Mostrando entradas con la etiqueta Reto Rita La Cantaora. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reto Rita La Cantaora. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de marzo de 2018

Un canalla siempre es un canalla (Las reglas de los canallas 1), Sarah MacLean


Hace una década, el Marqués de Bourne fue repudiado de la sociedad con el único privilegio de su título. Ahora que es socio del más exclusivo club de juego de Londres, el frío y despiadado Bourne hará lo que sea necesario para recuperar lo que le pertenece, incluso si eso conlleva casarse con la perfecta Lady Penélope Marbury.
Un compromiso roto y años de decepcionante noviazgo han dejado a Penélope sin interés alguno más allá de un tranquilo y cómodo matrimonio. Suerte que con su nuevo marido tiene acceso a un inexplorado mundo de placeres. Bourne puede ser el príncipe de los bajos fondos de Londres, pero jura mantener a Penélope alejada de su maldad, todo un reto para él, ya que Lady Penélope descubrirá sus propios deseos, y su voluntad de no apostar nada en ellos, ni siquiera su corazón.


A Sarah MacLean le tengo que poner un monumento por haber escrito la maravilla de Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja, que para mí es un 5 Gandys Super Plus (si me seguís por Goodreads, ya sabréis que es la estantería de mis títulos más adorados). Aunque tuve mis más y mis menos con el resto de la serie (ésta es mi opinión del segundo y ésta, la del tercero), tenía muy claro que iba a leer todo lo que escribiera esta mujer porque me encanta su estilo. Y ahí llegó el primer Reto Rita a darme el empujoncito y obligarme a leer Un canalla siempre es un canalla. algo que yo he hecho encantada de la vida. Bueno, encantada lo abrí, lo que ha pasado durante la lectura ha sido otra cosa...


Esto no augura nada bueno...

Penélope Marbury es una vieja conocida nuestra, ya que tuvo un papel importante (aunque secundario) en Once escándalos para enamorar a un duque (¡Sarah MacLean, por Dior, pon títulos más breves que una pierde años mientras los dice!). Allí la pobre se queda compuesta y sin novio, el drama supremo para una moza enagüil. Los años han pasado y Penélope es ya una solterona a la que su padre no ve cómo casar. Por eso incluye en su dote las tierras de Falconwell, sabiendo que no hay nada que atraiga más a los mozos que una chica con una buena fortuna. Y, efectivamente, atraerá a maromos, sobre todo al que más quiere esas tierras, Michael Lawler, marqués de Bourne, propietario del mayor antro de juego de Londres y anterior dueño de esos terrenos que no hay día que no sueñe con vengarse del que se los arrebató (que no fue su suegro). Y sí, he dicho su suegro porque nada se va a interponer entre él y su venganza, incluso aunque tenga que renunciar a su soltería y llevarse a Penélope por delante (y no con connotaciones guarreriles precisamente). 

-¡Pero Michael, que Penélope fue tu amiga más querida durante gran parte de tu vida!


Pues no veas si me la pela

Efectivamente, Michael y Penélope fueron best friends forever y, mientras a ella todo le hace "piticlín" por dentro ante la posibilidad de recuperar a su mejor amigo, a él no se le remueve ni una hormona de la felicidad, cegado como está por conseguir su objetivo. Así os podéis imaginar el panorama que se presenta: ella, eternamente esperanzada, el, eternamente avinagrado


Y yo, así

Y es que no se puede tener un buen punto de partida y desarrollarlo de un modo mñe. La regla básica para mí cuando leo novela romántica es que el maromo me guste y aquí Michael me ha caído como una patada en mis prietas posaderas. Puede que gran parte del problema venga porque vemos muchísimo más de la historia desde el punto de vista de ella y a él lo vemos siempre muy frío. Y cuando nos leemos su punto de vista, no hace prácticamente nada para quitarnos esa opinión. Los destellos de que siente algo hacia Penny son escasos y, aunque sabemos que ella ha sido parte importante de su vida, él no demuestra sentir aprecio por ella. Eso sí, su boa debe ser agente libre porque no tiene problemas en ignorar los deseos de su amo y adentrarse en tierras penelopianas, IYKWIM. Y encima, terror supremo, la primera escena ajdgfjalkgfjsdfh llega demasiado pronto, me ha parecido puesta ahí para calentar al personal pero no porque haya algo entre los personajes (porque no lo hay). Pues ellos se pondrían muy perracos pero yo, de mala leche.


Kim emocionada con el amor entre los protagonistas

No penséis que no tengo cera que darle a Penélope, que también se merece lo suyo. Carece de carisma, quiere aventura pero luego es una marioneta y no pelea contra el destino al que tanto su padre como Michael la obligan. Menos mal que los libros de Sarah siempre tienen protagonistas con dos ovarios y, aunque tarde, al final podemos ver a una Penelope más fuerte, pero al menos hasta la mitad del libro me he encontrado con un hombre odioso carcomido por sus ansias de venganza y una chica pavisosa con tiene muchas ganas de mil cosas y las esconde bajo su culo para vivir de ilusiones que acaban destrozadas por el desprecio de su marido.


