Tierna fue la tormenta, Johanna Lindsey

Él es Lucas Holt: un hombre musculoso arrogante de aspecto salvaje pero también peligrosamente atractivo que ha solicitado una esposa por correo. Ella es Sharisse Hammond: una hermosa y excitante mujer que intenta escapar del matrimonio por conveniencia que su padre le ha impuesto. Ambos desconocen las oscuras intenciones del otro aunque persiguen el común objetivo de utilizarse mutuamente. Pero la fuerza del deseo truncará sus planes y les hará vivir una historia de amor más allá de los límites sociales.

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Queridas haggards: ya sabéis que a mí me gusta mucho hacer arqueología lecturil y en esta ocasión me he plantado con un viejunismo de la Lindsey, esa caja de bombones de la romántica de la que nunca sabe una qué esperar.

¡Vamos a leer a la Lindsey!

Viendo la portada clásica, cualquiera diría que aquí nos vamos a encontrar trocotró a troche y moche... y nada de eso (yo no lo he echado de menos, pero no os podéis fiar de mis gustos rancios universalmente conocidos). El caso es que la novela es casi blanca, cosa increíble conociendo los antecedentes de esta autora. Por la fecha de publicación, deduzco que Johanna estaba en tratamiento de choque anti porros por haber escrito La novia cautiva, aunque aún no había logrado llegar a los niveles de esa joyita que es Ángel de plata. 

Ommmmm, prohibido poner guarreridas

La idea de la novela no es mala, incluso he de decir que en una una primera parte de la historia me he sentido totalmente a merced de la autora. Al principio del todo no sabía quiénes iban a ser los protagonistas, luego he estado más ciega que Sharisse, la verdadera heroína, y ahí me lo he pasado pipa, casi como cuando leía otra novela que no voy a citar por no hacer spoiler.

Me lo paso pipa con estas tonterías

Encima, ración doble de maromos, que a una haggard siempre le viene bien porque NosCaben todos, como bien sabéis. Pero, como siempre, Johanna Lindsey se queda a mitad de camino. Sus tramas de fondo no son nunca demasiado complejas ni sorpresivas y, en este caso, mucho menos. Yo creo que quiso hacer una pirueta argumental a lo Woodiwiss y lo que consigue es que la lectora de turno no se entere de la misa la media. Mucho sugerir pero poco explicar. Y, cuando lo hace, pues tampoco es para caerse de culo la resolución.

Colleja para Johanna por quedarse a medias

La relación entre los protas es un poco psé, no hay una tensión de morirse, es correcta y ya. Quizá el lío que tiene Sharisse en la cabeza sea lo más interesante. En resumen: una novela para pasar el rato, que prometía más y se queda en algo raruno que no sabría ni cómo calificar. Al menos no dan ganas de ir a la casa de la Lindsey y requisarle las drogas.

Por todo ello recibe en nuestro Gandymetro...

Un Gandy por maromo