lunes, 14 de marzo de 2016

Caballo de Fuego: París (Caballo de Fuego 1), Florencia Bonelli


Eliah Al-Saud es un hombre excéntrico y poderoso, emparentado con la familia reinante de Arabia Saudí. Vive en París y dirige una empresa de seguridad que, en realidad, oculta actividades de defensa y de espionaje ofrecidas al mejor postor. Matilde Martínez es una joven pediatra argentina que sueña con curar a los niños más desfavorecidos y trabajar para una ONG en el África. El destino la pondrá en el camino de Eliah y será en París donde la atracción que se inspiran los unirá. Sin embargo, los secretos que ambos guardan celosamente pondrán en riesgo no sólo su amor, sino sus vidas. En el marco del siempre latente conflicto palestino-israelí y con una amenaza atómica como telón de fondo, Matilde y Eliah vivirán una aventura que los llevará a recorrer el mundo y los enfrentará a los peligros que acechan a quienes se atreven a desafiar a los imperios dominantes.


Me acomodo el cardado y abro Caballo de Fuego. París con esa ansiedad que producen los libros que mueres por leer. Y sí, ya sé que he tardado pero de verdad que tenía muchas ganas de ponerme con esta historia, sobre todo después de conocer la de los padres del protagonista en Lo que dicen tus ojos, la precuela. No es por nada pero ya se puede emplear bien Eliah para que me guste más que su padre Kamal...


Que lo sepas, Kamal Al-Saud

Eliah Al-Saud es un hombre serio, taciturno y misterioso. Viniendo de la familia que viene muy normal no iba a ser pero lo suyo es ya de traca. Con 31 años tiene un pasado turbio y triste, igual que su presente y su futuro. Y es que básicamente es un mercenario que se vende al mejor postor. Pero, eh, nada de verlo como Stallone, ja, ya quisiera el cachocarne de disturbing cejas. Eliah es un maromazo de ojos verdes y uno de los dueños de una empresa militar privada, se desplaza en avión privado, va de traje y tiene todos los lujos a su alcance. Así fue educado y así es como ve la vida, a todo trapo pero llena de peligros, de intrigas, con la muerte a la vuelta de la esquina. Eliah vive sumido en una especie de oscuridad que ni él mismo ve hasta que conoce a Matilde Martínez, una cirujana pediátrica que llena de luz la vida de todos los que la conocen (y que también está muy relacionada con otros personajes de Lo que dicen tus ojos *Kim hace la croqueta*). Y es que Matilde, que las ha pasado canutas, vive para ayudar a los demás. Justo Eliah la conoce cuando ella va a París a prepararse para ir al Congo y su belleza y su pureza y sus tetas le llenan de luz y fuego interno, ya que despiertan en él sus instintos más ocultos e incontrolables, su boa Caballo de Fuego.


Se dicen los bajos de Eliah y Matilde mutuamente

Pero el Caballo de Fuego tiene que aprender a tratar a Matilde, que no es una zorrupia de ésas a las que Eliah está acostumbrado (ay, la zorrupia estrella de este libro, otro pistaco) y, encima, no puede contarle a qué se dedica porque no es como contar que te dedicas a coser bragas. Menuda tarea tiene por delante, porque Eliah es digno hijo de su padre, no se le pone nada por delante y lo que tiene con Matilde es un flechazo de libro, así que casi desde el principio sabe que tiene que tenerla para él (con ese sentimiento de posesión que tan palote nos pone en los libros pero que si nos pilla en la vida real nos hace salir corriendo del susto, todo sea dicho). Y Matilde es tan poquita cosa, tan tímida y apocada... Ninguna experiencia de las que ha vivido, ni su trauma por su **********, ni su matrimonio (¡ay la leche!) la han preparado para el torbellino de sentimientos y perraquismo que le va a despertar Eliah. Os podría decir que #TodasSomosMatilde porque, vamos a ver, con semejante maromazo estaríamos igual pero, chicas, dudo mucho que haya aquí alguna lectora tan tontalculo como ella.


Jean, sé que te duele pero tengo que decirlo

Con Matilde a punto he estado de desempolvar el hostiómetro. Entiendo todo lo que ella arrastra y que un hombretón como Eliah (un maromazo de pelo en pecho que no ofende su naturaleza árabe llevando plata en el cuello -yo con esto me desorinaba viva-) te saca las inseguridades hasta de debajo del salvaslip. Pero, de verdad, a veces me ha resultado excesivamente pesada y cargante. Eliah también tiene lo suyo con ese sentimiento posesivo y celoso que Matilde le despierta pero, mientras él es uno de esos personajes que llegan a tu corazón y a tu lista de maromos para quedarse (a pesar de lo complicado e imperfecto que es), ella te despierta muchas veces instintos asesinos agresivos (a pesar de lo buena y perfecta que es). Se menciona mucho que, a pesar de su fragilidad, es una tía con personalidad y que lucha por lo que quiere pero supongo que lo veremos más en el resto de libros, porque lo que es aquí... Parece que cuando toma una decisión lo hace asustada y sin ganas de afrontar las consecuencias. Eso sí, cuando es cuestión de domar la Boa de Fuego la melindrosa se vuelve guarronaca total y ahí tenemos que sacar el aplausómetro y los ventiladores xixiles a tope.