Me en-can-ta

Bueno, la reseña me está saliendo raruna porque siempre hablo antes de lo que me gusta y aquí parece que no me ha gustado nada, algo que no es así. Para empezar, me ha encantado el punto de partida de Penélope, para mí, lo más novedoso de la novela. Ella es el claro ejemplo a evitar, lo que pondría a la madre de las Bennet de Orgullo y prejuicio (o a mami Bridgerton) en órbita si les llegara a pasar: tener a una hija comprometida con un partidazo y que el compromiso se acabe rompiendo. ¡Y encima que él sea feliz con su nueva pareja! ¿¡¿Pero qué invento es esto?!? Pues uno estupendo para que sintamos un cariño eterno por Penélope. La situación de Michael es también complicada aunque la tenemos ya más resobada y nos da menos pena (ya os digo que si no es por algunos pensamientos que se le escapan al personaje, no creo que hubiera podido superar mi odio hacia él). Bueno, también me han ayudado las cartas que inician cada capítulo y que nos muestran la maravillosa relación que Michael y Penélope tenían y cómo fue evolucionando. Menos mal que bien avanzado el libro a Michael le da por comportarse de un modo normal, nos deja ver que es adorable y entonces ya nos reconciliamos con él. Nuestra querida lectora Lucía dice que se vuelve moñas y yo lo que digo es que hace lo que un maromo en estas novelas tiene que hacer: sacarse el palo del *ulo y disfrutar de la vida y de ajkfagfksgfjksgfjaslf.


¡Alegría para ese cuerpo serrano! ¡Y para el mío!

En cuanto el modo en el que está escrito, pues nada nuevo bajo el Sol. Si hay una cosa que tengo que reconocerle a Sarah MacLean es que sus libros se leen casi de una sentada. A pesar de que los personajes sean unos pesados dándole una y otra vez a lo mismo (y no me refiero al folleteo), sus novelas suelen tener un buen ritmo que te incita a seguir leyendo. Eso sí, he echado de menos el humor, que aquí vemos en pocos momentos y sobre todo en la parte final. Conocemos la historia a través de los puntos de vista de ambos, aunque es más abundante el de Penélope. Y, por supuesto, no faltan ni las buenas secuencias guarreriles (muy bien narradas aunque escasitas) ni los estupendos secundarios, de los que necesito saber más (me refiero a los socios de Michael y a Pippa, la hermana de Penélope -la otra ya me ha hecho menos gracia-). Y, oh, ese epílogo al más puro estilo kleypasiano que nos deja con la miel en los labios...


Las ganas que Kim le tiene al siguiente libro

En fin, que tras leer Nueve reglas... y enamorarme, yo le exigo a Sarah MacLean más de lo que aquí me ha dado. Este libro pudo haber sido mucho mejor y se ha quedado en una lectura decente, con buenos momentos y muchos más que caerán en el olvido. ¡Espero que los siguientes me satisfagan más! Y, si no, siempre puedo volver a Ralston...

Por eso le damos en nuestro Gandymetro...

Bourne, si tu ángel quiere redención, te la doy tras un buen revolcón


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This

martes, 23 de enero de 2018

Escándalos privados, Nora Roberts


Una cruenta guerra se entabla entre dos famosas presentadoras de televisión que antaño compartieron una entrañable amistad. ¿Qué ha ocurrido para que todo se torciese...? Un descarnado retrato del sórdido mundillo de la televisión entre bambalinas.


¡Vaya mes llevamos de no publicar reseñas! Entre Rita y sus retos, las autoras, los premios, etc. parece que hemos olvidado que aquí venimos principalmente a leer y a contaros lo que nos parecen los libros. Así, aunque ya tengamos en marcha el Reto Rita 2.0, nos hemos propuesto terminar de leer los que nos faltan del primero y la reseña de uno de ellos es la que os traemos hoy. Y como vamos a hablar de un libro del Reto Rita, vamos a poner a la susodicha cuando entregó este premio a Nora Roberts por Escándalos privados.

Vente p'acá, Nora, amiguitaaaaaa

Definitivamente éste es uno de esos premios que me hace plantearme si el jurado de los Rita lleva en su cuerpo una importante melopea cuando da los galardones o que lo que se presenta es horrible y se lo dan al menos malo. Tal vez en 1994, año en el que ganó este libro en la categoría de Mejor Romance Contemporáneo, no se presentaron nada más que libros llenos de pus y se lo tuvieron que dar a éste. Jurado, queridos, os voy a decir una cosa: podéis dejar los premios desiertos. De nada.


Es que ni ganas me dan de quebrarme la cabeza explicando el pisto de modo elaborado (igual que la sinopsis en español, que vaya cosa tonta). El libro se divide en tres partes y no me pidáis que os cuente qué abarca cada una porque procuro olvidar este coñazo literario pronto. Empieza la historia bastante bien, con un impacto mortal literalmente. Vale, genial, ya tienes mi intención captada. Es un fallo que luego nos vayamos a un restrospecter y ese inicio ya pierda gracia (es lo que tiene cuando, de dos sorpresas que tiene el libro, nada más empezar te destripan una). En fin, que nos vamos a un retrospecter y nos metemos en el duro mundo de la televisión americana, donde vamos a presenciar una especie de Eva al desnudo catódica sin nada de lo bueno que tiene esa sublime película. Ángela y Deanna son la estrella consagrada y la chica que se intenta hacer un hueco en el mundillo con ilusión y talento. Si la película te la cuela y los malos no lo son tanto y las mosquitas muertas están bien vivas, aquí tenemos dos personajes simplones y maniqueos donde los haya, la estrella, una perra infernal que no quiere perder su estatus y la novata, una medio pavisosa con genio y tres leches por su buena fe y credulidad. Suma al reportero buenorro que se ha chingado a una y se pilla por la otra y ahí tienes un culebronazo teleflinesco de narices. Y una décima parte de este libro.

