[Libro no publicado en español]
Mi corazón se paró, sobrecogido como los pájaros cuando callan al escuchar un disparo.
Era alto, de complexión alta y fuerte, pero no corpulento. Su oscuro pelo necesitaba un corte y se ondulaba bajo sus orejas. Cejas oscuras, barba de tres días oscura, ojos y pestañas oscuros también.
Y era guapo. Tan guapo que rompía tu corazón.
Tenía una baraja abierta entre las manos. Algunos de los hombres llevaban ropas de trabajo azul marino, otros, camisetas azul marino o interiores blancas. Él llevaba una con la palabra COUSINS estampada en la parte delantera y, arriba, el número 802267. Esas cifras se grabaron en mi cerebro, quemadas como una marca.
Me miró, pero no como lo hicieron otros. Si trataba de maginarme desnuda, su cara de póquer no dejaba verlo, aunque su atención era cualquier cosa menos sutil. Su cabeza se movía mientras yo pasaba por sus dominios. Sus ojos, lánguidos y entrecerrados, eran intensos. Cien miradas en una. No me gustaba. No podía leerla. Al menos con los groseros cachondos conocía el camino por el que pisaba.
Me preguntaba qué era la peor cosa que podías hacer para que te mandaran a una prisión de media seguridad. Esperaba no conocer la respuesta.
Y le pedí al cielo que el preso 802267 no se hubiera apuntado a ninguno de los programas del día.
Yo no puedo con la vida con estas portadas, ¡parfavaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!, es que no puedo. ¡Así se vende un libro! ¡Hombre ya! Si, además, tras esa barrera de abdominales me encuentro una buena lectura, hago la croqueta en diagonal. Y los libros de Cara McKenna están siendo de croqueta en diagonal para mí.
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¡Muchas gracias por el descubrimiento, Bona Caballero! |
Annie Goodhouse es una bibliotecaria que debe considerar su vida muy aburrida, ya que se presenta voluntaria para ir una vez a la semana a la cárcel de Cousins a enseñarles cositas a los internos.
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¿Cositas como estas...? |
¡Qué más quisieran ellos! Annie va a ayudarles a escribir, leer, rellenar formularios, internetear... Obviamente es algo peligroso y tiene que ir con aspecto monjil, que esos hombres no han mojado la churra en siglos y la mera intuición de un canalillo les puede poner en órbita. Annie lleva nervios hasta en el carnet de identidad pero esos nervios se van a convertir en un terremoto nervioso-xirril cuando se cruce con la abrasadora mirada del preso 802267, Eric Collier, que promete percutores momentos a los que las entretelas de Annie parece que no se negarían. Pero Annie no puede tener tratos impropios con reclusos y Eric no puede acercarse a ella salvo cuando están en clase, así que el preso decide aprender a escribir bien y que Annie le ayude. Y qué mejor que enseñarle a su profesora los progresos que hace a través de unas cartas de tres rombos*...
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Cada vez que te veo pasar, Me la pones como el peñón de Gibraltar |
*Si no conocéis los rombos como icono señalizador del nivel guarreril de algo, sois asquerosamente jóvenes y vuestras tetas que no ceden a la gravedad no son bienvenidas aquí 😆.
No sé qué tiene Cara McKenna pero su estilo conecta conmigo de un modo especial, me hace leer con ansiedad, sin poder quitarme el libro de la cabeza. Luego ya me gustará más o menos lo que leo, pero que me genere ese nivel de adicción tiene mucho mérito (aunque, bueno, a mí MeGusta todo, ya lo sabéis 😅). Eso sí, no son historias fáciles ni ambientes idílicos. No vengáis a este libro buscando millonarios y amores idílicos en playas soleadas, aquí Cara nos trae un personaje que se autodefine como white trash, salido de un parking de caravanas #Maravilla. A Eric la cárcel le ha cambiado y conocer a Annie, con su dulzor sureño y sus ganas de ayudar, hace que se le vuelva la veleta loca, así que os podéis imaginar lo que es eso cuando finalmente pueden consumar...
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La próxima vez leo en la bañera |
Detecto en los libros de Cara McKenna cierta querencia a la narración desde el punto de vista de la mujer, que suele ser el personaje menos complicado de la pareja. Aquí, la narración es íntegra desde el punto de vista de Annie (¡y en primera persona!), algo que, sorprendentemente no me ha disgustado. A ver, siempre me acaba cansando estar en la cabeza de un personaje porque llega inevitablemente el momento en el que le da a la cafetera mental y me aburro, pero, aunque aquí también ciertos pensamientos recurrentes de Annie se me han hecho un poco pesados, no ha sido algo especialmente molesto. Creo, además, que es muy inteligente ver la historia desde los ojos de ella, ya que nos podemos identificar más con su situación, con las dudas que le surgen, con los corazoncitos que le salen por el xixi los ojos ante el inesperado romanticismo de Eric y con el calentorrismo que le produce ver que a ese maromazo se le pone como un canto rodado pensando únicamente en ella. El sexo está muy bien escrito, detallado pero no chusco, se siente muy real (aaaaaaaaay, se siente, digo, ¡mis ganas marranas lo de sentirlo!), no hay acrobacias extrañas ni polvos de dudosa estabilidad física. Es sexo emotivo/fuerte/sensible/guarro-megaguarro, pero siempre es sexo que significa algo, no sexo por rellenar páginas de modo metesaquil.
