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martes, 1 de octubre de 2019

Duke of Desire (Maiden Lane 12), Elizabeth Hoyt

[Libro no publicado en español]
Elegante, amable e intelignte, Lady Iris Jordan se encuentra a sí misma como objeto de un diabólico secuestro. Sus captores son los famosamente malvados Lores del Caos y cuando uno de ellos -¡enmascarado y desnudo!- se la lleva a su carruajes, Iris le dispara... para descubrir que se ha apresurado.
Cínico, con cicatrices y sombrío, Raphael de Chartres, Duque de Dyemore, ha hecho de su misión la de infiltrarse en los Lores del Caos y destruirlos. Rescatar a Layd Jordan no estaba en sus planes, pero, ahora que los Lores del Caos planean matar a ambos, la única opción que le queda es casarse con la dama para poder mantenerla a salvo.
Para enfado de Raphael, Iris insiste en ser la clase de duquesa que se mete en la vida de su marido... y en su cama, y pronto se encuentra atraído por su rápido ingenio y por su fiera pasión. Pero, cuando Iris descubre que el pasado de Raphael puede ser más peligroso que su presente, esta flaquea. ¿Será su amor lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a los Lores del Caos y a los demonios personales de Raphael...?


Parece mentira que esté reseñando este libro, más que nada porque poco sabía yo cuando empecé esta serie que me iba a gustar tanto (con sus más y sus menos, claro, que no todo el monte es orgasmo orégano). Doce libros, ¡doce! (además de relatos) y todos me los he zampado sin pereza alguna, algo que para mí es un mérito, ya que una serie tan larga... Uf, me da pereza hasta iniciarla. Así que no os quedéis únicamente con esta única reseña sino con toda mi impresión general sobre la serie: merece la pena y no sé qué hacen que no la traducen.


Nuestro humor ante lo que no nos llega

En el libro anterior (ay, mi Hugh, te adoro mucho) ya pudimos intuir quiénes iban a ser los protagonistas de este libro y no nos equivocamos. Lo que no sospechábamos era que Duke of Desire iba a comenzar con Lady Iris Jordan bajo las garras de los perversos Lores del Caos y a Raphael de Chartres en pelota picá entre esos Lores que quieren hacerle las cosas más terribles...


Lady Iris viendo su primera boa

Eso sí que es un inicio potente, chica. Pero, a pesar de su desfigurada cara y de su peor fama, Raphael no está ahí para torturarla sino para destruir al perverso grupo. Pero claro, ya tenía el ojillo echado a Iris y se las arregla para que el jefe supremo del grupo le encomiende matarla, ya que los Lores no dejan testigos. En cambio, Raphael la salva y, adivinaaaaaaaaaaaaaaaaa, le dice que, para protegerla, nada mejor que hacerla su esposa, que a ver si hay gónadas a meterse con una duquesa.


¡Me quedo muerta, Mari!

La verdad es que es todo un poco WTF pero bueno, en Romancelandia tenemos la manga más ancha que los bajos, así que aceptamos todo. Sin embargo, reconozco que ese tema de los matrimonios por conveniencia no es de mis favoritos y tiene que estar muy bien llevado para que me guste, y aquí me parece que está muy cogido por los pelos, lo he visto un poco flojo para que sea la base sobre la que se asienta el libro. Además, se pierde mucho tiempo en la primera parte cuando uno de los personajes está convaleciente y no avanza la acción en ningún sentido. Entiendo que es necesario el parón para que los personajes se conozcan y se empiece a desarrollar el afecto, pero puesto al principio del libro, para mí, lo hace más lento. Y, para colmo, no he visto bien integrada la trama amorosa con la de intriga. Creo que el hecho de centrarse mucho en la relación entre Iris y Raphael hace que la parte de los Lores del Caos (que es bastante interesante) se trate muy por encima y se resuelva de un modo muy rápido.


¿No te ha gustado nada, Kim?

¡Pues claro que hay cosas que me han gustado! ¡Que sale Hugh!


¡Te queremos, Hugh!

Ya en serio (aunque lo de Hugh y mis bragas era en serio), el libro se lee bastante bien y pasas un rato ameno pero la trama ya os he dicho que no me ha parecido muy bien desarrollada, y los protagonistas... Raphael es "mucho lirili y poco lerele", va de cabroncete y realmente es un traumado de la vida porque el mundo lo ha hecho así, se pasa todo el libro en eterna discusión entre su cola y su cabeza, lo que acaba siendo bastante cansino. Por su parte, Iris es de las protagonistas más mñes de la serie. No es que me haya caído mal, es que no hace nada, parece más de atrezzo que otra cosa, una muñeca en manos del que la quiera manejar. Eso sí, en cuestiones guarreriles no tengo demasiadas quejas. Están tan bien escritas como es costumbre en Elizabeth Hoyt, pero esta vez las he visto más "pegote", menos integradas qe en libros anteriores. Aunque, bueno, a estas alturas reseñiles tengo que confesaros que este libro arrastra un lastre que no se merece: que los dos libros anteriores me gustaron muchísimo, con lo que es imposible no leer este y pensar "ya, pero el de Hugh era tan adjfgajsdflsdfgljasg..." o "Valentine sí que era malvado...".


