¡Ya tenemos nueva buddy tontuna! Y es que no hay nada que nos guste más que hacer estas cositas conjuntas con nuestras chicas de
y
Así que nos hemos sacado de la manga un book tag de lo más romántico, aprovechando que estamos en San Valentín. Eso sí, como moñismos a nosotras NO, le hemos dado nuestro toque personal. Porque no hay nada mejor que mezclar el amor y el humor... ¡Allá vamos!
❤❤❤❤❤Cassandra❤❤❤❤❤
1.- Romance triste que te deja para alpiste
A mí no me gusta sufrir, sólo cuando me lo pide el cuerpo. Eso me parece que le va más a mi querida Kim. Pero si hay que poner algo, diría que El jinete de bronce. Qué agobios, qué hambre, qué frío. Y qué final de ciscarse en Paullina Simons y en toda su ralea.
2.- Libro "trae la Tena Lady que me desorino de la risa"
Iba a poner una maldad, una novela de la que me he reído, no con la que me haya reído, pero me ha venido James Malory a la cabeza y lo que no es la cabeza y, ¡tachán!, ya tengo respuesta: Amable y tirano. Cuando Tony y James se juntan son lo mejor de estas novelas, como pasa con los hermanos Bridgerton.
3.- Romance enagüil que te dé fiebre xixil
Una rosa en invierno. Mira que habré leído cosas que me den fiebre xixil, muchas, pero a mí la calentura me sube con la tensión sexual no resuelta bien llevada. Y cuando se resuelve... AY OMÁ. Estuve pava leyendo esto como hacía tiempo que no lo estaba.
4.- Romance paranormal sin igual
Menos mal que está Kim al loro para recordarme que Forastera entra dentro de esta categoría. Yo pondría los tres primeros libros. A partir del cuarto... me reservo la opinión, que no quiero que nos hagan unfollow sideral y eterno.
5.- Yo no busco media naranja porque ya tengo mi medio bombón
Con eso de que MeCaben todos es difícil decidirse. Pero mi elegido sería el señor Rochester (base de muchos protagonistas de novela romántica) aderezado con toques de otros maromos de libros actuales. Que si la Brontë llega a ser de ahora, menudos meneos le hubiera dado Edward a Jane Eyre y lo sabéis.
6.- Esa portada que ves más guapa que a Henry Cavill
Por elegante, Acuerdos privados, de Sherry Thomas, muy acorde con la propia elegancia de la novela.
Por calorra (porque aquí nos van estas portadas sí o sí), ese Ángel de plata con la imposible melena Targaryen de la chica y el tiazo moreno encima de ella a punto de ñadkjfañslgjhañskdfs. Johanna Lindsey en estado de gracia, porque la novela también es una gozada.
7.- Libro tan maravilloso que si fuera maromo te casarías con él
Flores en la tormenta. Yo es que soy tan rancia como Niñamaddy, qué le vamos a hacer. Además, ella tiene un punto Jane Eyre y ésa es mi novela favorita ever, por si no lo sabíais, que va a ser que sí, jajaja.
8.- Escena tan calentorra que el libro echa a arder solo
Ufff, que difícil... He leído escenas calentorras (menos que Kim, eso hay que reconocerlo), y podría poner ese momento broch de Nieblas de la Highlands que nos descubrió que ser una haggard es lo más. Sin embargo me voy a decantar por la primera que leí subidita de tono y que me dejó con las orejas ardiendo a mis lejanos dieciséis años, porque soy una nostálgica y digamos que ahí descubrí un nuevo mundo. Las que me conocéis sabéis que a mí me gusta mucho leer la insinuación y el jugueteo previo más que lo explícito. Mi elegida es de Una dulce enemistad, con su highlander buenorro y la jovencita virgen de turno. La pareja está en plan picnic y el maromo le agarra la mano a la moza y empieza a rechupetearle los dedos después de que ella se los lave en un arroyo, luego le lame el morrete y le dice que sabe a jengibre (y ella temiendo que se la vaya a comer de postre) y baja al tetamen y añdlksjfañlskjdfañslkjdfsas. (Escribo esto de memoria, que no tengo el libro a mano, pero sí un abanico tamaño Locomía).
