jueves, 30 de septiembre de 2021

Beach Read, Emily Henry

[Libro no publicado en español]
Augustus Everett es un aclamado autor de ficción. January Andrews es una escritora de best sellers de romántica. Cuando ella escribe un "felices para siempre", él mata a todos sus personajes. Son polos opuestos. De hecho, lo único que tienen en común es que, durante los próximos tres meses, van a vivir en unas casas de playa vecinas, destrozados y en pleno bloqueo literario.
Hasta que, una tarde, una cosa lleva a la otra y llegan a un acuerdo para obligarse a salir de su estancamiento. Augustus pasará el verano escribiendo algo alegre y January escribirá la próxima gran novela americana. Ella le hará disfrutar de experiencias dignas de cualquier novela romántica de humor y él la llevará a entrevistar a los miembros supervivientes de una secta. Ambos terminarán sus libros y ninguno se enamorará. En serio.
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Cuando leáis esta reseña, para muchas las vacaciones de verano serán algo casi olvidado pero, a pesar del título y de la portada colorinchi, de verdad creo que esta lectura es más apropiada para el otoño que para el tiempo veraniego. ¿Por qué? Pues porque título, sinopsis y estética de la portada te inducen a pensar que Beach Read va a ser una lectura de mono con platillos, ligera, tontona y divertida. Y...

Te la han colado, Kim

Vaya año llevo de lecturas, de verdad, la mayor parte han sido un chasco tras otro (que una de las lecturas más entretenidas del año sea la de una chica que pajea minotauros ya lo dice todo). Cogí Beach Read para despejarme de dramones literarios y audiovisuales varios (si veis kdramas, con que os diga que acababa de ver Moon Lovers ya os imagináis mis ganas de tirarme por el balcón). En fin, que portadas colorinchis que prometen tontismos a mí, ya me conocéis, pero, aunque no ha sido una mala lectura, no he obtenido lo que pensaba que esta novela ofrecía. Como nadie tiene la culpa de que yo me monte películas, intentaré no salpicar la reseña del haterismo que me inunda cuando me siento engañada. La protagonista de Beach Read, January Andrews, es una exitosa escritora de novela romántica a la que el optimismo que le inundaba desde que era pequeña se le acaba tras la muerte de su padre y la sorprendente noticia de que tenía una amante. Si no fuera esto poca alegría, le cae encima la estupenda tarea de deshacerse del nidito de amor de la pareja, una casa de playa en el lugar de donde padre era oriundo. Para rematar la felicidad, cuando llega allí descubre que su vecino es Augustus Everett, el famoso escritor de ficción que, además, era su archienemigo en la universidad (bueno, cuando estuvieron a punto de enrollarse en una fiesta tan enemigos no eran, pero mejor no recordarlo). Total, que la vida ha pasado y cambiado a Gus y a January, que siguen chocando en mil cosas, especialmente en el ámbito literario, ya que Gus escribe un género importante y January esa cosa tan sencilla que son historias de amor con final feliz. Como January está hasta el xixi de ese menosprecio a su género y, además, es incapaz de escribir una historia de amor con final feliz, Gus le propone un trato: intercambiar los géneros literarios que escriben. January escribirá un libro de ficción que no acabe bien y Gus escribirá una novela romántica con final feliz. Obviamente, un escritor no puede cambiar de género como cambio yo de muso maromial, así que Gus ayudará a January los viernes a realizar investigaciones que le ayuden con su género y January dedicará los sábados a buscar situacions románticas con las que Gus se pueda inspirar. Pero todo por motivos literarios, eh, sin sentir calores en los bajos...

January aireándose para no echar a arder

Visto así, parece justo lo que yo creía, una cosa nadista para pasar el rato, pero el libro es mucho más que eso, de hecho casi diría que la historia de amor es algo secundario en el libro. Lo principal es el viaje de January, el camino para reconocerse a sí misma en la situación en la que está, para aceptar la vida con sus claroscuros y darle el valor necesario a los pequeños momentos felices que tenemos a diario. Es un viaje de reconocimiento y aceptación que, de paso, afecta también a Gus, ya que no solo se va a llevar unos buenos ratos guarreriles a la saca, sino que también va a realizar su viaje personal. Ambos se encuentran perdidos pero vienen de lugares distintos. January era la chica alegre y optimista que llegó a crearse mundos casi perfectos para evadirse de la realidad, mientras que Gus es el cínico que nunca se ha sentido querido y que no cree en los finales felices. Intercambiarse los géneros literarios servirá para que ambos asuman que hay otra parte de la vida que es necesario aceptar para vivir plenamente, ya que ni todo es color de rosa ni negro como los cataplines de un grillo y de reconciliar ambos puntos de vista va este viaje vital literario. ¿Está bien? Sí, no te lo niego. Emily Henry tiene la habilidad de combinar de modo certero lo ligero con lo que no lo es, soltando miguitas de tensión sexual o de guarrerismo para ir haciendo el camino más entretenido y ameno. ¿Es lo que yo esperaba leer?

Ozores está de pluriempleo reseñil

Ya sabéis que cojo cualquier libro con la intención de hacer la croqueta (en mi mente, de partida, todos son 5 Gandys y ya de ahí voy bajando) pero aquí hay un trasfondo agridulce que no esperaba y que me ha dejado con bajuna. ¡Y eso que el maromo es adorafollable! Uno de esos que a primera vista parece arisco pero que luego resulta ser adorablemente tierno a la par que guarrindongamente estupendo. ¡Y encima con sentimientos hacia January más profundos de lo que pensábamos! Los diálogos entre ambos son estupendos, irónicos, llenos de puyas y de gran fluidez, se ven muy naturales. Pero ya os digo que, a pesar de ser importante, he visto la relación entre ambos más bien secundaria. Me ha parecido un libro más sentimental que romántico ligerito, justo lo que menos me apetecía leer en ese momento. ¿Me pasa algo raro, doctor, que nada me cuadra? Ay, no sé pero está claro que Beach Read, siendo un libro que está bien escrito, con momentos divertidos, un maromazo estupendo y con una trama más profunda de lo que puede aparentar por su portada, ha sido una lectura decente pero poco más para mí. 

