Corazón de Tormenta (Knight 7), Gaelen Foley

Como una rosa inglesa floreciendo en las indómitas selvas de Sudamérica, Eden Farraday lleva una vida independiente —nada propio en una dama— junto con su padre, un médico desarrollando su profesión en el campo de la investigación. Pero Eden echa terriblemente de menos su tierra natal, Inglaterra. Cuando el peligroso, misterioso y encantador Lord Jack Knight entra en su vida, Eden ve la oportunidad de regresar a la civilización y le pide que le lleve de regreso a su país, pero éste se niega, así que Eden decide esconderse dentro del barco de Jack. 
Jack, un hombre con un oscuro pasado, ha conseguido todo lo que es gracias a un enorme esfuerzo. Ahora, navega por los mares en una misión secreta de vital importancia. Así que, cuando la tentadora pelirroja es descubierta en su nave, reacciona hecho una auténtica furia —y con una lujuria innegable. Obligado a protegerla de su ruda tripulación, el demoníaco Lord Jack pide a la mujer un precio nada honorable a cambio de un pasaje seguro a través del mar. Y, cuando un beso consigue encender entre ellos las llamas de la pasión, Jack y Eden se enfrentarán a un amor imposible de negar.

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¡Ay, con qué pena nos despedimos de los hermanos Knight! Quién nos iba a decir, cuando le echamos el guante a Robert en Seductora inocencia, que íbamos a quedar prendadas de esta familia (bueno, de unos libros más que de otros...). Y cerramos nuestro repaso familiar con Jack, el primero de los bastardos Knight y un verdadero, ya que no le hemos visto ni un pelo en toda la serie...

No pasa nada, ahora os voy a enseñar del pechote hasta el... 

Eden Farraday es una mujer independiente, trepadora de árboles, científica y soñadora de pro. Y es que está muy bien eso de vivir en mitad de la selva con tu padre, tener libertad y hacer un poco lo que te salga del toto dé la gana pero ella desea una vida normal, poder disfrutar de los bailes de Londres, flirtear con los cravateados maromos y enamorarse, algo que entre plantas y monos es difícil conseguir. Cuando ve imposible regresar a Londres se planta delante de ella la oportunidad de su vida en la forma (¡y qué forma!) de Jack Knight, el díscolo hermano de nuestra familia favorita (al menos de las que hemos leído de Gaelen Foley). Jack supuestamente está en esos venezolanos parajes comprando maderas para llevarlas a Londres aunque esconde motivos mucho más revolucionarios, algo que Eden desconoce cuando queda fascinada por los ojazos azules y el resto de su espléndida presencia. El instapalotismo es total y, cuando Jack regresa a su barco, Eden decide que esa es su vía de escape, algo que Jack acabará conociendo cuando ya no pueda solucionarlo. Claro, que Eden acabará pagando su pasaje...

Ese precio lo pagábamos todas, grrrrrrrrrr

Y así nos encontramos en un barco, una larga travesía y dos protagonistas obligados a estar juntos, jur jur (¿no os suenan las campanas de Amable y tirano? Porque a mí sí... #NotComplaining). Si hay una cosa que destaco de este libro es que me ha sorprendido, ya que esperaba algo parecido al resto de la serie y no ha sido así. Claro, no me daba yo cuenta de que Jack es un desconocido para nosotras porque nunca está en Londres, siempre está arriba y abajo con su barquito, con lo que el grueso del libro se desarrolla en alta mar. Puede que penséis que, al estar en un lugar tan reducido durante tanto tiempo, esta parte se hace pesada o tediosa y nada más lejos de la realidad, es lo mejor del libro y he estado todo ese tiempo croqueteando como una enana ya que me he encontrado con una historia de amor muy rápida en el tiempo pero extensa en las páginas del libro (ahí, ahí, al reboce, que es lo que me gusta). He podido disfrutar de millones de flirteos, de momentos de tensión sexual, de momentos de guarrerismo, de humor y de emoción (¡ay omá, qué héroe rescatador es Jack!). Yo qué sé, acostumbrada a las enaguas sucias de Gaelen Foley y a esas complicadas tramas con malvados que nos ha planteado en los libros anteriores, encontrarme con dos personajes inteligentes que se llevan estupendamente bien, se provocan calores bajeriles desde el principio y no tienen otra cosa que hacer que encandilarse mutuamente ha sido un soplo de aire fresco en esta serie que he agradecido muchísimo. Una pena que sea bajarse del barco y volverse todo más convencional, enrevesado y apresurado. ¡Y es que yo veía que me quedaba sin páginas y estaba todo el pisto sin resolver! Además Gaelen Foley abusa del recurso de los malentendidos entre los protagonistas y eso me ha frenado el croqueteo previo.

