En plena Edad Media, los pueblos germanos viven en continuo estado de guerra. Lord Seling Haardrad, un guerrero vikingo de increíble valentía y belleza, es herido y dado por muerto durante una batalla contra los sajones. Tras ser rescatado por una ladrona de cadáveres que le dispensan los primeros cuidados, el ejercito de lores de Granwood lo toma como prisionero. Ya en la fortaleza, y sin haber recuperado de todo la conciencia, es interrogado por Lady Erika, una joven de exquisita belleza y cabellos de color miel, que lo confunde con un espía Sajón. Sin piedad ante el presunto enemigo, tras un interrogatorio en el que Seling responde absurda y provocativamente. A causa de los delirios que le provoca la fiebre, Erika ordena que le azoten. En las mazmorras, colgado de cadenas, el guerrero vikingo se consume de fiebre y dolor. Sólo la idea de venganza le reconforta. La dureza de Erika podría tener consecuencias inimaginables, pues el odio, pero también el amor y la pasión, enredaran a ambos en un juego tan emocionante como extremadamente peligroso.
Las pasadas Navidades recibí este libro como presente de parte de mi querida @thewindlady, autora de romántica histórica a la que deberíais echar un vistazo, pues ya tiene tres novelas en su haber y seguro que otra viene en camino. El caso es que, ante semejante portada, una haggard no puede quedarse indiferente. Harta de Photoshop y montajes horribles con los guapos de turno, es hora de reivindicar estas covers artísticas y tremendas que, por otra parte, son muy respetuosas a la hora de retratar a los protagonistas de las novelas, aunque el 99% de los maromos sean el inefable Fabio Lanzoni (te queremos, Fabio, y lo sabes).
Pero no nos vayamos por las ramas. Estamos ante una novela de Johanna Lindsey. Ya sabéis, queridas, que siempre que comienzo a leer una obra de esta autora, una de mis cejas se levanta al preguntarme qué hallaré tras esa portada de alto voltaje, porque lo mismo es un porro supremo que una maravilla o una cosa que le pilló en plena rehabilitación para dejar la hierba y se quedó a medio camino entre lo infame y lo croquetil.
Teniendo en cuenta que este libro es el tercero de una saga que consta de títulos como Fuegos de invierno y Corazones en llamas, en cuyas páginas podemos leer eso que tanto odio como es la violación (en el primero se da), temía lo peor, y más viendo la época y el argumento. Que una está curtida en vikingos, pero a mí que no me vengan con mierdas de este tipo porque NEIN. Gracias a Odín, no será la cosa de esa cuerda.
¡Menos mal que no tengo que quemar el libro! |
Estamos en la época del rey Alfred (poco después de cuando sucede Vikings, para que os centréis). Inglaterra es un pisto de reinos y de pueblos y ahí se mezclan anglos, sajones, celtas, daneses... de todo. Menudo follón para entenderse entre ellos, porque no todos dominan cada idioma y lo mismo te hablan en sajón que en danés o en noruego. Además, existen rencillas relacionadas con invasiones pretéritas a pesar de los tratados y pactos para pacificar aquello. Un pifostio que no envidio nada a los estudiantes de Historia Medieval de allí.
"Y entonces Wessex pasó a manos de los daneses y..." |
Esta saga de novelas se inicia con Fuegos de invierno y la historia de Brenna, una celta con muchos ovarios que terminó casándose con el vikingo que la esclavizó, porque parece ser que fue ella la que lo puso a sus pies. Leo que Brenna se crió como un varón y es diestra en todas las artes de la lucha y eso ha transmitido a su hija Kristen, la protagonista de Corazones en llamas, una especie de Lagertha con ganas de pelea siempre que se presente.
¡Que te he dicho que no me pises lo fregao! |
En general, las tramas van todas de lo mismo: mujeres que son sometidas a varones que odian y que las odian, surgiendo finalmente el amor, y Ríndete amor mío no es una excepción salvo en que aquí la chica no es parte de la familia, sino que es él, Selig, el miembro de los Haardrad. Selig es un chulazo de pelo oscuro gracias a su madre celta, altísimo, guapísimo, musculadísimo y, sobre todo, dispuestísimo a dar amol a toda fémina que lo necesite. Por donde pasa caen todas rendidas y él las complace porque es así de generoso.