Tu famosa objetividad, vaya

¡Pero si a mí nadie me quiere por ser objetiva! Puede que, leído de modo independiente, el libro guste más pero a mí me ha dejado esa sensación que tan poco me gusta de que pudo haber sido mejor. De todos modos, además de las secuencias guarreriles, me ha encantado que, de nuevo Elizabeth Hoyt decida mostrarnos el lado más sórdido y vomitivo del ser humano. Me encantan las enaguas nadistas pero ese toque realista que tiene esta serie me gusta más y hace del libro una historia más interesante.

Duke of Pleasure es un digno aunque flojo final para una serie que me ha encantado. Es un libro simple y de lectura fácil pero bastante previsible, del que esperaba más de lo que me ha dado: la historia de un hombre lastrado por su terrible pasado y al que el amor lleva hacia la luz (como una Caroline de Poltergeist cualquiera).

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

Raphael, a tu trauma mis bajos darán calma


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martes, 10 de septiembre de 2019

Duke of Pleasure (Maiden Lane 11), Elizabeth Hoyt

[Libro no publicado en español]
Atrevido, valiente y brutalmente guapo, Hugh Fitzroy, el Duque de Kyle, es el arma secreta del Rey. Encargado de derrotar a los célebres Lores del Caos, sufre una emboscada en un callejón de Londres y es rescatado por un aliado inesperado, un desconocido enmascarado con las inconfundibles curvas de una mujer.
Engreída, inteligente y valientemente independiente, Alf ha sobrevivido en las peligrosas calles de St. Giles ocultando su sexo. De día es un chico, traficando con información y secretos. De noche es el famoso Fantasma de St. Giles, un justiciero enmascarado. Pero cuando salva a Hugh de unos asesinos, se encuentra cediendo a la tentación.
Cuando Hugh contrata a Alf para investigar a los Lores del caos, sus mundos chocan. En cuanto Hugh se da cuenta de que el chico y el Fantasma son el mismo, ¿encontrará Alf el coraje para convertirse en la mujer que tiene que ser... antes de que los Lores del Caos los destruyan?


Estamos terminando la serie Maiden Lane y, a pesar de que la estoy disfrutando mucho, pensaba que mis libros favoritos ya los había leído y ninguno se había colado en el club de los cinco Gandys (aunque los libros de Winter y de Godric han estado bien cerquita de lograrlo), así que mis esperanzas de que alguno lo hiciera eran prácticamente nulas. Con lo que yo no contaba es con la joya enagüil que se ha marcado Elizabeth Hoyt escribiendo Duke of Pleasure, que ha logrado cinco Gandys como cinco besarracos le plantaba yo a Hugh ahora mismo si lo tuviera delante.


Te iba a pulir hasta las muelas por dentro

El Duque de Kyle, Hugh Fitzroy, es un noble de lo más peculiar, ya que por parte materna no tiene linaje ni fortuna pero por parte de padre tiene de todo menos cariño (cosas de ser hijo bastardo del Rey...). Pero Hugh puede darse con un canto en los dientes, ya que su padre le reconoció, le proporcionó el ducado, educación, una posición... y un trabajo, ya que Hugh es una especie de James Bond enagüil, siempre haciendo misiones secretas para salvar culos y naciones. Lo conocimos en el libro anterior enfrentándose a Valentine Napier precisamente por salvar un real culo y ahí conoció al que ahora va a ser su colaborador más estrecho, Alf, un muchachuelo callejero que se gana la vida investigando por aquí y por allá. Hugh tiene que acabar con los Lores del Caos, un grupo de nobles depravados que son capaces de las más grandes atrocidades y cuyos nombres se desconocen. Para desenmascararlos, nadie mejor que Alf, experto en descubrir los secretos mejor guardados sin revelar los suyos, ya que nadie sabe que es una chica...


Y no una normal y corriente

No tenía mala pinta este libro pero Elizabeth Hoyt se marca una secuencia de apertura tan espectacular, metiéndote en las tramas de intriga y de amor en pocas páginas, que te das cuenta de que no has terminado el primer capítulo y ya estás con la croqueta on fire


Y así te quedas hasta que terminas de leer

Con ese inicio y esas esperanzas que te surgen de la nada, la sabia lectora puede suponer que el hostión lector es fácilmente alcanzable. ¡Pero no, queridas, NO! ¡En este libro no hay hostión! Bueno, al menos yo no me lo he dado. Duque of Pleasure es un libro extremadamente fluido y muy complicado de dejar de leer. La historia surge y se desarrolla de un modo muy natural, cada cosa aparece a su debido tiempo y en ningún momento notas que algo parezca forzado. Elizabeth Hoyt ha optado por volver a los orígenes de Maiden Lane, con Fantasma y malhechores, algo que no sabía que echaba de menos hasta que me lo he vuelto a encontrar. Ha hecho la historia sencilla y creo que por eso es mejor y más efectiva. Los personajes de Hugh y Alf se sienten reales (dentro de que esto es Romancelandia) y están dotados de más profundidad de lo que solemos ver por aquí. No penséis que esto es un coñazo de depresión psicológica, es simplemente que Hugh y Alf conocen el lado malo de la vida y actuan en base a sus vivencias. Alf es la gran protagonista del libro y uno de los personajes más interesantes que Elizabeth Hoyt ha creado, desarrollado aquí de un modo acorde a todo lo que ya conocíamos de ella. Ha vivido siempre como un chico y su encuentro con Hugh le obliga a sacar su lado femenino, con consecuencias bajerilmente satisfactorias pero emocionalmente conmovedoras. Hugh es harina de otro costal, sus experiencias son totalmente distintas a las de Alf y necesita controlar sus impulsos bajeriles, algo que hace fatal al ser un hombre a un palotismo pegado.


