ZandersEl hockey en Chicago no está completo sin mí, el jugador que todo el mundo quiere odiar. Conozco mi papel y lo hago bien. De hecho, disfruto pasando la mayor parte del tiempo de juego en la zona de castigo antes de dejar el estadio con una nueva chica cada noche. Lo que no me gusta es la nueva asistente de vuelo del avión privado de nuestro equipo. Trabaja para mí y no al revés, y estaré más que encantado de recordárselo. Puedo garantizar que al final de la temporada deseará dejar su trabajo.Pero cada viaje borra las líneas y no sé si sigo llamando su atención para molestarla o por algo más.StevieHe sido asistente de vuelo durante años. Pensaba que lo había visto todo pero cuando mi nuevo trabajo me lleva a estar a bordo del avión con el mayor ególatra y divo de la NHL me empiezo a replantear todo, incluso la promesa que me hice de no volverme a enredar con un deportista, sin importar lo sumamente tentador que me parezca.Evan Zanders no tiene filtro y es demasiado guapo para su bien. Adora su imagen pero yo odio todo sobre ella. Todo menos a él.
¡Bienvenidas a todas de nuevo a las reseñas haggardianas! Nos hemos
tomado un tiempo para leer un poco y darle a Jamie Fraser, pero también
para leer un poquito y reseñar, que se nos apolillaba el blog. También
os hemos echado de menos porque leer y no compartir la lectura con
vosotras siempre es un poco más aburrido y tristón. Esperamos alegraros los otoños y los inviernos con reseñas
divertidas y si de paso os podemos descubrir libros que merezcan la pena,
pues mejor que mejor.
Y para la rentrée nos hemos puesto las deportivas y los pantalones
cortos porque se nos va a tirar encima un sporty melofó.
Mi cuerpo te ofrezco pa que lo goces, Kim |
¡Ay, Lebron, jodío, cómo te aprovechas de lo perraca que me pones! El caso
es que el sporty melofó basketiano es el del siguiente libro pero tu
apariencia me vale como la de Evan Zanders, el follardín jugador de hockey
que se alimenta de comer xirris y del odio del fandom contrario. Zanders
se sabe buenorro y se aprovecha de ello, cimentando su imagen de playboy y
chico malo del rink y ganando pastuza loca con ella. Su contrapunto
perfecto es su mejor amigo y compañero de equipo, Maddison, otro buenorro
cuya imagen es la del hombre perfecto, capitán del equipo, marido
amantísimo y padre de dos critaturitas. ¡Los fanes de los Raptors de
Chicago están que no 💩 con ellos! Pero, mientras Maddison es tal y como
su imagen muestra, Zanders esconde su realidad...
Lo que Zanders esconde |
Bueno, eso también, pero lo realmente esconde es su verdadera
personalidad, la de un hombre que ha pasado por muchos problemas,
familiares y mentales, y que dedica gran parte de su tiempo a ayudar a
otros. Sin embargo, Zanders vive muy feliz en su fama y no piensa bajarse
de ella, mucho menos esta temporada, en la que tiene que negociar si los
Raptors le renuevan el contrato y es básico que los "billets" que da su
fama sigan cayendo. Con todas estas cosas en la cabeza inicia el mozo la
nueva temporada, en la que se va a encontrar con un gran entretenimiento
que, a la vez, es una gran distracción y la horma de su zapato. Dentro del
avión que les lleva a los partidos fuera de casa (aquí llegamos a la
grandiosidad pastucil de los americanos, que tienen su avión privado que
parece eso un chalet en Beverly Hills), Zanders conoce a Stevie Shay, una
asistente de vuelo con un traje que claramente no es de su talla y que
está para pocas tonterías, lo que hace que Zanders decida entretenerse
molestándola toda la temporada. Stevie necesita ese trabajo como el comer
y no está dispuesta a que Zee se la meta en un lío, así
que no le dora la píldora, algo que encandila cada vez más a Zanders. No
hace falta que seáis Aramis Fuster para que os deis cuenta de que esto es
un enemigos que se trincan vivos que me ha tenido disfrutando de lo lindo.
Aunque, bueno, la enemistad va evolucionando rápidamente hacia el
tocahuevismo con expectativas follardiles, porque esos enfrentamientos
dialécticos que tienen en el avión son divertidos, sexis y les ponen a
ambos como el palo de un churrero.