Y unos cubazos de agua que repongan la deshidratación sureña

De la trama de Caballo de Fuego os cuento poco porque es como intentar contar Dinastía en un tuit. Hay cosas relacionadas con Israel, con espionaje, con atentados, secuestros, asesinatos... La parte no amorosa se acabará relacionando con la amorosa pero, mientras la tensión sexual se resuelve demasiado pronto, la tensión del resto del libro engancha pero demasiado tarde y os va a hacer la picha un lío pero paciencia, queridas, que merece la pena llegar al final. Claro, que hasta que lleguéis allí... Es uno de los problemas que le he visto a este libro, que mete tanto tanto tanto que acabas con un mareo que ni en la olla loca


Pero terminado el libro la verdad es que todos esos pistos molan mucho. De hecho te llegas a plantear que han molado más que los pistos amorosos. ¡Eh, no os tiréis encima de mí! La trama amorosa es fantástica pero... Bueno, el libro es muy largo y se extiende demasiado sin que pase nada. A ver, pasa que los sentimientos evolucionan, se hacen más firmes... Es algo muy importante en los personajes, viendo de dónde vienen, pero parece que hay un momento en el que lo único que hacen es fol**r. Pero, claro, ¿le molesta eso a alguien? ¡A mí para nada! ¡¡Fo**ad, hermosos, fol**d como si no hubiera mañana!! Menudo atracón de polvos te arreas aquí. Y ajgdfjhsagfjlshaakhfakhgad de descripción media y gran intensidad, porque Eliah Al-Saud es como su padre y en las lides amorosas desboca su boa Caballo de Fuego interno y la pobre Matilde se queda que ni que le hubiera pasado un camión por encima.


Matilde tampoco aunque el xixi lo siente pero bien

He disfrutado mucho con los personajes secundarios, me parecen uno de los grandes aciertos del libro. Juana, la mejor amiga de Matilde, es la frputa ama del cotarro. Al principio pensaba que iba a ser una insoportable pero al contrario, es graciosa, está como una chota y es fiel y sincera. También aparecen los hermanos de Eliah (ay, Alamán💋y sus padres, por los que vuelvo a gritar mi amor eterno (¡qué acierto haber leído antes Lo que dicen tus ojos para poder disfrutar más de lo que nos comentan sobre ellos!). Y Bonelli nos brinda algunas historias de amor secundarias que me han sorprendido y encantado. Es una pena que con ellas se extienda tan poquito porque son pequeñas joyitas que engrandecen el libro.


Un brindis por ti, Florencia, chatunga

Pero si hay una cosa que no me ha gustado es que a veces da la impresión de que estás en El show de Truman porque la Bonelli te mete una sobredosis de marcas que alucinas. Me suele gustar que nos den detalles de ese tipo porque te imaginas que realmente los personajes existen pero, chica, repetir tantas veces las marcas no aporta nada y cansa. Ya sé que Eliah está forrado y que gasta pastones como yo kilos de laca pero no me lo repitas tanto porque no es necesario. ¿Me oyes, Bonelli? NO ES NECESARIO Y QUEDA CUTRE.


Esas cosas, Flo, NO

En fin, queridas, que he quedado encantada con mi primer rodeo sobre el Caballo de Fuego (grrrrrrrr) y en cuanto termine esta reseña me tiro como una loca sobre Caballo de Fuego. Congo, la segunda parte de la serie. No es Caballo de Fuego. París un libro redondo, como ya os he contado, pero la sensación que te queda tras leerlo es especial y bonita. Y para mí es eso lo que cuenta, que me quede contenta y con ganas de seguir leyendo sobre ellos, cosa que voy a hacer ahora mismito.

Por todo esto, le damos a Caballo de Fuego. París en nuestro Gandymetro...


Eliah, ven que yo cobijo a tu Caballo de Fuego


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martes, 8 de marzo de 2016

Magia dudosa, Laura Kinsale


Roderica Delamore posee el don de leer las mentes de todos los hombres, menos la del "conde diabólico", el único que le interesa. Inglaterra, 1797. Roderica Delamore, Roddy, posee el don mágico que heredan las mujeres de su familia: la habilidad de leer la mente de quienes las rodean. Es así como Roddy supo que su querido Geoffrey jamás la amaría. Tras este desengaño, Roddy renunció a su sueño de casarse y de formar una familia, y decidió dedicarse a su otra pasión: los caballos. Sin embargo, durante una carrera conoce a Faelan Savigar, el Conde Diabólico, un notorio calavera con sangre irlandesa cuyas conquistas continuas y ruina económica están en boca de todos. Sorprendentemente, el don de Roddy no funciona con Savigar. ¿Qué tiene de diferente este caballero?