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

A este escritor traumado le repasaba yo el nab*


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lunes, 27 de septiembre de 2021

Reto Rita 5. Octubre: Nora Roberts

Continuamos con paso lento pero seguro hacia el final del año y del reto (ais 😭) pero antes nos quedan dos autoras mitiquísimas dentro de la novela romántica, siendo una de ellas nuestra autora del mes de octubre, Nora Roberts (o J.D. Robb, Jill March y Sarah Hardesty, no le faltan ni libros ni seudónimos). Eleanor Marie Robertson nació en un pueblo de Maryland dentro de una familia de raíces irlandesas y donde todos eran ávidos lectores. Aunque Nora siempre estaba inventándose historias, nunca le dio por escribirlas. De la educación católica que tuvo en un colegio de monjas sacó un gran sentido de la disciplina. De ahí fue a un instituto público, donde conoció a un maromo con el que casó apenas terminó de estudiar. Durante un tiempo trabajó como secretaria legal pero lo dejó cuando fue madre, dedicándose desde entonces a ser ama de casa y a darle a las manualidades. El matrimonio duró quince años y, años más tarde, Nora contrató a un carpintero para que le arreglara unas baldas y le debió arreglar hasta las enaguas, ya que acabaron casándose. Fue a finales de los setenta, estando aún casada con su primer marido, cuando, durante una tormenta de nieve que les encerró en casa, comenzó a escribir. Pronto se enamoró del proceso de escritura y escribió seis manuscritos (prolífica desde el principio, nuestra Norita) que Harlequin amablemente rechazó. Sin embargo, los rechazos de Harlequin fueron el mar donde Silhouette fue a pescar y pescó a Nora, que publicó con ellos su primera novela, Fuego irlandés, a la que se sumaron otros veintitrés títulos en los dos años siguientes. Como os podéis imaginar, de su carrera podríamos escribir un buen tocho, ya que nadie ha conseguido todo lo que ha logrado ella. Sus libros son megaventas instantáneamente, tiene premios a montones y su palabra es una de las más respetadas en este mundillo. Fue una de las fundadoras de la RWA (sí, la organización que entregaba nuestros adorados RITA, premios de los que es la escritora más galardonada) y la primera en formar parte de su Hall of Fame. En 2007 la revista TIME la incluyó en su lista de las cien personas más influyentes. Si hay un nombre de peso en este mundo, es el suyo. Para no eternizarnos (más) en su biografía, os diremos a modo de curiosidad final que vive en Boonsboro, Maryland, donde su marido tiene una librería, Turn The Page, y donde el matrimonio compró, restauró y regenta un hotel del siglo XVIII, InnBoonsBoro (al que Nora dedicó una trilogía), cuyas habitaciones tienen nombres de parejas literarias que tuvieron final feliz, por supuesto.

Nora Roberts tiene más de doscientas cuarenta historias publicadas, entre novelas y relatos (últimamente, publica cuatro libros al año). Lo suyo es la romántica contemporánea y el suspense, aunque también escribe fantasía y policiaco mezclado con ciencia ficción (sobre todo como J.D. Robb). Hasta te puedes encontrar aspectos mágicos/paranormales. Para Nora, la historia que cuenta no es tan importante como los personajes que la viven, que suelen ser atrayentes, con toques de humor y reales. Le da muchísimo a la saga familiar teleflinesca (de hecho, algunas de sus novelas han sido adaptadas para tv) de personas normales y corrientes y suele escribir historias sencillas que enganchan al lector con secretos y un gran componente emocional. Nora conoce el oficio y escribe muy bien, de modo sencillo y dinámico. La ambientación adquiere gran importancia en sus historias, ya sea en un pueblito encantador americano o en Irlanda, que te la puedes encontrar cada dos por tres en sus libros, incluso aunque sus historias no ocurran allí.

Algunas de sus novelas más destacadas son:

 Serie Cuatro bodas

Si queréis saber más sobre ella, podéis echar un ojo a su página en El rincón de la novela románticaGoodreads, nuestra amiga Wikipedia  su web. Como siempre, podéis leer cualquier libro de su obra (valen las relecturas) pero solo publicaremos una reseña por lectora (si nos mandáis varias reseñas, decidnos cuál incluir o añadiremos a la recopilación la primera recibida). Tenéis todo el mes para hacerlo y esperamos vuestras opiniones preferiblemente antes del 25 de octubre a través de los cauces de siempre: un comentario en esta entrada, un email a aquelarrita@gmail.com o a través de Twitter, con el enlace de vuestra reseña y el hashtag del mes, #RitaNorita 🙄😂 (también echamos un ojo a #RetoRita5, ya lo sabéis). ¡Es importantísimo que pongáis bien los hashtags o no veremos vuestra reseña!

Si no os apetece leerla, os recordamos que podéis leer a una de nuestras autoras opcionales Courtney Milan y Penny Reid o tirar de Comodín Viejuno (las #RitaViejuna), donde podéis leer un libro a elegir entre los de Kathleen Woodiwiss, Barbara Wood o Mary Jo Putney. 

¡Nos vemos el mes que viene para conocer a la penúltima autora del #RetoRita5!

¡En octubre, maromo de la Roberts que te trinque ante la lumbre!


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martes, 21 de septiembre de 2021

Seven Days in June, Tia Williams

[Libro no publicado en español]
La neoyorquina Eva Mercy es una madre soltera y escritora de erótica superventas que se siente presionada por todos lados. Shane Hall es un solitario, misterioso y premiado escritor que, para sorpresa de todos, aparece de repente en Nueva York. Cuando ambos se encuentran de modo inesperado en un evento literario, saltan chispas, levantando no solo sus traumas dormidos sino las cejas del mundo literario de color de la ciudad. Lo que nadie sabe es que veinte años antes, los Eva y Shane adolescentes pasaron una loca y tórrida semana enamorados. Pueden fingir que ahora no pasa nada pero no pueden negar la química que hay entre ellos o el hecho de que han estado escribiendo el uno sobre el otro desde entonces.
Durante siete días en mitad del tórrido verano de Brooklyn, Eva y Shane vuelven a conectar pero Eva no está segura de poder confiar en el hombre que le rompió el corazón y necesita que se vaya de su ciudad para que su vida vuelva a la normalidad. Pero antes de que Shane desaparezca de nuevo, hay ciertas preguntas que debe responderle...
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¿Qué hay mejor en esta vida que pasarte siete días reencontrándote con un maromazo que ya te volvió del revés hace quince años? Bueno, puede que haya bastantes cosas mejores pero si le preguntas a Eva Mercy, la protagonista de este libro, si prefiere vivir una semana con Shane Hall, su primer amor, con orgásmicas consecuencias o sufriendo sus terribles migrañas creo que ni Eva (ni nadie) tendrá dudas sobre qué elegir.

