Sam Becker ama (bueno, vale, le gusta) su trabajo. A ver, ser encargado de una tienda de baños y dormitorios no es exactamente glamuroso pero es un buen trabajo y se lleva bien con la panda de raritos que hacen que la tienda funcione. Se puede ver aquí durante mucho tiempo. Una pena que el dueño sea un exasperante idiota.Jonathan Forest nunca debió contratar a Sam. Fue algo sentimental y Jonathan no ha llegado donde está siguiendo su corazón. Dispuesto a poner las cosas en orden, Jonathan le pide a Sam que vaya a Londres para mantener con él una complicada conversación... solo para que Sam, presa del pánico, tropiece, se golpee la cabeza... y deje intuir que no recuerda nada.Fingir amnesia parecía una buena idea cuando Sam tenía miedo de que le despidieran pero ahora tiene que lidiar con la culpa de Jonathan, a la vez que con el hecho de que su arisco jefe pueda tener un lado más amable. Hay una inesperada libertad en tener una segunda oportunidad de una primera impresión pero mientras Sam y Joanathan se acercan, ¿podrá Sam admitir la realidad? ¿O construirá su futuro con Jonathan basándose en una mentira?
Ayer se publicó este libro, que se desarrolla dentro del universo de Alexis Hall de London Calling más que nada porque su autor lo dice y porque la portada recuerda a mi querido Se busca novio, ya que, aparte de estar en Londres, no hay otra conexión. Tuve la suerte de que me lo concedieran en Netgalley y lo cogí con muchísimas ganas, como siempre cojo los libros de Alexis Hall (eternamente agradecida a Elsa por descubrírmelo) y... Bueno, creo que Netgalley me va a dejar de dar libros si todos me gustan tanto como este.
Mi experiencia lectora |
Chascazo el que me he llevado con 10 Things The Never Happened, una especie de parodia de Se busca novio con sello de Hacendado y un chute de humor de ese del que no hace gracia a nadie. Mira que han pasado semanas desde que lo leí y aún no sé muy bien qué es lo que ha querido contarnos Alexis Hall. Una historia de amor desde luego no.
No more disgustos, por favor |
A ver, no asustarse. Sí hay trama amorosa pero, para mí, no ha sido lo más importante del libro y, además, tampoco ha sido buena. Vayamos con mi reseña NO OBJETIVA para que me entendáis. Tenemos aquí a dos clones extremos de los protagonistas de Se busca novio (siendo la constante referencia pero no he podido dejar de comparar algos libros). Sam Becker es el "rarito", ya empezando por su nombre, que no es Sam sino Samwise (que lo mismo os suena a chino pero si os digo Samsagaz a lo mejor os suena algo más...). Pues Sam ha sobrevivido al humor de sus padres y trabaja en unos grandes almacenes que venden cositas para baños y dormitorios. Obviamente, parece menos rarito por comparación, ya que tiene bajo su mando a un grupo de trabajadores más raritos que, supuestamente, aportan una de las notas de humor (spoiler: no). Vigilando a todos como Saurón está el peor de los jefes, Jonathan Forest, dueño y señor de los grandes almacenes y odiado por todos sus empleados, especialmente por Sam y sus compañeros. Como responsable de una sucursal donde Dior perdió la boina, Sam es el que tiene que rendir cuentas a Jonathan y esta vez el encuentro no resulta bien. De hecho, resulta bastante mal, con Sam y su equipo al borde del despido, dándose este un trastazo contra una mampara y perdiendo la memoria, algo que hace que Jonathan se cague un poco por la pata abajo ya que es el responsable del hostión y, ya tú sabes, jamía, demandas, blabla. Aparentemente, salvo lo de la memoria, Sam está bien pero le recomiendan ser vigilado estrechamente por si le ocurre algo días más tarde. ¡Y, a falta de maromazo churri, quién mejor para vigilarle que Jonathan! Para calmar un poco su conciencia y vigilar que Sam no se quede lechuga. Lo único es que hay un detallito que Sam oculta, una cosita sin importancia: que realmente no ha perdido la memoria.