Las neuronas de Hugh cuando piensan en Alf

Y el palotismo triunfa, queridas, que Alf es un encanto de mujer y las pocas defensas que Hugh tiene ante ella saltan por los aires viendo que no solo invade sus sentimientos guarreriles sino también los del corazoncito (alert: libro con niños y chucho, pero de los que no molestan). Debo deciros que hay muy poco sexo para ser un libro de Elizabeth Hoyt (y, además, aparece bastante tarde) pero, como siempre con esa mujer, está muy bien escrito, es emocionante y emocional, palotista y, aunque no demasiado explícito, sí se recrea en la descripción de la boa (me da que es una debilidad de la Hoyt, porque los xirris no sabes bien cómo son pero las boas... Le falta contarte hasta si inclinan la cabeza al saludar).


Bueno, el saber no ocupa lugar (a diferencia de las 🐍)

A pesar del camuflaje de Alf y de los jaleos de cabeza de Hugh, este no es un libro de malentendidos entre ambos y eso es algo que he adorado (pocas cosas me molestan más que las vueltas que da una historia por culpa de cualquier tontuna que se solucionaría hablando). A lo mejor es que me ha gustado tanto que la poca objetividad que intento tener reseñando la he perdido por el camino, pero la evolución de los personajes, de su relación, de la trama de intriga... Todo me parece estupendamente hilado y de modo natural. Hasta la historia secundaria que se vislumbra (de los protagonistas del siguiente -y último libro- de la serie) está bien metida, no sientes que te saque del libro. Me sacaría del libro el fragmento de cuento que pone al inicio de cada capítulo, pero como nunca lo leo...


Mi cara de gusto cada vez que los veo

Duke of Pleasure ha sido una lectura prácticamente perfecta, de esas que no puedes dejar de leer. Tiene un ritmo estupendo, está muy bien escrita, con las referencias justas a la sociedad en la que viven, mezclando de modo muy inteligente todas las tramas que se tocan, con unos personajes bien trazados y desarrollados que te conquistan desde la primera página, y una historia de amor realmente emocionante y bonita. Ha sido una gran sorpresa encontrarme con este libro y me lo he pasado tan bien leyéndolo que tengo que darle en el Gandymetro...


Hugh, con tu 😍 y palotismo me has robado hasta el corazón mismo


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martes, 9 de julio de 2019

Duke of Sin (Maiden Lane 10), Elizabeth Hoyt

[Libro no publicado en español]
Devastadoramente guapo. Vanidoso. Sin escrúpulos. Valentine Napier, el Duque de Montgomery, es el hombre del que todo el mundo habla en tocadores y callejones. Famoso libertino y chantajista, Montgomery ha vuelto de su exilio buscando vengarse de los que le perjudicaron. Pero lo que encuentra en su dormitorio puede que tuerza sus planes...
Nacida bastarda, el ama de llaves Bridget Crumb es inteligente, valiente y leal. Cuando su aristócrata madre se convierte en objeto de extorsión, Bridget entra a formar parte del servicio del Duque de Montgomery para buscar las incriminatorias pruebas... y encuentra algo mucho más peligroso.
Sorprendido por extremadamente remilgada (y sorprendentemente inteligente) espía de andar por casa en sus aposentos, Montgomery queda intrigado y, aunque lo intente, Bridget no se puede resistir al astuto y encantador duque. Cuando empiezan su traicionero juego del ratón y el gato pronto se dan cuenta de que ambos tienen secretos y ni son tan viles ni tan inocentes como ambos aparentan ser...


Llegamos a la décima novela de la serie Maiden Lane y debo hacerle una reverencia a Elizabeth Hoyt por haber conseguido que llegue a estas alturas con ganas de lanzarme en plancha sobre una lectura. ¡Después de tantos libros! Y con la poca gracia que me hacía a mí esta escritora...


Voy a esconderme un rato

Valentine Napier, el Duque de Montgomery, es un noble palote como pocos vais a conocer. Guapísimo nivel "Brad Pitt en sus años de muñequita de porcelana", tiene todo lo que se puede desear: belleza, dinero, posición social e poder hasta incluso sobre el mismísimo rey. Todo salvo una pequeña cosa llamada "corazón", lo que le impide sentir empatía por cualquier persona. Es capaz de secuestrar, chantajear y otras cosas de mayor vileza sin perder la sonrisa y su peculiar sentido del humor, dando a entender que todo es un juego para él. Pero claro, aquellos a los que tiene esclavizados bajo su yugo no le ven la gracia a su jueguecito e intentan recuperar lo que Val tiene para chantajearles. Ahí es donde entra en juego Bridget Crumb, el ama de llaves de la casa londinense de Val que, además, está contratada por ciertas damas de la alta sociedad para que husmee y recupere aquello con lo que Napier las extorsiona. Claro que, cuando Val la descubre, aprende que jugar con ella es mucho más divertido...


