[Libro no publicado en español]
El bombero forestal Lincoln Reid pierde el habla cuando ve a Jacob Hertman entre sus nuevos compañeros de trabajo. Linc prometió a su difunto mejor amigo que se mantendría alejado de su hermano. Y, sin embargo, ahí está Jacob... y la misma tentación que siempre sentía hacia él ya le estaba causando problemas.
Todo el mundo se preocupa por Jacob pero este ha esperado años para poder unirse a la unidad de élite del grupo de saltadores, honrando así la memoria de su hermano. Está dispuesto a sortear cualquier impedimento que Linc ponga por su camino y puede sentir cómo la química entre ellos (química que Linc se empeña en ignorar) sigue viva. Y, esta vez, Jacob está decidido a obtener lo que quiere-
La poca distancia y los grandes riesgos hacen que Linc tenga difícil mantener su decisión, más aún mantener al novato a salvo. Pero, cuanto más se acercan, más cerca está el plan de Linc de irse al final de la temporada de romper otra promesa: la que su corazón quiere hacerle a Jacob.
Hoy venimos con una reseña que no tenía previsto hacer, porque es un libro que pedí en Netgalley y esos no los suelo reseñar por aquí (casi siempre porque los pido basándome en mi teoría de las portadas colorinchis, que sabéis que falla más que una escopeta de feria, y acaban siendo truñitos que lo único que quiero es olvidar). Pero fíjate tú que este libro me ha caído en gracia y me he dicho: "Kim, chata, unos bomberos buenorros que pasan sus ratos libres jugando con sus mangueras tienen que pasar por el blog". Y aquí están.
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Reséñanos hasta los oblicuos |
Jacob Hartman tiene una obsesión palotil: Lincoln Reid, el mejor amigo de su hermano. Nosotras lo entendemos perfectamente, ya que Linc es un bombero forestal (realmente es smoke jumper pero no sé si aquí tenemos equivalente) palote y, claro, ya sabemos que estos son de manguera generosa en todos los aspectos que puedas imaginar. Así que Jacob despliega alegrías, facilidades y encantos para hacer que Linc caiga en su cama. Pero Linc no puede hacerlo ya que se daría en la cabeza con la puerta del armario en el que está metido, además de que el homófobo hermano de Jacob le arrancaría cualquier apéndice que le colgara. Pero los años pasan y las circunstancias cambian, así que lo único que se interpone entre Jacob y Linc son las barreras que este último pone, barreras que tienen más años que Matusalem y que Linc no parece dispuesto a derrumbar ni por el soplo de vida que Jacob le ofrece...
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Ni por la alegría bajeril que le da |
El planteamiento es de lo más sencillo y así acaba siendo el libro, agradable y sencillo pero poco más. No es un mal libro pero tampoco uno que me vaya a dejar huella. Sin embargo, si me he decidido a traerlo por aquí es porque me ha gustado mucho cómo escribe Annabeth Albert, una escritora que solo conocía por recomendación de Elsa (ya sabéis que nadie como ella para los 🐍/🐍) y de la que voy a leer mucho más. Cuando empiezas un libro de una escritora nueva, estás un poco a verlas venir, qué clase de lenguaje utiliza, si es más narradora o dialoguista, si le gusta jugar con tus sentimientos o pasar por encima de las cosas rapidito. Y lo que vi cuando empecé Burn Zone fue un libro con una escritura cuidada, algo que para mí es señal de que esa escritora puede ser para mí. ¿Qué pasó cuando lo cerré? Pues que me había leído un libro mucho más serio de lo que yo esperaba (problema mío, claro está) y que, sorprendentemente, me había gustado más en la parte final que en la parte del principio (que suele ser mi favorita porque siempre lleva la conquista y el guarrerismo feliz).
