jueves, 25 de febrero de 2021

Reto Rita 5. Marzo: Julie Garwood

Llegamos a marzo intentando olvidar que justo hace un año que nos cambió la vida (pandémicamente hablando) y, para olvidarnos de tan funesto aniversario, vamos a pasar un mes con otro de esos nombres míticos de la novela romántica, Julie Garwood. Nacida en Kansas pero de familia irlandesa, Julie tuvo problemas de salud que le obligaron a perder tiempo escolar y se plantó en los once años sin saber leer, algo que, con la ayuda de una monja profesora de matemáticas, remedió un fabuloso verano en el que no solo aprendió a leer sino a disfrutar de lo que leía (algo que le vino estupendamente, ya que todos conocemos la pasión de los irlandeses por las historias y Julie no era ajena a ella). Aunque iba para enfermera, un curso sobre Historia rusa le hizo cursar un doble grado de Historia y Enfermería, y fue en la universidad donde un profesor, impresionado por la calidad de sus ensayos, la animó a que escribiera. Así nacieron el YA Una chica llamada Summer y su primera novela histórica, Amor y venganza. Sin embargo, no pensó en dedicarse a la escritura, a pesar de hacer cursillos y escribir solo para pasar el rato, hasta que su hijo pequeño comenzó el colegio, momento en el que comenzó a acudir a conferencias de escritores. Ahí conoció a un agente que fue capaz de vender los dos libros que tenía escritos, la editorial le pidió más romántica histórica y, de ahí, al éxito y la fama.

Julie Garwood le da al medievo y al highlander, a las enaguas y al suspense romántico contemporáneo (porque no solo de histórica vive su obra). Nosotras la hemos leído poco y con terribles resultados pero, según nuestra amiga Wikipedia, sus novelas son especialmente conocidas por la peculiaridad de sus heroínas, que suelen tener la capacidad de perderse en cualquier sitio, la torpeza y una "encantadora habilidad para ofuscar y cambiar el sentido de las conversaciones para consternación, frustración y, finalmente, aceptación de la otra parte". Invocamos a la sabiduría de las lectoras de pro que la conozcan (o sea, vosotras) para que nos contéis en los comentarios qué caracteriza a Julie Garwood escribiendo y nos iluminéis a todas.

Algunas de sus novelas más destacadas son:


Si queréis saber más sobre ella, podéis echar un ojo a su página en El rincón de la novela románticaGoodreads o  su web. Ya sabéis que podéis leer cualquier libro de su obra (valen las relecturas) pero que solo publicaremos una reseña por lectora (si mandáis varias reseñas, decidnos cuál incluir o añadiremos la primera recibida)Tenéis todo el mes para hacerlo y esperamos vuestras opiniones preferiblemente antes del 25 de marzo a través de los cauces de siempre: un comentario en esta entrada, un email a aquelarrita@gmail.com o a través de Twitter, con el enlace de vuestra reseña y el hashtag del mes, #RitaGarwood (también miramos #RetoRita5). 

Si no os apetece leerla, os recordamos que podéis leer una de nuestras autoras opcionales Courtney Milan y Penny Reid o usar el Comodín Viejuno (que tiene hashtag propio, #RitaViejuna), donde tenéis que leer un libro a elegir entre los de Kathleen Woodiwiss, Barbara Wood o Mary Jo Putney. 

¡Os esperamos el mes que viene para conocer a otra escritora del #RetoRita5!

¡Que los maromos de la Garwood hagan arder vuestras enaguas!


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martes, 16 de febrero de 2021

Ángel o demonio (Bow Street Runners 1), Lisa Kleypas


Una joven despierta en la cama de un desconocido y descubre que ha perdido la memoria. Le dicen que se llama Vivien Rose Duvall y que ha sido salvada de las aguas del Támesis. Vivien se halla bajo la protección del enigmático Grant Morgan, quien parece ser el único hombre en el que puede confiar, aunque está convencida de que la ha confundido con otra... Grant Morgan, uno de los solteros más codiciados de Londres, no puede evitar sentirse atraído por esa joven de aspecto inocente y vulnerable.
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Que el Reto Rita 5 es la perfecta excusa para hacer arqueología literaria lo saben en Pekín y el Pokón. Y que las ansias de ponerte a leer una autora antes de que le toque su mes se desbordan, también es de sobra conocido. Así que aquí vengo yo, a darle a la arqueología kleypasiana con Ángel o demonio, uno que sabemos que es de ella porque tiene muchas de sus características... salvo la alegría que muchos de sus libros dan.