¡Juguemos al teto tras el seto!

De verdad, ¡qué ganas tenía de llegar a este libro! Valentine Napier puede ser de los protagonistas más perturbadores y atrayentes con los que me haya encontrado. Es un malvado de verdad, no como Sebastian St. Vincent, que se ve abocado a hacer lo que hace por las circunstancias. No, Val es duque, lo que le hace estar en lo más alto de la nobleza, así que poca necesidad tiene de ser un joputa... salvo que no sabe ser de otro modo. Fue educado de modo cruel por personas crueles en un entorno cruel, donde se le privó de la inocencia que todo niño debe tener. Por eso, no es que sea malo por decisión propia, es que no sabe ser de otro modo. Es egoísta, vanidoso y exhibicionista y mira como si fuera un marciano llegado a conquistarnos a toda persona que le hable de benevolencias o que sea víctima de eso tan extraño que llaman amor. ¡Y Bridget es justo lo contrario! Hacen una buena pareja, compensando la maldad de uno con la bondad de la otra (y sus ganas de traerle a la luz, como si estuviera en Poltergeist). Eso sí, Val ha sido un pequeño joputilla durante gran parte de la serie y no cambia, no se le ha moñizado en su libro y puedes ver de lo que es capaz sin el más mínimo remordimiento. Ahí entra en juego la maestría de Elizabeth Hoyt en ir enseñándonos libro tras libro que también es un hombre con un sentido un tanto peculiar de la justicia y con muchísimo humor, de tal modo que llegas a su historia sin saber si lo odias o lo amas. Adivinad en qué bando me sitúo yo...


A mis brazos, chato molinero

Entiendo que haya mucha gente a la que no le guste Val y creo que el hecho de que te guste o no este libro depende de que pases por el aro que Romancelandia te pone y perdones a Val (recurriendo a eso de que el mundo le ha hecho así, pobrecito él, blabla). De hecho, haciendo gala de su ausencia de corazón, Val cuenta terribles acontecimientos de su vida sin la más mínima emoción. ¿Y qué hace vibrar a Val? Tener el poder... y Bridget, la única persona que ha osado enfrentarse a él. Que le ponga la cola como un canto rodado también ayuda, claro. Y es que Val es megasexual y totalmente desinhibido, se pasea en bolas por su casa y tiene un cuadro suyo tó palote en el dormitorio, para que las invitadas sepan de antemano que van a catar boa constrictor. Con estas credenciales era de lo más lógico que las secuencias guarreriles fueran estupendas, como así ha sido. A diferencia de otros libros, ni son abundantes ni son largas ni especialmente guarrindongas, aunque casi siempre aportan algo a la historia (además de calores bajeriles). Eso sí, en lo sentimental es un libro bastante contenido, sin enamorados tontolines ni demostraciones de amor, ya que Val siente como un corcho y este libro va más del proceso de descorchetizarlo...


Bridget en el proceso y culminación

Alabo que Elizabeth Hoyt sepa mantener el interés de esta serie tras el décimo libro y con algún que otro petardazo por el camino. Lejos quedan nuestro huerfanitos de Maiden Lane y, sin embargo, esa red de personajes que ha ido tejiendo sigue siendo importante a estas alturas, ¡incluso en este libro! Además, no pierde la oportunidad de presentarnos a un nuevo e interesantísimo maromo, el duque palote Hugh (al que, por supuesto, le vamos a echar la zarpa en breve) y de continuar enseñando que la alta sociedad de la época también tenía un lado depravado. El libro está bien escrito, es ágil, mantiene el interés en cada una de las historias que muestra y he adorado el punto de vista de Val, con esa capacidad perenne para la sorpresa y el humor. Si no le doy las cinco estrellas es por un par de cosillas que, para mi gusto, habrían necesitado un pelín más de desarrollo (y que no os cuento porque ocurren al final, jeje). Del cuento del principio no digo nada porque, como siempre, me lo he saltado.

Duke of Sin ha sido una estupenda lectura, un vibrante y delicioso camino hacia la peculiar redención de un malvado llena de humor y dolorcitos de corazón que hará que Valentine Napier guarde un sitio preferente entre mis maromos enagüiles.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...


4'5. Val, tu seductora perversidad bajo mis enaguas quiero catar


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martes, 14 de mayo de 2019

Sweetest Scoundrel (Maiden Lane 9), Elizabeth Hoyt

[SPOILERS DE LA SERIE MAIDEN LANE]

[Libro no publicado en español]
Remilgada, correcta y ahorrativa, Eve Dinwoody es toda una profesional a la hora de proteger la inversión de su hermano. Pero, cuando accede a controlar los fondos del jardín del placer más importante de Londres, Harte's Folly, se encuentra dándose de bruces contra un sinvergüenza exasperante que no quiere ser controlado.
Descarado y atrevido, Asa Makepeace no tiene tiempo para una tacaña mojigata como Eve. Como dueño del jardín, ya tiene que lidiar con sopranos ególatras y tenores temperamentales, así que no va a dejar que una aristócrata le dé órdenes... por muy seductora que sea.
A pesar de su falta de experiencia en el teatro y de sus feroces encontronazos con Asa, Eve está decidida a convertir Harte's Folly en un gran éxito. Pero, cuanto más intenta manejar al testarudo libertino, más complicado es ignorar su seductor encanto y puro magnetismo. No pueden negar el abrasador fuego que surge entre ellos y tratar de apagarlo sería la mayor insensatez de todas.


