Como dos extraños (The Ravenels 4), Lisa Kleypas

La doctora Garrett Gibson, la única médica de toda Inglaterra, es tan atrevida e independiente como cualquier hombre, así que ¿por qué no rendirse a los placeres como hacen ellos? Sin embargo, nunca se ha dejado tentar por aventura amorosa alguna, demasiado ocupada en sus estudios y en su profesión. Hasta ahora. Ethan Ramson, ex detective de Scotland Yard, es un hombre galante y reservado. De él se rumorean muchas cosas, pero nadie sabe a ciencia cierta qué hay de verdad en su historia. A lo largo de una sola noche, Garrett y Ethan dan rienda suelta a sus deseos. Pero a la mañana siguiente, siguen siendo dos extraños.
Ethan tiene muy poco interés en la sociedad elegante londinense. Sin embargo, no puede evitar sentirse fascinado por la osada y bella Garrett. A pesar de que ambos han jurado no volverse a dejar llevar por la tentación después de una apasionada noche de amor, juntos se verán envueltos en una conspiración política que pondrá en juego sus vidas y los límites que se han marcado.

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Da igual que haga churros literarios, que parezca haber perdido su toque mágco o que se autoplagie a sí misma, cada libro que saca Lisa Kleypas es esperado con entusiasmo y empezado a leer con la esperanza de estar ante una nueva joyita kleypasiana. Yo, que soy de las que cree firmemente que Hardy Cates le espera a la vuelta de la esquina la mejor Kleypas ya pasó os digo con el mismo convencimiento que Hello stranger (o Como dos extraños, título bajo el que saldrá a la venta su traducción a finales de mayo) es, hasta la fecha, el mejor libro de esta saga. Y el que peor portada tiene.

Nuestras hormonas rait nau

Garrett Gibson, que podría pasar por jugador de hockey en cualquier guarrerismo contemporáneo, es una pionera de la época enagüil, ni más ni menos que la primera médica de Gran Bretaña (es el homenaje de Lisa Kleypas a la primera doctora británica que existió, Elizabeth Garrett Anderson). Obviamente no lo ha tenido nada fácil, teniendo que irse a Francia para poder aprender y con toda la oposición posible para que ejerciera su trabajo en su tierra natal. Gracias a su atrevimiento y terquedad ha podido dedicarse a su vocación y eso despierta una gran admiración en Ethan Ransom, un antiguo detective de Scotland Yard con más sombras que luces y del que ya teníamos conocimiento (mucho menos carnal del que quisiéramos) por libros previos, ya que en El diablo en primavera nos quedamos un poco con las patas vueltas ante cierta insinuación que se dejó caer y que aquí se torna real, tanto como el enamoramiento de Ethan con Garrett. Porque sí, queridas, Ethan no necesita un proceso de enamorarse de Garrett, ya nos viene enamorado de serie.

Ethan Ransom demostrando su amor discretamente

Ethan se reconoce fascinado con Garrett desde antes de esta historia, con su fuerza, con su inteligencia, con su terquedad, con su belleza y con cómo se defiende la jodía, que con un bastón te puede dejar para tomar papillas. Nuestro maromo sabe que su vida es muy complicada y los pistos políticos en los que está metido no le permiten tener una vida normal pero no puede evitar sentirse atraído por Garrett como yo por David Gandy, así que cuando ve la oportunidad de tener contacto con tacto con ella no puede dejarla escapar (aunque eso signifique estar totalmente vestidos y que Ethan le enseñe a Garrett cómo matarle). ¡Pero quiénes somos nosotros para juzgar los modos de ponerse palote de nuestros protas! Ya que se pone, Ethan no sólo le enseña defensa personal sino cómo esos músculos y nervios guarreriles que Garrett conoce por su trabajo provocan sensaciones de lo más grandiosas y que nadie le enseñó mientras estudiaba el cuerpo humano...