Kleypas, escúchame, necesito que me hagas croquetear

Grant Morgan está buenorro, tiene fortuna y gloria y un trabajo que le ha dado todo eso, ya que es uno de los Bow Street Runners, un selecto grupo de policías londinenses bajo el mando de Ross Cannon. Sobre Grant hasta se han escrito historias que le han hecho más admirado aún, pero a nuestro mozo todo eso le importa poco. Así, en general, a Grant todo le importa un pijo, salvo hacer bien su trabajo y hacerle pagar a Vivien Duvall los cuchicheos que sufre a su paso tras haber divulgado esta el infructuoso intento de acercamiento guarreril del policía hacia ella. No es que sea que no acabó en chingamiento lo que le molesta (que también, porque el hombretón levanta armas cada vez que la ve), sino que realmente él la acabó rechazando a ella. ¡Y la prostituta más cotizada de todo Londres no puede saber que eso se sepa! Tranquila, chata, que eso no se va a saber, ya que Grant prefiere callar y servir la venganza fría y tú, Vivien, tampoco puedes decir mucho, teniendo en cuenta que comienzas el libro medio muerta y amnésica perdida.

Me adoráis por los pistos que me invento

Me quito la peluca de reina bridgertoniana ante ti, chata. Sea cual sea el libro que tenga entre manos de ella, pocas veces Lisa Kleypas me ha decepcionado en un planteamiento y esta no ha sido una excepción. Reconozco que he leído de lo más entregada el misterio que rodea a Vivien, una cotizadísima prostituta en busca de nuevo protector que es totalmente distinta a esa desvergonzada personalidad en su nueva vida amnésica. Obviamente, aquí hay pisto rico que no os pienso desvelar, así que lo único que diré es que mi compañera de lectura y yo descubrimos la gracia muy pronto y que, aunque resulta todo interesante, a Lisa Kleypas no le ha salido un libro redondo, entre obviedades, frustraciones (hay un momento muy esperado que nos birla de mala manera) y alargamientos innecesarios de índole no guarreril (vamos, que estira mucho el tramo final). Me tengo que moder la lengua para no desvelar nada pero creo que está todo llevado de un modo bastante simple (si yo lo he adivinado, ya os digo que no es hacer logaritmos penerianos neperianos), aunque realmente el problema no reside ahí, ya que puede que fuera bastante evidente pero estaba muy entretenida leyendo. En lo que he pinchado en hueso ha sido con el protagonista y la relación amorosa (bueno, amorosa porque esto es una romántica y la Kleypas dice que se enamoran, que yo no me lo he creído en ningún momento).

A ver, dónde está el amor, que yo lo vea

Pasión y palotismo no faltan, porque Grant presenta armas bajeriles con el mero recuerdo de Vivien, así que, cuando la tiene ante él, ese palotismo va creciendo (literal y metafóricamente) y mezclándose con sentimientos de protección, ya que la pobre Vivien está asustadísima y no hay nada mejor para tranquilizarte que abrazarte a tremendo pechote. Que está eso muy bien pero yo, amor, no he visto por ningún sitio. Grant no deja de ser un tío frío y seco al que no he visto emocionarse ni un momento y Vivien me ha parecido una muchacha asustada cual cervatillo al que va a dar un hostión un coche que idolatra a su salvador y encuentra tranquilidad y goce guarreril en sus brazos y bajos. A todo esto, el sexo del libro es solvente y bien escrito, pero poco memorable, muy acorde a la pareja. No es que me notara yo especialmente de bajuna leyendo este libro pero no me ha caído en gracia todo lo que me hubiera gustado y no he conectado ni con los guarrerismos (¡con lo que soy yo, que me encanta un follardeo!) ni con el maromo. Los estirados pa'dentristas me suelen gustar pero Grant me ha dejado más bien indiferente, sobre todo porque esas pasiones amorosas que suelen sentir esa clase de maromos aquí no las he visto, ni por dentro ni por fuera. Entre eso y que los sentimientos de Vivien me han parecido más fruto del agradecimiento que de la pasión amorosa me he quedado con la sensación de leer una romática con historia de amor ausente.

Kim llorando discretamente su pena

Es una pena no poder croquetear con una autora que adoras pero, aunque este libro no vaya a ser de mis favoritos, Kleypas tiene siempre un as en la manga con el que no falla conmigo, esa visión única  que nos da de la clase alta a través del tipo de personaje que mejor sabe escribir: el hombre hecho a sí mismo. Derek Craven, Hardy Cates, Harry Rutledge, Rhys Winterbone... El hombre que sabe lo que es lograr su lugar en la sociedad a base de esfuerzo, trabajo e inteligencia es siempre, en manos de la Kleypas, algo digno de adoración, y Grant Morgan es un ejemplo perfecto. Los mejores momentos son aquellos en los que vemos la sociedad a través de sus ojos. Puede ser un triste consuelo destacar esto por encima del amor en una romántica pero es algo que para mí dota de profundidad la historia y la hace subir un escaloncito.