Orgasmos 1 - Paracetamol 0

Seven Days in June es un libro que pillé en Netgalley y que, poco después, empecé a ver por toda Romancelandia Inglish Pitinglish Edition, lo que incrementó mis ganas de leerlo. Y debo decir que, si bien la sinopsis no engaña, me ha dejado algo descolocada porque no ha sido para nada lo que esperaba (una historia de segundas oportunidades en el amor, narrada del modo habitual -alternancia de puntos de vista entre ambos- y con final feliz). Aunque nos da todo eso, no es un libro convencional, tiene algo más que lo dota de profundidad y lo hace menos ligero de lo esperado pero más ligero de lo esperable viendo los temas que Tia Williams toca de refilón, ya que tanto Eva como Shane podrían salir directitos del instituto de Baltimore de la cuarta temporada de The Wire. Tia Williams nos sitúa en el presente, con una Eva que lucha contra su enfermedad mientras educa a una hija más lista que el hambre e intenta escribir la última entrega de su serie literaria erótico-festiva de brujas y vampiritos, trocotró. Por otro lado, Shane se ha convertido en un escritor famoso y de culto que es un misterio para todo el mundo. Las ganas de enmendar los errores del pasado y lo pequeño del mundo literario de color hacen que Shane irrumpa como un torbellino en la vida de Eva, despertando bajos sentimientos que ambos creían dormidos y cambiando para siempre su futuro. Como los conocemos en el presente, la novela va alternando su acercamiento actual con flashbacks del pasado para que podamos conocer de dónde vienen (de la 💩 más absoluta) y que es un milagro que hayan llegado al presente vivos y con todas las partes del cuerpo intactas. Tia Williams ha creado una pareja bastante bonita y bien compenetrada, sus momentos juntos (románticos o no) me han parecido deliciosos, pero no se conforma con hablarnos de su amor y le da casi la misma importancia a las circunstancias de cada uno, a determinados problemas que sufren las personas de color y aquellos que han nacido para perder, como Baby y Johnny. El libro se va moviendo entre líneas y, aunque cuenta una apasionada historia de amor, no te deja croquetear con ella al hacer que la vida y sus malos momentos aparezcan constantemente, aunque es verdad que no se incide en ellos lo suficiente como para amargarte la lectura. Es una historia con momentos agridulces pero con sonrisa en la boca final y no con ganas de hacer el salto del tigre pero del balcón para fuera.

El tigre, que se centre en lo que tiene que hacer

Y se centra, se centra, porque el salto del tigre lo hacen ellos en cuanto que pueden, que uno no se reencuentra con el amor de su vida para que salten chispas e ignorarlas. La relación entre ambos es directa, llena de amor y pasión. Tanto en el pasado como en el presente, Shane y Eva tienen una conexión única que les hace necesitarse físicamente como yo necesito abdominales maromiales duros como una roca a mi lado. Las secuencias sexuales son muy apasionadas pero poco descriptivas, se pasa por encima de los actos en favor de transmitirnos sus sensaciones y sentimientos, algo que hace con la fuerza de la palabra y no a base de ser repetitiva o moñas. Como guarrerista de pro que soy, me hubiera gustado leer más momentos 🔥 entre ellos, pero lo sexual no es el centro de su relación. Esos siete días del título no son únicamente una historia de amor pasada y presente, son una mirada cotilla a dos vidas que se vuelven a unir (aunque no han dejado de estar conectadas a través de sus obras literarias) pero que no se paran de modo individual, así que cada uno tiene sus historias personales.  Aunque Eva parece la más debil en un principio (por eso de criar sola a su hija y sufrir una enfermedad incapacitante), el más débil es Shane, un personaje adorable que quieres achuchar pero al que solo la fuerza de voluntad salva de caer por el precipicio. Hay un determinado momento en el que Tia Williams te deja el cuerpo bailando jotas (y no en el sentido guarreril que me gusta) en el que se abre la puerta a introducir un dramón, pero o bien ha querido demostrar la madurez de los personajes a la hora de manejarlo o bien no ha querido dramearnos la lectura y todo se soluciona de un modo fetén para las cuestiones amorosas pero de un modo anticlimático para el lector.

Un poco de drama siempre le va bien a mi pelazo

He leído por ahí que, además, hace un retrato estupendo del mundo literario de color neoyorquino, pero como mi conocimiento del mundo literario en general se reduce a darme una vuelta por Iberlibro a ver qué pillo no puedo deciros si es o no acertado. En general, el libro tiene cosas propias de Estados Unidos que nos pueden parecer un poco marcianas, pero lo básico se comprende y te toca el corazoncito seas de Málaga o de Malagón. Lo difícil que es nacer en una familia disfuncional e intentar desmarcarte de ella, con una sociedad entera pensando que eres escoria y que lo serás toda tu vida, los golpes que vas sufriendo y lo que hay que hacer para sobreponerse a ellos, la felicidad que da encontrar a alguien que te complementa... Todo esto está muy bien reflejado, igual que los bailoteos que se te echan los bajos cuando estás cerca de ESA persona.