Kim leyendo

De verdad, es que este libro es eteeeeeeeeeerno. Entre que tiene punto de vista hasta una mosca que pasa volando, que se describe en demasía, que se alarga todo de un modo totalmente innecesario... Y ya no os cuento cuando conectamos con el inicio del libro, tan emocionadas nosotras porque vamos a resolver el misterio del malo maloso (sí, hay uno, que está como una cabra porque acosa a Deanna) y no, aún nos quedan tropecientas páginas para terminar.

Kim leyendo again

En serio, Nora, quinientas páginas para contar esto no eran necesarias. Personajes y tele, envidias y más envidias, todo obvio, sin que quede ninguna duda sobre quién es bueno y quién no. Y ojo que yo venía motivadísima, que a mí me encanta el mundo de la televisión, las bambalinas, los malpecorismos... En fin, ya sabéis que todo lo que huela a "teleflín" me lo trago encantada, es mi fast food literaria pero, por favor, algo bien elaborado. Si es un romance de suspense, ¡lleva bien el suspense! ¡Que aquí se ven las cosas a lo lejos! Y no hablemos de la resolución final del pisto... Más simple no puede ser. Ah, y otra cosa os digo.

Este libro no es una novela romántica

Es lo que hay. La historia de amor entre Finn y Deanna es totalmente secundaria. Finn es un encanto, todo hay que decirlo pero se ve salpicado por el simplismo general de las situaciones, de los personajes y del libro (debe ser que me ha gustado más porque en el país de los ciegos el tuerto es el rey...). La historia de amor entre él y Deanna es, también, simplona, no notas especialmente que se vayan enamorando y ya os digo, es un mero acompañamiento para la Eva al desnudo de garrafón y la trama del acosador pirado. Y qué secuencias sexuales, por favor, llenas de metáforas que no sabes si lo que le entra es la cola o la risa. Vale, venga, esto es un poco exagerado pero de verdad, qué rabia tener un libro con un maromo decente y que no puedas disfrutar bien de él. Por supuesto, el libro mantiene más o menos el interés hasta que estos dos se dan al fornicio y hasta que conectamos con el perturbador inicio. Ahí comienza una soporífera cuesta abajo y no ves la hora de terminar de leer.

Escándalos privados, definición visual

Y Nora Roberts no tiene nada especial, la verdad. Sé que su obra es tan extensa que puede rellenar el lago Michigan tres veces y de verdad que, a pesar de este libro, hay una serie suya que sigo queriendo leer pero yo a esta mujer no le veo la gracia, no veo un modo de escribir que destaque por algo o unas historias involvidables. Tal vez sea lo que me dijo una de nuestras lectoras más queridas, Elsa, que estos viejunismos no llevan bien el paso del tiempo pero yo no puedo hablar maravillas de lo poco que he leído de Nora Roberts. En fin, que si queréis una de suspense romántico os vayáis a por una de Sandra Brown porque desde luego ésta, como novela romántica, no vale una castaña. Y mucho menos un Rita.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

Finn, ni tu adorabilidad salva este Titanic literario


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This

lunes, 22 de enero de 2018

Reto Rita La Cantaora. Conclusiones y ganadora

Bueno, bueno, parece que fue ayer cuando, con Mi Rinconín de Lectura, nos pusimos a idear el Reto Rita la Cantaora. Teníamos ganas de leer algo de modo conjunto con las que nos seguís habitualmente y, de paso, descubrir novelas románticas premiadas con un Rita, el premio más prestigioso de la novela romántica. Por aquí llevamos poco tiempo dedicadas a la lectura de este maravilloso género así que éramos de las que pensábamos que una novela con este galardón era símbolo de calidad. Y hablamos en pasado porque esa opinión, tras este reto, ha cambiado bastante.


Nosotras, leyendo los libros del Reto Rita

Ya sabemos que hay muchas novelas premiadas y nosotras hicimos una selección más que cuestionable (y cuestionada *ejem*). Lo primero que queremos decir es que, salvo un par de novelas, no habíamos leído las que incluimos en el Reto Rita. ¿Dónde estaba la gracia si no podíamos disfrutar de los descubrimientos con vosotras? Para seleccionar las veinticuatro novelas decimos escoger las que estuvieran traducidas al castellano, no fueran complicadas de encontrar y no pertenecieran a una serie (y, si eran parte de alguna, no ocuparan un lugar muy alto, que probablemente el séptimo libro de una saga traiga alguna historia comenzada previamente y... Bueno, todas sabéis cómo va esto). En fin, que hicimos la mejor selección posible basándonos en lo que os hemos comentado y en el (suponíamos) excelente criterio del jurado de los Rita. Y ese fue básicamente nuestro error, pensar que los Premios Rita realmente se dan a lo mejor que se publica.



