La misión más dulce (Familia Mackenzie 2), Linda Howard

El Ave Nocturna, un revolucionario prototipo de avión provisto de un sistema armamentístico de alto secreto, era la prioridad número uno del coronel Joe Mackenzie, alias Mestizo. Y la experta en armas Caroline Evans era su distracción número uno. Aquella mujer se lo estaba poniendo difícil, pero Joe no había llegado a ser el mejor de los mejores por rendirse. Entonces descubrió que alguien estaba saboteando el Ave Nocturna desde dentro, y la experiencia de Caroline y sus largas jornadas de trabajo parecían convertirla en la opción más obvia. Ahora Joe tenía que elegir entre la lealtad a su país y el amor por su principal sospechosa... 

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A pesar de llevar las expectativas por las nubes y sufrir un pequeño chasco con Lecciones privadas tenía que seguir con la saga de los Mackenzie porque el hijo de Wolf, Joe, me robó el corazón desde su primera aparición en el libro de su padre. ¿Qué habrá sido de ese maravilloso adolescente con sus ansias de conocimiento y de volar? Pues que no le vemos el pelo y en su lugar nos encontramos con un Joe con más de treinta años de palotismo hecho y derecho.

Me lo meriendo

Para coger el libro con muchas ganas no puedo negar que me quedé de pasta de boniato al ver cómo Linda Howard se cepilla en el prólogo media vida de Joe. Pero no hay mal que por bien no venga y así nos plantamos ante el coronel Joe Mackenzie, un maromazo de treinta y cinco años que ha logrado su sueño de ser piloto, ha combatido en dos guerras y que ama a sus aviones más que a la vida misma. Eso es hasta que se cruza en su camino la calculín de Caroline Evans, una especie de Sheldon Cooper con faldas (mi compañera de BR Gema es la que me ha metido esa imagen en la cabeza así que procedo a compartirla para que también os traumaticéis) cuya vida siempre ha sido estudiar y trabajar, con lo que eso de los amores le suena a chino, algo que nadie percibe ya que no ven más allá de su belleza. Pero ella no tiene la culpa de que su impresionante aspecto físico parezca decir que sabe latín en cuestiones guarreriles e intenta seguir con su vida, como tampoco tiene la culpa de que Joe le eche el ojillo y se dé cuenta de para que ese cuerpo se lo coman los gusanos mejor que sea él el que me meta mano.

Te esperamos así para que accedas más fácilmente

Y vaya si se la mete (la mano y todo lo que puede, grrrrrrrrrrrr), menudo oficio tiene el coronel Joe. Para ver cómo se emplea nuestro maromazo en estas lides tendréis que echarle un ojo a su libro, como estoy segura de que algunas haréis ya que Linda Howard es nuestra autora del Reto Rita 2.0 del mes de septiembre. Precisamente por eso he perdido el culo en leerlo, para que no me comiera los spoilers a dos manos por vuestras reseñas y se me quitaran las ganas de leerlo, jeje. ¿Os lo recomiendo para el reto? Bueno, estoy teniendo mis más y mis menos con Linda Howard pero desde luego he adorado a los protagonistas y más de la mitad del libro lo he disfrutado como una enana. Es un libro breve y sinceramente creo que esta historia merecía mayor longitud, especialmente porque me ha parecido un libro descompensado. La parte en la que ellos se conocen y vienen los flirteos y los tonteos y los fornicios es estupenda, divertida, sexy... Me lo he pasado genial. El problema para mí ha sido cuando ha empezado a desarrollar, de modo súbito, una trama de intriga que ha acabado pareciendo Sin salida de Pamela Clare pero desarrollada con muchísima menos pericia y en muchísimo menos espacio, lo que ha desembocado en una parte final de locos, con una sucesión rapidísima de acontecimientos que se resuelven en un segundo y que te dejan intentando asimilar que te ha condensado en pocas páginas lo que podía ser el argumento de un libro entero. 

Kim leyendo el tramo final

Os advierto también de que este es un libro #MelofóFree ya que no tenemos ni maromazos ni secundarios que nos llamen la atención. El libro son ellos dos, su rapidísima relación y su rapidísimo desenlace. Vuelvo a apenarme porque los libros de esta serie sean tan breves ya que eso hace que todo suceda demasiado rápido. Aquí, por ejemplo, no hay apenas desarrollo amoroso, los sentimientos hacen "chas" y aparecen a tu lado. Al menos los protagonistas me han encantado. Ya venía enamorada de serie de Joe como ya quedó claro en la reseña de Lecciones privadas y, si bien este Joe es más maduro y se parece poco al adolescente, no he sido capaz de quitarme los corazoncitos de los ojos, me ha encantado incluso cuando me ha hecho poner los ojos en blanco y no de placer precisamente. Lo que no esperaba era que Caroline me gustara tantísimo, más incluso que Joe. No me despierta palotismos supremos porque mi heterosexualidad se los manda a Joe pero Caroline es todo lo que puedo buscar en una protagonista: inteligente, sin pichotismo, de las que responde pero no es una porculera insoportable, una luchadora que no se deja avasallar. Maravillosa. Tantas maravillas, eso sí, no hablo de Linda Howard, con la que no termino de llevarme del todo bien porque me pone el caramelo en la boca para luego quitármelo. No escribe mal, es rápida y se entretiene poco en lo que no tiene importancia, nada de descripciones eternas ni nada de eso, algo que agradezco. La primera parte del libro me ha encantado y Linda Howard demuestra dominar a la perfección la mezcla de insinuación, palotismo y comicidad (sobre todo esto último). Pero luego empieza a remarcar el mestizaje de Joe y a poner cosas de su raza y que si es un guerrero y la otra una valquiria y meo figuradamente a su alrededor para marcar territorio y blablabla, tontunas que no aportan nada. Y, como os he dicho, la parte de intriga es un churro básicamente porque la mete con calzador y la resuelve fatal. Hay que saber hilar estas tramas para convencer al lector y aquí parece que Linda Howard ni se ha esforzado, lo que ha hecho que la maravillosidad del principio se haya ido por el desagüe y, con ella, mi emoción lectora.

La misión más dulce es un libro sencillo, entretenido y de fácil lectura que al final se pierde por el camino. Con una pareja protagonista maravillosa y un inicio de lo más prometedor es un libro que se queda corto para lo que esperas y ambos merecen. 

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

3'5. Joe, pilótame por delante y por detrás, tris tras