Seven Days in June es una romántica distinta, una historia de segundas oportunidades pero no solo en el amor, sino en la vida. Lleno de amor, con pinceladas de humor y con un toque de dolor, está escrito de un modo bastante ágil y yendo al grano, tocando temas duros pero sin profundizar en ellos, lo que puede hacerlo algo superficial en algunos momentos pero que no perjudica la impresión general de la lectura.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

Shane, te doy el Pulitzer y acceso libre a mis bajos


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martes, 14 de septiembre de 2021

Morning Glory Milking Farm (Cambric Creek: Sweet and Steamy Monster Romance 1), C.M. Nascosta

[Libro no publicado en español]
Violet es la típica milenial sin suerte: veintipico años, sobrecualificada y ahogándose en deudas, está a punto de irse a vivir al sótano de casa de sus padres. Cuando aparece como salvavidas un trabajo poco convencional en la vecina Cambric Creek, no le queda otra opción que aferrarse a él con ambas manos.
Morning Glory Milking Farm ofrece turnos completos, gran cantidad de beneficios y un sueldo más que generoso sin necesidad de experiencia previa. La clientela es carne de primera calidad, con generosos atributos acordes. Ordeñar minotauros no es algo que Violet haya considerado nunca como trabajo pero está decidida a coger esa oportunidad y cambiar su mala suerte.
Cuando un cliente de voz seria y profunda pide que sea ella la que le ayude en sus sesiones de ordeño, mantener su profesionalidad y alejarle de sus sueños resulta más fácil de decir que de hacer. Violet está decidida a pagar sus préstamos estudiantiles y a poder comprarse zumo de marca, con lo que un flechazo no correspondido con un minotauro que está fuera de su alcance no es parte del plan... a no ser que los sentimientos no sean solo por su parte.
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Ay, de verdad os digo que vengo a escribir esta reseña con un ataque de risa porque no sé ni cómo hacerla. Ahora mismo, todo el mundo habla de este libro, pero ¿se acordará alguien de él cuando salga esta reseña? Por eso pensé en no hacerla pero también dejaba pasar una oportunidad de echarme unas risas con vosotras, así que pregunté en Instagram si le hacía o no reseña... Y aquí estoy, reseñando esta marcianada que me tuvo descojonada como no lo estaba desde que leí La mujer del guerrero 😂. Esas son las cosas que me pasan cuando no tengo ni idea de qué me voy a encontrar, justo lo que me ha pasado con este libro. Y mira que la portada deja poco lugar a dudas...

De ordeñar va la cosa

Violet, nuestra protagonista, se encuentra en una posición un poco complicada, con deudas hasta las cejas y sin trabajo con el que pagarlas, con lo que la posibilidad de volver a casa de sus padres es cada vez más cercana, algo que Violet no quiere ni considerar. Pero en esto que se cruza con una oferta de trabajo bastante tentadora (¡y legal!), en la que no se le pide experiencia previa, la formación corre a cargo de la empresa y le pagarían tan bien que podría seguir viviendo de modo independiente y, poco a poco, quitarse las deudas que le lastran. Además, antes de aceptar el trabajo, la empresa le provee de unos vídeos para que sepa exactamente en qué consiste el trabajo y cómo se hace. Todo estupendo, ¿verdad? Lo único que tiene que hacer es ordeñar de modo manual... minotauros.

Déjame seco, hermosa

[Sigue leyendo cuando te recuperes de la risa, venga]

Ya te podrás imaginar que esto es romántica paranormal, aunque en el universo de esta novela estamos en una realidad normal donde los minotauros son una especie como cualquier otra (y aquí hay muchas), que va a trabajar, paga sus impuestos, se toma el café y se viste. Lo que no es tan normal es el tamaño que tiene su cuerpo y todas las partes que lo componen, como bien va a comprobar Violet...

Si te la ponen en la cabeza, te tapa el sol

Una vez que nos hemos limpiado las lagrimillas de la risa que nos caen por los ojos, la autora ya nos explica que los humanos conviven con otras especies aunque no se mezclan demasiado. El trabajo de Violet está en Cambric Creek, un sitio seguro para todos y donde a nuestra chica le hacen los ojos chiribitas ante la posibilidad de conocer a tanta gente distinta, solitaria y triste como está ella. La cosa del trabajo de Violet, aunque nos dé la risa floja, no tiene nada de absurdo en ese universo que ha creado la escritora. Resulta que los hombres humanos, ya tú sabes, a veces tienen problemas con el apéndice guarreril y se toman unas pastillitas I'm blue ladarí ladará. Pues esas pastillitas tienen como componente fundamental el líquido creador de vida que los minotauros expulsan por el cetro del placer (hoy estoy poetisa, ya me vais a perdonar). Total, que si los minotauros son tan generosos de darle a las farmacéuticas dicho fluido, se les pagará muy bien por él y los humanos podrán evitar la picha pocha. ¡Un win win para todos! Lo que pasa es que la recolección de dicho líquido no corre a cabo de ellos ya que no van a estar pendientes en el momento culminante de hacerlo todo bien (que eso sale que es una cosa loca) con lo que, para que se hagan las cosas bien y no se pierda ni una gota (porque cuanto más den, más les pagan), hay unas "granjas" con eficientes operarios que procurarán extraer tan delicado producto en el menor tiempo posible de modo manual al principio y, posteriormente, mecánico. Vamos, que Violet va a trabajar pajeando minotauros.