O chingamos o nos hacemos cenizas |
Contado así parece otro libro más, una romántica contemporánea sexi donde
ya sabemos lo que va a pasar. Y realmente no os equivocaríais al pensarlo
pero, ay, no es solo lo que cuenta este libro sino cómo lo cuenta lo que
me ha encandilado (además de unos personajes nada planos que consiguen
enamorarte). Liz Tomforde tiene la habilidad de narrar todo de un modo
bastante detallado pero muy natural, teniéndote enganchada contándote cómo
evoluciona la relación entre ambos (con toques de algún que otro dramita
familiar). No hay lirismo ni expresiones rebuscadas en la narración pero
no suena a contemporánea corriente, la lees dándote cuenta de que es una
historia con más chicha que se narra de un modo diferente al que
encontramos en gran parte de la contemporánea que se publica, que parece
eso hecho en una fábrica de croquetas, todas iguales. Para empezar,
Zanders es un chico malo y machorro alfa de pies a cabeza.
¿¿Y eso qué tiene de novedoso?? |
Pues que realmente, sin dejar de ser un alfa de cuidado, Zanders es
totalmente distinto a la imagen que da y habla más con sus acciones que
con sus palabras. Para conquistar a Stevie, combina su devastador carisma
con su maravilloso corazón y no teme mostrarle a la chica las debilidades
que tiene, sus problemas mentales o lo sensible que es, algo que le hace
más irresistible de lo que ya nos parecía antes. Stevie tiene muchos
problemas de confianza en sí misma que le hacen plantearse sus cositas con
Zanders pero no hay confianza que no se hinche
cual boa maromial si un tío como Zanders te dice
constantemente lo perfecta que eres y no únicamente con el fin de
percutirte los bajos, así que Stevie cae y nosotras, con ella.
Y, ay, chica, cómo son los guarrerismos... Estupendísimos, detallados, hot
hot hot (obviamente, Zanders no podía decepcionar en ese plano). He
disfrutado muchísimo de las interacciones entre ambos, tanto las que están
cargadas de tensión sexual como las que están llenas de amor. Toda la
relación entre ambos es muy sexi, especialmente la parte de la conquista
antes de que Stevie baje sus defensas y sus bragas, pero el libro no
flojea cuando toman más importancia los sentimientos o las circunstancias
familiares de cada uno. Lo peor para mí es que se me ha acabado haciendo
algo largo (básicamente porque lo es, ¡seiscientas páginas del copón!)
porque en el tramo final parece que la escritora se estanca y no hace que
la historia avance, pero tampoco es algo que le quite brillo al libro. Me
ha encantado la historia, los protagonistas, los secundarios (aaaaaay, ese
Ryan, que ya le estoy metiendo mano a su libro y 😍😍😍), la narración...
En definitiva, que me ha sorprendido y encandilado. Me da pena haberlo
visto entre los más vendidos de Kindle Unlimited y haberlo ignorado por no
conocer a la escritora y no ponerme a investigar. Menos mal que tengo a
Elsa que, como gurú literaria, nos descubre joyitas ocultas, algo que
Mile High es.
(Por cierto, que acabo de ver que se va a publicar en español el 2 de noviembre con el título Rozando el cielo, wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii)
Por todo esto, se lleva en nuestro Gandymetro...
¡Ay, qué bien que estéis de vuelta!
ResponderEliminar¿Has dicho 600 páginas? ¿600 páginas de enfrentamiento dialéctico? [Servidora frotándose las manos]
Y en español, pues wiiiiiiiiiii XD
Muchas gracias por la reseña
ღゝ₃╹)ノ♡
Me siento...
ResponderEliminar1.- Encantada de que volváis por aquí.
2.. Agradecida porque me habéis descubierto esta autora que, de momento, tiene solo estos dos libros, y los he disfrutado muchísimo.
3.- Contenta de que, por una vez, alguna editorial española traduzca algo que puedo recomendar de todo corazón.
¡Hola de nuevo!
ResponderEliminarJusto acabo de leer este libro y me ha gustado mucho, aunque al que le tenía más ganas era al segundo. La verdad es que engancha y tiene de todo porque, aunque suene tópico, es más profundo de lo que parece, como comentas. Justo ahora estoy leyendo el segundo libro, ya nos diréis que os parece :)
¡Nos leemos!
Holii tienes el libro en pdf ¿??
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