Pues no, queridas, no es así. No nos vamos a extender mucho porque ya lo ha hecho nuestra querida Nuria Llop en un par de estupendas entradas de su blog (aquí y aquí) pero básicamente nos hemos caído con todo el equipaje viendo que lo que tú consideras novela romántica no tiene por qué ser lo que considera el jurado de los Rita (vamos, que la historia de amor no tiene por qué ser el centro de la trama, por ejemplo... 😱😱😱) y que se premia a las novelas presentadas pero con un límite de novelas inscritas. O sea, que si has escrito la gran historia de amor de esta generación y de las generaciones futuras y, cuando vas a inscribirla, ya se ha cerrado el cupo... pues a ver si te cae el premio de Goodreads si eso. En fin, que ya sabemos que esto de los premios es un poco subjetivo pero nosotras, inocentes con hombreras y lentejuelas, pensábamos que funcionaba de otro modo. Os volvemos a remitir a las entradas de blog de Nuria Llop para que entendáis mejor cómo va el tema.


Él también intentó el reto

Nosotras hemos pasado por todas las fases leyendo los libros del reto (no todos porque *ejem* no hemos sido capaces de completarlo *más ejem*) pero la sensación que más nos queda es la de decepción. Hemos cogido todos y cada uno de los libros con mucha ilusión para, básicamente, darnos un tortazo lector con gran parte de ellos (cuando entregamos los Premios Aquelarre nos sobraban opciones para todos los premios malos y la mayoría los leímos en el reto), ¡qué historias más infumables nos hemos metido entre pechote y espalda! Y algunas pésimamente escritas (y no se puede achacar todo a la traducción porque Kim ha leído todo en inglés...). De todos modos estamos más que contentas de haber creado el reto y de haber descubierto alguna que otra joya como Pecado y virtud, por ejemplo, además de disfrutar como cerditas en charca con las relecturas de dos de nuestros favoritísimos, Tenías que ser tú y Abandonada a tus caricias. Esperamos y deseamos que todas y cada una de las que habéis intentado este reto hayáis descubierto al menos un libro que os haya justificado la cantidad de horas perdidas leyendo el resto. Y ya sabéis, si las lecturas han sido pésimas, ¡id a echarles los perros a las escritoras, no a nosotras! 😂😂😂 Y ahora vamos al tema que nos interesa, ¡las campeonas que han terminado el Primer Reto Rita!



Cuatro valientes, ¡cuatro!, habéis leído y reseñado todos los libros del Reto Rita:

🌟 Yolanda 🌟
🌟 Neus 🌟
🌟 Natalia (Kitty_nat) 🌟
🌟 Excopic 🌟

¡Nos quitamos la pamela y os dedicamos una ovación! ¡Sois las mejores! 

Así pues hemos procedido al sorteo para ver cuál de vosotras se lleva un regalito de parte de las creadoras del reto. Venga, Vero, con ese pulso ideal para robar panderetas, ¡procede!


¡¡¡YOLANDA!!!


¡¡¡ENHORABUENA!!! ¡¡Ponte en contacto con nosotras o con Vero para darnos tus datos y así hacerte llegar el librito prometido!!

Muchísimas gracias a todas por haber participado, especialmente a las campeonas que lo habéis completado. Esperamos que este año también nos acompañéis en el Reto Rita 2.0 de este año, ¡seguro que vamos a pasar un estupendo rato leyendo juntas!

¡Os esperamos!


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This

martes, 19 de diciembre de 2017

Tirando del anzuelo (Gideon's Cove 1), Kristan Higgins


La suerte de Maggie Beaumont estaba a punto de cambiar. Hasta ese momento era conocida por sus fracasos sentimentales: su primer novio había roto con ella presentándose en el pueblo con su nueva novia. Y después se había enamorado de un maravilloso irlandés que resultó ser el padre Tim, el nuevo párroco de Gideon’s Cove. Pero la salvación de su vida romántica había llegado encarnada en Malone, un atractivo, aunque hosco, pescador que, bajo un duro caparazón, escondía un corazón de oro. ¿Se convertiría esta captura en el alimento para toda una vida?


¡Vamos que nos vamos con el #RetoRita! ¡Que ya no lo vamos a completar a tiempo para vergüenza eterna pero que lo haremos igualmente! El caso es que, para animarnos con la lectura, hace una cantidad vergonzosa de meses nos pusimos con Tirando del anzueloun libro de lectura fácil y divertida y mi primera experiencia con Kristan Higgins, que me ha dejado un poco...


Maggie Beaumont es lo más parecido que tienen a Bridget Jones en Gideon's Cove, un pueblo pesquero idílico en Maine. A esta chica le pasa de todo y todo lo que le pasa culmina en un episodio de extrema vergüenza para ella y para nosotras, empáticas lectoras que sentimos sus meteduras de pata como propias. Directamente está enamorada de un cura y, por supuesto, todo el pueblo lo sabe, con lo que vemos un poco chungo su sueño de casarse, tener hijos y parecerse un poco más a Christy, su perfecta-pero-no-repelente hermana gemela. El problema es que el mercado maromial en Gideon's Cove es escaso, como propietaria de la única cafetería del pueblo conoce a todo maromo en edad de procrear e ir al altar y ninguno merece la pena. Salvo el padre Tim, claro, pero él ya está casado con Dios. Bueno, como maromo follable casable no cuenta con el huraño Malone, un pescador de langosta de turbio pasado que te mira tan revirado que no sabes si te está lanzando pensamientos de muerte rápida o... de muerte lenta.

