Hace una década, el Marqués de Bourne fue repudiado de la sociedad con el único privilegio de su título. Ahora que es socio del más exclusivo club de juego de Londres, el frío y despiadado Bourne hará lo que sea necesario para recuperar lo que le pertenece, incluso si eso conlleva casarse con la perfecta Lady Penélope Marbury.
Un compromiso roto y años de decepcionante noviazgo han dejado a Penélope sin interés alguno más allá de un tranquilo y cómodo matrimonio. Suerte que con su nuevo marido tiene acceso a un inexplorado mundo de placeres. Bourne puede ser el príncipe de los bajos fondos de Londres, pero jura mantener a Penélope alejada de su maldad, todo un reto para él, ya que Lady Penélope descubrirá sus propios deseos, y su voluntad de no apostar nada en ellos, ni siquiera su corazón.
A Sarah MacLean le tengo que poner un monumento por haber escrito la maravilla de Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja, que para mí es un 5 Gandys Super Plus (si me seguís por Goodreads, ya sabréis que es la estantería de mis títulos más adorados). Aunque tuve mis más y mis menos con el resto de la serie (ésta es mi opinión del segundo y ésta, la del tercero), tenía muy claro que iba a leer todo lo que escribiera esta mujer porque me encanta su estilo. Y ahí llegó el primer Reto Rita a darme el empujoncito y obligarme a leer Un canalla siempre es un canalla. algo que yo he hecho encantada de la vida. Bueno, encantada lo abrí, lo que ha pasado durante la lectura ha sido otra cosa...
Esto no augura nada bueno... |
Penélope Marbury es una vieja conocida nuestra, ya que tuvo un papel importante (aunque secundario) en Once escándalos para enamorar a un duque (¡Sarah MacLean, por Dior, pon títulos más breves que una pierde años mientras los dice!). Allí la pobre se queda compuesta y sin novio, el drama supremo para una moza enagüil. Los años han pasado y Penélope es ya una solterona a la que su padre no ve cómo casar. Por eso incluye en su dote las tierras de Falconwell, sabiendo que no hay nada que atraiga más a los mozos que una chica con una buena fortuna. Y, efectivamente, atraerá a maromos, sobre todo al que más quiere esas tierras, Michael Lawler, marqués de Bourne, propietario del mayor antro de juego de Londres y anterior dueño de esos terrenos que no hay día que no sueñe con vengarse del que se los arrebató (que no fue su suegro). Y sí, he dicho su suegro porque nada se va a interponer entre él y su venganza, incluso aunque tenga que renunciar a su soltería y llevarse a Penélope por delante (y no con connotaciones guarreriles precisamente).
-¡Pero Michael, que Penélope fue tu amiga más querida durante gran parte de tu vida!
Pues no veas si me la pela |
Efectivamente, Michael y Penélope fueron best friends forever y, mientras a ella todo le hace "piticlín" por dentro ante la posibilidad de recuperar a su mejor amigo, a él no se le remueve ni una hormona de la felicidad, cegado como está por conseguir su objetivo. Así os podéis imaginar el panorama que se presenta: ella, eternamente esperanzada, el, eternamente avinagrado.
Y yo, así |
Y es que no se puede tener un buen punto de partida y desarrollarlo de un modo mñe. La regla básica para mí cuando leo novela romántica es que el maromo me guste y aquí Michael me ha caído como una patada en mis prietas posaderas. Puede que gran parte del problema venga porque vemos muchísimo más de la historia desde el punto de vista de ella y a él lo vemos siempre muy frío. Y cuando nos leemos su punto de vista, no hace prácticamente nada para quitarnos esa opinión. Los destellos de que siente algo hacia Penny son escasos y, aunque sabemos que ella ha sido parte importante de su vida, él no demuestra sentir aprecio por ella. Eso sí, su boa debe ser agente libre porque no tiene problemas en ignorar los deseos de su amo y adentrarse en tierras penelopianas, IYKWIM. Y encima, terror supremo, la primera escena ajdgfjalkgfjsdfh llega demasiado pronto, me ha parecido puesta ahí para calentar al personal pero no porque haya algo entre los personajes (porque no lo hay). Pues ellos se pondrían muy perracos pero yo, de mala leche.
Kim emocionada con el amor entre los protagonistas |
No penséis que no tengo cera que darle a Penélope, que también se merece lo suyo. Carece de carisma, quiere aventura pero luego es una marioneta y no pelea contra el destino al que tanto su padre como Michael la obligan. Menos mal que los libros de Sarah siempre tienen protagonistas con dos ovarios y, aunque tarde, al final podemos ver a una Penelope más fuerte, pero al menos hasta la mitad del libro me he encontrado con un hombre odioso carcomido por sus ansias de venganza y una chica pavisosa con tiene muchas ganas de mil cosas y las esconde bajo su culo para vivir de ilusiones que acaban destrozadas por el desprecio de su marido.