Entrar en un libro de Laura Kinsale es casi como hacerlo en uno de la Lindsey, salvando las distancias. Y es que Laurita lo mismo nos hace arder las enaguas que nos cabrea como una mona. El caso es que no deja indiferente, porque sus temas no suelen ser los habituales en las novelas románticas de época: virginales damas en apuros salvadas por libertinos que se redimen. Los cabreos, por tanto, no vienen porque sea todo sota, caballo y rey y nos aburra por repetitivo y manido, sino porque a veces tiene sus escarceos con los canutos y no acierta con sus acostumbradas rarezas. Que el mundo ninja o un personaje incapaz de comunicarse están muy bien llevados en Sombra y Estrella o Flores en la tormenta respectivamente, mientras que la secta peligrosa y las ansias de venganza son para salir corriendo en El señor de la medianoche.



Hoy os traigo, queridas lectoras, otro de esos rarunismos de la Kinsale. En este caso ya la hierba era de calidad y dio un paso más allá: tema paranormal epoquero. Una señorita que lee la mente de todo el mundo y es capaz de sentir lo que los animales irracionales.




Pero, claro, habrá un macizorro a cuya mente no podrá acceder, un hombre con una reputación malísima, título nobiliario y al borde de la ruina. A pesar de eso, Roddy, la protagonista, lo verá como una salvación, porque al fin podrá estar con alguien cuyos pensamientos no se le metan en la cabeza (y sí en el xixi) y descansar de tanto ruido de fondo. Por conveniencia mutua, llegan al acuerdo de casarse y Dios dirá. Mas, ¿qué pasará, qué misterio habrá, para que sea imposible leerle la mente al llamado Conde Diabólico?



La verdad es que a la altura de más o menos un cuarto del libro ya tenemos mucho pescado vendido: casados, trocotró maravillosamente narrado y todo. Y yo pensando que qué se iba a sacar nuestra Laurita de la manga...


Y quien dice de la manga, dice de otro sitio

Pues celos por parte de ambos, ambigüedades, polvetes de esos que ella sabe describir (porque eso hay que reconocérselo) y una trama que no voy a revelar, pero que a mitad de libro está más embrollada que antes y ya no sabe una qué pensar sobre qué o quién es Faelan.


Digamos que la Kinsale, mientas fumaba, cogió la coctelera y metió en ella los siguientes ingredientes: la citada capacidad de la protagonista para leer mentes ajenas, el pasado incierto de Faelan, las represión inglesa en Irlanda, el mundo fae, la revolución agrícola del XVIII, los círculos de piedras donde se pierde la noción del tiempo... 


La Kinsale sufriendo los efectos de su combinado y el porrete de turno

Un revoltillo que hace que unas veces estemos en mitad de un conflicto político, otras plantando patatas y algunas en el reino de las hadas (sin macizos a lo KMM por allí, por cierto). 

¡Drustan a mí!

Ésta fue la tercera novela escrita por Laura y sigue con ese gusto tan suyo de personajes masculinos atormentados, pero menudo rollo patatero (nunca mejor dicho) termina siendo todo, con ese capítulo final de porro supremo que ni aclara ni deja de aclarar. Sintiéndolo mucho, y reconociendo a la autora que se aparte del consabido tema de niña rica que se lía con calavera y lo redime (esto, que yo sepa, no es lo típico en ella, repito), aquí no borda lo que parecía prometedor. Mucho enredo, capítulos que no sabes hacia dónde van, idas y venidas... En fin: una mansión con buenos muebles pero mucho desorden. Y un cerdo pululando por allí. 

Por todo esto, recibe en nuestro Gandymetro...


Faelan, estás hecho un lío y así no


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viernes, 4 de marzo de 2016

Secretos de una noche de verano (Wallflowers 1), Lisa Kleypas


Annabelle Peyton pertenece a una familia acomodada, tiene un nombre respetable, pero tras la muerte de su padre, la situación económica de su familia ha empeorado drásticamente y tienen serios problemas para subsistir por lo que es imperioso conseguir un marido de la nobleza que se haga cargo de la situación de su familia. A pesar de ser una joven de gran belleza no ha conseguido la tan ansiada petición de mano, pues no dispone de dote. Está en la que es ya su cuarta temporada y con no muy buenas perspectivas... hasta que las Wallflowers se unen en su objetivo...qué puede ocurrir?Simon Hunt proviene de una familia de clase media, de hecho es el hijo de un humilde carnicero, pero es un hombre ambicioso que ha luchado y escalado socialmente. Hoy en día es un hombre rico que invierte que numerosos negocios, se codea con los hombres más influyentes y adinerados del país, de hecho es amigo de Lord Westcliff y la nobleza solicita su consejo y opinión financiera. No obstante no es considerado un igual, nadie olvida su pasado, ni tampoco lo hace él.Simon es el único que muestra interés por Annabelle, pero él tampoco piensa en matrimonio, él no es de los que se casan, y cree que esperando pacientemente a que finalice la temporada y ella vuelva a fracasar en sus intentos de cazar un marido de la nobleza, podrá hacerla su amante...