En una misión diplomática para el rey Alfred, cae en una emboscada y es herido y dado por muerto. Rescatado por dos ladronas de cadáveres y tratado por una de ellas, no llega a recuperar el conocimiento y es al final abandonado lejos de donde lo atacaron. Al haber sufrido un buen golpe en la cabeza, despierta confuso y desorientado, y llega a una fortaleza, donde mora un tal señor de Gronwood, en cuya ausencia gobierna su hermana, Erika. Como él no da pie con bola y no explica con claridad su presencia allí, lo toman por espía, cuando lo que Selig pide es ayuda. En su estilo vikingo, le suelta a Erika que, si lo auxilia, le pagará con su boa y ella, que no es cualquiera, sino hija de un jarl, se indigna y manda que lo castiguen a latigazos.
Ven p'acá, moreno |
El encargado de hacerlo es un malo malísimo a lo Jack Randall y se pasa de la raya, dándole caña a Selig antes de que Erika pueda avisar de que no lo haga, que no era la cosa para tanto. Las tornas cambian cuando se presenta allí Kristen con sus hombres y reclama a su hermano, llevándose de rehén a Erika. Ahora Selig sólo tiene ganas de vengarse por cómo fue tratado en la persona de la joven. Ya os podéis imaginar qué va a pasar a partir de aquí: a Erika se le convierte en esclava y Selig la intenta humillar colocándole unas cadenas que ríete tú del Grey y sus mierdas de sadomasoquismo de salón, y obligándola a llamarlo "amo" sin contrato de por medio.
Al menos Selig está buenorro... |
Pero es incapaz de hacerle daño porque, como he dicho más arriba, él nació para dar placer a las mujeres. La verdad es que se agradece que no haya violencia, que sería lo más normal por la época y las circunstancias, pero falta algo que sí encontré en Ángel de plata: la seducción. Es cierto que aquí Selig odia a Erika porque la cree fría y cruel, así que no es que tenga que intentar llevarla a su terreno. Pero su relación no cuaja, es sólo algo físico en principio, porque ella es guapísima y blablabá y él, como amante de la belleza femenina, termina rendido a sus pies. Que sí, que también le atrae la personalidad de ella, pero no hay chispa. Erika, por su parte, se siente culpable por lo que le hicieron a Selig y casi acepta su destino, aunque le hace prometer que no la tocará después de que se pacte el matrimonio entre ambos. ¿Se resistirá nuestro machote a esta promesa?
¿Qué es lo mejor que tiene esta novela? Que Johanna Lindsey ha sido capaz de evolucionar desde una primera entrega de la saga, con todos esos componentes viejunos de violaciones, y llegar a una tercera parte donde la protagonista no cae rendida tras ser forzada y pidiendo que le den más, como La novia cautiva. También que sus mujeres tengan carácter, se enfrenten a sus parejas (caso de Brenna y Kristen sobre todo) y lo hagan sin esos griteríos que sabéis que me enferman, sino con ironía. Y son guerreras de verdad, sin tonterías ni pichoteces ridículas dignas de un equilibrista de circo. También es de agradecer que despache la historia en apenas trescientas páginas, ahorrándonos tiempo en paja insufrible.
En cuanto a lo peor, la falta de una verdadera tensión sexual no resuelta, no me ha hecho estar comiéndome las uñas esperando a que llegue el gran momento y, cuando por fin ha llegado (página 243 de 301, ojo) tampoco ha sido para morirse, aunque al menos ha sido fina narrando la escena. Parece que le aumentaron tanto la medicación que se pasaron. Hay algún amago de ñadjfañskdjgañskdfp previo, pero no termina de funcionar, como sí lo hizo, por ejemplo, el momento picnic de Una dulce enemistad. Por otra parte, la historia no romántica nunca suele estar demasiado desarrollada y salen personajes que piensan por sí mismos y luego no tienen mucha trascendencia en la trama. Y lo peor de todo: que salgan dos tíos llamados Ragnar e Ivarr. ARG.