No sé cuándo se publicará esta reseña ni si hará mucho de la publicación de la anterior de la serie, pero lo que sí sé es que dejé pasar demasiado tiempo entre la lectura de ambos, con lo que cogí Sweetest Scoundrel casi sin recordar el anterior. Tampoco es que pase mucho porque enseguida le coges el aire y estás otra vez en el mundo enagüil sucio de Maiden Lane. En esta entrega volvemos a los hermanos fundadores de la serie, en concreto a Asa Makepeace, del que no conocemos nada salvo que está totalmente alejado de su familia (es una Francesca Bridgerton de la vida pero con peor carácter) y que es el dueño del jardín del placer en el que Apollo se refugió cuando... Bueno, leed su libro 😂. El jardín es la vida de Asa pero está más tieso que la mojama y necesita inversores que financien su reconstrucción, con lo que no duda en asociarse con el Duque de Montgomery, el perturbador y buenorro malvado Valentine Napier, el cual, por cosas de sus perversidades, se encuentra fuera de Inglaterra. Pero Val deja como dueña de las finanzas a su hermana Eve Dinwoody, una mujer traumatizada y de poca belleza con gran sensibilidad, inteligencia y suficiente carácter como para ir a perturbar a Asa en mitad del refrote que se está pegando el muchacho y decirle que, a partir de ahora, no le va a dar ni los buenos días.


Que sepas quién manda aquí, chavalote

Queridas, estamos a unas alturas de la serie en las que están todos los libros conectados como las piezas de un reloj, pero este se puede leer más o menos bien de modo independiente (aunque la historia secundaria no os va a resultar tan atrayente como si hubierais leído en orden, claro). Pero lo que os he contado es básicamente el libro, la lucha de Asa por reconstruir el jardín y la de Eve por ayudarle y, de paso, enamorarse de él y solucionar sus traumas. Porque sí, este libro tiene trauma por medio, el de Eve, que le impide tener cualquier tipo de contacto con varón viviente, basta un roce de una mano masculina para que a Eve se le retraigan los ojos y hasta las ganas de vivir.


Pues, como le roce una cola, lo mismo se pone en órbita

Pues esa es la gracia del libro, ver cómo se relacionan Eve y Asa. Tras el desafortunado primer encuentro queda bien claro que no pueden ser más distintos: él, una fuerza de la naturaleza de palotismo salvaje sin una libra, y ella, una feúcha mosquita muerta que tiene la llave de las libras de su hermano. De que Asa consiga acercarse a ella y ganarse su confianza dependen el futuro de su jardín... y de él mismo, ya que su vida está ligada a su negocio. Es un planteamiento muy nadista, no os voy a engañar, pero tengo que reconocer que tres cuartas partes del libro me las he merendado sin darme cuenta, centrado como estaba en la relación de los protagonistas. No es este un libro en el que se pasen la vida discutiendo por sus enormes diferencias, y tampoco es uno de esos en los que él se la intenta camelar y al final se pilla por ella pero hay malentendidos y blabla. Lógicamente, Asa quiere congraciarse con Eve para que no le corte el flujo monetario pero lo hace a través del trabajo duro y honesto, y de intentar sacar a flote la pasión que Eve esconde y que únicamente sale a relucir cuando saca el carácter con el díscolo Makepeace. Y así, poco a poco, va ganándose la confianza de Eve y su corazón. Y quien dice su corazón dice sus bajos, ya que Asa pronto se da cuenta de que Eve esconde una pasión cercada por su trauma a la que únicamente puede llegar tentándola visualmente con el poder guarreril...


Te van a arder hasta los ojos de mirarme, chica

Como siempre, Elizabeth Hoyt es magnífica en las escenas guarreriles, pero las de este libro me han parecido especialmente buenas. Como Eve no soporta el contacto, Asa la introduce al mundo guarreril tentándola con estímulos visuales, así que, hasta que llegamos al refrote propiamente dicho, hay algunas secuencias en las que Eve únicamente 👀 pero no ✋. Y claro, tú lees y Asa hace y... 🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥. Además, son escenas en las que queda bien claro lo que es dar el consentimiento, no se hace nada que Eve no quiera que se haga, es ella la que marca el ritmo guarerril. Pues eso, que en este libro volvemos a comprobar el poder calentorro de una buena secuencia y que no hace falta que estén todo el día percutiendo para que las lectoras tengamos que echar mano del abanico xixil. Un diez para Elizabeth Hoyt en ese sentido. Pero no todo el monte es orgasmo orégano en este libro, que a la relación de Eve y Asa hay que unir los constantes intentos de sabotaje del jardín y una peculiar trama secundaria relacionada con Val que nos deja más intrigadas con la figura del duque (si es que eso era posible). Eso sí, tampoco esperéis un complejo retrato psicológico de los personajes porque no lo hay (aquí con conocer por encima lo básico de ambos vamos serviditos). Y ahora, lectoras sagaces de este humilde blog, es cuando os preguntáis que dónde está el problema del libro, si tanto me ha gustado. Pues en la última parte, donde Elizabeth Hoyt se debe haber cansado de escribir y soluciona las tramas en un plis. Ya sé que eso pasa mucho pero aquí he notado especialmente que la Hoyt monta un tinglado de lo más interesante y de un modo facilón y desganado lo resuelve todo. ¿La trama de intriga? Plis, resuelta. ¿El conflicto amoroso? Plas, resuelto. No hay sorpresa, emoción, sufrimiento lector, NA-DA. Suelo tener mucha manga ancha con los finales flojos pero es que este me ha dejado con cara de "no me puedo creer que lo termine así". 