Atención, atención, que venimos con la artillería pesada, capaz de despertarte el cerebro medio muerto un lunes por la mañana y los bajos a la vez (ya sé que es raruno que tengas calores internos un lunes por la mañana cuando vas a trabajar pero si vas leyendo este libro en el metro corres peligro de que se incendie el vagón). Y es que hoy viene a visitarnos la Lisa Kleypas que más nos gusta, la que te pone unas enaguas que van a terminar ardiendo por combustión espontánea, exactamente igual que nosotras.


Our bodies are ready for the trocotró lector

No hay baile enagüil que se precie que no tenga sus solteros codiciados, sus madres medio locas por colocar a sus hijas como mujer de uno de esos solteros, sus infieles persiguiendo mozas, sus parejas haciendo guarreridas por los jardines y sus floreros. Pero ojo cuidao que aquí los floreros no son únicamente recipientes para poner las flores sino esas chicas en edad casadera que se sientan a ver bailar a los demás y ven la vida pasar sin conseguir pescar marido


¡Que queremos follar enamorarnos!

Pero no por estar ahí plantadas como lechugas lo son. No, ellas tienen sueños e ilusiones y también ganas de disfrutar. Así que, tras coincidir demasiadas veces calentando banquillo en los bailes, nos encontramos a cuatro chicas que deciden que, si bien no les hacen caso, se pueden hacer caso entre ellas y pasar un buen rato (no, nada de tijeras, eh). Y así se conocen nuestras wallflowers, Annabelle, Lillian, Daisy y Evie, cuatro chicas que se hacen amigas y, a la vez, deciden ayudarse mutuamente a pescar marido. Como la edad no perdona y la que está más cerca de quedarse solterona es Annabelle Peyton es en ella en la que concentran sus esfuerzos. Annabelle necesita un marido con pasta rait nau, porque se le pasa el arroz y no tiene dote, que su familia está canina (vamos, que no tiene pasta). Desde que murió su padre, su madre se las ha arreglado como ha podido para mantenerlos a su hermano y a ella, haciendo cosas impensables para una persona decente. Por eso Annabelle está más desesperada aún. Pero su marido no sólo debe tener pasta sino ser noble como ella, justo lo que no es Simon Hunt, el hijo del carnicero que se ha convertido en un poderoso hombre de negocios y que cierto día le arreó a Annabelle un besarraco que la dejó con el modo desmayil bailando la conga.

Y con los ovarios así

Pero han pasado varios años y Annabelle evita constantemente a Simon, a pesar de que él tiene todo lo que ella necesita (boa dinero) y junto con sus floreros traza un plan para pillar a un lord como marido, que le daría todo menos lo que ella quiere (boa mariposas en el estómago). Y es que sabe que Simon sólo quiere meterla en caliente y hacerla su amante, porque para qué va a casarse si puede tenerlo todo sin comprometerse. Lo que Annabelle no sabe es que, si bien Simon quiere catarla de todos los modos más guarrers posibles, no ha sido capaz de olvidar aquel beso que le robó. Por supuesto eso no lo sabe nadie, ni siquiera su íntimo amigo lord Westcliff (al que ya conocimos en La antigua magia -sí, ese libro que adora todo el mundo menos nosotras-, era el hermano de la prota). Pero a Simon se la pela lo que digan los demás porque nadie le conoce. Tras ese sinvergüenza forrado surgido de la nada hay un adorafollable maravilloso que sabe cuidar a una dama, darle palique, jugar al ajedrez de modo que te den mareos y esconderse tras unas cortinas para darte lo tuyo y lo de tu prima. 

Simon le da jaque mate a tus bajos

Bueno, queridas, alabemos a Lisa Kleypas por hacer unas enaguas de calidad de las que nos gustan, fuertes, almidonadas y con olor a limpito, no de ésas que se clarea Santa Ana y están medio raídas. Si bien Secretos de una noche de verano no es lo más, es una pequeña delicia lectora, de ésas de hacer la croqueta como a mí me gusta. El hecho de ser la primera de la serie (La antigua magia es una precuela pero te lees ésta tan ricamente sin saber nada del petardo de la anterior) hace que se pierda una buena parte del libro en presentarnos a la cuchipandi floreril y explicarnos sus planes para ayudarse a pescar marido. Ojo que esta parte mola lo que pasa es que el dichoso beso con Simon ya te deja loca muy al principio y, claro, tú quieres más Simon y menos solteronas. Aún así, las cuatro chicas son geniales y disfrutas mucho con las ocurrencias del grupo. A pesar de ser éste el libro de Annabelle, podemos conocer a las otras tres chicas e intuir alguna relación, que me parece a mí que el estirado de Marcus va a oler a jabón americano en alguno de los libros...

