Tras tres temporadas en Londres buscando esposo, el padre de Daisy Bowman le comunica a su hija en términos inequívocos que debe encontrar marido ya. Y si Daisy no es capaz de atrapar a un pretendiente adecuado, se casará con el hombre que él elija... El tosco y distante Matthew Swift.
Daisy se queda horrorizada ante semejante posibilidad. Una Bowman jamás admite la derrota, y decide hacer lo que sea necesario para casarse con alguien, con cualquiera que no sea Mathew. Pero con lo que ella no contaba es con el inesperado encanto de Marthew, o con la arrebatadora sensualidad que pronto surge y sobrepasa todo límite. Y Daisy descubre que el hombre al que siempre ha odiado podría resultar ser el hombre de sus sueños.
Pero en el preciso momento de la dulce rendición, se desvela un escandaloso secreto... Un secreto que podría destruir a Mathew y un amor más apasionado e irresistible de lo que Daisy se atrevió a soñar jamás.
Pues llegamos al final de nuestra aventura floreril, ésa que nos ha tenido buscando maromos con posibles a cuatro solteronas y que ha terminado con mucho éxito pero inesperado, ya que, si bien todas se nos han emparejado (¡y con tremendos papacitos!), ninguno de los matrimonios ha sido el que ellas esperaban. ¿Será Daisy más afortunada en ese sentido...?
Daisy Bowman lleva treslibros años buscando marido con nulo éxito (salvo por el morreacoadfaljfdhljdhflja del libro anterior con Cam Rohan no la han tocado ni con un palo). Ha visto casarse a su hermana y a sus dos mejores amigas y ella parece que se va a quedar wallflower pa toa la vida. Así que su padre se ha cansado ya del dispendio monetario y le da un ultimátum: o se casa en pocos meses o la casa él con Matthew Swift, su protegido, un repelente niño Vicente de la vida enagüil.
Pues porque para el padre de Daisy, Matthew es el hijo que nunca tuvo (recordemos que tiene tres varones y dos chicas, ejem) y es un matrimonio de fruta madre para que Swift herede la empresa y así casar de una dichosa vez a su problemática hija. ¡Eh, que ya Lillian cazó al pez gordo, era demasiado esperar lo mismo de Daisy! ¬¬ Daisy se muestra de lo más "encantada" ante la perspectiva de casarse con Matthew, al que siempre ha tenido tirria por ser tan ñiñi ñiñi y tan buen trabajador y servicial y tan bueno en todo que... ¡Qué asssssssssssssssssco de tío! Claro, que eso es lo que ella piensa de él basándose en sus recuerdos, porque cuando lo ve por primera vez paseando por Stony Cross Park...
¡Parece imposible que el escuchimizado que ella recordaba fuese realmente el maromazo encantador que tenía delante! (¡Eh, jodía, ahora ya no te da tanto apuro casarte con él!). Y lo que no sabe es que Matthew lleva enamorado de ella tanto tiempo que ya ni lo recuerda (que noooooooooo, que se acuerda perfectamente de todos los momentos que ha pasado con Daisy ❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤). Y lo que ella tampoco sabe es que Matthew no puede casarse con Daisy porque tiene un pasado oscuro y una vida montada sobre una mentira... ¿Qué secreto estará guardando?
[Tenía que hacer el chiste "inteligente", sorry].
Bueno, lo que Matthew tiene escondida es la adorafollabilidad de un típico maromo de la Kleypas. Y hablando de estos maromos, os preguntaréis que aquí dónde está Cam Rohan peleando por Daisy... ¡Pues en ningún sitio porque no sale!
Pues eso, que ya está la Kleypas haciendo de las suyas. Tú ves en el libro anterior el besarraco que le arrea (y si te pasa como a mí, que te suena su nombre de que tenga libro propio) ya piensas en cómo se va a camelar a la Bowman aquí. Pero no. Lisa Kleypas nos dice que estuvo bien y tal pero que te olvides de él. ¿Pero es que are you crazy? Lo que pasa es que una con la Kleypas ya se espera cualquier cosa así que rápidamente dejé a Cam en su rincón de mi corazoncito y me dediqué a conocer al adorafollable Matthew y ver cómo era capaz de conquistarnos a Daisy y a mí. Sinceramente, a mí lo hizo desde el minuto uno, con su buenorrismo y buen humor. A Daisy tardó algo más (lo que dura una partida de bochas que parece casi eterna y que si se juega en horizontal nos hubiera interesado mucho más) pero es poquísimo para el odio que le tiene al bueno de Matthew. La verdad es que esto queda un poco tal que así porque no vemos nada malo en el muchacho por mucho que las Bowman insistan, ni le vemos lo repelente ni lo lameculos ni ninguno de los defectos que las Bowman le achacan.