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Kim disfrutando de su cuota de drama |
No quiero decir que no haya disfrutado de ese Jacob alegre y provocador que hace que Linc mande sus principios a tomar por Cullen y se metan unas buenas sesiones follletiles (ay, omá, qué calores y qué bien escritas están). Lo que pasa es que me costó entrar en la historia y coger ritmo, ya que esa parte está llena de pensamientos de Linc mezclados con recuerdos (algunos de los cuales me interesan cero) y, además, la tensión sexual se resuelve muy pronto, con lo que te encuentras con que queda mucho libro para que se vaya todo al traste (porque tú y yo sabemos que si están dale que te pego y les va estupendamente, lo siguiente es que los sentimientos entren en escena y lo manden todo al traste). Pues fíjate que esa debacle, que es siempre lo que me fastidia un libro, es la parte en la que todo se vuelve más interesante. Aquí he notado a los personajes más reales, sobre todo a Jacob, que, a pesar de su amor y su pasión palotil por Linc, es capaz de comportarse de un modo adulto y realista. Se hablan los problemas y, aunque te vayas dando un portazo como si fueras uno de Pimpinela, se calma el cabreo y se vuelve a hablar todo, aunque de nuevo a acabe en discusión. ¡Basta ya de libros con protagonistas que se comportan como si tuvieran quince años, hombre, por Dior!
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A veces yo soy más adulta que vosotros |
Para mí el punto débil del libro es Linc, con el que apenas he podido conectar. Tiene muchísimas barreras que le frenan y lo entiendo, pero me ha resultado excesivamente mohíno. Piensa demasiado y, además, lo veo poco congruente a la hora de actuar en base a ese pensamiento. Entiendo que la cola es más fuerte que la mente pero no entiendo que piense todo tantísimo para que ceda a su deseo por Jacob y esos pensamientos se esfumen como mis bragas viendo a Henry Cavill en Superman. Jacob, sin embargo, es la luz del libro, un personaje muchísimo más agradable. Entiendes perfectamente su anhelo por Linc, su alegría al ver, aunque sea por un rato, su sueño cumplido. Lo he sentido real y cercano y cada momento suyo del libro es estupendo, te emociona, te hace disfrutar y te dan ganas de ajhflakjshfdlkjashdflask entero.
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Ven aquí, Jacob, jomío |
El ambiente en el que se desarrolla el libro también es importante y podemos ver cómo es el trabajo de un bombero forestal (o lo que sean), con su preparación y sus riesgos. Reconozco que estos libros de maromazos que son una piña en el ámbito laboral y se acaban liando entre ellos me encantan, pero me ha parecido ver un empeño especial en que veamos lo importante que es este trabajo y la peligrosidad que conlleva. Tenía muchas ganas de descubrir a Annabeth Albert y, aunque creo que el libro es bastante irregular, ha sido una lectura decente que me ha entretenido, así que intentaré seguir la serie y, desde luego, leyendo a Annabeth Albert.
Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...
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Jacob, tu alegría y guarrerismo quiero en mi cama ya mismo |
Uy, pues me lo apunto. Pinta mangueras jajajajajajaja
ResponderEliminarYo con estos calores necesito bomberos.
Muchas gracias por la reseña, Kim.
ღゝ◡╹)ノ♡
PD: en wikipedia pone que los Smokejumpers son bomberos paracaidistas, bomberos forestales equipados y especializados en acceder a zonas de difícil acceso. Solo hay el EEUU, Rusia, Canadá y Mongolia
Ya me gustaría leer algo de este estilo pero... he leído (y terminado, aunque he sufrido como un perro) una novela en inglés 🇬🇧 de Lorraine Heath, y otra de Mary Balogh y todavía me dura el soponcio de la cantidad de sinónimos que tiene "hierba" en inglés. Como para empezar con vocabulario de bomberos paracaidistas forestales👨🚒👨🚒. No quiero ni pensarlo😰. A ver si me curto un poco con Maiden Lane y me veo capaz de abrir horizontes lectores, jajaja
ResponderEliminarMmm oye pues me llama, no pinta mal, muy buen post, besos
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarPues no me llama, protagonistas que llaman de forma desigual, comienzo lento, pues como que me tengo que poner con este subgénero, pero echaré a mano de alguno de los que has recomendado mucho más que este
Me da pereza, la verdad
Un besote
ResponderEliminarNo se, no se... la portada me llama, el gif del stripbombero más todavía pero no se, no se XDDDDD