Varios de éstos necesita Marcus

Acogemos con cariño en nuestras entretelas estas enaguas de la Kleypas que saben mezclar magistralmente la historia de amor de Simon y Anabelle y la de amistad de nuestras chicas con la descripción que se hace de la sociedad (Julia Quinn esto no es). La historia de amor es preciosa, Simon es un maromo inolvidable, perfecto como hombre, perfecto como amante, perfecto como enamorado. La amistad entre las chicas es fresca y divertida (vaya cuatro se ha inventado esta mujer). Y no huye de situarnos en la época, nos habla de cómo se van incorporando los nuevos ricos y de la decadencia de la alta sociedad, de la pobreza que muchos (como la familia de Annabelle) intentan ocultar. Ya sabemos cómo se la gastan las maestras a la hora de escribir, todo está metidito en su justa medida, descriptivo y sin quitar importancia pero sin ser crudo ni naif. Y todo esto escrito tan sumamente bien como lo sabe hacer la Kleypas cuando quiere. Yo sigo haciendo la croqueta de la felicidad mientras voy abriendo el siguiente libro...

Por todo esto y mucho más, le damos en nuestro Gandymetro...

4'5. Simon, yo te como el peón y tú me das jaque mate


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martes, 1 de marzo de 2016

La voz de Archer (Sign of Love 4), Mia Sheridan


Cuando Bree se instala cerca del lago de Pelión, Maine, espera contra toda esperanza que ese sea el lugar donde finalmente encuentre la paz que busca desesperadamente. En su primer día allí se encuentra con Archer Hale, un hombre aislado que guarda en su interior su propio dolor secreto.
La voz de Archer es la historia de una mujer encadenada a la memoria de una noche horrible y del hombre cuyo amor es la llave de su libertad. Es la historia de un hombre silencioso que vive con una herida lacerante y la mujer que le ayuda a encontrar su voz. Es la historia de sufrimiento, del destino y del poder transformador del amor.


Esta novela había creado en mí un cierto interés por todo lo que veía por las redes, sobre todo porque todas las lectoras andaban enamoradas del protagonista ya que es tierno, adorable, especial, distinto, AMOR y con una parte traumática de las que me gustan (léase Ian Mackenzie o Samuel Gerard, nada de Greys, Calebs y compañía). Además me interesaba lo de estar dedicado a Sagitario por razones personales (también tiene guasa que el prota lo sea y no pueda comunicarse, con lo bocas que somos, ejem...)

A punto de soltar una flecha metepatas

¿Qué vamos a encontrar en esta historia? Mucho cuquismo, protagonista masculino entrañable, protagonista femenina decidida sin pichotismos, malos malísimos que quieren fastidiar, algún aderezo de drama, historia de superación gracias al amor y un happy endTodo perfecto para que guste y te deje con los ojos haciendo chiribitas, ¿no? Pues aquí estoy yo para venir a fastidiar un poco con todo el dolor de mi corazón. 



Como soy más rara que un perro verde, puedo poner cara de ajo leyendo libros como Yo antes de ti mientras que me emociono hasta las lágrimas con cosas que no imaginaríais, por lo que ahora me siento la peor persona del mundo por no estar totally in love con este libro. Los sagitario tenemos esta naturaleza dual: lo mismo somos unos animales soltando coces que unos seres humanos de lo más elevado. Y dicho esto, entremos en el asunto, que después seguiré con lo mío.


Tras un capítulo inicial que ya quiere dejarnos claro que hay niebla bien espesa en el pasado de Archer, conoceremos a una chica, Bree, que llega a Pelion (alusión al monte Pelión, hogar de los centauros y del mítico Quirón, origen de la constelación de Sagitario), un pueblecito apartado de Maine, huyendo de un pasado traumático recienteNada más llegar, todo va sobre ruedas: se instala, encuentra curro, se echa amigas, tanto la vecina mayor como dos cabras locas más de su edad, conoce a un poli macizo... perfecto. Lo único que perturba su paz son los recuerdos constantes que tiene sobre lo que le pasó antes. Un día se tropieza por casualidad con un tipo extraño, lleno de pelos y barbas que no habla, sólo la mira raro, mientras ella mete la pata y no para de darle a la sinhueso (aquí la sagitario parecía ella). Y entonces siente "la conexión" que le hace interesarse por saber quién es.

