[SPOILERS DEL LIBRO ANTERIOR]
Chase Tyler ha sido el objeto de deseo de Marcie Johns desde el colegio. Pero el guapo y lacónico cowboy nunca ha sentido nada más allá de platónico cariño hacia la cerebrito de la clase y, cuando llega el momento de sentar la cabeza, Chase escoge a otra para ser su esposa.La vida es buena para Chase y Marcie se resigna a encontrar la felicidad a través del éxito profesional. Pero la vida da muchas vueltas y, en un intante, la vida de Chase cambia de modo brusco e irreversible. Devastado e incapaz de seguir, Chase se convierte en un alma perdida que se esconde de su dolor. Abandona el negocio familiar, vaga sin rumbo por el circuito de rodeo e intenta ahogar sus penas en infinitas botellas de whisky.Entonces el destino intercede, reuniendo a Chase con Marcie, que fue una involuntaria pieza clave en la tragedia. Marcie siente el peso de la culpa pero también está convencida de que solo la fuerza de su amor puede rescatar a Chase del abismo. Está dispuesta a arriesgar todo en un atrevido plan para salvar el negocio de Chase, su vida y, por fin, reunirlo con ella.
Pues vamos echando el cierre por vacaciones al blog con la última reseña
predescanso agostil (que no última entrada, ya que en unos días os
presentaremos a la autora de agosto del Reto Rita 4), ya que este año tan
raruno necesitamos más que nunca descansar un poco de la vida y del
bloguerío. Y venimos a cerrar las reseñas de julio con un maromo de esos
que me gustan.
¡Muchacha, pero si a ti te gustan todos! |
Ciertamente no os equivocáis, pero ya sabéis que la combinación maromo
tejano + made in Sandra Brown es bastante irresistible para mí. Hace unos
meses pasamos un rato estupendo con Lucky, el menor de la familia Tyler,
que debe su apodo (afortunado) al exitazo que tenía su palote en el
bajerío femenino (hablamos en pasado porque ahora su palote solo bebe los
vientos por su churri, claro). En ese libro conocimos también a Chase
Tyler, el hermano mayor de la familia, un hombre con el palote más
asentado pero igualmente encantador. Pero el encanto se le pierde por el
camino al llegar al final del libro anterior y dos años más tarde Marcie
Johns lo encuentra ahogando sus penas en alcohol y poniendo su vida en
peligro, algo que Marcie no puede consentir, cosas de creerse responsable
de su estado... y de llevar toda la vida enamorada de él 😲. Tengo que reconocer que tenía bastantes ganas de leer la historia de Chase
porque un maromazo traumatizado siempre da mucho juego, sobre todo si el
trauma le viene por la parte amorosa y la moza que se lo quiere llevar a
su huerto tiene que competir con una mujer maravillosa que no
está. Y, si bien me ha gustado la historia, creo que todo sale perjudicado
por la brevedad del libro. Todo lo que se trata me gusta pero todo lo veo
bastante acelerado, sobre todo en la parte final, donde parece que tenemos
que correr porque se nos están cerrando las puertas del último metro en
nuestra cara (y Henry Cavill está dentro del vagón). Y ese es el gran
problema del libro, porque tú esperas trauma y lo hay, pero poco; esperas
akjsghkjshalkjshf y los hay, pero no muchos; esperas amor y lo ves...
porque te lo dicen.
Así no se me tiene contenta, Sandrita |
Como ya os he dicho, el punto de partida
de Chase es bastante complicado, así que cuesta que se vuelva a enamorar y que tú te lo creas,
pero se puede conseguir, que mis ojitos y los vuestros seguro que lo han
leído en más de un libro. Aquí, sin embargo, nos queda claro que la parte
palotil Chase la tiene bastante superada (hombre, por Dior, es un tejano
de la Brown, estos se empalotan hasta viendo una escoba), pero la parte
amorosa te la tienes que acabar creyendo, porque Chase tiene cariño a
Marcie y se llevan estupendamente pero no le ves tú esas ansias amorosas
que invaden los cuerpos maromiales cuando se enamoran. Estoy segura de
que, si el libro hubiese tenido cien páginas más, Sandra Brown lo habría
dejado niquelado, pero no ha sido así y me he quedado con la sensación de que el libro pudo ser mejor.
