Me encanta que estos libros estén en Kindle Unlimited (en inglés) porque
puedo echar mano de estos guarrerismos en cualquier momento sin soltar un eurito (que ya los suelto antes pero me entendéis). A veces tengo el cuerpo para mucha gente trincando y un argumento un poco más flojero, y esta mujer, con las portadas colorinchis,
ya me hizo picar con Triple-Duty Bodyguards, donde unos guardaespaldas de gran
porra profesionalidad le guardaban a la protagonista más que la espalda. La experiencia fue un poco regulera pero le tenía el ojo echado a este, donde una chica se liaba con sus tres vecinos buenorros, y era
un argumento al que no me podía resistir.
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Come to mama |
Ya, yo me tiro a los brazos de cualquier cosa (igual que la protagonista, ja je ji jo ju). Por cierto, que sigo sin entender que les pongan esta portada, que nada indica que va a haber piernas y colas a porrillo en una cama. En fin, sigo con la ciencia ficción romántica de esta novela. Resulta que a Layla Thompson la treintena le sopla la oreja y la chica, apañada como ella sola, se hizo un plan que ha ido siguiendo y completando punto por punto. Vive sola, tiene pasta, es diseñadora y dueña de un negocio de lencería... Lo normal con veintiocho años. Pero hay una cosa que le falta: casarse.
Bueno, tal vez a nosotras nos parezca absurdo *ejem* porque lo es *ejem* pero para ella es importantísimo y lleva una ristra de citas en las que el maromo acaba saliendo por patas. Sin ir más lejos, en la última el chico la abandona de muy mala manera pero ahí aparece su vecino Zack, todo encanto y buenorrismo (como debe ser en un exjugador de rugby) a salvarla del bochorno, animarla y llevarla a su casa... para que sus compañeros de piso le den consejos.
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Yo creía que le iban a percutir los bajos |
Eso vendrá más tarde. Ahora toca que Zack, junto con sus compañeros de piso Luke y Josh le canten a Layla las verdades del barquero sobre lo mal que se desenvuelve la chica en el terreno sentimental. Tú, audaz lectora, te preguntarás qué consejos le van a dar a Layla tres chavales pero es que no son chavalitos, que ya tienen canas en los huevecillos, y, además, los tres tienen un exitoso pódcast en el que dan consejos sobre citas y vida amorosa (todos basados en sus exitosas vidas sentimentales, en las que ninguno tiene pareja 🙄). Layla necesita mucho que aprender, incluso en el terreno sexual, así que los tres, agárrate la gomilla de las bragas, ¡le van a dar lecciones fingiendo ser sus novios! Pero un fingimiento de ese que se *ollan vivos, como todas fingimos cualquier cosa en la vida.
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Ya estamos con las mierdas |
Y así van las lecciones, esas que ya querría yo haber tomado en el instituto en lugar de Trigonometría. Bueno, tal vez Layla también las hubiera querido en el insituto, donde lo pasó francamente mal y tuvo como profesor a Luke...
No penséis que es cosa rara para los mozos eso de percutirse todos a la vez a una moza, que ellos creen que es el mejor modo de relación posible. Pero ellos solo catan xixi, eh, a ver si vais a creer que eso es un totum revolutum de colas y de percutir el primer agujero disponible, no, no, no. Aquí hay organización y nada de manubrios unidos jamás serán vencidos. Vamos, podéis poner todas las tonterías que queráis pero al final el sexo, guarro, hot, perraco total, es de chico(s) con chica, algo que a mí se me queda siempre algo cojo porque no se aprovechan al 100% las posibilidades chingadoras pero yo qué voy a saber, si no estoy en esa cama repleta.
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Mis ganas pero con otros, no con estos tolais |
Obviamente, entre tanto sexo hay que meter trama que no le interesa a nadie (a ver si resulta que ahora leemos esto por la trama que no se dé en la cama) y que, obviamente, es una castaña. La autora intenta tratar temas como el acoso, la muerte, etc. pero no hay espacio (ni mano) como para que se dote a los personajes de profundidad a través de ellas. ¿Las historias de amor? Flojas, para qué nos vamos a engañar. ¡El que mucho abarca poco aprieta, Lily Gold! Y hay que ser habilidosa para meter tanto pisto y que no sea un batiburrillo raro. Además, casi ninguno me ha caído bien, empezando por la protagonista, que a veces era más blanda que la mierda de pavo, y otras veces simplemente tonta. A Luke no le he visto la gracia en ningún momento y Zach comienza siendo un encanto para luego mutar en gorila empalotado. Solo salvo a Josh, un encanto de principio a fin. Eso sí, los tres tratan a Layla como si fuera una niña tonta que no sabe nada de la vida y mira, una cosa te digo:
El final es una cosa loca sin pies ni cabeza pero reconozco que, hasta entonces, estaba leyendo (siendo consciente de que esto era un petardo) tan ricamente, así que supongo que algo de mérito le he visto a este libro, así que seré magnánima y le daré en el
Gandymetro... |
Y soy generosa porque los hottismos me ponen salerosa |