Duele decirlo pero Lisa Kleypas ha patinado un poquito en esta historia. Es cierto que Daisy, de todas las floreros, es, para mí, la que menos chicha tiene, una copia dulcificada de su hermana sin sus ovarios, pero esperaba más de ella en este libro. Pasa de niña a mujer en cero coma y, en comparación con Matthew, es un personaje mucho menos interesante. Él es lasalchicha del libro, con su amor escondido y su misterio misterioso que, por cierto, me parece mal llevado porque te dejan pocas miguitas y, cuando se resuelve, te quedas así:
No es que esperara yo ahí la sorpresa final de Psicosis pero sí algo con más enjundia. No sé, me parece que Lisa Kleypas aquí ha metido un mix de cosas que le rondaba por la cabeza y le ha salido un libro raruno, irregular y con algunas cosas muy forzadas (entre las que incluyo -ay, que no me creo que vaya a escribir esto- algunos momentos folletiles). No seré yo la que diga que sobra sexo en una novela (guarrerismo a mí siempre y cuando aporte algo), pero aquí al final lo único que te aporta es calorcico en los bajos (que sí, que mola) y poco más. Aún así no quiero que penséis que es un truño de libro porque no lo es (si es que Lisa Kleypas escribe tan bien que tiene que estar muy emporrada para escribir algo que sea malo -aunque hay precedentes, ejem-). No nos faltan aquí nuestros momentos divertidos, los románticos (recójame usted del suelo cada vez que recuerdo lo del anillo 😍😍😍), las críticas al clasismo social de la época y la oportunidad de adorar a Marcus convenientemente (de lejos el personaje favorito de la Kleypas) y de disfrutar con nuestras cuatro floreros que, de ser las más lerdas, han pasado a ser las primeras de la clase.
Escándalo en primavera es un libro sencillo y fácil de leer, con su punto de humor, su punto de intriga y su punto de amor pero que palidece en comparación con el resto de la serie. Lisa Kleypas parece que lo ha escrito para quitárselo de encima, desarrollando poco a Daisy y a Matthew y mal la trama en general. Pudo haber sido mucho mejor y todas lo sabemos. Aún así, te deja con la sonrisa en la boca y con la alegría de haber sido una florero más.
Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...
¡Pues a ello vamos! |
Daisy Bowman lleva tres
Pues porque para el padre de Daisy, Matthew es el hijo que nunca tuvo (recordemos que tiene tres varones y dos chicas, ejem) y es un matrimonio de fruta madre para que Swift herede la empresa y así casar de una dichosa vez a su problemática hija. ¡Eh, que ya Lillian cazó al pez gordo, era demasiado esperar lo mismo de Daisy! ¬¬ Daisy se muestra de lo más "encantada" ante la perspectiva de casarse con Matthew, al que siempre ha tenido tirria por ser tan ñiñi ñiñi y tan buen trabajador y servicial y tan bueno en todo que... ¡Qué asssssssssssssssssco de tío! Claro, que eso es lo que ella piensa de él basándose en sus recuerdos, porque cuando lo ve por primera vez paseando por Stony Cross Park...
Allá van mis bragas |
¡Parece imposible que el escuchimizado que ella recordaba fuese realmente el maromazo encantador que tenía delante! (¡Eh, jodía, ahora ya no te da tanto apuro casarte con él!). Y lo que no sabe es que Matthew lleva enamorado de ella tanto tiempo que ya ni lo recuerda (que noooooooooo, que se acuerda perfectamente de todos los momentos que ha pasado con Daisy ❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤). Y lo que ella tampoco sabe es que Matthew no puede casarse con Daisy porque tiene un pasado oscuro y una vida montada sobre una mentira... ¿Qué secreto estará guardando?