Tú ponte a hacer miraditas conmigo, verás qué risa

¡Y esto es to esto es to esto es todo, amigos! De esto va el libro, de la maravillosamente patética vida de Maggie. Tirando del anzuelo es un nadismo contemporáneo y poco más, de lectura muy ágil y adictiva (se devora sin darte cuenta) pero de impacto emocional nulo. Comienza estupendísimamente, con Maggie enamorada de un cura y una sucesión rapidísima de momentos de vergüenza ajena de "por Dior, que vengan los Kree y me abduzcan o se abra un agujero en el suelo y amanezca en Australia", ése es el nivel de vergüenzajenismo que nos suelta la Higgins. Pero luego no pasa nada, NA-DA. ¿Me importa? Pues no mucho, la verdad, a veces están bien esas historias que te cuentan lo raros que son en un pueblo y poco más. Lo que sí me ha importado más es el protagonista. O, más bien, su ausencia.

Muero del susto

Malone parece un maromazo de ésos que nos gustan, aspecto rudo y huraño que esconde ojazos, un corazón de oro y fuerza suficiente en ese cuerpazo para plantarte contra la pared y ajsfjagsfjhgaslfgsalkfjas repetidamente, una pena que no lo podamos conocer bien porque apenas salga y que su relación romántica con Maggie se reduzca a cuatro momentos de intimidad que culminan en 👇

Lo catarán pero tú no lo verás

A ver si se me quita la nube de furia de la vista y os lo puedo explicar. Como es mi primer libro de Kristan Higgins no sé si todos los demás serán iguales (aunque me da en mi brillante cardado que estarán cortados por el mismo patrón) pero os tengo que decir que...

Este libro no es una novela romántica

Es chick lit. Y pongo esta denominación porque, aunque hay una historia de amor, no es lo que en este blog consideramos "novela romántica" ya que no encontramos descripción alguna sobre ninguno de los intercambios de índole sexual que en el libro se producen. Vamos, que no se nos cuentan los folleteos ni hay guarrerismos y sí nos encontramos con el mayor temor de esta haggard que os escribe cuando quiere leer escenas ajdfhañkjfhkjsfhjags: EL FUNDIDO A NEGRO.

Es que lo veo y me hierve hasta la edad falsa de mi DNI

Ay, cómo me gusta indignarme por estas cositas... No quiero quedarme en esto pero diré que, si bien me encantan las novelas tipo Bridget Jones, cuando leo historias de amor quiero que me dejen echar un ojillo por la cerradura y ver qué pasa en el dormitorio. O en la mesa de cocina. O en el sofá. O contra la pared. O... Bueno, me entendéis perfectamente, ¿verdad? Mi deber es advertiros de que ésta es una novela de echarte unas buenas risas y ponerte colorada pero NO de ponerte palote. Y es una pena porque se ve que Malone es un maromo de calidad, tiene muchas posibilidades pero acaba desaprovechado. Realmente, que me moleste por la ausencia de polvos es cosa mía por no mirar si este libro es chick lit o no. Tampoco me hubiera importado la ausencia de guarrerismos si se hubiera narrado adecuadamente la relación amorosa entre Maggie y Malone. ¡Es que brilla por su ausencia! Ya sé que el hecho de que el libro lo narre Maggie en primera persona y en presente deja poco lugar a conocer a Malone pero, copón, ¡danos más momentos entre ambos! Acabas pasando las páginas desesperadas porque Malone aparezca. Y no, no lo hace.

¡Que para una historia de amor hacen falta dos! ¡Cagontó!

Para rematar la faena, en el tramo final el libro se desinfla bastante. Al no contarnos nada específico (lo siento pero la constante búsqueda de votos para que el desayuno de su cafetería sea el mejor del condado no me motiva lo suficiente como para seguir leyendo -aunque sí para ir allí y ponerme como la Moñoño-), la trama se estanca y lo único que haces es ver pasar los días esperando mientras que a Maggie le da por ponerse mística que pase algo que resuelva todo. Y cuando pasa, lo hace de un modo precipitado y sin desarrollar, en un par de páginas se da papeleta a la relación entre Maggie y Malone. Aunque sinceramente creo que la relación amorosa entre ambos nos importa a todos menos a la escritora, ya que es capaz de contarnos la pesca de la langosta con más detalle que eso.

Pues todo esto me importan la langosta, la cafetería y su fruta madre

Tirando del anzuelo es un libro extremadamente fácil de leer, de ésos que te meriendas en un día tranquilamente. Partiendo de una premisa muy divertida, se va desarrollando de un modo algo irregular para terminar pareciendo una copia de los chinos de su principio y dejándote con un sabor de boca agridulce por lo que pudo haber sido y no fue. Aún así es un libro agradable, ideal para una tarde de lluvia en la que quieras un nadismo sin duques palote y sin chicha.

Por todo ello le damos en nuestro Gandymetro...