Kim ante los malentendidos

En cuanto a los personajes, hay que separar a los protagonistas (y a un secundario) del resto. Jack y Eden son fantásticos por separado y juntos (bueno, salvo cuando deciden echarse en brazos del malentendido y hacerme poner los ojos en blanco). Jack me ha resultado muy sorprendente. Es una pena no haber podido disfrutar de él en el resto de la serie porque es un personaje encantador, mucho más carismático y aflojaenaguas que mi anteriormente adorado Alec. Lo ha pasado mal en la vida por ser el primer bastardo que parió su madre y, para ahorrarles sufrimientos al resto de sus hermanos, acabó focalizando todo el odio paterno en él, lo que finalmente le hizo renegar de la sociedad londinense y hacerse una vida y un nombre al margen de su familia. Puede que sea un hombre duro y a veces cínico pero es noble, inteligente y de buen humor. Únicamente le falta una mujer que esté a su altura y, a falta de conocerme a mí, encuentra en Eden la horma de su zapato. Ella es una mujer estupenda, decidida, inteligente y de armas tomar y me he encontrado sonriendo como una pava con su modo de manejar a Jack. Ciertamente Londres le saca cierta vena tontalpijo pero no le dura mucho, menos mal. Y las secuencias entre ellos son bien calentitas, escritas con el buen gusto habitual de Gaelen Foley, descriptivo pero lo justo (al menos lo justo para mi gusto).

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Trocotró

El resto de personajes no está a la altura de los protagonistas, exceptuando a los hermanos y a lord Arthur, el tío Knight (ya había otra oveja negra en la familia). Tanto el padre de Eden como Connor son personajes planos y previsibles, ya sabemos casi desde el principio del libro de qué pie cojean, no hay sorpresas por ese lado (tampoco es que molesten mucho la mayor parte del libro). Me ha encantado que aparezcan los hermanos de Jack y he disfutado cada renglón de sus apariciones pero creo que es un cabo suelto que deja Gaelen Foley ya que, tras tantos libros con ellos, me hubiera gustado disfrutar más de todos los Knight juntos. Pero como Gaelen nos quiere y sabe que vamos a echar de menos a los Knight para eso aparece lord Arthur, para plantarnos la semillita de las ganas de seguir las aventuras de los primos en la Trilogía Spice (que obviamente tenemos que leer, claro, porque nos ha dejado los dientes bien largos).

Aquí os espero, queridos primos

Corazón de tormenta me ha parecido un libro muy bien escrito, como es habitual en Gaelen Foley, con detalles importantes que nos ubican en la época (Simón Bolívar y Wellington están por ahí dando vueltas) y que están relacionados con Jack, principalmente. La sencillez de la trama y el humor hacen que se lea sin esfuerzo alguno. Cuando la trama se traslada a Londres el libro se vuelve más lento y a veces pesado, para mí fruto de los malentendidos que son fácilmente solventables (es que, de verdad, avanzar y deshacer lo avanzado por culpa de cosas que se pueden solucionar hablando me ponen la peineta de mala leche). Al final se paga ese tiempo perdido y nos quedamos sin espacio para resolver todo con lo que se solucionan las cosas deprisa y corriendo. A pesar de este petardazo final no se me quita la buenísima sensación previa.

Al final me has molado, Jack

Corazón de tormenta es un estupendo broche final para la saga de los hermanos Knight. Con muchas dosis de humor y aventura y, a pesar de varios tropezones finales, te mantiene pegada a las hojas y es de esos libros que, de tan sencillos que son, se devoran en nada. En general ha sido un sorprendente y estupendo viaje por esta saga y por la escritura de Gaelen Foley. Viendo mis valoraciones me he dado cuenta de que voy un poco por libre, ya que el que más suele gustar para mí fue un truñaco supremo y este, que no está tan valorado, a mí me ha entretenido enormemente. En cualquier caso es una serie entretenida, bien llevada y que deja unos estupendos momentos para el recuerdo. Totalmente recomendable para las que queráis leer enaguas con algo más de chicha y una familia de lo más peculiar.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

Jack, como me tienes en el bote sin enaguas te espero en el camarote