9.- Pareja tan romántica que mean
¿Pero qué invento es estooo? Ay, que me queréis pillar... Mmmm... Voy a poner a Ian y Beth de La locura de Lord Ian Mackenzie. Él, a pesar de su rarunismo (¡leed la novela si no lo habéis hecho ya!), se da cuenta por fin de que sabe lo que es amar y se vuelve realmente loco diciendo "teamoteamoteamoteamoteamo..." ¡¡Y sin sonar como un tío moñas!! Cuando esta pareja aparece en las siguientes de la serie, son muy entrañables, destilan cariño y amor, además de pasión.
10.- ¡Eso es una declaración de amor y no la de mi marido!
Un clásico, no puedo evitarlo: la de Sydney Carton a Lucie Manette en Historia de dos ciudades. A lo mejor no vale porque la novela en sí no es romántica, pero amor hay, tanto correspondido como no. De hecho, se puede decir que el amor es lo que mueve a los personajes a comportarse como lo hacen.
Oh Miss Manette, when the little picture of a happy father's face looks up in yours, when you see your own bright beauty springing up anew at your feet think now and then that there is a man who would give his life, to keep a life you love beside you!
❤❤❤❤❤Kimberly ❤❤❤❤❤
1.- Romance triste que te deja para alpiste
Ya sabéis que el lema de mi casa (si esto fuera Juego de tronos y no me cortaran la cabeza) es "Sufro ergo disfruto", o sea, que a mayor sufrimiento, mayor disfrute lector. Pero cierto es que este lema lo sigo pocas veces porque, bueno, una quiere seguir viviendo y no tener ganas de morir. Aún así, a veces doy con un libro de ésos que me tienen más tensa que Mahoney al entrar en La Ostra Azul y el rey de ellos, para mí, es Arsen. Dior de mi vida, qué sufrimiento lector tooooooooooooooodo el libro. Soltar lágrimas yo, ni una (eso ya lo dejo para El jardín de verano, que estaría peleando el puesto con Arsen) pero tensión, cabreos y sensación de "para qué me he metido yo en esto", toneladas. Eso sí, no me arrepiento para nada de que las sweeties me obligaran a leerlo, me encantó.
2.- Libro "trae la Tena Lady que me desorino de la risa"
Sin duda, Enredos de Emma Chase. Me encanta el humor en los libros jasgfjlsafsaglf pero éste se lleva la palma. Drew Evans es todo un personaje al que probablemente a.f. (antes de fó) le mandaría a tomar viento porque es un ególatra de cuidado. Pero la gracia de este libro es que está narrado desde su punto de vista y lo que pasa por esa cabeza es de morirte de la risa (y quererlo atar a la pata de tu cama).
3.- Romance enagüil que te dé fiebre xixil
Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja. Elegir entre las novelas enagüiles me parece una pregunta hecha a mala leche (dejemos a un lado que yo haya contribuído a escribir las preguntas, ejem) pero, si tengo que valorar la que más ardores bajeriles me haya dado, de momento es ésta. Tiene sus justas raciones de ajkgdjaljsglhsdgfasl (que para mí deben ser abundantes pero no excesivas), con sus detalles ajfdgjalgdjlgfadjgfagdsjlgsal, sus clases de esgrima con resultado satisfactorio, sus visitas a los sofás para comprobar si están mulliditos... Ay, que voy a tener que aflojarme el corsé y sacar el abanico.
4.- Romance paranormal sin igual
Ya, en serio. ¿¿Quién ha hecho estas preguntas?? ¬¬ ¬¬ ¬¬ ¬¬
Pensando mucho, por la grandísima emoción con la que llegas a él, por las maravillosas historias secundarias que vemos (casi todas) y por el amor supremo que le tenemos al protagonista hasta que llegamos a su libro, me quedaría con Amante mío, el octavo libro de La Hermandad de la Daga Negra. John Matthew y su libro son adorabilidad pura.