Debajo de los pelos hay un tiazo, ojo cuidao

Así descubrimos que es Archer Hale, el chico raruno del pueblo que dicen que es sordomudo tras sufrir un accidente en el que murieron sus padres y su tío. Vive solo desde que su otro tío, un conspiranoico, falleció meses atrás, pero nunca se ha relacionado con nadie desde los siete años precisamente por el carácter de su familiar. Un poco WTF, la verdad (¿los servicios sociales en EEUU no hacen nada en estos casos?). A mí Archer me ha recordado mucho a Eduardo Manostijeras por su inocencia sin dobleces, el no saber cómo relacionarse con la gente, a lo que se suma su incapacidad para hablar (pero no para oír). Cuando Bree lo saca de su aislamiento un tanto voluntario y le quieta las pelambreras (descubriendo que es guapísimo), empieza a despertar interés en los demás. Y es que nadie antes se había preocupado por él hasta que ella llega a Pelion y lo revela para los vecinos del pueblo. Aunque no todos estarán tan encantados con el asunto, porque hay un pisto en el pasado de Archer que está sin resolver.



Visto así, esta historia es como un cuento contemporáneo, con bruja malísima y esbirro incluido que tratan de arruinar la felicidad de una pareja cuyo destino era conocerse para aliviar sus heridas mutuamente. Es de agradecer que aquí no haya castigos ni sumisiones para que Bree saque de su mundo a Archer. Alabada sea Mia Sheridan por hacer gente con algo de sentido común a la hora de solucionar sus mierdeos.



Y ahora entro en lo que dejé a medias al principio. A ver cómo lo hago para que nadie me tire piedras ni me mande al guano o me declare persona non grata en el Sistema Solar y toda la Vía Láctea. De entrada diré que no soy experta en New Adult. No quiere esto decir que lo sea en otros subgéneros dentro de la romántica, pero sí que he leído más de highlanders y de enaguas que de contemporánea en general, así que de las otras creo que puedo opinar con un poco de más conocimiento. Que no es tampoco la verdad suprema ni mucho menos, ya que los gustos personales son muy distintos, de modo que lo que a mí me encanta a otra le puede parecer un truñaco. Y esto lo digo porque no sé si esta novela, en su propio género NA, sería merecedora de 5 Gandys o no. Posiblemente sí por todas las alabanzas que he leído y que la hacen perfecta para lo que hay que esperar de una historia de este tipo. Para mí, en un sentido general, sin meterme en que sea una maravilla o no de la NA, no es para darle el máximo de puntuación. Entretiene, engancha, pero no me ha entusiasmado ni sorprendido nada de lo que he leído. A lo mejor, queridas lectoras, os choca esto viendo los Gandys que he concedido a otras novelas, y he llegado a la conclusión de que lo más probable es que no tengo feeling con el New Adult. Que lo mismo me pones esto tal cual pero en el siglo XIX y se me caen las enaguas al suelo de gusto, quién sabe, aunque tampoco me enamora todo que lo que sean señores con levita. La he leído simplemente porque una siempre está dispuesta a vivir una historia romántica si tiene oportunidad y, si oye maravillas de algo, ¿por qué no probar? ¿Quién no haría lo mismo? Dicho esto, voy a analizar por separado dos cosas en mi última parte de la reseña: la historia y cómo nos la cuentan, que no son lo mismo. Sabemos que puede ocurrir que una buena historia de base se convierta en un desastre por el estilo y al contrario.


¡Es mi reseña y meto todo el rollo que me da la gana, hombre ya!

Qué tenemos de bueno y de malo en la historia. Bueno: un protagonista que te va a enamorar sí o sí porque es un ser diferente, inocente y sin maldad, que no se ha relacionado con nadie cuerdo desde los siete años, y que arrastra un pasado traumático que, gracias a Dios, no lo ha vuelto un sadomasoquista ni un insoportable, sino un muchacho inseguro que cree que es culpable de lo que le pasó a su familia y tiene que encontrar su propia voz en el mundo, haciéndolo de la mano de Bree y siendo finalmente un libre e independiente tras una búsqueda de sí mismo (aunque hay cierta decisión de Archer que no me pareció bien desarrollada). Él es tan perfecto para la historia que es imposible sacarle defecto y así es difícil ponerle un "pero", es que ni uno. Ella, por su parte, es una chica optimista dentro de las desgracias pasadas, con un toque de inseguridad que no se soluciona sometiéndose a un machote rico, celoso y coñazo hasta decir basta. Malo: cosillas algo trilladas y que suenan a déjà vu (pero qué no está trillado en todos los géneros...); la pertinencia de que ella, oh casualidad, conozca el lenguaje para sordos (en algunos momentos innecesario para mi gusto) y sean almas "demasiado gemelas"; que se diga tanto que Archer está bueno, cuando lo que enamora de él es su personalidad (a mí me hubiera conquistado igualmente aunque hubiera sido un chico más normal y sin tanta tableta de chocolate); la rapidez con que pasa todo y que hace que sea poco creíble que una persona con tanta carga detrás se recupere en un tiempo récord; la insistencia de Bree en pensar en Archer como "mi chico mudo", con lo que está haciendo hincapié en la discapacidad de Archer cuando precisamente debería ser Bree quien la obviara más que nadie; y, por último (y ahora es cuando me matáis y colgáis mi cadáver para que se lo coman los buitres) me han sobrado escenas de sexo. Sí, lo siento. Está bien que vayan poco a poco y que se explique cómo él descubre ciertas cosas, hasta es pertinente y necesario (besar, el sexo oral, por ejemplo), pero otras veces no aportaba nada a la historia y la descripción era bastante normaleja. 


