Baila conmigo, Susan Elizabeth Phillips

Cuando la vida le da un revés de más, la comadrona y joven viuda Tess Hartsong se refugia en Runaway Mountain. En este pequeño pueblo perdido por las montañas de Tennessee, rodeada de naturaleza, espera sobreponerse a su pena y encontrar el consuelo necesario para sanar.
Pero en lugar de paz y tranquilidad se encuentra con un misterioso artista en busca de la soledad, una delicada mujer que parece salida de un cuento de hadas, un bebé indefenso, un grupo de adolescentes curiosos y un pueblo que mira con sospecha a los de fuera, sobre todo si estos son tan testarudos como Tess. Igual de testarudo es Ian North, talentoso, problemático y con el alma torturada, un hombre que hace que Tess se replantee todo. Huyendo hacia esta nueva vida, Tess se preguntará si se ha perdido... o si ha encontrado su futuro.

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Si sois lectoras de este blog o nos seguís por redes sociales, sabréis que somos seppies, esto es, fanes de Susan Elizabeth Phillips, escritora de algunos de nuestros libros favoritísimos (puedo leer en bucle Tenías que ser tú y difrutarlo cada vez como si fuera la primera). Por eso quiero quitarme rápidamente la tirita y decir nada más empezar la reseña que este libro no ha sido una lectura, ha sido un sufrimiento.

Nos morimos muertas del susto

Más susto me he llevado yo al leerlo, creedme. Nos vamos a un pueblo perdido de Tennessee con la comadrona Tess Hartsong, que se gana rápidamente la enemistad de su vecino, el huraño artista Ian North, y la simpatía de Bianca, la acompañante de este, cuando les molesta con su música mientras tess está bailando como una loca fuera de la cabaña en la que vive. A priori, puede parecer un inicio muy SEP, pero habitualmente estos son alegres y locos y el de este libro es triste y amargo (tono general que el libro ya no ha abandonado), ya que Tess es una viuda que no ha sido capaz de superar la pérdida de su marido y que parece desconectada de todo lo que no sea ese dolor. Relacionarse con Bianca y con Ian supone una pequeña brecha en la soledad de esos personajes y, tras un fatídico acontecimiento (de esos que nunca jamás quiero leer y que me pueden estropear un libro), Tess se ve forzada a cuidar de un bebé mientras intenta hacerse un hueco en el extraño pueblo y le da tres vueltas a su vida (pasada, presente y futura). No quiero contar más por no destripar pero os diré que antes del dichoso acontecimiento ni tenía simpatía por Tess ni por Ian. Y después del dichoso acontecimiento, mi antipatía por ellos creció a tamaño Tkachenko, sobre todo hacia Tess, verdadera protagonista del libro (Ian parece más un secundario). Me parece que hay que hacer un verdadero esfuerzo por tomarles cariño y yo ni con uno supremo lo he logrado. De hecho, hay determinados momentos en los que Tess me ha parecido irracional e insoportable y de Ian lo mejor que puedo decir es que está bueno y te puede pintar una teta. 

Es arte y tú no lo entiendes

Lo que yo no entiendo es la relación amorosa de este libro. Mira, Mari, si tú lo lees y te enteras, ven a los comentarios y me lo cuentas, porque yo no veo el amor por ningún lado, si me dices que se enamora una hormiga del pico de una esquina me lo creo más. Por no notar no he notado ni el deseo sexual ese súbito que se les despierta y que sale de la nada más absoluta. En este año aciago por todos lados, mis lecturas no están siendo la excepción pero creo que este libro es de los más fríos que me he echado a la cara, hasta las secuencias sexuales me han dejado indiferente. Tampoco creáis encima que son secuencias memorables (aunque yo no haya conectado con la lectura, alguna siempre se me queda y con este no soy capaz de recordar ninguna y eso que lo he terminado de leer hace cuatro horas). Hay más juego previo pero poca descripción y todo se resuelve de un modo extremadamente rápido.

Kim disfrutando como una perraca

Es cierto que SEP está en todo su derecho de escribir como le salga de la peineta y que es problema del lector coger uno de sus libros esperando algo en concreto, pero tampoco podemos evitar tener ciertas expectativas cuando llevamos años adorando su estilo y sus tramas. Este es un libro más profundo y tal vez más maduro, pero me parece escrito de un modo desapasionado, con frases y secuencias muy breves, no sé si como reflejo de las vidas que llevan los protagonistas y casi todos los que les rodean, porque ciertamente el pueblito es muy SEP (con sus peculiares personajes y sus cositas que se acaban entremezclando con la trama principal), pero exento de cualquier clase de encanto. Lo único que me ha gustado es el mensaje de empoderamiento femenino, la lucha de la mujer por encontrar su voz de modo independiente, algo que va cobrando algo más de protagonismo según avanza la trama pero que no logra salvar el libro. Para mí ha sido una decepción y de verdad espero que si le dais una oportunidad (porque os puede encantar y yo me alegraría mucho -sobre todo si lo habéis comprado en tapa blanda y no os habéis dejado atracar con el ebook-), me digáis qué me he perdido, porque no he sido capaz de verle la gracia.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

Ian, serás muy artista pero a mí no me conquistas