Malone, la cosas que te haríamos... si te dejaras ver 


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This

martes, 5 de diciembre de 2017

El guardaespaldas, Suzanne Brockmann


Cuando Alessandra Lamont despierta en su casa y descubre que está en llamas, sabe que la amenaza del jefe de la mafia, Michael Trotta, se ha hecho realidad. Su exmarido, que acaba de ser asesinado, le debía un millón de dólares, y Trotta parece estar dispuesto a todo para recuperarlos. Pero en el último momento aparece Harry O'Dell, un agente del FBI que libra una guerra a muerte contra el crimen organizado, y le salva la vida. A partir de ese momento, Alessandra necesitará de su protección constante si quiere sobrevivir, pero pronto descubrirá que hay otros peligros con los que no había contado y que la acosan cada vez con más insistencia: la creciente atracción que siente por Harry, el miedo a sucumbir a una pasión que les arrastra a los dos a un mundo desconocido...


Continuemos para bingo leyendo libros de Reto Rita (el cual, para vergüenza y deshonor de sus creadoras, no vamos a ser capaces de terminar a tiempo). Hoy le toca a uno de ésos con sonido de saxofón de fondo, penumbras apenas iluminadas por la luz de la luna, héroes desaliñados y heroínas que huelen a Chanel incluso cuando se lavan con el gel de baño de un euro del Mercadona. Preparaos, queridas, para la reseña de un...



Alessandra Lamont ha sido una mujer trofeo durante siete años y ahora es una viuda trofeo, ya que los turbios negocios de su marido Griffin han terminado con él en una cuneta y con ella siendo hostigada por el malvado Michael Trotta, responsable de su nuevo estado civil. Cuando el FBI entra en juego, Alessandra se ve obligada a perder su identidad y a ser vigilada constantemente por Harry O'Dell, un agente que tiene la vida patas arriba y cuya su obsesión por Trotta llega a límites insospechados. Tener que proteger a Alessandra no es lo que más quiere en este momento pero cuando ejerces de guardaespaldas de una mujer que te vuelve la boa loca no puedes evitar protegerle todos los flancos del modo más cercano y concienzudo...


Harry te va a proteger hasta los interiores repetidas veces

Ay de verdad, cómo me gustan los teleflíns, no lo puedo evitar. A falta de esa famosa entrada en el diccionario haggardiano explicando lo que es (¡a Dior pongo por testigo de que algún día la haré!) os comento que teleflín es el modo haggardiano de llamar al telefilm, la película de sobremesa del fin de semana, de dudosa calidad y más que cuestionable argumento. Los hay de muchos tipos pero aquí nos referimos a los que tienen un maromo uniformado (policía, detective, bombero-torero) y a una damisela en apuros que irremediablemente acaban ejercitándose de modo horizontal. Pues eso, que El guardaespaldas es un teleflín de tomo y lomo y yo me preparaba para zampármelo y disfrutarlo como cochinillo en charca de barro y, ay queridas, me he llevado un chasco.


Kim leyendo este libro (y sí, Kim es la que recibe)

Ya sé que hay cosas que son tan imprescindibles para esta clase de historias como para mí salir pintada como una puerta de casa, los personajes estereotipados, la trama de suspense evidente, la clara atracción sexual entre los protagonistas... Yo sé que me voy a encontrar esto y lo acojo entre mis pechos como a un maromo descarriado porque mi horterismo es feliz con estas cosas. Peeeeeeeeeeeeeero lo que no me gusta es que, con esos ingredientes, me acabes plantando delante un churro. ¡Pero si un teleflín ya es casi por definición un churro! Pues churro doble en este caso. Puede que me esperara uno de Pamela Clare, puede que me imaginara yo otra cosa, no sé queridas, el caso es que me parecía que este libro tenía un planteamiento teleflinesco estupendo pero ha tenido un desarrollo mñeísta y un eyaculafinal precoz.


Mi cara de satisfacción al terminar

Ay, soy tan exagerada como mi cardado, lo sé, pero es que me da rabia que este libro tenga una buena base y al final se pierda. El planteamiento es interesante, una mujer que está acostumbrada a tenerlo todo y a ser valorada únicamente por su aspecto físico que, de repente, se ve sola, es acosada por un mafioso y conoce a un policía de vuelta de todo cuya obsesión es el susodicho mafioso y que, si bien de cintura para arriba rechaza a esa mujer, de cintura para abajo piensa muy distinto. A esto hay que sumarle un par de tramas secundarias con diferentes ramificaciones amorosas que acaban influyendo en la trama principal y una tensión sexual entre los protagonistas que puedes cortar con cuchillo y tenedor¡Ole ahí el pisto de suspense y de folleteo! Quedaba desarrollarlo bien y ahí es donde me parece que Suzanne Brockmann pincha en hueso. Primero, la relación entre ellos avanza a trompicones. Lo de Alessandra y Harry es volcanismo sexual desde la primera mirada y te vuelan las enaguas en el primer trocotró que se echan (taaaaaaaaaaaan peliculero que me encanta) pero luego la cosa se estanca, un pasito p'alante, María, un pasito p'atrás y te quedas con cara de 😕. Además, me cuesta creer el enamoramiento, algo estupendo en una novela romántica, ¿verdad? Llega porque estamos leyendo una novela romántica y en algún momento alguno tiene que pensar "¡co*o, que me he enamorado!" pero no hay nada que indique que se ha llegado a ese punto. Bueno, sí, los pensamientos de ellos, los eteeeeeeeeeeeeernos pensamientos. En este libro deben tener la cabeza del tamaño del lago Michigan de todo lo que piensan