Y esa cara me viene fatal, que me salen arrugas

[Y, por supuesto, no le falta el dichoso cuento con el que abre los capítulos que, de nuevo, me he vuelto a saltar]

Sweetest Scoundrel es un libro nadista pero muy entretenido, ágil y hot que teje muy bien varias tramas para, al final, resolverlas del modo más facilón y flojo posible, dejándote con la sensación de que podría haber sido un libro mucho mejor. Aún así, son unas enaguas decentes que no te quitan las ganas de seguir paseando por Maiden Lane.

Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...

3'5. Asa, si quieres cuidar un jardín, puedes meter mano a mi seto


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martes, 19 de marzo de 2019

Dearest rogue (Maiden Lane 8), Elizabeth Hoyt

[Libro no publicado en español]
Lady Phoebe Batten es guapa, alegre y ansía una vida social propia de la hermana de un poderoso duque pero al ser casi totalmente ciega su sobreprotector hermano la obliga a tener un guardaespaldas armado a su lado, el irritante capitán Trevillion.
El capitán James Trevillion es orgulloso, taciturno y está marcado por una lesión en la pierna, recuerdo de sus tiempos como Dragón al servicio del Rey. Pero aún puede montar a caballo y disparar así que vigilar a lady Phoebe no debería suponer problema alguno... hasta que es víctima de unos secuestradores.
Atrapado en una mortal red de engaños, James debe arriesgar su vida para salvar a su protegida de los peores canallas. Pero mientras se recluyen para garantizar la seguridad de Phoebe, esta comienza a vislumbrar al hombre tierno que se oculta bajo la dureza exterior del soldado... y también la posibilidad de una vida y un amor que nunca hubiera creído posibles. 


Volvamos a pasear por Maiden Lane, donde las enaguas están sucias, los nobles llevan peluca y un olor a ginebra y a maldad inunda el ambiente. A pesar de todo esto el amor surge en los lugares más insospechados y entre las personas más diferentes que te puedas echar a la cara, incluso aunque no puedas verlas. Esto lo digo porque la protagonista de nuestro libro es ciega...


Empezamos animadas

Conocimos a lady Phoebe Batten en Notorious pleasures, el segundo libro de la serie. La pobre no veía mucho allí y por tanto siempre se quejaba de que no le dejaban ir a bailes ni vivir la vida de una joven, estando todos preocupados porque acabara despeñada por unas escaleras. Pero eso fue en el segundo libro y ahora, en el octavo, la pobre no ve prácticamente nada. Su familia teme por su integridad física y nadie lo hace más que su hermano Maximus, que acaba contratando una especie de guardaespaldas para protegerla, siendo este ni más ni menos que el antiguo capitán de los Dragones James Trevillion (y hago un inciso para contaros que ese dato lo conocemos en un relato de Navidad que sigue a Duke of midnight y que muy amablemente Elizabeth Hoyt puso en su web y podéis encontrar -en perfecto inglés, claro- aquí). Pues eso, lady Phoebe ansía vivir y disfrutar a pesar de su ceguera y se encuentra constantemente enclaustrada o condenada a salir con su guardaespaldas que es más seco que un ajo con ella. Lo que ella no sabe es que James es todo ajo porro por fuera pero su corazón palpita como una patata frita cada vez que está con ella...


También le palpitan otras cosas

Pero madre de Dior, ¿cómo ha podido darse ese cambio en el estirado de James Trevillion? Pues eso, queridas, es totalmente entendible cuando conoces a Phoebe, para mí la mejor protagonista de toda la serie (seguida de Isabel, una de mis debilidades). Es imposible no adorar a Phoebe, toda llena de dulzura y fortaleza, de vitalidad y de alegría, a pesar de la soledad y la pena que siempre le acompañan por su ceguera. Es una mujer muy divertida y los puntos de humor del libro vienen dados por sus ansias de conocer todo (ay, esos deditos que todo lo exploran...) y de sus enfrentamientos con James (llámalos "enfrentamientos", llámalos "ganas de tocarle los winis a Trevillion y sacarlo de sus casillas"). Y es que Phoebe tiene que volcar su frustración en alguien y encuentra en James el blanco perfecto de su peculiar humor. Y James... James lo aguanta todo porque en este tiempo como guardaespaldas, Phoebe se ha ido introduciendo en cada célula de su cuerpo hasta llegar a su corazón.