5.- Yo no busco media naranja porque ya tengo mi medio bombón
Tras mucho meditar con la almohada y la loquera si tengo que escoger entre mi extensa colección maromial uno de ellos que sea compatible conmigo y que sepa seguro que va a ser el compañero ideal de la vida de esta haggard, creo que Nate de Calle Jamaica sería el ganador. Es tremendamente guapo, gracioso, sinvergüenza, compartimos gustos y tontunas y sabría tratarme justo como me encanta. ¡Aparta, Olivia, que voy allá!
6.- Esa portada que ves más guapa que a Henry Cavill
Una portada que me gusta especialmente es ésta de El jinete de bronce, llena de delicadeza y poesía. La veo y pienso que me dice "adelante, cruza la calle por mí y vive conmigo la historia de tu vida". Esperad que voy a coger el pañuelo, que ya me cae la lagrimilla.
Pero, para que no penséis que estoy poseída por el moñismo, no puedo evitar poner una portada de pechote porque las portadas de pechotes para ésta que escribe son lo más. Y si hablamos de pechotes, tiene que ser el de Fabio. Y tiene que ser uno de la Lindsey, claro está. Y si me seguís en Goodreads sabréis que no puedo escoger otra que no sea la de El hombre de mis sueños, porque Fabio en bolas restregando cebolleta a la pelirroja es el colmo del calorreo horteril romanticoide del que me declaro fan total.
7.- Libro tan maravilloso que si fuera maromo te casarías con él
El jinete de bronce. Me da igual repetirme más que el ajo pero este libro supuso para mí un verdadero flechazo. Nunca jamás ningún libro me hizo sentir lo que éste, la sensación de estar leyendo algo que te va a dejar una huella indeleble durante el resto de tu vida. Un libro inolvidable para mí que me acompañará siempre.
8.- Escena tan calentorra que el libro echa a arder solo
Puede que haya muchas otras (joer, justo escribo esto y me vienen mil a la cabeza, grrrrrrrr) pero la primera que he recordado es del libro Dominada por el deseo de Shayla Black (libro guarrer donde los haya pero al que tengo un inmenso cariño porque fue el primero que leí y que me sigue encantando). No os la
quiero destripar (porque yo no me la esperaba y ojú por Dior, qué sorpresa y alegría) pero digamos que Morgan, la prota, tiene cierta fantasía serrrrrrsuaaaal que involucra más de un nardo. Menos mal que la rodean unos maromazos más que dispuestos a que la chica no termine el libro sin fiesta en los bajos, así que con una venda en los ojos se agudizan los sentidos y alegría xixil is coming. Guarrerismo puro y duro de altísimo voltaje que os va a hacer sudar más que en una sauna.
9.- Pareja tan romántica que mean
Una pareja que me parece especialmente conmovedora con Wrath y Beth, de La Hermandad de la Daga Negra. Wrath, que es un tiarrón que cuadra a los vampiritos más motherfuckers del mundo, se convierte en el macho de valía más tierno que puedas conocer cuando está con su shellan. Cómo la trata, cómo le habla, con esa sensibilidad, con ese amor... No se necesitan moñismos para ser romántico y esta pareja destila amor por los cuatro costados (y a mí me hacen leer siempre con muchísima emoción y con una mano en la teta el corazón).
10.- ¡Eso es una declaración de amor y no la de mi marido!
Los votos druídas que Drustan pronuncia en El beso del highlander. No es que sean una declaración de amor, es que suponen una entrega total, una unión eterna con la persona a la que se los dice (Gwen) incluso aunque jamás se los devuelva. Y son, para mí, una palabras preciosísimas que si me viene a mí un highlander del pasado que se llame Drustan Mackeltar (David Gandy también me vale) y me las dice me tiro en plancha encima y hago una fusión que ni en Bola de dragón.
Si algo debe perderse, será mi honor por el tuyo.
Si algo debe quedar olvidado, será mi alma por la tuya.
Si la muerte vuelve a venir, será mi vida por la tuya.
He sido entregado.
Y ahora es vuestro turno, queridas. ¿Qué contestáis a nuestro amoroso tag? ¿Coincidís en algo con nosotras?