Yo me leí las dos primeras novelas y me gustaron bastante (sobre todo la primera). Soy de viejunismos, qué le vamos a hacer jajajaja. Ésta no llegué a leerla porque cuando leo mucho de la Lindsey acabo satura, y me pasó eso. Tenía demasiado Lindsey en vena y me dije que NEIN, que ya no más xD Eso sí, no creo que la lea por ahora... Hay otros libros más interesantes para mí, rondándome.
ResponderEliminarUn besín.
Esto es arqueología pura, para un ratico y ya. ¡Gracias por comentar!
EliminarMe meo con lo que te gusta el Ragnar e hijo y tienes que leer aquí sus nombres, encima una serie de Vikingos, ya podría poner a un Rollo jajajaja, menudo folletín que se lía en este libro. Muy al estilo de esta escritora. Buen post bss
ResponderEliminarCalla, qué disgusto. Y para el único Rollo que leí una vez (que se llamaba así precisamente por el de "Vikings"), resultó ser un violador!! ¡Gracias por pasarte!
EliminarNo me digas?? Joderrrrrr que yuyu o.0
EliminarQue salen Ragnar y el feo del hijo!?!?!? Pues que me espere sentada XD
ResponderEliminarLa verdad es que es una pena que la Lindsey aquí tomara demasiada medicación porque algo más de alegría y de tensión sexual seguro que habría sido estupendo para esta historia. Bueno, al menos la tienes con portadaza y todo! Ale, ya puedes tachar otra de la Lindsey sin que te haya petado el cerebro XD. Qué te deparará la siguiente...??
Estupenda reseña, como todas las que haces! Me encanta el meme de Julito XD
Besotes!
XDDD No salen, son personajes con sus nombres, pero es inevitable la asociación. De nuevo la Lindsey no acertó con la dosis, estaban ajustándosela, pero se lee en un suspiro y pasas un ratico viejunil. Mi cerebro lo agradece XDDD ¡Besotes!
EliminarPD: Julito for the win!
Hola!!
ResponderEliminarNo sabría decirte ahora ssi la he leído o no... me suena mucho lo que comentas, sobre todo la escena de los latigazos jajaj. Pero he de admitir que todas estas novelas me parecen iguales (cosa mía)...por eso dejé de leerlas y de esta muje, una de las grandes entre las grandes, si te digo la verdad, no ha sido nunca de mis imprescindibles. Lo que comentas que suele hacer (temas violaciones y demás) muy de moda en esa época, aunque no siempre... es de lo que no soporto, así que la mitad de sus novelas no las he llegado a terminar
Un besote
jajaajaj esta saga no la he leído
ResponderEliminarpero conociendo a la Lindsey y conociendote a ti
yo creo que tampoco me enamoraría especialmente
un beesico
XDDDD, es que me pepeooo toaaa con las dosis de más que se toma. No puedo con mi alma de la risa, aquí a las 00:00 de la madrugaaa y sin parar de reír. Genial la reseña,pero ya lo sabes, sois geniales!!!.
ResponderEliminarObviamente no creo que la vaya a leer, pero si lo hiciera, es posible que también me tomaría alguna que otra dosis de esas. XDDD
Un besote enorme
pues a mi es la que mas me gusto de esta serie de la Lindsley, me la he releido un monton de veces, y me gustaron mucho los personajes.
ResponderEliminarreconozco que no tiene nada que ver con las dosis de ñacañaca de las "romanticas" de ahora, pero teniendo en cuenta mi edad cuando devoraba a esta escritora...
en fín, creo que has sido muy dura con ella.
Me gustó tu reseña,me parece coherente y muy clara. Le puse Selig a mi hijo y todo. Leí a está autora y ya había leído al libro de todas formas creo que de esta autora el libro que más me gustó es no traiciones mi corazón. Pero el nombre de este personaje viene desde la primer saga y me encantó que este sea un dulce guerrero que aprecia a las mujeres con carácter.
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