Hay cosas peores en la vida

Mira, no salía de mi asombro ni del ataque de risa (soy así de pueril 😂). Lo paranormal en romántica no me sulibeya aunque lo leo a gusto, pero creo que no me he cruzado con otras especies que no sean vampiritos o licántropos (los tentáculos los caté en Urotsukidōji aunque eso de romántica tiene poco) y, desde luego, en un universo aparentemente real lo que menos me esperaba era que la protagonista trabajara estimulando manubrios de minotauros. Pero ya sabéis que soy una lectora facilona que va siempre por donde el escritor la quiere llevar y, qué quieres que te diga, me lo he pasado estupendamente leyendo esto. Una vez que te metes en la historia y no le das importancia a que Violet esté dale que te pego todo el día (total, unos manejan latas de fabada, otros manejan po**ones), el libro es bastante sencillito y con una historia de amor que se cuece muy lentamente. ¿Y cómo llega Violet a enamorarse de un minotauro, si apenas tiene contacto con los clientes más allá de hacerles trabajos manuales? Pues porque Rourke es el primer cliente que atiende sola y se convierte en el más especial (y en el único que se pone palote solo con hablar con ella de sus cosas rutinarias). Rourke es un tipo callado que poco a poco se va sintiendo cada vez más atraído por Violet, no solo por sus expertas manos sino por su personalidad. Es educado, muy respetuoso y, a pesar del más que obvio deseo que va sintiendo por ella 🍆, nunca realiza ningún movimiento de índole sexual en el trabajo con ella. Una de las habilidades de la escritora es que, pasado el shock inicial, desexualiza por completo un trabajo que se ve como sexual en un principio. Ese pensamiento se plasma en la página, ya que Violet se plantea si es o no una trabajadora sexual, pero aunque rápìdamente queda claro que es algo mecánico y solo sexual para los que van a eso, no para los trabajadores y el resto de usuarios. Obviamente, tienes que entrar en el juego para que no te parezca todo más absurdo que sorber la sopa por la nariz, pero este libro te exige eso desde el principio. Si lo haces, lo podrás disfrutar. Si no, le prenderás fuego y, mira, solo está editado en digital, no está la vida como para prenderle fuego al Kindelito. Por cierto, si hablamos de fuego, tenemos que hablar de cómo es Rourke en el terreno guarreril del placer...

Violet no va a pasar hambre

Obviamente, no es un libro ranciedad friendly porque no se nos escatiman detalles del trabajo de Violet, pero lo que es guarrerismo por placer no hay mucho. La relación entre Violet y Rourke es un slow burn de manual (ignoremos que lo primero que ella ve de él es su miembro minotauril 😂). Se van conociendo, va aumentando el deseo y, aún así, Rourke hace las cosas más lentas para que quede bien claro lo que siente por Violet y ella no se pueda sentir coaccionada. Pero claro, las pasiones de los minotauros son tan grandes como ellos y Rourke nos sorprende teniendo más vicio que oficio, además de tener una lengua bien guarrindonga cuando está en el tema. Y en los terrenos más percuteriles... Bueno, digamos que Violet puede dar gracias a Dior por la elasticidad de las cavidades corporales.

[No hay gif posible que pueda acompañar a lo que todas os estáis imaginando, cochinas 😆]

Sé que existe todo un mundo de romántica (probablemente más bien erótica) que involucra a bichos de toda clase que, sinceramente, nunca me ha atraído, pero reconozco que Morning Glory Milking Farm me ha gustado, está bien escrito, es divertido, sexy y tiene una historia de amor sin complicaciones ni dramas que te da un estupendo rato lector. ¡Qué más da que el maromo tenga pezuñas si al final lo que nos interesa es que la historia de amor sea posible y acabe bien! La parte final es más apresurada porque la escritora parece perder el interés en contarnos la evolución de la pareja y su consolidación tras darle al fornicio pero esto es un relato, así que personalmente prefiero que se haya centrado más en el inicio de su historia. Además, no pierde mucho tiempo en explicarnos ese universo que se ha inventado pero, con tres pinceladas, sabes que cualquier cosa puede ser posible (eso de que los hombres lagarto tengan dos 🍆...) y te deja con ganas de leer más.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

Minotauro trabucado, gustico asegurado


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lunes, 6 de septiembre de 2021

Reseñas Reto Rita 5. Agosto: Judith Krantz

¡Bienvenidas a la rutina y a la recta final del Reto Rita5! Feliz vuelta de vacaciones si es que venís de ellas, feliz inicio de vacaciones si es que las comenzáis, feliz lectura de este breve post a todas 🤣. Este mes habéis sido poquitas las que habéis dedicado un ratito a Judith Krantz pero algunas opiniones sobre varias de sus novelas tenemos, así que vamos a ver si los brillis nos han alegrado o no el mes de agosto. ¡Que pasen las reseñas del lujerío!


Cassie ha leído...
Paraíso privado

Jazz Kilkullen es una hermosa muchacha, hija de una de las familias más ricas de California. Jazz posee un gran estudio fotográfico en Venice Beach, y es tan famosa como las celebridades que acuden allí para aparecer en las portadas de las revistas y en las campañas publicitarias.
En la vida amorosa de la joven hay tres hombres atractivos y completamente distintos que tienen una cosa en común: su pasión por Jazz.
La familia Kilkullen, propietaria del mayor rancho de California, ofrece un cuadro lleno de conflictos. Residente en Marbella, la primera esposa del padre de Jazz odia intensamente a su ex marido. La madre de la chica, una exquisita actriz sueca que cambió la historia del cine norteamericano, falleció trágicamente. Por su parte, las hermanastras de Jazz no cesan en sus maquinaciones contra ella; una de las jóvenes es decoradora en Nueva York y no conoce límites para su codicia, y la otra, casada cinco veces con miembros de la alta sociedad, vive entregada a sus pasiones sexuales.
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Septiembre, queridas, ese mes que huele a vuelta al cole y a coleccionables de kiosko. Y a un nuevo libro del Reto, esta vez una de las autoras más famosas de lo que Kim llamó con acierto estilo "dinastiesco". Aunque en su caso no ha sido exactamente así, en el mío he de decir que totalmente, aunque se ambienta en los primeros años 90...

Ese guante a lo Madonna prometía 

Como podéis ver en la sinopsis, a este libro no le falta de nada: ranchos, madastra y hermanastras que ni las de Cenicienta, maromos enamorados de la protagonista, lujerío, famosos y todo lo que queráis. Pero carece de lo fundamental para ser una novela romántica: ROMANCE. Porque, haggards de mi corazón...

esto no es una novela romántica

Cada vez entiendo menos que ciertos libros nos los metan como de este género cuando no lo son ni por asomo. Que dos personas se emparejen a lo largo de una novela cuya trama no tiene como centro el amor, pues no es romántica. Porque todas hemos leído mil historias con protagonistas que terminan juntos o liados y no son del género romántico. Lo cierto es que no sabría ni cómo calificar esta novela, porque lo de la estantería que Kim cita en su reseña como "Lujerío brilliochentero" creo que aún no está contemplado (y debería).