Así que, aunque es entretenida, Ángel o diablo no me parece ni de lejos una de las mejores novelas de Lisa Kleypas. Con un protagonista frío, una protagonista más perdida que un pulpo en un garage y un romance pasional pero con poco amor me ha tenido leyendo a gusto pero no enganchada, por lo que se lleva en nuestro Gandymetro...

Grant, tremendo policía con porra tiesa noche y día


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martes, 9 de febrero de 2021

Dear Enemy, Kristen Callihan

[Libro no publicado en español]
De críos, se odiaban. Macon Saint era guapo pero, a pesar de su apellido, Delilah sabía que era el demonio. Que saliera con su malvada hermana, Samantha, tampoco ayudaba. Cuando rompieron, fue como un sueño hecho realidad, ya que nunca tendría que volver a verle. Pero diez años más tarde, su viejo enemigo le manda un mensaje. La hermana de Delilah le ha robado a Macon, ahora una estrella de Hollywood emergente, algo de gran valor y este está dispuesto a reclamar lo que es suyo. Solo hay un problema: Sam se ha ido.
Sigue habiendo chispas entre Macon y Delilah y no parecen de odio precisamente, pero Delilah quiere proteger el débil corazón de su madre a toda costa, así que propone a Macon un trato: pagará la deuda de su hermana a cambio de trabajar para él como su chef y asistente personal. Es un acuerdo condenado al fracaso, pero Macon lo acepta. Incluso aunque Delilah lo siga odiando, hay algo de ella que es como estar en casa para él. Además, ya no son unos niños y lo que en su momento fue una amarga rivalidad puede convertirse en algo mucho más dulce. Algo que dure para siempre.
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Tenía este libro esperando más de un año en mi Kindelito y, sí, perdí mi oportunidad de leerlo y colarlo en el #RitaCristi porque bastante triunfo fue para mí poder leer el que tenía previsto (never forget la mierda lectora que fue 2020). Pero una historia que promete enemigos que se follan vivos no la iba yo a dejar pasar, así que aquí vengo, con la reseña de un libro que ha sido totalmente distinto a lo que yo esperaba... y que pudo ser mucho mejor.

Siempre acabas diciendo lo mismo, chica

¡No es culpa mía, es de los libros que se cruzan por mi camino! De todos modos, deja que te cuente que la historia de amorodio de Macon Saint y Delilah Baker ha sido muy entretenida y Dear Enemy, un estupendo libro nadista de mono con platillos de esos que me encanta leer. Pero... Bueno, ya llegaremos al pero. Macon y Dee se odian desde la infancia y ni el hecho de que Macon fuera novio de su hermana hizo que Dee dejara de odiarlo, más bien al contrario. Por supuesto, Macon merecía todo ese odio, ya que hizo la adolescencia de Delilah un infierno con sus comentarios hirientes y con cierto comportamiento en determinado momento que dejó huella en Dee. Gracias a Dior, la vida los separó, pero gracias a Sam, la hermana de Dee, y a sus tendencias cleptómanas, Macon y Delilah no solo se reencuentran, sino que Dee se ve obligada a trabajar para Macon. Y este no tiene intención de volver a perder de vista a la chica que le volvía loco en todos los aspectos...

Cabeza y bajos de Macon ante Delilah


Algunas cosas nunca cambian pero Macon y Dee, sí, ya que no son los mismos de antes, especialmente Macon, que, además de ser un estrellón catódico, no es el capullo de su adolescencia. Obviamente, Delilah desconoce que esa capullez tenía su origen en la situación personal y familiar del chico (también te digo que ella lo desconoce porque claramente no lee romántica, ya que nosotras esos traumas los detectamos con la punta del cardado), así que, por culpa de su hermana, se ve obligada a tragarse su orgullo e iniciar una relación laboral con Macon que acabará derivando en... otras cosas. Y, por el camino, iremos descubriendo que hay mucha verdad silenciada y que, afortunadamente, los años no solo nos aportan arrugas y experiencia xirrinal sino también capacidad de aprender de los errores. Como veis, este libro no es nada nuevo bajo el sol pero, a veces, se agradece que caigan en tus manos esta clase de historias sencillas y sexis que no pretenden ir más allá de hacerte pasar un buen rato. De hecho, cuando esta historia toca otros temas más serios, se va a tomar por Cullen.