Ven, Phoebe, que te voy a querer mucho

Bueno, queridas, si me llegan a decir en Thief of shadows que me iba a encontrar un libro con esta pareja y que, además, me iba a encantar, me da un chungo que ni David Gandy en tanga me revive (bueno...). Como ya os he dicho a Phoebe la adoré desde el primer momento pero con Trevillion me pasó justo lo contrario, fue aparecer y cogerle manía (si alguien está en contra de mi Winter está en mi contra #OjitoConmigo). Así, paulatinamente fue creciendo mi animadversión hacia él, a la que tuve que sumar cierta perplejidad por alguno de sus comportamientos (¿qué es eso de tener al Fantasma a tiro y dejarlo escapar?). Pero su cambio de trabajo y su relación con Phoebe han ido mostrando una cara distinta de James, más humana y menos estirada, dejándonos ver que tras esa sobria fachada existe un hombre(tón) que ha sufrido y que tiene sentimientos. Claro, me das a mí unos amores imposibles y un maromo que siente mucho y lo expresa poco y me veo en la obligación de croquetear. Porque, además, está todo muy bien llevadoEl punto fuerte de este libro son los protagonistas y su relación, algo que celebro mucho ya que es a lo que más importancia le doy cuando leo novela romántica. Ambos son unos personajes nobles marcados por sus discapacidades y, a pesar de esto, la relación es muy bonita y dulce, con un puntito de penita para que te emociones. Era justo el libro que yo deseaba para Phoebe, que bastante tiene la pobre con ser maravillosa y tener ganas de vivir y quedarse ciega (japuta Hoyt). Y no vayáis a pensar que como Phoebe no ve no entiende de guarrerismos, de eso nada. Phoebe se merece unos buenos meneos y los tiene, además en su debido momento en el libro, muy bien integrados en la narración. Son descriptivos pero en este caso eso me parece necesario ya que tenemos que guiarnos por lo que Phoebe siente tanto emocional como físicamente, al no poder ver. Y claro, si James la tiene como una barra de pan pues la muchacha tendrá que describirla...


No es culpa nuestra que seamos tan especiales

Es un libro distinto al resto de la serie ya que en un determinado momento ambos personajes se aislan de sus vidas, pudiendo vivir una verdadera historia de amor y descubrirse mutuamente (en todos los aspectos, grrrrrr). Me ha parecido un soplo de aire fresco en el ambiente viciado que pulula por la serie y un regalo para un personaje tan encantador como Phoebe. Eso sí, el hecho de que ambos se aislen de sus vidas en Londres y de los peligros que allí acechan a Phoebe hace que toda la trama relacionada con los intentos de secuestro se diluya para acabar resolviéndose sin que tú lo veas, algo que personalmente no me gusta. Por eso para mí el libro flojea por esa parte, ya que algo que tenía mucha importancia luego la pierde por completo y casi lo olvidas. Al que no puedes olvidar es al personaje que más te perturba durante la lectura, Valentine Napier, el duque de Montgomery. Yo no sé este hortera de bolera hombre por dónde va a salir porque sus actos en este libro y en el anterior me tienen loca y no en el buen sentido... 


Esperando tu nueva maldad de modo discreto me tienes

Y no hay historia de amor secundaria ni falta que hace (eso sí, el cuento del principio de los capítulos no lo quita ni bajo amenaza, pffffffffff). A pesar de sus defectos finales, me parece que Elizabeth Hoyt ha logrado un libro estupendo, bien hilado y con la perfecta mezcla de humor, amor y pasión que yo busco en unas enaguas. ¡Y con unas escenas hot muy bien escritas! Estupendo. Vamos, vamos, y yo que no tenía ganas de leer la historia de Trevillion...

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...

James, si necesitas una muleta agárrate a mi t... brazo
                     
Nota. En su web Elizabeth Hoyt tiene otro epílogo del libro, dulce y bonito como esta historia de amor. Podéis leerlo aquí.


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martes, 12 de febrero de 2019

Darling beast (Maiden Lane 7), Elizabeth Hoyt

[SPOILERS DEL LIBRO ANTERIOR]

[Libro no publicado en español]
Acusado de unos asesinatos que no cometió y privado de su voz por un ataque casi mortal Apollo Graves, el vizconde Kilbourne, escapa de Bedlam. Con los soldados de la Corona tras sus pasos encuentra refugio en las ruinas de unos jardines bajo la identidad de un simple jardinero. Pero cuando una vivaz joven comienza a vivir allí Apollo rápidamente comienza a distraerse...
La gran actriz Lily Stump se encuentra en horas bajas cuando no le queda más remedio que irse a vivir a las ruinas de un antigui teatro con su hijo pequeño y su criada. Pero ella y su pequeña familia no son los únicos habitantes silenciosos ya que un hombre con aspecto monstruoso también considera esas ruinas su casa. Pero cuando Lily lo encuentra leyendo sus obras de teatro se da cuenta de que esa hombre es mucho más de lo que aparenta. 
A través de la abrasadora pasión que los une Apollo descubre que Lily oculta secretos y, cuando su pasado lo alcanza, debe elegir entre su amor por Lily... o la explosiva verdad que lo liberará.