Firmemos para que se cree este género

El tocho (porque es un tocho) es un despliegue de presentaciones de personajes para atrás y para adelante, esto es, primero nos los pone en el presente y luego hace el retrospecter para contarnos la historia de amol del padre con la segunda mujer, de la hija fruto de este matrimonio con un capullo, de la madrastra despechada, del perro que pasaba por allí... y todo adornado con mucho detalle que no vale para mucho. Y luego que si la prota se llama Juanita Isabella porKullen Kilkullen porque su tataratatarataratarabuela era española y no sé qué más rollos histórico-geográficos sobre California en época hispana, las concesiones que hacía la Corona y tal. Todo muy de grandes herencias, el último paraíso sin edificar, el amor a la tierra (digamos que la prota, Jazz-Juanita Isabella y su padre parecen los O'Hara). Y YA ESTÁ. Cuando queda un 70-80% de la novela pasa algo un poco más interesante y la solución no puede ser más tonta. De pronto los malos o desaparecen o se vuelven buenos. WTF. Una Alexis Carrington o una Angela Channing les mandaba yo que no los dejara ni cagar tranquilos, hombre ya.

Yo les jodo la vida en un pispás

¿Y el maromaje? Tres tíos detrás de Jazz porque es la caña España: un actor a lo Jon-Erik Hexum, el ex que te ha dejado hecha mierda y regresa y el aparentemente torpe que se sabe que se va a llevar a la prota al huerto porque es un tío de puta madre y blablablá. El trocotró es poco, pero hay escenas que casi calificaría de pornográficas por lo explícitas y hasta desagradables (aunque la historia lo requiera). 

Ya me conocéis

En fin, una novela que creo muy de su época, con una protagonista "modelna" que vive su vida como le da la gana (aunque se aferra a la tradición de la propiedad como una lapa) y una trama casi inexistente, tejemanejes que no me interesaban nada, que he leído en ocasiones en diagonal porque no aportaban a la historia. ¿Está mal escrito? No, Judith Krantz tiene oficio y la verdad que es un mérito plantarte semejante ladrillo para contar prácticamente la nada y que no lo tires por la ventana. 

Por todo esto, recibe en nuestro Gandymetro...

Judith Krantz, en otra no me pillarás


Kim ha leído...
Hasta que volvamos a encontrarnos

La inolvidable historia de tres seres excepcionales. La indómita Eve de Lancel, que huyó de casa para vivir una pasión prohibida, se forjó un destino en París y acabó como primera dama de la región de Champaña. Su hija Freddy, una mujer sedienta de peligro, riesgo y aventuras, que lo perdió todo con la misma elegancia que lo había ganado. Y la sensual Delphine, hermana de Freddy, que llevó una vida secreta en las turbulentas noches de Hollywood hasta alcanzar la gloria como estrella de cine, pero fue arrastrada por un amor imposible...
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Tenía yo ganas de que llegara este mes porque ya sabéis que las haggards somos muy de laca, hombreras y ochenterismos, y tengo a esta escritora en una estantería de Goodreads llamada "lujerío brilliochentero", así que ya estaba yo sacando el vestido de lamé para mi primer contacto con Judith Krantz, que prometía convertirme en un personaje de Dinastía con mucho trajín horizontal, especialmente viendo la portada del libro que escogí para el reto.

El resplandor capilar fluorescente, hijo de los '80

Tras desinfectarme los ojos con lejía por haber visto semejante aberración ilustrada, me puse el vestidazo y me agencié un whisky (esto no se puede leer sin darle al bebercio, cual malvada de culebrón americano) y me encontré en un castillo en Francia... en 1956.

¿¡¿Pero qué dices?!?

Lo que oyes. Y, no contenta con eso, en el capítulo siguiente te plantas en 1910.

Un poco más y te conviertes en mí

Vamos, que mi gozo en un pozo de sumergirme en un guarrerismo ochentero, tal y como sugiere la portada (algún día podríamos hablar largo y tendido sobre esas portadas que no se acercan ni de lejos al contenido de la novela...). Obviamente, con leer la sinopsis ya habría sabido que de los ochenta no iba a encontrar ni el resto de olor de la laca Nelly pero no me dejéis sin el gustito de quejarme un rato. En fin, ¡que no iba yo a rechazar la historia cuando ya la tenía en las manos! Así que me sumergí en sus más de seiscientas páginas para darme de bruces con la triste realidad:

esto no es una novela romántica

Como veis, chasco tras chasco. No quiero decir que sea una mala novela porque, sinceramente, no lo es, pero, como romántica, es un fail de tomo y lomo, ya que el eje de la novela no es una historia de amor sino la vida de tres mujeres. Que definitivamente esas mujeres saben cómo darle alegría a los bajos, también te digo, pero no es eso lo que mueve el libro. Hasta que volvamos a encontrarnos nos narra la historia de Eve Courdet y sus hijas Delphine y Freddy desde 1910 a 1956, con todo lo que históricamente eso supone. Es cierto que, aunque no sea ochentera, sí es una novela de lujerío, ya que esta gente no sabe lo que es la ropa del Primark ni comprarse las bragas en el mercadillo. Eve nació en una familia acomodada francesa, pero sus ansias de libertad, de conocer mundo, su descubrimiento del guarrerismo y su faceta artística hacen de ella una oveja negra que acaba entrando en el redil (y en la aristocracia) tras muchas vicisitudes y de la mano matrimonial de Paul de Lancet, vizconde palote miembro de una famosa familia de productores de champán. Sus hijas, nacidas en mejor posición y dando más vueltas por el mundo que el baúl de la Piquer, desarrollan fuertes personalidades que acaban dando más de un quebradero de cabeza a sus padres y llevándolas por caminos muy distintos. La mayor, Delphine, descubre un gusto casi orgásmico por el cine (y, si habéis leído el libro, ya sabéis que lo de orgásmico es literal), mientras que la pequeña, Freddy, lo que quiere es volar libre, también de modo literal. Por ahí pulula también Bruno, el hijo de Paul, que solo sabe darnos por **** toda la novela. Todo esto con la situación de Europa como telón de fondo que, obviamente, acaba afectando a todos los personajes. No os cuento más porque hacerlo sería contar la novela entera, ya que así es este libro. No te cuenta nada en concreto sino cuatro décadas en la vida de esas tres mujeres. Obviamente, son sus años más interesantes, claro, ya que las conocemos asentadas en el prólogo para luego retroceder cuarenta años y conocer a una Eve adolescente con más ganas que vivir la vida que yo de quitarme la faja para luego ver cómo sus hijas tienen las mismas ansias de libertad. Como podéis imaginar, es una novela que tira más a El regreso que a Cenizas al viento, ya que aquí pulula mucha gente y el lector se va con todos gracias al narrador omnisciente. La diferencia está en que con El regreso hice la croqueta de principio a fin y de esta novela no sé ni qué decir.