De todos modos, con casi cualquier cosa que la Brown escriba me lo paso
bien y esta historia no ha sido una excepción. He disfrutado mucho con la
relación entre Lucky y Chase. En general, los tres hermanos Tyler tendrán
pasta y estarán muy bien educados pero, cuando quieren, tienen la
delicadeza de un bocadillo de tuercas, y eso se ve especialmente entre
Lucky y Chase, que mezclan lo bruto con la camaradería de hermanos que
siempre se guardan la espalda. Chase con Lucky parece perder el palo que
lleva metido por el agujero trasero y me encanta que le saque de sus
casillas y le provoque. También me gusta que Sandra Brown no
sea una escritora complaciente y haga que sus personajes metan la pata
incluso abriendo la boca, llegando a herir con lo que dicen. Hablando de
tejanos cuyo sustento proviene del petróleo (y de un libro escrito a principios
de los 90 del siglo pasado), se mencionan ciertas cosas que pueden levantar
las cejas del feminismo, como que es un peligro para Marcie que viva sola
y sin novio o que para qué va a querer un hombre estar con ella si ya es
ella el hombre de la relación. No es un libro machista, pero son cosas que
le tiran a Marcie a la cara y que tal vez en otro momento no habrían
llamado mi atención y ahora sí lo hacen (y que tal vez otra escritora se
ahorraría pero no la Brown). Me hubiera gustado que Marcie realmente fuera
tan fuerte como aparenta pero es más blanda de lo parece. Por parte de Marcie viene otro punto flojo del libro, una trama
de acoso que se inventa Sandra Brown que me ha parecido bastante metida
con calzador y resuelta a la velocidad de la luz, aunque reconozco que he
estado bastante entretenida elucubrando sobre el malvado.
Kim buscando pistas mientras lee |
Como os he comentado casi siempre que he reseñado a Sandra Brown, es una
escritora que me gusta, tanto por sus historias (y sus maromazos, que me
chiflan), como por el modo en el que las cuenta, de un modo más bien
directo y sin eternizarse dando vueltas. Aquí también saca la tijera más
de una vez, pero usa una técnica que no me suele gustar especialmente, ya
que corta algo para luego contártelo como un recuerdo, por ejemplo. Es
algo que te descoloca y te mantiene atenta durante todo el libro pero
personalmente la mayoría de las veces prefiero que se me cuente una
secuencia entera y no que se cuente parte en el momento y el resto al día
siguiente cuando uno de los personajes lo recuerda. Para mi gusto, aquí
Sandra Brown utiliza demasiado ese recurso y me ha roto el ritmo de la
lectura más de una vez.
Pero lo importante es que me lo he pasado bien leyendo Texas! Chase. Esta peculiar
familia me ha entrado por el ojillo y he podido seguir disfrutando de
Lucky, me han dado muchas ganas de ver cómo se las hacen pasar al maromo
que se enamore de Sage y he pasado un buen rato con la segunda oportunidad
que el amor le da a Chase. Me hubiera gustado que el libro fuera más
extenso y explotara más y mejor todo lo que esta historia podía ofrecer,
pero se nota la buena mano de la Brown y eso siempre hace que hasta un libro
normalito como este me acabe gustando.
Por todo eso le damos en nuestro Gandymetro...
No pinta nada mal la historia, a ver si retomo algún libro de la Brown que me gusta mucho como escribe y creo que aún no he empezado ninguna serie de ella!!!
ResponderEliminarPues de ella tienes libros para aburrir!
EliminarHola!!!
ResponderEliminarTengo tantos pendientes de esta autora, que puedo permitirme el lujo de no leer esta jajajaja y aún me quedarán pendientes suyos por leer
Me gusta mucho, más cuando mezcla suspense que cuando solo es romántica. De todas formas, lo que comentas de cierto pequeño machismo, me chirria, que hay cosas que no... sobre todo en contemporánea.
Eso sí, tampoco pienses que lo descarto, que si lo encuentro de segunda mano, seguro que lo compro
De todas formas, como bien dices, Sandra Brown lo puede hacer muy bien, y mira que la sinopsis pinta muy bien
Un besote
Felices vacaciones ♥♥♥
EliminarDescanso a tope y diversión total ;)
Tengo muchos pendientes de esta autora y mira que me gusta, eh. A ver si me animo y vuelvo a leer más libros de ella. Estupenda reseña Kim!
ResponderEliminarBesitos