Sonaba demasiado bien

Me explico. Aquí desde el principio ya ves que la enemistad es cosa del pasado y ahora es de chichinabo, con lo que van a tardar cero coma en hacerse amiguitos (de los que retozan un poquito), básicamente porque conocer el punto de vista de Macon nos hace ver rápidamente que no es que odiara precisamente a Delilah y que va a aprovechar su oportunidad para no dejarla salir de su vida. Lo que pasa es que la principal característica de su relación es tocarse los cataplines, por eso las discusiones que acababan con cabreos o llantos en el pasado, ahora son de esas que estás deseando tener porque te llenan de energía y alegría. Y esto, a mí, como lectora, me hace no querer dejar de leer. Por supuesto que ahí está la hermana para que no todo el monte sea orégano, pero esto no impide que la historia nos enganche sino más bien al contrario, ya que añade tensión a la lectura. ¿El problema? Pues que esta historia se encaminaba a un apocalipsis final digno de la Kleypas y se ha quedado con la misma fuerza que la de una cerveza que lleva dos días abierta. El final ha sido tal chasco para mí que directamente le he bajado nota. No ha sido decepcionante en sí lo que ocurre (aunque algo también) sino lo mal que lo maneja la Callihan, resolviendo todo de modo precipitado y dejando cabos suelto, parece que quiere quitarse todo de encima. Además, la resolución es de lo más anticlimática, ya que esa tensión que ha ido construyendo desaparece por completo en el final. Está claro que la única tensión del libro que merece la pena es la sexual...


El libro está escrito de un modo muy ágil y nada aburrido, pero son los encuentros entre Macon y Delilah los que llevan la lectura en volandas. Su enemistad nos da conversaciones divertidas y akfaskfjhkasfdha que poco a poco van cargando la relación entre ambos de tal tensión sexual que ves ahí corriente para iluminar la Feria de Abril durante tres años y que culmina en unas secuencias guarreriles de abanico Locomía. Y más bien escasitas, ya que, para ser un libro contemporáneo de enemigos que se trincan vivos, es una historia #BastanteRanciedadFriendly. Si me apuras un poco, diría que es un libro hasta dulce, porque Macon no es el follardín que esperas ni un machorro de esos acostumbrados a chasquear los dedos y tener una alfombra de bragas a su paso, sino que es un hombre solitario y un verdadero encanto que, poco a poco, logra quitarle capas defensivas a Dee hasta quitarle hasta el sostén. El camino ha resultado delicioso hasta esa parte final donde nos quedamos con cara de tontas ante lo que todo indicaba que iba a pasar y al final, pssssssss, aire. No es que me hayan dado ganas de tirar el libro pero una no puede evitar montarse una película en su cabeza y los finales así le dan ganas de pedir que le devuelvan el dinero de la entrada (aunque yo perdí poco porque me mandaron el libro en Netgalley, jijiji). Por cierto, que puede haber debacle final pero eso no estropea el final feliz, eh, que esto es novela romántica y ese final es un must. A pesar todo, el resto de la lectura me ha sorprendido y me ha tenido entretenida, así que le damos en nuestro Gandymetro...

3'5. Macon, quiero saber si todo tu cuerpo sabe a bacon


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martes, 2 de febrero de 2021

The Governess Game (Girl Meets Duke 2), Tessa Dare

[Libro no publicado en español]
Cuando su fuente de ingresos se escapa de sus manos, Alexandra Mountbatten acaba con una inesperada tarea: la de convertir a dos rebeldes huérfanas en dos jóvenes educadas. Sin embargo, las chicas no necesitan disciplina, necesitan el cariño del hogar. Pero intenta decirle eso a su tutor, Chase Reynaud, heredero de un duque en las callas y diablo bajo las sábanas. Las mujeres de Londres han intentado (y fallado) en su empeño por hacer que siente la cabeza, así que de algún modo Alexandra debe tocarle el corazón... sin arriesgar el suyo.
Como cualquier libertino que se precie, Chase sigue una única regla: vivir sin ataduras. Cuando una testaruda institutriz intenta reformarle, decide educarla él pero en el placer. Eso le hará ver que no puede ser domado. Pero Alexandra es más de lo que él esperaba: inteligente, astuta, apasionada. Y rechaza verle como una causa perdida. Pronto los muros que rodean el corazón de Chase empiezan a derrumbarse... y corre el riesgo de enamorarse de lleno. 
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En este blog nunca tenemos suficientes enaguas y, si vienen llenas de humor, les hacemos hueco bajo el vestido en menos de lo que tardas en decir "corsé". En este humor enagüil, una de las autoras más destacadas actualmente es Tessa Dare, una de nuestras opcionales en el pasado Reto Rita 4 y que, si bien es capaz de inventarse situaciones capaces de soltarnos la goma de las medias de la risa, por aquí no nos acaba convenciendo tanto en la parte emocional.