Bravo por esa frase tan motivadora en una reseña

No es una mala novela y, desde luego, te entretienes muchísimo porque la Krantz no da descanso, ya que ni Eve ni sus hijas se sientan a ver la vida pasar. Todas son personajes activos, que no esperan a que les llegue su suerte sino que la provocan, tanto en la parte laboral como, especialmente, en la sentimental (aunque aquí es un poco timo del tocomocho, ya que las tres son muy audaces y atrevidas pero tienen un modo de enamorarse que hace que la velocidad de Usain Bolt sea la de un caracol a su lado). Es cierto que, al leer esperando una novela romántica, el hecho de que no haya una historia de amor central que te lleve por la trama te descoloca pero eso no ha supuesto un problema para mí en otras lecturas de esta clase. El problema, para mí, es que aquí hay demasiada gente pululando, con lo que la atención se te desvía cada dos por tres. Judith Krantz me ha sorprendido como narradora, la verdad, es elegante y muy ágil, muy detallista a la hora de dejarnos ver la clase que tienen los personajes (se nota que la Krantz sabe de ese mundo), pero la he visto muy aséptica, más como una periodista que como una escritora que quiere a sus personajes. Eso es lo que más me ha faltado (guarrerismos y amor aparte), ver que la escritora tiene cariño por sus personajes. Esta mujer se inventa unas vidas interesantísimas, con unas mujeres de bandera que pelean por lo que quieren, pero nos cuenta sus vidas como el que coloca los paquetes de arroz en Mercadona, de modo rápido y mecánico, parece que tuviera prisa en contarlo todo y nos evita diálogos y pausas en determinados momentos en los que eran necesarios para contarnos ella todo y quitárselo de encima en un plis. Imaginaos cómo va la cosa que yo, que siempre agradezco que no me hagan perder el tiempo en descripciones y mareos varios de la perdiz, me he visto gritándole mentalmente a la Krantz que parara un poco y me dejara saborear algo lo que me estaba contando.

Voy a por la drogaína, que no me reconozco

Es que hay mucha gente por el libro y mucho que contar, pero lo cuenta todo extremadamente deprisa y sin profundizar en nada, ni contexto histórico, ni sentimientos o pensamientos de los personajes. Únicamente con Freddy, el personaje más apasionado (y por cuya trama aparece mi maromo favorito), se permite algo más de emoción pero tampoco creas que vas a agarrar el pañuelo para sonarte los mocos. La más desdibujada acaba siendo Delphine, algo que personalmente no me importa porque me ha parecido una petarda la mitad del libro 🤣. Además, el libro se abre con un prólogo en 1956 al que no se regresa al final, así que me lo he tenido que volver a leer para tener sensación de cierre de la historia (me he vuelto a leer el prólogo, no el libro entero, que mi masoquismo solo me permite releer libro de más de seiscientas páginas si son los de El jinete de bronce y pocos más).

En fin, que la novela está bien pero que no es romántica ni por el forro de mi falda. Si buscas algo que sea más acorde a las convenciones de este género, búscate otra. Si no te importa un ir y venir de maromos y de situaciones que te van a interesar pero te van a dejar con ganas de que te cuente más de todo, inténtalo con ella. Yo creo que como novela (romántica) es un poco fail pero como historión sí merece la pena, aunque tal vez funcione mejor en otro formato, así que intentaré encontrar la miniserie que se hizo y juzgar por mí misma, ahora que ya sé lo que me voy a encontrar.

Por todo esto se lleva en nuestro Gandymetro...

Pero sin maromo principal, como novela romántica MAL

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟

Ale ha leído... 
Hasta que volvamos a encontrarnos

Ale se ha ido de la manita con Kim a ver qué se cuentan los de Lancel y comprobar si su champán está rico.

Nos cuenta Ale en la entrada de las rinconinas que cada vez que se estrena con una autora intenta ir predispuesta favorablemente, pero su primera experiencia con la Krantz no ha sido lo satisfactoria que hubiera querido. Comenta, como Kim, que este libro no es romántica, lo que menos importa en la historia o a lo que menos atención dedica la autora es al amor romántico de las tres protagonistas. Que aquí hay maromos para llenar un estadio y ellas se los benefician pero sin que exista una historia de amor destacable. La actitud que las protagonistas adoptan ante los fracasos y decepciones amorosas es tan despreocupada, y el disgusto les dura menos que una piruleta en la puerta de un colegio, que dan a entender que los asuntos del corazón no les importan, así que si a ellas no les importan, imaginad a Ale. Le ha faltado sentimiento y que le hicieran sentir algo. La trama principal narra una sucesión de hechos cuyo eje central son los desafíos que estas tres mujeres se atreven a enfrentar pero lo hace de forma poco convincente. Y todo ello enmarcado de modo superficial durante unos años social y políticamente bastante convulsos. Tampoco mima el contexto temporal, se limita a mencionar los años y los lugares pero dejándolo muy a la sombra. Este es otro más de los elementos desaprovechados en esta novela. La idea era muy buena y había suficiente chicha para crear algo interesante, pero ha fallado el modo de ejecutarlo. Reconoce que este libro le ha parecido muy bien escrito, pero su problema no ha sido el estilo, sino el ritmo de la historia y que la mayoría de personajes le han caído regular tirando a mal. Solo salva a Freddy y a un par de ellos más, cuyas historias le han resultado más dinámicas y con un pelín más de pasión. Le ha dado rabia que el desarrollo de las mismas no estuviera bien planteado. El comienzo es pausado y te hace querer seguir leyendo y saber más. Sin embargo, cuando la cosa va cogiendo forma, acelera a lo bestia y no se detiene en los detalles importantes. No así en las descripciones, largas y demasiado minuciosas para su gusto. Cree que la Krantz lo suelta todo de una manera brusca y sin cuidar a sus personajes (por ejemplo, las escenas amorosas o sexuales le han dado la sensación como que no venían a cuento o tenían un fervor ridículo) y todo esto le ha restado mucho a la novela, no le daba tiempo a apreciar lo que se estaba contando y no era capaz de empatizar con los personajes. Por eso no ha llegado a creerse a los personajes y eso, teniendo en cuenta que la novela es ficción pero que el contexto social y político sí es verídico, le ha dejado muy fría. ¡No dejéis de pasar por el blog de las rinconinas para leer la reseña de Ale al completo!