¿Todavía no lo sabes a estas alturas, querido?

Qué tenemos de bueno y malo en el estilo. Algo que es su mayor virtud se convierte por momentos en su mayor defecto: siendo ligerita de leer, con una narración fluida y agradable, a veces es algo plana y otras repetitiva. No tenemos necesidad de que nos digan qué se pone Bree o cómo se peina si no es relevante (la mayoría de las veces no lo es), ni cada vez que llega a casa de Archer decirnos que apoya la bici en la valla y suelta a su perra para que vaya a jugar con la de Archer y sus cachorros. Tontunas, diréis, pero no puedo evitar ser algo puñetera con esas cosas. El ritmo es un poco desigual, unas veces lento y otra mete un poco de acelerón, sobre todo al final. 


Resumiendo: que no es la perfección ni la novela romántica absoluta y definitiva que yo esperaba ni tampoco la cosa más mala del mundo como he llegado a ver por ahí. Sí que tiene ese tufillo a teleflín (como la de Jojo Moyes) y hasta a Oscar al mejor actor en plan Belinda si lo hacen película. Se agradece al menos que no sea una de esas engañifas lacrimógenas que te hacen estar viendo unicornios rosas al principio y que termina con un guantazo para que digamos que qué buena es porque acaba como el culo. En ese sentido es honesta y no hay grandísimos momentos de tensión en los que esperas una patada en la entrepierna de la que no te vas a recuperar jamás. Dentro de su sencillez, es una historia de amor bonita, redonda en su estilo y con unos personajes que no terminas aborreciendo por pasarse de intensos, mñés o demasiado relamidos, aunque Archer casi roza una perfección que lo convierte rápidamente en un chico que se hace querer y así el triunfo entre las lectoras es seguro, claro. No seré yo quien lo odie ni mucho menos porque es imposible hacerlo. Pero a mí, queridas, en la ficción me gustan con un punto más de malote con corazón de oro (pero sin mierdeos ni intensidades exageradas, eh). Eso ya va en querencias. Para concluir, y teniendo en cuenta que esta novela la van a leer muchas chicas veinteañeras, mejor que sean Archer y Bree los que sirvan de referencia para ellas en cuanto a qué es el amor y qué puede conseguir, y no los Greys y Pseudogreys que pululan por ahí y que a mí me horroriza ver cómo son devorados por adolescentes que terminan creyéndose esas  peligrosas mentiras. 


Es demasiado fácil de querer, eso es todo

Ah, y un apunte para Mia Sheridan. Eso que dice la amiga de Bree sobre Archer, lo de que es verlo y querer abrazarlo y luego lamerlo de arriba abajo, tiene un nombre y es creación haggardiana: ADORAFOLLABLE



Por todo esto, obtiene en nuestro Gandymetro...

Tres y medio si no te afeitas, Archer


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martes, 23 de febrero de 2016

The Queen (The Original Sinners: White Years 4 / The Original Sinners 8), Tiffany Reisz

[Libro no publicado en español]
Hace mucho tiempo, Nora y Søren sellaron un acuerdo trascendental - si él le daba todo, ella le daría su "para siempre". Ha llegado el momento de cumplir sus promesas. Sin dinero y sin opciones después de su año de exilio, Eleanor Schreiber accede a unir fuerzas con Kingsley Edge, el rey del vicio. Después de su primera prueba de poder como dominante, Eleanor entierra su parte sumisa y se transforma en Mistress Nora, la Reina Roja. Con la ayuda de un misterioso joven que tiene un trabajo aún más ilícito que el suyo, Nora se enfrenta a una astuta rival para convertirse en la dominatrix más respetada y temida del submundo.Mientras los nuevos amantes y el dulce sabor de la libertad intoxican a Nora, también es tentada una y otra vez por Søren, su único amor y el único hombre que se niega a inclinarse ante ella. Pero cuando Søren acepta un puesto en un país peligroso, ella tiene que hacer una dolorosa elección: ¿seguirá la reina en su trono y dejará marchar a su amante o cambiará su corona por estar con Søren?



A moco tendido estoy

De verdad, por favor, no me habléis, no me miréis, no nada de nada de nada. Estoy metida en la cama ahora mismo llorando como un spanish muffin (o sea, una magdalena) porque he terminado The Queen y, con ello, la serie The Original Sinners y yo no puedo con la vida si tengo que ir caminando por ella sin Søren y Nora a mi lado

¡Søren! ¡Søøøøøøøøøren! No me abandones...

