martes, 17 de junio de 2025

Game Changer (Game Changers 1), Rachel Reid

[Libro no publicado en español]
La estrella del hockey Scott Hunter reconoce algo bueno cuando lo ve. Por eso, cuando un smoothie hecho por el camarero Kip Grady precede al partido en el que Scott rompe su mala racha, el deportista está desesperado por recrear la magia... y conocer al sexi y divertido chico que está tras el mostrador.
Kip sabe que hay algo más que batidos de zumo tras las frecuentes visitas de Scott pero nunca se hubiera imaginado que este le invitara a su ático. O que le besara con abandono, mucho menos que le tocara por todas partes. Cuando ocurre es abrasador, increíble y frecuente pero solo con las condiciones de Scott y tras las puertas de su apartamento. 
Scott necesita a Kip en su vida pero con los play-offs aproximándose, el foco en él es más brillante que nunca. No puede permitirse hacer nada que perjudique su carrera... como presentarle al mundo a su novio. Kip está dispuesto a ir a por todas con Scott pero... ¡cuántos tiempo tendrá que ser un secreto?
Goodreads ❤  Amazon


¡Terror en el hipermercado! ¡Horror en el ultramarino! No es que haya desaparecido esta reseña, ¡es que no la llegué a hacer! Y yo quería contaros en su momento lo que me pareció este libro porque quiero seguir leyendo la serie... ¡y apenas lo recuerdo!

Esto me suena

¡¡Y no tomé notas!!

Para lo que has quedado, Kim

Así que esta va a ser una reseña breve brevísima, queridas. Os pongo en situación, que la sinopsis me ayuda: Kip Grady trabaja en un sitio modenno de esos que te hacen un café de chorrocientos euros y un sabroso batido de kale con puturrú de fua. Él está ahí de pegote, es historiador y de lo suyo no encuentra nada, así que toca hacer batidos y poner sonrisa falsa. En uno de esos días entra por la puerta tremendo maromazo de palote duro.

Cuidao no te dé en el ojo

Se llama Scott Hunter y lo del palote duro es por su oficio, que es jugador de hockey (y vosotras sois unas guarrindongas). Scott está pasando una mala racha en la pista pero jatetú que Kit le hace un batido, se echan dos sonrisitas y el jugadorazo que enamoró a todo Nueva York is back, baby! Si has leído novelas de sporty melofó, sabrás que son supersticiosos a más no poder (bueno, si has visto jugar a Rafa Nadal también lo sabes), así que Scott va a repetir la misma rutina de ese día todos los días que tenga partido. Y que Kit le haga el batido, claro. Creo que peores castigos en la vida habrá tenido Kit...

Kit dispuesto a batirle a Scott lo que sea

Kit no sabe quién es Scott porque eso del deporte no va con él pero se acaba volviendo su mayor fan porque Scott, aparte de buenorro, es un encanto con él, le da conversación, flirteíto... y una noche inolvidable en su megapiso. Pero todo a escondidas, que Kit es un gay fuerarmariesco pero Scott no ha contado nada sobre su orientación sexual, que ya sabemos cómo es esto del gayerismo y el deporte, fingen llevarse bien pero prefieren no aparecer juntos en la misma frase. Scott teme que su imagen deportiva, pública y publicitaria se vayan a la mierda así que no contempla salir del armario, mientras que Kit no contempla entrar en él. Creo que ya veis por dónde va a ir la historia...

Me huelo la tostada

Efectivamente, uno quiere seguir escondiéndose y el otro se harta de tener que hacerlo. No me quejo yo de que no haya sorpresas porque ya en romántica te encuentras pocas pero me quejo de muchas otras cosas porque no me ha gustado nada cómo ha evolucionado esta anunciada debacle. Yo empiezo a leer siempre con la mejor de las intenciones pero el primer encuentro guarreril ha llegado muy pronto, con lo que la tensión sexual (que es lo que más me gusta del mundo) se fastidia rápido y ya tienes que manejar bien la relación entre ambos, cosa que me parece que Rachel Reid no hace, al menos a mí no me ha dejado contenta. Ninguno de los protagonistas me ha convencido, eso para empezar, los dos me han parecido muy egoístas. Los entiendo a ambos pero según avanza el libro se vuelven más egocéntricos e, increíblemente, cerrados el uno al otro. Es lo típico que le acabas gritando al libro que por qué no hablan, cuando es tan obvio que eso solucionaría todo. Pues no, al ultimátum en el último momento. Pero que no nos falte el follisqueo a troche y moche, eh, que para solucionar los ralos rollos nos dejamos unas páginas al final y una taza de vómito de unicornio que apañe todo.

Rachel Reid escribiendo el final

De verdad que tanto pensamiento, tanto miedo a qué pasará para que al final nos quede de un happy flower ridículo que un poco más y los ojos se me vuelven peonza de dar tantas vueltas. Y me da rabia porque la historia tenía potencial y no me parece que Rachel Reid escriba mal pero he estado más entretenida con la rivalidad de Scott con un tal Rozanov que con el resto del libro. Fijaos cómo ha sido todo que hay mucho folleteo y ni sexi me ha parecido. En fin, que puede que sea problema mío más que del libro, que no he conectado desde el principio y ya he ido un poco de culo, pero no me ha parecido una historia que merezca la pena. Aún así, espero seguir la serie y pasarlo mejor. ¡Rachel Reid, dame una buena historia, hermosa!

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

Este sporty palote es un poco tonto del bote


COMPARTIR ES EL MEJOR CAMINO PARA QUE UN MAROMAZO LLAME A TU PUERTA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This