Estoy entusiasmadaNO |
Y así acaba Sam, junto con su gato Gollum (...), viviendo en casa del serio y rancio de Jonathan. Tú, lectora que ya tienes el culo pelado de historias románticas, sospecharás que el roce hace el cariño y estos dos acabarán enamorados y, obviamente, no te equivocas. Pero hasta que eso ocurra hay mucho intento de comicidad con poco éxito, mucho engaño sostenido (una de mis kriptonitas, como sabéis), muy poco avance sentimental entre la pareja y, para mi gran delicia, muchísima familia loca de Jonathan. Pero mucha al nivel de pensar que esta es su historia y no un libro romántico. Como comprenderéis, eso ha tirado por el suelo mis ilusiones y mis ganas de leer porque, por mucho que la dinámica familiar me gustara (que ya os digo que no, porque son todos clones de la madre de Bridget Jones y me dan ganas de matar), lo que quiero es que el peso de la lectura lo lleve la relación entre la pareja y aquí me doy con un canto en los dientes si eso ocupa más de una cuarta parte del libro.
Cuánto de sufrir estoy pasando |
Además, no puedo decir que los personajes protagonistas me hayan encandilado. Todo lo vemos desde el punto de vista de Sam, que es un neurótico sin gracia alguna. Jonathan es mucho más interesante, tal vez por el misterio que le rodea, pero Alexis Hall lo hace tan hermético y petardo que tampoco me ha resultado atrayente. De verdad que estaba leyendo y no sabía qué nos quería contar Hall. La estancia de Sam en casa de Jonathan sirve más como catalizador para que este se reconcilie con su pasado y con su familia que como motor amoroso de la trama. Sí, es verdad que el hecho de que se abra a Sam y deje fluir sus sentimientos hace que eso no se limite al plano amoroso sino que se extienda al resto de su vida y eso es maravilloso para él, pero a mí el resto de su vida me la pela (por no decirte lo que me importan las vidas de sus abuelos o su tío extraño). Al menos el hecho de que lo haya escrito este hombre siempre tiene algo bueno y por eso no le doy menos nota. Su escritura, incluso aunque sea un tontismo lo que nos cuenta, es siempre de mucha calidad, con un vocabulario muy cuidado (lo que para mí se traduce en que tengo que tirar de diccionario cada dos por tres) y una ristra de cosas fuera de lo común que inevitablemente te sacan la sonrisa. Pero, a pesar de esto, 10 Things That Never Happened me ha parecido un libro decepcionante, una vuelta de tuerca a la base creada en Se busca novio (o incluso en Glitterland, donde la pareja grumpy-sunshine es lo más) pero con tufillo a agotamiento. ¡Espero que la siguiente entrega me dé más alegrías! (Tengo más moral que el Alcoyano 😆).
Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...
Pues muchas gracias, muy buena la crítica, y bien útil, para no comprarme esta salvo que en algún momento la abaraten. Siempre digo que el humor tiene una componente cultural, y cosas que hacen que la gente foránea se desternille, a mí me dejan cara de palo.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarYa me pegué batacazo con Husband Material y no sé yo si quiero repetir. Con la maravilla que fue Boyfriend material con sus toques de humor tan British y esa pareja tan cuca, creo que prefiero ser feliz y quedarme con los buenos recuerdos.
Besos
Amamos a Alexis y sus producciones, pero siempre me queda debiendo la parte de la conexión emocional entre los protagonistas. Que tienen deseo carnal fogoso el uno por el otro, se lo creo, pero al igual que con Oliver y Alex, no puedo imaginarme a esta pareja siguiendo una relación luego del final del libro. Alexis, bájale un poco al humor forzado además :( me da a sitcom que teme a los momentos de sentimentalismo por miedo a que el lector olvide que la obra es graciosísima (no)
ResponderEliminarAun asi, obvio seguiré leyendo todo lo que escriba noséporqué jajaj