Ciertamente lloro por vicio porque esta serie (y sus relatos) me los voy a releer como que yo me llamo Kimberly Carrington-Fox y tú no (vamos, que ahora mismo abro The Siren). Porque os tengo que decir una cosa, este final es tan perfecto y cierra el círculo tan sumamente bien que es inevitable que tengas que volver a leerlos ya con la sonrisa en la boca y los bajos en eterna revolución ante la sublime historia que te vas a meter por todos lados (siempre con fines satisfactorios).

Abso-guarrer-lutely

Ya sabéis que la parte de los White Years se narra siempre en modo retrospecter, es decir, desde el presente nos cuentan el pasado a base de flashbacks. Dejamos a Eleanor en la parte del pasado de The Virgin volviendo a su vida pero sin poder retomarla del mismo modo que antes. Y es que una vez que ha probado el poder, no tiene el xixi como para dejarlo, por mucho que eso le pueda costar a su Søren. Y ahí está nuestro francés encantador, Kingsley Edge, que le va a enseñar su boa todo lo que tiene que saber para dominar a todo Penry que se pase por delante y por detrás tris tras y que Eleanor Schreiber deje de existir para dar paso a la gran Nora Sutherlin, dominatrix y escritora guarrindonga a su servicio. Pero para ser la reina del universo no sólo tiene que pasar por protagonizar My fucking fair lady, sino que tiene que saber manejar el látigo que ni Indiana Jones, vencer a una dominatrix (¡pelea en el barro!), ganarse el respeto de sus súbditos y lidiar con cierto danés que sabe cómo tocarle los bajos y el corazón de tal modo que se plantee su vida entera... 


Para un jamacuco guarrer estamos

Y así va este libro, queridas, de leer con el corazón en un puño y la lagrimilla al borde del pestañón. Y sí, ya sé que todas sabemos cómo va la historia pero tengo que deciros que Tiffany Reisz juega con nosotras como un gatito con una bola de lana. ¿Tenéis muchas ganas de leer sobre Nora y Søren juntitos? Os vais a hinchar. ¿Os apetece rebozaros en sexo guarrer, sexo de aprendizaje, guarrerismo sexual, gustirrín con zascas zasca? Os va a salir por las orejas. ¿Os apetece sufrir por amor imposible? De esta lectura vais a salir saciadas. Y es que este libro nos da todo lo que queremos e incluso un poquito más, porque, si la parte del pasado es de croqueta de la felicidad, la parte del presente es croquetismo supremo de la emoción. 


Kim leyendo The Queen

Queridas mías, he reído, he llorado y he leído con la mano sobre la teta el corazón porque no podía dejar el libro pero no quería terminar con esta maravillosa historia. Como no es una historia convencional, no es un final convencional pero a estas alturas de la película si has llegado hasta aquí ya sabes que este libro es de todo menos normal. ¡Y quién quiere lo ordinario pudiendo tener lo extraordinario! Este libro es emoción y sentimiento bien mezclados con momentos destinados a escandalizar al más mojigato, diálogos llenos de humor y tanto tanto amor que sientes que te van a explotar el corpiño, las enaguas y el frasco de las sales que guardas en el cajón de las bragas. Y Tiffany Reisz es una escritora excelente que tiene que ser traducida al español YA MISMO y recibir el tratamiento que se merece, justo el mismo que Nora.

Eres la más grande (tras la Jurado y Joan Collins)

The Queen es el perfecto broche final para la historia de nuestros Original Sinners. Intenso, emocionante y maravillosamente escrito, hace encajar perfectamente todas las piezas del puzzle cósmico sideral de este submundo guarrer y te hace entender por completo a los personajes y sus modos de actuar. Por favor, no os quedéis en los primeros cuatro libros y leed la historia completa, disfrutaréis muchísimo más de esta sublime historia que, para mí, es inolvidable, me ha dejado marcada y guardaré para siempre en mi corazón.

Por todo esto, The Queen recibe en nuestro Gandymetro...

Søren, forever in my xixi heart 
                         
No puedo terminar esta reseña sin decir que esta serie ha conectado conmigo de un modo que ni puedo explicar. Ha sido algo intenso y especial, jamás pensé que podía llegar a sentir tanto con estos personajes (teniendo en cuenta cómo viven) y os digo que mi amor por ellos continuará forever and ever. No sé qué tienen Nora y Søren que, cada vez que aparecen y especialmente si están juntos, parece que se para el mundo y estamos ante algo mágico, único y especial (¡dejadme con mis cosas de loca!). Muy pocas veces he estado tan enganchada a una historia y eso, como lectora, me parece un lujazo

Así que por todo esto, le damos a la serie The Original Sinners en nuestro Gandymetro...

Søren, let me be your Little One


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