Me en-can-ta |
Bueno, la reseña me está saliendo raruna porque siempre hablo antes de lo que me gusta y aquí parece que no me ha gustado nada, algo que no es así. Para empezar, me ha encantado el punto de partida de Penélope, para mí, lo más novedoso de la novela. Ella es el claro ejemplo a evitar, lo que pondría a la madre de las Bennet de Orgullo y prejuicio (o a mami Bridgerton) en órbita si les llegara a pasar: tener a una hija comprometida con un partidazo y que el compromiso se acabe rompiendo. ¡Y encima que él sea feliz con su nueva pareja! ¿¡¿Pero qué invento es esto?!? Pues uno estupendo para que sintamos un cariño eterno por Penélope. La situación de Michael es también complicada aunque la tenemos ya más resobada y nos da menos pena (ya os digo que si no es por algunos pensamientos que se le escapan al personaje, no creo que hubiera podido superar mi odio hacia él). Bueno, también me han ayudado las cartas que inician cada capítulo y que nos muestran la maravillosa relación que Michael y Penélope tenían y cómo fue evolucionando. Menos mal que bien avanzado el libro a Michael le da por comportarse de un modo normal, nos deja ver que es adorable y entonces ya nos reconciliamos con él. Nuestra querida lectora Lucía dice que se vuelve moñas y yo lo que digo es que hace lo que un maromo en estas novelas tiene que hacer: sacarse el palo del *ulo y disfrutar de la vida y de ajkfagfksgfjksgfjaslf.
¡Alegría para ese cuerpo serrano! ¡Y para el mío! |
En cuanto el modo en el que está escrito, pues nada nuevo bajo el Sol. Si hay una cosa que tengo que reconocerle a Sarah MacLean es que sus libros se leen casi de una sentada. A pesar de que los personajes sean unos pesados dándole una y otra vez a lo mismo (y no me refiero al folleteo), sus novelas suelen tener un buen ritmo que te incita a seguir leyendo. Eso sí, he echado de menos el humor, que aquí vemos en pocos momentos y sobre todo en la parte final. Conocemos la historia a través de los puntos de vista de ambos, aunque es más abundante el de Penélope. Y, por supuesto, no faltan ni las buenas secuencias guarreriles (muy bien narradas aunque escasitas) ni los estupendos secundarios, de los que necesito saber más (me refiero a los socios de Michael y a Pippa, la hermana de Penélope -la otra ya me ha hecho menos gracia-). Y, oh, ese epílogo al más puro estilo kleypasiano que nos deja con la miel en los labios...
Las ganas que Kim le tiene al siguiente libro |
En fin, que tras leer Nueve reglas... y enamorarme, yo le exigo a Sarah MacLean más de lo que aquí me ha dado. Este libro pudo haber sido mucho mejor y se ha quedado en una lectura decente, con buenos momentos y muchos más que caerán en el olvido. ¡Espero que los siguientes me satisfagan más! Y, si no, siempre puedo volver a Ralston...
Por eso le damos en nuestro Gandymetro...
Bourne, si tu ángel quiere redención, te la doy tras un buen revolcón |
Bueno, yo no he leído la serie anterior, y este fue mi primer libro que leí de la autora así que supongo que por eso me gustó más a mí de lo que te ha gustado a ti... y también sé que te gustará mucho más el segundo de la serie... tiene ese toque de humor que veo que has echado en falta...
ResponderEliminarEste libro no se qué me pasó con él, y eso que la segunda vez me gustó más que la primera pero mmñe no consigo conectar con la pareja, ni con Penelope, vamos que me gustaron más sus hermanas que ella XDDDD
ResponderEliminarAhora que Pippa es mi favorita forever, a ver cuando leemos el segundo para que puedas disfrutar de su personalidad XDDDDD
Muuask ;-*****
Hace siglos que tengo este libro para leer, no pinta mal!! es uno de los que están primeros en la lista para hacerle hueco y leerlo
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarLo leí cuando lo publicaron y me parece que me gustó más o menos como a tí. çCoincido contigo en que el de nueve reglas es una genialidad, lo que me pude reir con esa novela, y en general me entretiene mucho esta autora, pero como con esa novela ninguna. Quizás la del duque... pero por mi debilidad por los títulos nobiliarios jajaja
Un besote
Hola.
ResponderEliminarA mí me encantó la trilogía de los números, pero no he podido leer nada más de ella, así me toca ponerme con ella a ver si rasco algo de tiempo.
Besetes.
Ciertamente, de Sarah Maclean, mi fav de fav que me lo puedo leer y re-leer siempre es el de nueve reglas que romper, y otro que tambien me gusta es el segundo de esta lista.
ResponderEliminarPd. Me encanto la reseña, deberian de leerse La Cancion De Annie (de Catherine Anderson) si aun no lo leer; en mi opinion como devoradora de libros de novelas romanticas, ese es muy bueno