Repasemos las lecciones de anatomía con Ethan

Vaya por delante que este era el libro que con menos ganas esperaba, no porque los personajes no me gustaran sino porque ambos me parecían un tanto desconectados de la serie y porque no veía yo cómo iba a encajar este libro con los demás. Bueno, pues encaja y estupendamente. A ver, no es perfecto porque Lisa Kleypas es muy hábil tejiendo el pisto pero, cuando todo apuntaba a un apocalipsis kleypasiano de los buenos, se solventa la papeleta con un final de lo más rápido y simplón pero, a pesar de sus defectos, la historia de amor entre Ethan y Garrett es tan dulce y encantadora que no te das cuenta y ya has leído medio libro. Ambos son unos personajes elaborados y profundos, que sientes mucho más reales que la mayoría de los que solemos encontrar por estos amoríos literarios. Si os gustan las parejas con nulo conflicto entre ellas, con sentimientos a la vista desde el principio, dulces y amorosas, la formada por Ethan y Garrett es la vuestra. Su relación es sencilla pero muy bonita, no hay conflicto y todo fluye de modo natural. La Kleypas es mucho de pasiones desmedidas y no podemos decir que esta pareja no sea pasional pero, a pesar de los refrotes guarreriles que se dan, es una pareja basada sobre todo en los sentimientos. Y es que la Kleypas se ha lucido soltando perlitas amorosas por boca de Ethan, pocos maromos más enamorados os vais a encontrar (pero #MoñismosFree). Eso sí, el amor no le impide a Ethan tener más vicio que oficio y darle alegría al punto Garrett de su chica en cuanto esta decide que para dos días que vivimos mejor pasarlos con los bajos y el corazón alegres.

Garrett calentando para darle al ejercicio guarreril

Para mí el libro se divide en dos partes, una en Londres y otra en cierta finca ya conocida de Hampshire. En la primera es todo amor, intriga y dolor de barriga palotismo y, salvo contadas apariciones de Rhys (¡guapo!) y Helen, los protagonistas absolutos son Ethan y Garrett (y el pisto de espionaje de nuestro maromo, la vida laboral de Garrett, los avances médicos, los cambios sociales, la lucha de la mujer por sus derechos...). En la segunda dejamos Londres para descansar de pistos y, cuando parece que se puede estancar la trama, aparece nuestro melofó de la serie, West Leo Hathaway 2.0 Ravenel para hacernos croquetear de la risa con cada una de sus apariciones, destapar el secreto mejor guardado y llevarse por el camino medio cajón de nuestras bragas. Lisa Kleypas, con las lentejuelas en las manos te lo imploro, ¡no la cagues en el siguiente libro! Me haces adorar a West y me haces emparejarlo imaginariamente con alguien para luego darme el gustazo de hacerlo realidad, ¡no me hagas sacar las antorchas ante el hype frustrado!

Ya estoy preparada para ti, West

El libro está escrito como ya es habitual en Lisa Kleypas, de un modo espléndido y ágil, mezclando con su conocida maestría la relación amorosa y el contexto social de la época, algo que aquí es especialmente importante. Está narrado en tercera persona con alternacia de puntos de vista, en la primera parte de Ethan y Garrett y en la segunda de ambos y de nuestro melofó West. El libro se lee solo y es, de lejos, el más completo de la serie pero tiene un gran fallo: la trama de intriga, de mucha importancia al principio y que luego se diluye para acabar resolviéndose de un modo tan rápido y simple que te deja pensando que casi mejor se podía haber ahorrado tanto jaleo, porque para ese final... En serio que me ha dejado con el moño ladeado porque en la primera parte es algo importantísimo y en la segunda no tanto por las circunstancias de los personajes pero que está ahí latente, esperando su momento, el cual esperas ansiosa para que al final acabe resuelto de un modo bastante torpe, algo que hace que la historia no sea redonda.

Pero eso no estropea la sensación general que deja Como dos extraños, que es la de encontrarte de nuevo con la Lisa Kleypas que más nos gusta, esa que coge una historia de amor sencilla y dulce y la convierte en algo entretenidísimo y que no puedes dejar de leer, una estupenda historia que te aísla del mundo y con la que no puedes hacer otra cosa que no sea disfrutar. Puede que Lisa Kleypas haya escrito ya sus mejores novelas pero eso no significa que haya perdido su toque, como demuestra Como dos extraños.

Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...

Ethan, policía, cachéame profundamente noche y día