Harry en el transcurso del libro

Hablar y actuar ya les da más pereza y así pasa, que la trama de suspense acaba quedando en un segundo plano, la historia amorosa se estanca y cobran más interés los personajes secundarios (de los que he adorado a Shaun). La parte del compañero de Harry tuvo para mí un inicio 😑, un desarrollo 😲 y un final 😠 (y no me tiréis de la lengua que cambio 😠 por 😡) y la parte familiar de Harry ha sido tan superficial... Puede que con una mayor longitud se hubiera podido dedicar a todo el tiempo necesario. Tengo que ser justa y decir que el libro tampoco me ha parecido un petardo, no es que tenga nada especial pero tampoco se lee mal, va todo muy rapidito y, aunque es muy simple, estás enganchada leyendo. Me ha gustado ver la evolución de los personajes y sus relaciones, Harry y Alessandra parecían huecos y acabas descubriendo que no lo son (especialmente me ha gustado ella, que era poco menos que una muñeca y acaba siendo una mujer independiente y fuerte). Sin embargo, el tramo final estropea el libro porque se soluciona todo por arte de magia y, lo peor, sin verlo. La trama de suspense se resuelve sin que tú la vivas, ¡te enteras de todo a posteriori y porque los personajes lo cuentan! Es como si en esa parte de rodaje del teleflín se hubieran quedado sin dinero y el director dijera: "Ale, esto que lo cuente Rita". Sí, la Cantaora, que debía llevar un buen moco encima para que este libro se llevara uno de sus premios.


Rita preparándose para entregar un galardón

Y ya os digo que no es que sea un petardo de libro pero me ha parecido una historia menor, simplona y únicamente recomendable para cuando quieres algo rapidito y con pocas pretensiones. Estoy segura de que Suzanne Brockmann no se ha hecho un nombre dentro del suspense romántico escribiendo libros como éste y por eso estoy deseando ponerme con su serie Troubleshooters, que tampoco este libro ha sido tan malo como para que no quiera leer nada de ella. Eso sí, El guardaespaldas, para mí, es perfectamente prescindible.

Por eso le damos en nuestro Gandymetro...

Harry, a tu pistola la falta pólvora


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This

martes, 21 de noviembre de 2017

Una noche nada más (Cala Espinada 1), Tessa Dare


Bienvenidos a Cala Espinada, un lugar en el que las mujeres de salud delicada disfrutan de la brisa del mar y donde los hombres en la flor de la vida… brillan por su ausencia. ¿O no?
Cala Espinada es el destino preferido de cierto tipo de damas bien educadas: muchachas enfermizas, escandalosas o muy tímidas; jóvenes esposas desencantadas con el matrimonio o jovencitas demasiado encantadas con hombres inadecuados. Pero también es un paraíso para los que viven allí.
Victor Bramwell, teniente coronel del Ejército británico, alejado del servicio por una herida de guerra, está dispuesto a cualquier cosa con tal de recuperar su comisión. Incluso a convertirse en el conde de Rycliff y a crear a toda costa una milicia en Cala Espinada. Por supuesto, ése no es lugar para alguien como él; allí sólo hay solteras… y ovejas. Aunque también está la exquisita Susanna Finch, una mujer decidida a llevar a cabo su utopía personal y salvar un ejército de damas, reivindicativas, modernas, de las garras de los hombres de Bram.
Se ha declarado la guerra entre los dos bandos y ninguno de ellos está dispuesto a ceder.



¡Oh, el Reto Rita la Cantaora, qué gran excusa para leer libros pendientes! Y yo tenía muy muy muy pendiente el siguiente de esta serie pero nunca me ponía con el primero. Y ahí ha llegado Rita a darme el empujón necesario para bañarme en Cala Espinada. ¿Estará el agua tan calentita como para no querer salir nunca de ella?

¡Allá que voy!

Si vas a Cala Espinada es porque no eres una muchacha común. No es que tengas tres cabezas pero sí eres objeto de miradas raras porque estás enferma/eres un poco casquivana/no hay Dior que haga carrera de ti. Es un lugar perfecto, alejado y tranquilo, y Susanna Finch se va a encargar de hacerte sentir persona de nuevo dándote justo lo que más necesitas: libertad para ser tú misma. Y parte de esa libertad viene dada porque los hombres allí brillan por su ausencia (haberlos, haylos pero son los imprescindibles para el funcionamiento diario -y no va en el sentido guarro de la expresión-). Pero esa tranquilidad se va a romper cuando llegue Victor Bramwell, teniente coronel del ejército británico que, tras ser herido en una rodilla, quiere volver a su puesto a toda costa. Por desgracia sus intereses chocan frontalmente con unas ovejas los de Susanna, con lo que ya tenemos el pisto servido. Y por chocar frontalmente nos referimos tanto literal como metafóricamente, porque su primer encuentro es...

¡Ña!