Aspecto de Kim cuando es un hueso duro de roer

Alexandra Mountbatten y Chase Reynaud ya se conocieron en un encuentro de lo más accidentado en el mejor sitio del mundo para una soñadora: una librería. Sin nombres ni presentaciones, un breve intercambio de palabras y sonrisas es más que suficiente para que Alex conozca el efecto de un flechazo. En su poderosa imaginación, ha visionado de mil modos distintos su reencuentro con el guapo desconocido que, obviamente, la habría estado buscando librería por librería sin cesar hasta dar con ella. La realidad, sin embargo, les hace reencontrarse de un modo mucho menos romántico, especialmente porque él la confunde con la nueva institutriz de sus pupilas... y, además, no la reconoce.

Ice Bucket Challenge por sorpresa para Alex

Sí, las ilusiones de Alex le habían quedado preciosas pero Chase está muy lejos de ellas, con eso de no reconocerla, tener el palote desollado de tanto ejercitar el libertinaje y no saber qué hacer con las dos niñas que le han caído encima (una de ellas con tendencias un poco mortuorias). Desesperado como está por no saber manejarlas, contrata a Alex como institutriz incluso aunque esta, sola en la vida y criada en un barco, no sepa tampoco qué hacer. Pero Alex es una chica práctica que necesita un trabajo y esas niñas la necesitan a ella, así que acepta, aunque eso conlleve tener que vivir en la misma casa que Chase, tenerle que coger de la mano en el entierro matutino de una muñeca con mala salud o soportar que el maromo con el que ha soñado durante meses construya una follacueva para cepillarse a otras mujeres.

La alegría de Alex al descubrirlo

No creo que haga falta que os cuente mucho más para que os imaginéis todo lo que ocurre de pe a pa. Si has leído algo de romántica enagüil, este libro no te va a sorprender lo más mínimo. ¿Es eso malo? ¡No! Yo me echo a los brazos de un nadismo cero sorprendente si me hace pasar un buen rato y me emociona, y, en el aspecto cómico, The Governess Game me ha dejado más que satisfecha, pero en el emotivo... NO. Es que yo la relación amorosa de este libro no me la he creído en ningún momento, Tessa Dare, perdona que te diga. El flechazo de Alex, sí, porque me choco yo con un buenorro así en una librería y ya tengo material para cuatro años de sueños, pero por parte de Chase todo me ha parecido muy forzado y poco natural (incluso conociendo sus pensamientos no ha logrado convencerme). En general, debo decir que no me he creído mucho ese personaje, ni sus actuaciones ni sus traumas. Es un encanto y te ríes con él pero lo veo plano y artificial, sobre todo comparándolo con Alex, a la que he notado mucho más real. Me da pena escribir esto en una reseña de novela romántica pero, para mi gusto, la relación amorosa estropea lo que estaba siendo un estupendo libro cómico. Y es que no importan ni la época histórica ni la ambientación, lo único que interesa es la relación de los personajes. Cuando esta es cómica con un pelín de emotividad, es estupenda. Cuando esta se torna sentimental con un pelín de comicidad, la novela se vuelve previsible y poco interesante. Además, las secuencias guarreriles (las grandes salvadoras en esos momentos para mí) están forzadas y metidas con calzador, casi me ha gustado más el humor que tienen que los momentos pasionales (tan mñes que ahora ni los recuerdo y eso que la terminé ayer de leer). 

Mátame, camión

Es una novela de enaguas moderna, con mujeres que no son marionetas y que intentan ser dueñas de su propio futuro, un lenguaje más bien actual y llena de diálogos ágiles y con sorna. Si hay una cosa que me sigue teniendo enganchada a Tessa Dare es que escribe bastante bien y de modo ligerito enaguas nadistas, con lo que te lees sin problema hasta lo más monótono (no te digo ya cuando estamos en algo humorístico, que te lo meriendas), pero en la parte amorosa casi siempre me parece que flojea bastante, como si le costara integrarlo en el conjunto del libro. La seguiré leyendo porque vivo por los nadismos enagüiles que me proporcionan risas y descansos mentales, pero cada vez tengo más claro que es una autora de consumo rápido que a los dos días he olvidado.

Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...

A este libertino le alegraba yo el pepino


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