¡El que tengo aquí colgando! |
[Tenía que hacer el chiste "inteligente", sorry].
Bueno, lo que Matthew tiene escondida es la adorafollabilidad de un típico maromo de la Kleypas. Y hablando de estos maromos, os preguntaréis que aquí dónde está Cam Rohan peleando por Daisy... ¡Pues en ningún sitio porque no sale!
Pues eso, que ya está la Kleypas haciendo de las suyas. Tú ves en el libro anterior el besarraco que le arrea (y si te pasa como a mí, que te suena su nombre de que tenga libro propio) ya piensas en cómo se va a camelar a la Bowman aquí. Pero no. Lisa Kleypas nos dice que estuvo bien y tal pero que te olvides de él. ¿Pero es que are you crazy? Lo que pasa es que una con la Kleypas ya se espera cualquier cosa así que rápidamente dejé a Cam en su rincón de mi corazoncito y me dediqué a conocer al adorafollable Matthew y ver cómo era capaz de conquistarnos a Daisy y a mí. Sinceramente, a mí lo hizo desde el minuto uno, con su buenorrismo y buen humor. A Daisy tardó algo más (lo que dura una partida de bochas que parece casi eterna y que si se juega en horizontal nos hubiera interesado mucho más) pero es poquísimo para el odio que le tiene al bueno de Matthew. La verdad es que esto queda un poco tal que así porque no vemos nada malo en el muchacho por mucho que las Bowman insistan, ni le vemos lo repelente ni lo lameculos ni ninguno de los defectos que las Bowman le achacan.
Duele decirlo pero Lisa Kleypas ha patinado un poquito en esta historia. Es cierto que Daisy, de todas las floreros, es, para mí, la que menos chicha tiene, una copia dulcificada de su hermana sin sus ovarios, pero esperaba más de ella en este libro. Pasa de niña a mujer en cero coma y, en comparación con Matthew, es un personaje mucho menos interesante. Él es la
Mucho lirili y poco lerele |
No es que esperara yo ahí la sorpresa final de Psicosis pero sí algo con más enjundia. No sé, me parece que Lisa Kleypas aquí ha metido un mix de cosas que le rondaba por la cabeza y le ha salido un libro raruno, irregular y con algunas cosas muy forzadas (entre las que incluyo -ay, que no me creo que vaya a escribir esto- algunos momentos folletiles). No seré yo la que diga que sobra sexo en una novela (guarrerismo a mí siempre y cuando aporte algo), pero aquí al final lo único que te aporta es calorcico en los bajos (que sí, que mola) y poco más. Aún así no quiero que penséis que es un truño de libro porque no lo es (si es que Lisa Kleypas escribe tan bien que tiene que estar muy emporrada para escribir algo que sea malo -aunque hay precedentes, ejem-). No nos faltan aquí nuestros momentos divertidos, los románticos (recójame usted del suelo cada vez que recuerdo lo del anillo 😍😍😍), las críticas al clasismo social de la época y la oportunidad de adorar a Marcus convenientemente (de lejos el personaje favorito de la Kleypas) y de disfrutar con nuestras cuatro floreros que, de ser las más lerdas, han pasado a ser las primeras de la clase.
Para las que os reíais de nosotras |
Escándalo en primavera es un libro sencillo y fácil de leer, con su punto de humor, su punto de intriga y su punto de amor pero que palidece en comparación con el resto de la serie. Lisa Kleypas parece que lo ha escrito para quitárselo de encima, desarrollando poco a Daisy y a Matthew y mal la trama en general. Pudo haber sido mucho mejor y todas lo sabemos. Aún así, te deja con la sonrisa en la boca y con la alegría de haber sido una florero más.
Por todo esto le damos en nuestro Gandymetro...
3'5. Matthew, yo también guardo un botón tuyo, ven que te lo enseño... |
Y si queréis un poquito más de vuestras floreros favoritas, no dejéis de leer A Wallflowers Christmas, una novela corta cuyo mayor aliciente es ver qué ha pasado con nuestras chicas y sus maromos (aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy, Sebastian, grrrrrrrrrrrrrrrrr).