Tras seis temporadas selladas con sendos fracasos, la señorita Minerva Dodger había optado por la soltería frente a los pretendientes que no pretendían más que su fortuna. Pero, gracias al club Nightingale, al menos podría disfrutar de una noche de placer. En el conocido establecimiento, las damas elegían a sus amantes ocultas tras una máscara. El terriblemente atractivo duque de Ashebury estaba más que dispuesto a satisfacer los deseos ocultos de la dama y conducir a Minerva a una relación cada vez más íntima.Hombre de extraordinarios talentos, Ashe pronto descubrió que su compañera de cama era la poco convencional señorita Dodger. Intrigado por su valor y osadía, estaba decidido a cortejarla en serio. Pero Minerva se negaba a confiar en él. ¿Cómo iba a poder cortejar a una mujer a la que ya había seducido? ¿Y cómo demostrarle que la pasión desatada en la oscuridad no había sido más que el comienzo de una vida de placer…?
La Heath crea unos universos que me sulibeyan los perjúmenes. Ya
sea en el Oeste o en el enagüil Londres, cuando esta mujer crea una red de
personajes maravillosos que no deja de expandirse, yo el digo que Lorry,
chica, shut up and take my money. Se sacó de la manga a los
muchachos de Feagan y, de ellos,
Jack Dodger me robó el corazón (más en el primer libro que en el
suyo propio pero eso es otra cosa). El caso es que Jack, como buen maromo
de potencia palotil, ha tenido descendencia y su hija Minerva es su ojito
derecho. Minerva Dodger no ha salido modosita y pavisosa y,
claro, eso en el mercado matrimonial de las enaguas te condena a la
estantería floreril si no eres la Gisele Bundchen de la época, cosa que
Minerva no es. Pretendientes no le faltan porque Jack le ha dado
una buena dote y no hay maromo sin un duro que no se la quiera camelar
para echarle el guante al dinero pero Minerva es digna hija de su padre y
de tonta no tiene un pelo, así que prefiere coger telarañas antes que casarse con un cazafortunas. Pero claro, las telarañas no quiere cogerlas en el xirri, así que se
procura la entrada a un club en el cual se juntan palotes e infieles para
catarlo gozosamente y
morir solterona pero con una alegría xirrinal.
Pensar con la cabeza, gozar con el xixi |
Así que escoge como identidad secreta la de Lady V y al club que se
va. Ahí justo tiene un encuentro de lo más peculiar con un partidazo
buenorro (of course), el duque de Ashebury. Ashe
queda intrigado por esa mujer enmascarada (en el club te enseñaban
el xixi pero no la cara) y por sus piernas perfectas, un fetiche para el
duque palote que está traumadísimo por la muerte de sus padres. Y
es que no os he contado que tanto Ashe como sus mejores amigos, los
gemelos Edward y Albert, quedaron huérfanos cuando sus padres murieron en
un accidente ferroviario donde quedó todo el mundo en forma
trapezoidal y fueron criados por un amigo de los difuntos. Este
amigo tenía un hijo, Locke, y los cuatro crecieron
medio salvajes en Havisham porque el hombre era viudo y estaba como las maracas de Machín (ya
veis que tenemos cuatro maromos traumaditos, la especialidad de la Heath).
Total, que Ashe se va al club a buscar piernas perfectas que le quiten las
pesadillas de los cuerpos churruscados del accidente de sus padres y, de
paso, pegarse unos buenos revolcones. Lady V le intriga porque
parece tener unas piernas fantabulosas y, encima, no es como ninguna de
las mujeres con las que Ashe ha tenido cositas y queda tan fascinado que
no solo quiere volver a verla sino que quiere hacerlo sin máscara por
medio.
Minerva no puede consentir que Ashe sepa quién es pero tampoco puede
evitar acercarse a él y lo hace a través de su arte.
Para arte, el que entre las piernas me arde |
Nos referimos a la fotografía, ya que
el hombre es un Sebastiao Salgado de la vida y hace unas
maravillosas fotografías de sus viajes, de lo que ve y conoce. Minerva
queda impactada por cómo Ashe logra
captar el alma de lo que fotografía y Ashe, a su vez, ve que la
florero Minerva es mucho más interesante de lo que pensaba y, fíjate tú lo
que son las cosas, le recuerda a su misteriosa Lady V...
Uuuuuuuhhhh, ¡pisto intrigante! Bueno, no, porque
no es nada nuevo bajo el sol pero me ha resultado de lo más
entretenido. Es un libro que, a pesar del trauma de Ashe,
no resulta sentimental porque, sorprendentemente en la Heath, no se
incide demasiado en eso. Es un libro entretenido y muy sexi porque,
aunque no hay demasiado sexo, toda la parte del club y los momentos de
tensión sexual entre ambos son fabulosos. Además,
Minerva es un personaje estupendísimo. Duques palote hay muchos
(sorry, Ashe) pero mujeres como Minerva, inteligentes, con mucha
personalidad y con ganas de llevar las riendas de su vida no se encuentran
tantas. Digna hija de su padre (ay, Jack 😍😍😍). Ashe a su lado, a pesar
de ser el del trauma y, en general, el de los problemas (porque el único
problema que Minerva tiene es que se quieran casar con ella por dinero),
es mucho menos interesante. La Heath siempre sabe dotar de vida y de
profundidad a sus personajes pero aquí
Ashe es de los personajes más flojillos. Hablando de flojedades (chochona para mí por hilar bien fino), la
segunda parte del libro me ha resultado más floja que la primera, donde la
tensión sexual y la emoción de ver por dónde va a salir la Heath me ha
hecho leer entusiasmada. En el tramo final lo mejor es ver a Jack como
maravilloso padre y ver a Minerva defender su lugar como la estupenda
queen que es, porque lo que es
la resolución del pisto le ha quedado a Lorraine más bien sosa, ya estaba yo casi más pendiente de Edward (el protagonista del
siguiente libro) que de lo que nos estaban contando aquí.
Un poco irregular pero bastante entretenido,
Deseos ocultos de una dama
es un libro divertido, sexi y con ese toque de la Heath que tanto nos
gusta a sus fanes. Lo he leído encantada y en un suspiro, así que
le damos en nuestro Gandymetro...
I'm grateful for the fresh perspective you brought to the table. Well done!
ResponderEliminarHola. De esta autora sólo tengo y leído dos libros; En la cama con el diablo 👿 y Desear al diablo 👿. Es una serie y tengo que decir que me ENCANTARON 😍 por igual. Lo mismo tuve suerte 🍀 y di en el clavo. Para mí super recomendable😘
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarMe encanta Lorraine Heath, ya lo sabes y de esta novela disfruté especialmente con ese comienzo tan ¿arriesgado y original?, pero coincido contigo en que al final decae. No obstante, me gustó muchísimo... eso sí, me quedo con el segundo..... estupendísimo, deseando leerte si te animas
Un besote
Con Lorraine Heath me pasa un poco como con Eloisa James, que le veo el talento y tal, pero a mí en particular no me engancha. Se ve que la he leído poco. A ver si con el tiempo le doy otra oportunidad.
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