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Pero del que te deja así |
La trama en sí tampoco tiene gran cosa, es la historia de dos personas con los sentimientos en hibernación que se encuentran para volver a la vida. Me gusta mucho cómo narra Cara McKenna, me parece muy intensa en todo lo relacionado con el sexo y los sentimientos. La relación avanza muy rápida cuando se da de modo epistolar (el guarrerismo por vía escrita siempre es más rápido) pero, cuando se da la posibilidad de tener algo fuera de la cárcel, la relación entre ellos se frena, con lo que parece que volvemos a empezar su historia, algo que me ha encantado, ya que ha sido como disfrutar dos veces del tonteo 😆. Sin embargo, luego parece estancarse un poco. Además, las circunstancias personales de Eric acaban apareciendo y dispersan la atención, la parte final rompe el ritmo y es más débil. Es algo que yo directamente habría quitado, ya que me ha cortado todo el rollo previo.
De todos modos, ese contacto final con el mundo "whitetrasheril" no me puede quitar la sensación previa vivida con este libro, esas ganas de no dejar de leer, esos calores supremos que me subían por las orejas con Eric y esa sensación de tener entre mis manos una historia distinta y especial.
Por todo esto, le damos en nuestro Gandymetro...
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Eric, de la cárcel de mis piernas sí que no querrás salir |
A esta autora no la he leído, pero... ¡¡¡qué pintaza que tiene!!! Me ha encantado la reseña, Kim, y todo lo que cuentas de este libro. Estupenda.
ResponderEliminarBesitos
A mí me gusta cómo escribe y que es gente "normal" la que protagoniza sus libros. Por aquí hemos reseñado tres, por si en algún momento te pica la curiosidad y quieres echarles un ojo.
EliminarMuchas gracias por comentar, guapa!
Besotes!
De nada. Es una autora que a mí me dejó noqueada cuando la descubrí. Me alegro que alguien más pueda disfrutar de su erotismo Ikea.
ResponderEliminarLo disfruto mucho, así que muchas gracias de nuevo por descubrírmela, Bona.
EliminarGracias por pasarte y comentar!
Chica, que yo no sabía nada de rombos aunque mis tet@s cedan a la gravedad. Ja Ja. Lo acabo de googlear y ahora entendí. Es que no soy de España.
ResponderEliminar😂😂😂 Lo de los rombos no te afecta, entonces, te seguiremos queriendo 😂.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar!
Creo que me tengo que ir mirando la vista por que no sé como leído que la protagonista se llama amy winehouse jajajaja. la verdad que me llama y ya ni te cuento de esa portada Madre de Diorrrrr!!! muy buen post y muy buen fin de semana chatas, besos
ResponderEliminar😂😂😂😂😂😂😂 Ay Noe, te ha bloqueado las neuronas la portada y ya no sabes lo que lees 😂.
EliminarMuchas gracias por pasarte!!
Tres rombos!!! jope, películas prohibidas jajaja+ç
ResponderEliminarTiene una pintaza estupenda, y no sé yo si al final quizás me da por animarme... mira qué frase más liante, así estoy. Lo anoto, quizás cuando termine los Maiden ... que el primero lo empiezo este mes, ya verás ;)
Pero sí, el tema del malote promete mucho
Un besote
Nunca está de más conocer estos libros por si quieres probar algo nuevo! Ya nos irás contando (de este -si te pones- y de Maiden!).
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar!!
He leído tu reseña y me lo he comprado porque las novelas epistolares tienen un algo que me encanta. Me ha gustado mucho, aunque el final en su pueblo y así me ha parecido como cogido con pinzas. Y me ha gustado la parte sexual porque soy una #rancia y me aburre cuando entran demasiado en detalles. Mantiene muy bien la tensión sexual no resuelta. Muchas gracias por tu recomendación!!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado!! Yo también lo leí por la reseña de otro blog, el de Bona Caballero, y estoy bien contenta de haber descubierto a esta escritora. Me alegro de que te haya pasado lo mismo! Muchas gracias por decírnoslo!!
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