El héroe (Lecciones de amor 3), Suzanne Enoch

Con sus dos mejores amigas felizmente casadas, Lucinda Barrett comprende que no puede aplazar sus planes. El granuja al que espera educar debe ser alguien que mantenga su vida equilibrada y tranquila... y ese alguien definitivamente no es Robert Carroway.

El guapo y melancólico héroe de guerra es demasiado complicado y rechaza a la sociedad londinense y sus trivialidades. Aún así, cuando Robert se ofrece a ayudar a Lucinda en su misión de reformar y casarse con un aristócrata más adecuado resulta una agradable sorpresa. Ójala pueda resistirse a la sensual atracción de los ojos asombrosamente azules de Robert... y al intenso fuego interior que desprende y la deja sin aliento.

Lucinda quiere un esposo, no un amante apasionado e irresistible que puede poner su mundo pastas arriba con un profundo y largo beso. Y su corazón le dice que este hombre puede ser el más desastroso de los peligros... y el más estimulante amor que jamás conocerá.

Goodreads ❤  Amazon

¡Cómo me gusta terminar series de libros! Yo creo que hasta pierdo arrugas de la felicidad que me proporciona finiquitarlas. Eso sí, me da más alegría cuando los leo en poco tiempo y no tengo que estar leyendo mis propias reseñas para ubicarme. Cuando publicamos la reseña de El seductor (el libro anterior), decía que no tenía que dejar pasar tanto tiempo entre uno y otro. Y, bueno, lo he hecho, porque no he dejado pasar un año entre lecturas de esa serie, ¡he dejado pasar dos! 

Así no te acuerdas ni de tu nombre

Pues me acordaba de lo básico, que tres amigas hacían una lista de cosas importantes que los hombres deberían cumplir y cada una escogía un estudiante para educarle, darle una lección y que cumpliera esas reglas. Curiosamente, ninguna tenía puesto en la lista que se los iban a beneficiar pero justo eso es lo que les pasó a las protagonistas de los libros anteriores, así que Lucinda Barrett decide buscarse un estudiante que esté buenorro y que sea un buen partido, no sea que acabe casada con él. El estudiante elegido jamás podría ser alguien medio lisiado, traumado por la guerra y que arrastra el peso de un secreto como Robert Carroway, hermano del maromo del primer libro, pero el cerebro propone y la autora y los bajos disponen y, aunque el adonis que Lucinda ha escogido no puede ser más perfecto, el misterio y la cautivadora mirada de Robert hacen que Lucinda poco a poco quiera pasar más tiempo con él que con su estudiante. Sin embargo, Robert sabe que su trauma de guerra oscurecería hasta el alma más luminosa y no quiere hacerle eso a Lucinda, así que, como no puede estar con ella pero tampoco puede alejarse, decide ayudarle a conquistar a su estudiante buenorro.

Eso no lo vi venir

Ni tú ni nadie, chica. Con estos mimbres, podríamos haber tenido un libro con la mezcla perfecta de calorrismo, trauma e intriga (nadie sabe lo que realmente le ocurrió a Robert y los fragmentos de Frankenstein que abren cada capítulo nos indican lo cerca que Robert se considera del monstruo de la novela) pero El héroe prueba todas las aguas y no profundiza en ninguna, se queda en las buenas intenciones y acabas con la sensación de que podía haber sido un libro estupendo (al estilo Corazón de hielo) que se queda en uno decente pero olvidable. La estrella del libro es Robert, al que adoras desde el primer minuto porque nosotras somos mucho de adorar a los traumados a los que el amor acaba rescatando y llevando hacia la luz Caroline. Todo lo demás, hasta la historia de amor con Lucinda, queda en un segundo plano, ya que lo que interesa es Robert y su evolución. Creo que a Suzanne Enoch le falta maestría a la hora de desarrollar la buena idea que tiene en esta novela, ya que no logra transmitirle el nervio necesario a todo lo que cuenta. Lo único que destaco es cómo trata la ansiedad y el pánico, de un modo bastante cercano a la realidad (si lo has pasado alguna vez, como yo, podrás suponer lo que es leerlo #ElHorror). Lucinda queda opacada por Robert, al menos a mí me interesó muchísimo menos, y reconozco que el malvado de la historia tampoco me despertó gran interés. Sí disfruté mucho más de la relación de Robert con sus hermanos. Y si la relación que más me gustó fue la fraternal y no la amorosa...

Entre que es un libro en el que prima el pensamiento sobre el diálogo, que la pareja pasa mucho tiempo separada y que Enoch es amiga de la ranciedad hasta en la narración, no tenemos ni amores apasionados ni sentimientos exaltados reprimidos ni guarrerismos explosivos (que para haber estado Robert cuatro años sin catarlo tendría que haber sido eso La Nit del Foc). Ya os digo que la impresión que me daba leyendo es que sí, todo estaba ahí, pero todo se cuenta como por encima y de modo desapasionado. El caso es que lo he leído entretenida pero podía estar perfectamente dos días sin tocar la lectura y no la echaba de menos. Suzanne Enoch no escribe mal pero no me ha parecido que tenga nada destacable, así que no sé cuándo repetiré con ella. 

El héroe es un libro decente al que le falta nervio y pasión, que no va a pasar a la historia de la romántica pero que sirve para cuando tienes la tarde tontona y te apetecen unas enaguas con un estupendo maromo al que rescatarle de su trauma, por lo que se lleva en nuestro Gandymetro...

A este traumadito le sano yo hasta lo que rima