Vosotras habéis leído...

Escrúpulos (Escrúpulos 1)
Goodreads

Nuestra protagonista es la dueña de una boutique de alto standing donde solo hay lujerío y ricachones.

🌟 Alba Turunen le da una estrella y comenta que esta novela nos narra la vida glamourosa y lujosa de varios personajes, desde no ser nada, hasta el éxito. La protagonista, Billy, podría ser una fracasada, hasta que una estancia por estudios en París cambió su vida y madurez. Scruples es el nombre de la tienda de modas que Billy regenta en Beverly Hills, junto con Spider (fotógrafo de modas) y Valentine (diseñadora). Aunque el libro se publicó en 1978, no puede considerarlo como una novela romántica, sino como una historia que narra las dichas y desdichas de Billy, Spider y Valentine. A algunas personas podrá gustarles, pero a ella le ha dejado fría. No le ha gustado, se le ha hecho lenta, excesivamente larga y en algunos puntos hasta repelente, no sabría explicar por qué, pero el sexo en esta novela le parecía repulsivo. Puede gustarte si estás curada de espanto respecto a algunas novelas antiguas, aunque reconoce que en algunos puntos es muy moderna. El libro te sumerje en el cruel mundo del diseño y la moda, para acabar en lo único que le ha gustado, el cine. Pero desgraciadamente esta novela no ha sido para ella, le ha resultado demasiado superficial y artificiosa. Lo siente por si a alguna le gusta la novela.

Amantes (Escrúpulos 3)
Goodreads

Nuestra protagonista trabaja en una agencia de publicidad donde dos maromazos le hacen los ojos chiribitas y de paso se encuentra con una archienemiga. Lo normal en nuestra vida, vamos.

🌟 Bona Caballero le da una estrella y nos cuenta en su reseña que es una novela con hombreras *las haggards aplaudimos mucho esta definición*, una novela de amor y lujo de toda la vida. La protagonista es una chica que hace de todo, a todos conquista, es perfectísima total. Vamos con ella dando más vueltas que el baúl de la Piquer y con unos estilismos de lo más cuidados y ochenteros. Ha sido como leer lo que ocurre en una temporada de Dinastía, entretenido todo pero viejuno.  Lo peor de la novela es que la protagonista a veces parece un mero hilo conductor que en determinados momentos acaba incluso desapareciendo. Dice que hubo un momento en el que estas historias le gustaban, puede que especialmente por el contraste con lo que se publicaba, ya que las heroínas de estos libros eran pluscuamperfectas y hacían lo que querían en cualquier ámbito, incluido el sexual, De hecho es justo el desenfado en este aspecto lo que salva un poco la novela, ya encuentra refrescante ese descaro emocional en comparación con la ñoñería actual. Quitando eso, el libro se le hizo muy cuesta arriba y le costó acabarlo, no encontró nada que destacar positivamente. ¡No dejéis de pasar por su reseña donde nos cuenta mucho más!

New York, New York, conquistaré Manhattan
Goodreads

La protagonista de este libro nace ya en la riqueza y el lujerío pero no descansará hasta que sea realmente la dueña de su destino, logrando el poder y unas buenas alegrías guarreriles.

🌟 Beatriz le da cuatro estrellas y nos dice en su reseña que, al terminar, se ha quedado pensando qué acababa de leer, no en un sentido peyorativo, sino porque le resultaría muy muy difícil encasillarla en algún género narrativo. Escrita en los años 80 del siglo XX, nos presenta la historia de Amberville Publications, cuando el mundo editorial de revistas aún no había sido derrocado por internet y la publicación electrónica, y era una industria competitiva y multimillonaria. Le encantó introducirse en ese entorno del arte de diseño de maquetas, de fotografía, de impresión y distribución, narrado en forma muy amena e inserto hábilmente en el argumento. Fundada casi de la nada en los años 40 por Zachary Amberville, un hombre visionario y carismático, recorreremos la vida de esta familia y cercanos, cuya existencia gira en torno a la editorial. El cuidado y esmero con el que la autora nos involucra en la vida y evolución de cada uno de sus personajes a través del tiempo es fabuloso y con un estilo muy ameno que invita a seguir leyendo y leyendo. Por supuesto, entre medio encontraremos de todo: traición, envidias, infidelidades, venganza; pero también algunas relaciones familiares y de amistad que cualquiera desearía tener. Por último, no quiere dejar de referirse al personaje de Maxi Amberville, hija de Zachary, y la única con una personalidad que iguala a la de su padre. Ella le encantó, sobre todo en la forma poco ortodoxa de conseguir sus objetivos. Es un personaje fresco, caprichoso, creativo, obsesivo, fiel a su familia y absoluta merecedora de heredar este imperio.

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟

Pues parece que, salvo raras excepciones, las poquitas que hemos leído a Judith Krantz (porque este mes habéis sido bastantes las que habéis tirado de comodín) no hemos quedado conquistadas por ella

Si has leído alguna novela de Judith Krantz y no ha dado tiempo a que entre en este post, puedes añadir tu opinión en los comentarios de esta entrada. ¡Cuantas más opiniones tengamos sobre esta escritora, más ayudaremos al resto de los lectores!

¡Nos vemos el mes que viene con el resumen de todas nuestras opiniones sobre el #RitaTere!


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