Reconozco que, hasta la fecha, cojo todos los libros de esta serie con bastante emoción porque Elizabeth Hoyt ha logrado tejer una serie de tramas que hace que lea una historia con el ojillo puesto en la siguiente. Y eso justo me pasó en Duke of midnight, donde el drama de Apollo Greaves me tuvo con el corazón en un puño, con lo que no necesitaba más incentivos para lanzarme sobre su libro. Pero agradezco enormemente a Elizabeth Hoyt que me haya puesto una maravillosa step cover para que una resobe el libro mucho más alegremente.

Aquí están mi historia y mi cuerpo para su goce, señorita Kim

[Os aviso de que se van a colar spoilers del libro anterior porque no se puede entender la historia de Apollo sin conocer lo que pasó antes]

Si hablamos de injusticias, Maiden Lane es una serie llena de ellas pero hasta ahora ninguna ha sido peor que la sufrida por Apollo Greaves, acusado falsamente de un asesinato múltiple y recluido en Bedlam durante cuatro años. Su caída en desgracia supuso también la de su hermana Artemis aunque gracias al matrimonio de esta con estirado Duque de Wakefield ambos han mejorado, ella por motivos obvios y él porque pudo escapar del sanatorio de la muerte, aunque con su voz dañada tal vez para siempre y teniendo que esconderse de las autoridades que le quieren dar caza y no para devolverlo a Bedlam precisamente. En el jardín que se convierte en su escondite encuentra un nuevo motivo para vivir: Lily Stump, la famosa actriz que ahora las está pasando canutas y que vive en un edificio semiderruido junto con su hijo y su criada. Apollo lleva tantos años siendo tratado como un animal que recela de cualquier contacto que no sea con sus más allegados pero el cariño incondicional del niño y la amabilidad-que-despierta-palotismos de la madre hacen que Apollo deje de verse como una bestia para verse como lo que es: un noble injustamente tratado que debe luchar por limpiar su nombre y recuperar lo que ha perdido. Y entre las cosas que ha perdido figuran cuatro años de no meterla en caliente...

Lo mismo tiene la pilila atrofiada y ni la vemos

[Tranquilas que en la romántica el apéndice del amor no se atrofia nunca]

Como ya os he dicho, el punto de partida de este libro me parecía estupendo, un noble engañado, despojado de todo, encerrado y tratado como un animal al que ayudan a escapar y que, sin voz, debe intentar volver a sentirse un hombre y recuperar lo que le han quitado. ¡Chúpate esa, Cristal! ¡Esto sí es un culebrón! Una pena que el planteamiento haya sido mucho más interesante que el modo en el que se ha resuelto. El libro es realmente sencillo ya que gran parte de él consiste en el acercamiento entre Apollo y Lily, en ver cómo él va sintiéndose cada vez más hombre y menos bestia (las bestias solo en la cama, chato, grrrrrrrrr) y cómo ella va dejando caer sus defensas ante un hombre buenorro que lo único que necesita es cariño y confianza. Es una historia de amor bonita, fácil y sencilla de leer. Pero cuando el libro se mete en faena (es decir, a resolver la injusticia cometida con Apollo) comienzan a suceder acontecimientos de modo excesivamente rápido que culminan en una resolución final digna de un sainete, parece una obra escrita por la propia Lily (es actriz y escritora, toda una luchadora). Las secuencias sexuales también entran en esta parte final. Están tan bien escritas como siempre en Elizabeth Hoyt pero esta vez me han gustado menos, para mi gusto están excesivamente concentradas y la última prácticamente no aporta nada. También me han parecido menos pasionales que las de libros anteriores pero creo que es porque, para mí, la historia de amor de este libro es menos pasional de lo esperado.

¡Exijo mis refrotes literarios con calores nivel volcánico!

Tal vez mi gran problema siga siendo el que arrastro muchas veces, las expectativas. Creo que la Hoyt me ha tenido tres libros muy malacostumbrada con todas las historias de los Fantasmas y en este para mí ha bajado el nivel. Viendo el drama de la historia de Apollo me esperaba algo más intenso, sobre todo por parte de él, que al fin y al cabo es el personaje cuya historia ya conocíamos. No sé, un Apollo más reticente al contacto con la gente, más traumado sexualmente, algo así. Aún así no me quejo de dúo protagonista porque me parece estupendo, una pareja amable y que no cae en los malentendidos que hacen que mi cabeza parezca un helicóptero despegando. Lily me ha gustado pero no me parece que en el libro sea un personaje con la misma importancia que el de Apollo. Los secundarios y protagonistas del siguiente libro los conocemos de libros anteriores y conforman una extraña pareja. Mención aparte merece un secundario de moral y gusto estilístico más que cuestionables, el Duque de Montgomery, al que a veces quieren que le peguen un tiro y al que otras veces le harías la ola. Veremos a ver hacia qué lado caen mis sentimientos hacia él...

Con esta buena cara te espero

En definitiva, Darling Beast es un libro entretenido y sencillo con su pisto y sus dosis de calentorrismo que podría haber sido mucho mejor. Con una primera parte estupenda, tiene su gran debilidad en la parte final, donde se resuelven determinados temas de un modo excesivamente apresurado, lo que para mí le resta calidad. Aún así tiene una historia de amor dulce y bonita de dos personas que descubren que la vida sí te puede dar una segunda oportunidad.

Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro... 

Yo lo que quiero es que me coma tu bestia, Apollo


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