a resultar horrible y te vas a perder en los vericuetos del lenguaje (lo que, por cierto, comenta mucha gente sobre la traducción) o vas a quedar maravillada con la escritura, sabiendo que te puede dejar de cualquier modo menos indiferente. Pues eso es lo que me ha pasado a mí. Me he sentido desasosegada por completo pero sumergida en una historia complicada pero muy bonita a la vezLa narración es muy ágil, alternando los puntos de vista de los protagonistas pero dedicando el tiempo necesario a cada uno, no volviéndonos locas cambiando constantemente entre ambos. Los secundarios, eso sí, brillan por su ausencia, son pocos y, salvo el malo, muy muy secundarios. Hay descripciones pero son las imprescindibles, nada tediosas y sin contarnos todo paso a paso como si fuéramos bebésEspecialmente la parte de La India es fantástica, con su embriagador ambiente. Acabamos todas como Emmaline pero sin su maromazo.


O lo mismo nos hemos pasado aspirando humo de opio

En fin, queridas, que dame a mí un libro de segundas oportunidades y hay grandes probabilidades de que me tengas conquistada de cintura para abajo. El duque de las sombras no te va a tener croqueteando como la buena Kleypas pero tampoco lo pretende. Su intención es hacerte sufrir una existencia gris y tortuosa para luego recordarte que la vida tiene cosas maravillosas y que el amor verdadero puede llenar de colores hasta lo más mustio. ¡Si es hasta capaz de sacar la poeta que llevo dentro! Si no conocéis a Meredith Duran, por favor, dadle una oportunidad #HaggardAdvice.


(Y si la conocíais, ¿qué habéis hecho que no me la habéis recomendado, jodías? Shame on you!!)

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro... 

Julian, ya te saco yo de las sombras y de tus pantalones