Y así la paz de Cala Espinada se va a ver alterada definitivamente, igual que la de Susanna, cuya vida tranquila se pone patas arriba ante los rudos modales y el instapalotismo de Bram. Ella no puede dejarse vencer por las pasiones porque de su estabilidad y credibilidad depende la seguridad de las desamparadas mujeres de Cala Espinada, pero ve y dile tú eso a la boa de Bram, que actúa sin el consentimiento de su dueño y se pone como una locomotora cada vez que ve a la bella moza. Y es que Bram tiene una misión en la vida, que es volver al ejército, a pesar de su maltrecha rodilla y de lord Payne, el calavera palote de su primo Colin, y en su vida no hay espacio para el amor. Lo tenemos claro, ¿verdad, Bram? Pues vamos a actuar en consecuencia.

¡Ña again!

Y yo creo que con esto os he resumido lo principal de la novela. Sumadle una milicia de risa, un sorpresivo título nobiliario, un par de chicas con verdadero potencial, un padre como el de Bella de La bella y la bestia pero en pichote... y os he resumido la novela entera. Y es que, a pesar de las referencias a la situación política y tres cosas más, este libro es un nadismo que quiere y no puede. Tiene muy buenas intenciones, empieza genial con unos momentos buenísimos de risa pero poco a poco se va desinflando y no llega a triunfar en ninguna de las tramas que plantea (ni en mi corazón). ¿Cuál ha sido el problema? Los protagonistas, básicamente.

Así no vamos por buen camino, chata

Sí, cuando ves que no conectas con los protagonistas es que hay un problema. A ver, puede que no lo sea si estás leyendo American Psycho pero, por Dior, esto es una novela romántica, ¡conectar con los protagonistas es de necesidad vital! Pues ya puedo yo rellenar mi necesidad vital con otra cosa (así a bote pronto se me ocurre que con cierta parte de Colin *ejem*) porque con la conexión con ellos, no. No me malinterpretéis, Susanna y Bram son muy majos y te suben los calorcillos y ay qué pena si no pueden acabar juntos y blablabla pero me han parecido faltos de encanto e incoherentes. Ambos tienen muy claro que el otro es un impedimento para lo que quieren pero, en cuanto tienen la oportunidad, no se cortan lo más mínimo en darle a la lujuria activa (no es que nos salgan las secuencias guarras por las orejas, eh, pero a mí me han parecido excesivas para lo que aportan). Que me parece estupendo como 🔥🔥🔥 profesional que soy pero una esperaría que, a pesar de las ganas que tienen de darle al tema, tuvieran un poco más de autocontrol a la hora de pasarse sus propias normas por el forro. Así, la tensión sexual que tanto disfrutamos en los libros de "enemigos en dirección a la cama" desaparece rápidamente, no hay apenas conflicto entre ellos. Se llega muy rápido al punto de entendimiento (y quien dice entendimiento dice roce) y, salvo por una cosilla al final, la relación deja pronto de llamarte la atención. Yo creo que ya venía un poco revenida por su primer encuentro, en el que pasa algo que me parece innecesario.

No, hombre, tanta alegría al cuerpo no le da el Macareno

Cuando lo principal no te motiva, te entretienes con lo secundario y aquí hay de todo, como en botica (menos historia de amor secundaria). La trama de la milicia me ha parecido entretenida pero un poco descafeinada y todo lo relacionado con el padre directamente me ha molestado. Él me ha caído mal, el trato hacia su hija ha puesto en peligro la integridad de mi carótida y me he pasado todo el libro pensando que por qué no se moría (una tiene esos pequeños pero deliciosos momentos de maldad). Sin embargo, los acompañantes de Bram me han parecido mucho más interesantes. Thorne puede tener una historia estupenda. Y Colin... Si hay un calavera palote, allá que van mis enaguas. Lord Payne (Colin) me llama como la luz a las polillas. Sinceramente, por las primeras cosas que se comentan de él pensaba que era un tolili (al estilo Bertie de Abandonada a tus caricias) pero no, lo que le pasa es que es un noble palote cuya boa no se ejercita y, claro, eso hace que el cerebro a veces no le funcione bien. Según avanza la novela le vamos descubriendo el encanto, vemos que es inteligente y que tiene una historia traumática (o, al menos, importante en el pasado) sobre la que quiero ya poner mis zarpas. Sobre la historia. Ejem.  

Lo juro, palabrita de Kim

Tessa Dare no escribe de un modo especialmente brillante pero aprueba (al parecer doy notas y ni lo sabía...) en mi listado de escritoras. Crea momentos y diálogos graciosos pero no de los que te encandilan y te dejan con la sonrisa de tonta, lo que es una pena porque de verdad que se dan situaciones surrealistas que mejor desarrolladas me hubieran hecho saltar lágrimas de la risa y que, aquí, lo que han conseguido es que sonría y poco más. En cuanto a sus secuencias akjdhfakjshfjkashg me han parecido algo flojas y no todo lo perraquiles que a mí me gustaría (y, extrañamente en mí, me ha sobrado alguna). Pero, ey, conocer una serie y a una nueva escritora muchas veces es algo extraño, así que yo estoy dispuesta a darle un voto de confianza a Tessa Dare porque creo que esta serie tiene muy buenas posibilidades (¡ay qué parejas se vislumbran!) y, a pesar de lo todo lo que he comentado, Una noche nada más me ha resultado una lectura bastante entretenida

Por todo esto, le damos en nuestro Gandymetro...

Bram, yo te enderezo la rodilla y lo que te cuelga cerca


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This